Hace
unos pocos días atrás, conversando con un viejo pescador sobre su hábito de
concurrir todos los días, a primera hora de la mañana, acompañado de su
inefable “caña de pescar” él muy tranquilo, como todos los pescadores,
sonriente me contesto” lo que pasa es que nunca vengo solo a pescar, desde
siempre me acompañan dos amigas entrañables que se llaman: Constancia y
Persistencia que nunca me abandonan”
Hoy,
como siempre bien temprano por la mañana, mientras saboreaba mi infaltable “mate
amargo”, recordé a mi viejo amigo el pescador y su singular respuesta a mi
pregunta y entre mate y mate, los cuales saboreo muy lentamente, también me
vinieron a la mente algunas estrofas de una canción compuesta por el cantautor y
poeta coloniense, José Carbajal, quizás más conocido por su pseudónimo “El
Sabalero” el cual en una de sus estrofas
nos decía:
“Pica,
pica, tararira, plata viva del juncal, si no se me corta el hilo junto al agua
me hallarás”
Una
clara referencia a los jóvenes pescadores, que como lo había sido el mismo, se
sentaban anhelosos y confiantes, a la espera de las tarariras a quienes observaban
saltar raudamente a cierta distancia.
Esa
persistencia del pescador, acompañada por las estrofas de esta canción que les
mencioné, despertaron en mi cierta comparación con la costumbre, a esta altura
creo que debo mencionar “el hábito” de sentarme un tanto tozudamente frente al
tecleado de mi notebook, (hoy me he levantado con ganas de practicar mi inglés)
y registrar de alguna forma los sentimientos que me acompañaban, entre mate y
mate en estas primeras horas de la mañana.
Eso
sí, sigo tecleando mis notas mientras tarareo esta vieja canción:
“Pica,
pica, tararira, plata viva del juncal, si no se me corta el hilo junto al agua
me hallarás”
Hugo W Arostegui
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