Nuestra capacidad para dar de nosotros mismos es la mejor
forma de involucrarnos en todas las ocasiones en las cuales tenemos la
oportunidad de compartir nuestros afectos y depositar en las manos de las
personas la calidez que inspira nuestro reconocimiento.
Las múltiples opciones que tenemos al alcance de la mano
para dar cumplimiento a estos llamados “compromisos sociales” hacen que ya no
sea necesario que ocupemos nuestro cada vez más escaso tiempo en realizar atenciones
de nuestra propia hechura, ahora, encontramos mucho más practico, y probablemente, más económico, realizar alguna compra de artículos pre elaborados que nos
permitan “quedar bien” y salvar satisfactoriamente nuestra responsabilidad en
el asunto.
Por supuesto que no estamos en desacuerdo con recurrir a
estos recursos que la propia vida en sociedad nos proporciona, es como en el
caso de la utilización de los avances de la informática en nuestras
comunicaciones, el uso de telefonía celular, internet, redes sociales, etc. prescindir
de estos medios equivaldría a una auto marginación totalmente ineficaz como inútil.
Solo que nos permitimos decir que “ni tan tan ni muy muy”
precisamos más que nunca de un apretón de manos y de un fuerte abrazo es a ese “calor
humano” al que nos referimos cuando mencionamos que todos necesitamos “dar más
de nosotros” en el cultivo de los valores filiales que retroalimentan nuestra
confianza y autoestima.
Eso, como decirnos cosas como: gracias, querido hermano, te
amamos, te necesitamos a nuestro lado, etc. etc., eso es dar de nosotros
mismos.
Hugo W Arostegui
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