domingo, 8 de julio de 2018

El Fenómeno De La Multiculturalidad


Un tema de especial interés, porque se relaciona tanto con los procesos de globalización mencionados como con el multiculturalismo, es el de las migraciones.

Da la impresión de que la migración es uno de los aspectos intersticiales entre lo económico y lo cultural, que puede permitir leer en clave de modernidad y multiculturalismo la cuestión de sentido que suponen los procesos de integración comercial. 

Los actuales procesos de globalización económica, tecnológica, política y cultural se producen en situaciones de desigualdad entre las distintas regiones del mundo e incluso al interior de los propios países y se dan en el marco de una tensión entre el desarrollo de una modernización técnica, orientada a la formación de sociedades informacionales, y el desgaste de un proyecto de modernidad cultural, hoy fuertemente cuestionado, basado en valores de progreso humano, igualdad y liberación.

 Los procesos de globalización cultural se evidencian en la extensión de la industria y el mercado culturales que permitieron la llegada de más personas a bienes simbólicos y en una tendencia a la homogeneización y a la segmentación de los gustos, haciéndose notoria la preeminencia de una cultura de consumo.
A pesar de que, también como parte de los procesos de globalización informacionales, hoy se reconoce la existencia de múltiples culturas que compiten de manera desigual, pues su reconocimiento no significa su aceptación.

 Por otra parte, los procesos de globalización mencionados tienen efectos de desterritorialización y reterritorialización culturales, es decir, por un lado, producen cambios culturales en las sociedades periféricas por la transmisión simbólica de la industria cultural internacionalizada, descontextualizando lo cotidianamente vivido, y, por otro, producen nuevos mercados para los emigrantes que necesitan el contacto con su tierra.

Los actuales procesos de globalización tecnológica y económica están configurando un nuevo tipo de sociedad, basada en el desarrollo de las tecnologías de la información, en los cambios en la productividad del capital y en las nuevas condiciones de trabajo como consecuencia de lo anterior.

Estas transformaciones han impulsado el paso de una economía y sociedad mundiales a otras globales. Esto no significa que los procesos económicos y tecnológicos que impulsan las sociedades desarrolladas lleguen a todos los espacios y a todos los individuos; sin embargo, afectan de manera directa o indirecta al conjunto de la humanidad. 

Se trata de un nuevo modelo de desarrollo orientado por el rol de las tecnologías de la información y la comunicación y las consecuencias económicas, sociales y políticas que se desprenden de la nueva situación.

El problema es que son muchos los que quedan fuera de este modelo, aunque las comunicaciones tiendan a integrarnos simbólicamente a todos en la globalización. 

Estos procesos enfrentan al menos dos límites duros: uno es el carácter inequitativo del acceso a los mercados globalizados por parte de los distintos países según sea su posición de fuerza en el contexto mundial; el otro, son los obstáculos de carácter político impuestos por los estados nacionales.

La nueva configuración de la economía global plantea cambios también en la división del trabajo construida en torno a cuatro diferentes posiciones en la economía global/informacional: los productores de alta calificación, basados en el trabajo informacional; los productores de grandes volúmenes, basados en el bajo costo del trabajo; los productores de materia prima, basados en recursos naturales; y los productores prescindibles, reducidos al trabajo devaluado.

La ubicación diferenciada de estos diversos tipos de trabajo también determina la fluidez de los mercados, pues la generación de ingresos dependerá de la capacidad de crear valor incorporado en cada segmento de la economía global.

Es muy importante aclarar, como lo hace el Papa en sus discursos, que la globalización es un hecho humano. Por ello, la globalización no es ni buena ni mala. Será lo que la gente quiera que sea.


Es así que la globalización es un hecho humano, los principios que han de orientar la ética en tiempos de la aldea global hay que buscarlos, en la misma persona y en los principios que regulan sus interrelaciones sociales. 

Visionarios


Visionario es un adjetivo que suele emplearse para calificar a la persona que, gracias a su creatividad, su imaginación o sus conocimientos, logra prever qué ocurrirá en el futuro. El concepto, de este modo, se asocia a una cierta visión de los acontecimientos que están por venir.

Por ejemplo: “Julio Verne era un visionario: en sus novelas anticipó la creación del submarino y de las naves espaciales”, “Muchos consideran que Steve Jobs fue un visionario que supo enfocar su negocio al nuevo mercado tecnológico”, “No soy un visionario, simplemente analizo la situación actual y saco conclusiones de cara al futuro”.

Por lo general se llama visionario a todo aquel que, de alguna forma, se adelanta a su tiempo. Tomemos el caso del dueño de una estación de radio que, mientras todos sus competidores invertían en antenas, él decidió volcarse a la transmisión vía Internet. Así, su radio fue la primera estación de su ciudad que, a mediados de la década de 1990, empezó a transmitir su programación a través de la Red.

