Vivimos en el mundo de lo absurdo, y las noticias que
sacuden a la llamada “opinión pública” nos remiten a que nos sintamos como si
estuviésemos inmersos en medio de un gran caos donde todo puede ser y nada no
concuerda con nada.
Como decimos lo absurdo se ha instalado en medio de los
acontecimientos más trascendentes y nuestro “sentido de la justicia” parece que
ha ingresado en un verdadero laberinto, que no solo confunde a nuestro
malogrado ”sentido común”, sino que además, y esto es lo grave, nos despoja de
toda certeza en medio del total descrédito de las instituciones.
Considero interesante que recordemos algunos viejos dichos
populares que nos dicen, por ejemplo: “cuando el rio suena…” y vaya que suena
este rio cuando vemos la cantidad de procesados por delitos de lavado de
dinero, malversación, dinero cantante y sonante, en bolsos de mano, detenidos
en un convento, monjas que arguyen de que “no saben lo que pasa” etc. etc.
Otro de estos dichos también sentencia: “a rio revuelto
ganancia de pescadores” vale decir que en medio del caos que mencionamos, donde
no podemos pasar por alto el contrabando y tráfico de efedrina, asesinatos,
denuncias de implicados que han ocupado altos cargos en el gobierno y algunos
otros puntos que mejor no ahondamos para no “entreverar más las cosas” nos está
indicando la presencia de “pescadores” que han realizado, ¿y aún realizan? pingues
ganancias a costas de la impunidad institucionalmente establecida.
Ahora sí, lo del título, “dime con quién andas” cuando vemos
que alrededor de ciertas personas vinculadas a la política, personajes que han
ocupado “cargos de particular confianza” desfilan por los estrados judiciales y
algunos están “cómodamente instalados” en distintos centros de reclusión, las
figuras centrales, incluyendo todo su entorno familiar, todos adultos, bien
informados y gozando de buena salud, indiscutiblemente no se puede desconocer
el alto grado de implicancia que les salpica.
Confiamos que para bien de quienes asumen la responsabilidad
de la conducción de los asuntos
públicos, las instituciones, la política, el
poder judicial y por supuesto, todos nosotros que somos parte de “esta masa
circundante” podamos encontrar el debido refugio moral que necesitamos y
recuperar la confianza que seguramente debe estar convaleciente..
Hugo W Arostegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario