martes, 12 de julio de 2016

Paradoja


Estamos inmersos en un mar pleno de vivencias donde navegan los sucesos que surgen  diariamente formando verdaderos cardúmenes de nuevas noticias ávidas de alcanzar el grado de consideración necesario como para ser dignas de alcanzar cierta trascendencia.
La paradoja de este encabezado es saber si al momento de valorar la trascendencia de las noticia, cual es el grado de información y de prejuicio que nos orienta al respecto, se dice que cuanto mayor es la abertura de nuestra mente, mayor será nuestra capacidad de entender a los demás, las personas que discriminamos a priori suelen ser aquellas que no han logrado superar la barrera de nuestra propia indiferencia y por tal motivo han sido excluidas de nuestra consideración.
Los juicios a priori, como si estuviésemos jugando al azar y tal como si deshojáramos una flor, como la tradicional margarita, nos dijésemos: “Con esta sí, con esta no, con esta persona me quedaré yo” como puede fácilmente apreciarse es a esta inclinación natural que nos invade cuando ignoramos ciertas cosas que bien nos podrían ser mucho más afines a nosotros de lo que suponemos, esto es a lo que llamamos “discriminación y prejuicio”
Tenemos todos muchas cosas que suelen ser mucho más comunes al resto de los mortales de lo que a priori suponemos, alguien ha mencionado de que si toda la humanidad supiese los innumerables vínculos que por distintas circunstancias nos unen los unos a los otros, todos tendríamos algún tipo de parentesco, por lo pronto, esto indica que seríamos primos en algún grado de consanguineidad.
Pienso que deberíamos considerar mucho más a nuestros semejantes a tal punto de que sintamos la gran hermandad que nos identifica y al alto grado de afinidad que debería unirnos, sin duda esto evitaría la mayoría de los conflictos que nos enfrentan actualmente.

Hugo W Arostegui

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