Teniendo en cuenta el desarrollo del sector y que más tarde el resto de las estaciones se sumaron a la tendencia, puede decirse que dicho hombre fue un visionario.

No existe una fórmula mágica para convertirse en visionario, así como tampoco es posible obtener un talento por medio de la voluntad: se trata de algo con lo que se nace, y de hecho muy pocas personas lo tienen. Por otro lado, no basta con tener una determinada habilidad, sino que es necesario trabajar para desarrollarla y poder hacer uso de ella con mayor precisión y efectividad.

Retomando uno de los ejemplos anteriores, Julio Verne es considerado uno de los grandes visionarios de la historia, además de un escritor excepcional, pero los fenómenos y las creaciones que anticipó a través de su arte no surgieron como meros comentarios mientras sorbía su taza de café, sino que reflejan el resultado de su trabajo y su dedicación, de su acercamiento a aquellos temas que lo apasionaban para saber más y volar más allá de lo que había sido inventado hasta su época.

De Steve Jobs también podemos decir que los mejores proyectos en los que colaboró no se produjeron de un día para el otro, sino que surgieron de una mágica combinación de la observación del mercado y de ideas innovadoras para ofrecerle algo que aún no hubiera en circulación.

La visión de algo que no tiene precedentes no siempre conduce a un cambio profundo en la sociedad, pero tampoco es correcto decir que si no lo consigue entonces no se trata de algo verdaderamente valioso.

A lo largo de la historia algunas personas se apresuraron a presentar sus ideas innovadoras al resto de la gente, o bien lo hicieron de la manera equivocada, y esto generó que no triunfaran, e incluso que fueran criticadas con severidad o que se pusiera en duda su talento. Sin embargo, en ciertos casos no hizo falta más que tiempo para que la situación se revirtiese, y esas ideas finalmente encontraran su lugar en el plano de las grandes creaciones.

De esto podemos inferir que los grandes visionarios no solo han tenido ideas brillantes y adelantadas a su época, sino que también han sabido mostrarlas, aunque les haya tomado varios intentos. Como parte de la visión debe existir el contexto social e histórico, el conocimiento de las herramientas que necesita el entorno para comprenderla y aceptarla.

Las personas que se atribuyen poderes adivinatorios, como tarotistas, profetas o adivinos, también pueden llamarse visionarios. Lo mismo ocurre con los artistas que se convierten en precursores de estilos, géneros o movimientos: “Un visionario japonés asegura que el fin del mundo tendrá lugar en 2065”, “Miles Davis fue un músico visionario que revolucionó el jazz”.




sábado, 7 de julio de 2018

La Falsa Apariencia

Un Audi en la puerta, subidas a esquiar o viajes al Caribe y los dividendos de la casa y las cuotas del colegio impagas.

Aunque algunos consideren esta realidad como inexistente, varios viven en la clásica bicicleta bancaria tratando de mantener un estándar de vida que no es acorde a sus ingresos. El trasfondo: la inseguridad que da paso a una vida basada en las apariencias. El fenómeno no sólo se remite a las pertenencias materiales, sino que también se hace visible en las relaciones humanas que se establecen con el entorno, donde el verdadero ser es ocultado por una personalidad maquillada.

Una de las explicaciones para entender esta actitud se debe a la imperiosa necesidad de “ser aceptado, amado y sentir que uno es importante para los demás”, postula la psicóloga Paulina Alfaro. Ante esta necesidad surgirían máscaras o personajes que encubren la verdadera personalidad de un individuo.

“Desde pequeños descubrimos que no todo lo que uno dice o hace es aceptado por nuestros padres, hermanos, amigos. Entonces, comenzamos a desarrollar una serie de mecanismos de supervivencia para mantener esa respuesta amorosa y afectiva de nuestro entorno”.

Sin embargo, esta respuesta adaptativa al medio en una etapa adulta se puede volver neurótica, porque la persona empieza a identificarse con esa imagen ficticia que ha construido. Es decir, “ya no es una respuesta de supervivencia sino de sobreadaptación y comienzas a actuar preocupada por tener esa aprobación de los demás y te olvidas de ti misma”, agrega la psicóloga transpersonal.

Este descuido implica que no hay un interés por identificar las propias necesidades, los objetivos de vida, las cosas o situaciones con que se disfruta, los intereses y capacidades que hacen que cada persona sea única e irrepetible. 

La emoción que se esconde, según Paulina Alfaro, es el miedo a ser rechazado y perder aceptación, cariño. “Lo que pasa es que somos seres sociales y que vivimos en constante interacción con los demás, pero hay veces que nos quedamos atrapados en esa máscara y respondemos automáticamente sin mayor cuestionamiento por ese terror al abandono”.

Fin a la hipocresía Para Lucía Godoy, psicóloga y académica de la Universidad Andrés Bello el tema pasa por ser falso e hipócrita. “Son personas que no han desarrollado todos los aspectos de su ser y necesitan aparentar situaciones emocionales, económicas o relaciones de familia que ya no tienen o nunca han tenido para parecer que están bien, pero no tienen conciencia de sí mismas, no han desarrollado su autoestima y dependen emocionalmente de la opinión de terceras personas”.


Mantener ese estatus, imagen de perfección y prestigio no es fácil ni menos cuando dista de la realidad, pero es tal el esfuerzo que se hace por vivir de una apariencia, que tarde o temprano termina por estallar, la verdad se asoma y la persona se libera. “La presión social efectivamente existe, pero no todos respondemos aparentando lo que no somos. 

El tema está en aprender y aceptar sanamente que puede haber un alto porcentaje que no apruebe lo que digo o cómo vivo, pero eso no significa que el valor de mi persona esté en juego”, enfatiza Alfaro. En otras palabras, las personas que viven honestamente son las que saben que son queridas por lo que son y no por lo que tienen o representan. 

En ese momento el miedo al rechazo pasaría a ser parte de la experiencia humana, ya que se toma conciencia que resulta imposible controlar las respuestas de los demás. En ese mismo sentido, resulta determinante desarrollar las posibilidades de inteligencia, autoestima, autovaloración y conocer el sentido más profundo de la vida. 

“La idea es quitarse el peso de encima y salir de este círculo vicioso. Al hacerlo la persona entiende que es mucho más agradable vivir de una manera más auténtica y conectada con sus potenciales que vivir en la superficialidad”, agrega Lucía Godoy. Además, será determinante en este proceso descubrirse las aptitudes, los defectos, “lo que me gusta de mí y lo que no tanto y aceptarlas como parte mía y construir una autoestima, una certeza interna que le dará coherencia y consistencia a lo que soy para desde ahí relacionarme con la sociedad”, aconseja la psicóloga Paulina Alfaro. 



Estructuras Mentales




Las Estructuras mentales son impresiones en el cerebro de actitudes, comportamientos, costumbres que se van acumulando a través del tiempo en los seres humanos aprendidas en la familia, en la escuela, en los colegios, en las universidades, en sus relaciones con los demás individuos y con las organizaciones, por ejemplo: temores, saberes, comportamientos, protocolos.

Dentro de las estructuras mentales del ser humano se encuentran 3 áreas de conciencia, en su primera tópica, las cuales están denominadas:
· Inconsciente: El lugar donde soñamos, donde se manifiestan nuestros impulsosy nuestra búsqueda de placer.

· Pre-consciente: Es el lugar situado entre el inconsciente y el consciente, y es separado del primero por la censura.

· Consciente: Es el lugar en el cual razonamos cotidianamente y discriminamos nuestros impulsos, no permitiéndonos ser instintivos porque hay una colectividad que puede sorprenderse u ofenderse por afectar las reglas sociales.

La comprensión de las estructuras mentales facilitan el desarrollo de los procesos genéticos, procesos de pensamiento y procesos cognitivos desde la acción de la metacognición, para aprender a aprender, organizar el conocimiento, desarrollar capacidades y modos de pensamiento que permitan al ser individual y colectivo, el acceso a los contenidos y la posibilidad de conocer, valorar y transformar las estructuras mentales a partir de procesos de aprendizaje y enseñanza

Formación

La estructura se va creando a medida que crecemos por medio del entendimiento sobre cómo funciona nuestro entorno. Aunque durante la niñez el ser humano no es consciente de que, por ley de atracción, el entendimiento de ese entorno termina creándolo. De esta manera se transforma en un circuito retro-alimentado que sólo necesita un pequeño indicio de cómo debería ser el entorno para que sea así. Dependiendo de la personalidad y creatividad del individuo ese entorno será feliz o triste, simple o intrincado. Con respecto a la complejidad del entorno tiene mucho que ver la inteligencia de la persona en el sentido que pueda manejar mayor o menor cantidad de variables a las cuales les pueda aplicar la creatividad para que se terminen manifestando en su vida.

· El coheficiente intelectual en primera instancia. La personalidad misma influye ya que de acuerdo a ella y la educación se forma una estructura mental determinada que te permite entender de manera más fácil una u otra materia (fíjate por ejemplo en la personalidad misma de un matemático contra la de un filósofo, o la de un medico contra la de un contador)

· La capacidad de manejo de stress es otro factor que sin duda influye en tu capacidad de aprendizaje.

· La cognición espacial es el elemento clave para los procesos de formación de conceptos durante los primeros meses de vida. Los bebés pueden atender a movimientos y a otras relaciones espaciales que, más tarde, dan lugar a conceptualizaciones más complejas, como el tiempo o las emociones. 

Los niños son capaces de contextualizar cosas más complejas y todo está basado en las relaciones espaciales. Durante los 6-12 meses los niños son muy buenos cuando se trata de atender historias espaciales con contenedores. Se fijan mucho en la acción, en si una cosa entra o sale. Estos hábitos adquiridos durante los primeros meses de vida influyen muchísimo en los aspectos posteriores más complejos del lenguaje. Es por eso que si de pequeño se tienen problemas durante la adquisición de estos hábitos, esto puede repercutir en el desarrollo posterior del lenguaje. el razonamiento del niño tiende a organizar la información que recoge del ambiente en estructuras o esquemas, lo cual le permite asimilar mejor un conocimiento, logrando un adecuado aprendizaje ya que su pensamiento es concreto.

· Las estructuras o esquemas mentales permiten al niño diferenciar, comparar, categorizar, secuenciar, agrupar y organizar sus conocimientos pudiendo así dar un significado preciso a las cosas. Entonces podemos decir que las estructuras mentales son estrategias que ayudan al niño a representar gráficamente sus ideas y aprendizajes, construyendo de forma esquemática nuevos conocimientos, dándoles un significado que le permita entenderlos y relacionarlos con conocimientos previos.




Hacer Lo Que Pensamos


Somos muy poco coherentes con nosotros mismos. ¡Sí, creerme! Algunas veces me encuentro con personas que dicen de él aquello de “es muy coherente con lo que piensa, y por eso actúa así”. ¡Cuidado! de la coherencia a la obstinación hay un paso. 

La coherencia está también en saltarse algunas reglas internas cuando ves que ya no valen en ese momento. En el bando contrario, también existe la gente que es coherente en cuanto a pensamiento pero no en la acción. El discurso es bonito pero la acción brilla por su ausencia. Una cosa es saber y otra muy distinta es hacer. Y es que en la vida, lo ideal es llevar ese equilibrio del triángulo que incluye el pensar, el  ser y el hacer. 

Pensar, te viene de lo que sabes, el ser de lo que eres en esencia y ¡hacer?. ¡Ah, el hacer! El hacer es aquello que llevamos a cabo por que lo creemos y no nos va a parar nadie. Tú decides que tipo de triángulo quieres en tu vida: ¡Equilátero, isósceles o escaleno!. Comparto un artículo de Álex Rovira publicado en su web, que titula Saber y creer.

“A menudo nos ocurre que o bien no sabemos que podemos, o que sabiendo que podemos, no nos lo creemos. La dialéctica entre el saber y el creer es esencial.

Porque saber y creer no es lo mismo. Por ejemplo: todo el mundo sabe que se tiene que morir algún día, pero casi nadie se lo cree. Y los que creen profundamente en la obvia verdad que la muerte existe y puede aparecer en el momento más inesperado para uno mismo o para quienes nos rodean, la vida cobra un significado radicalmente distinto, y el valor que damos al instante presente, al famoso “aquí y ahora”, es infinitamente mayor.
   
Entonces comprendí en lo más hondo de mi ser la diferencia entre saber y creer.

Y sé que, por supuesto, esta memoria quedará conmigo para siempre.

La paradoja es que nuestra mente es muy tramposa ya que pensamos que eso que “sabemos” teóricamente nos pertenece a un nivel práctico, y no es así. 

Pensar en cómo nadar no implica en absoluto saber nadar. Saber qué es la amabilidad no implica en absoluto ser amable, por ejemplo. Esa es la gran paradoja, cuando pensamos que sabemos, porque ese saber es solo mental y no práctico.

El saber nos ayuda a gestionar la existencia, pero para transformarla es necesario algo más: creer. Con saber no es suficiente. La llave a la acción, al paso adelante, nace del creer.

Por eso, el poeta latino Virgilio, escribió con tanto tino: “Pueden porque creen que pueden”, y no escribió “Pueden porque saben que pueden”. Es distinto.

Muchos saben que pueden pero no hacen. Y otros que a lo mejor tienen menos capacidades hacen porque creen profundamente que pueden. Sí, hace más el que quiere que el que puede, sin duda.

Qué paradoja: el pensamiento nos lleva a la conclusión. Pero el problema es que normalmente llegamos a una conclusión cuando nos cansamos de pensar. Y los humanos nos cansamos de pensar, en general, demasiado a menudo. Y así nos van las cosas…

Por otro lado, Platón afirmaba que no hay persona por cobarde que sea que no puede convertirse en héroe por amor. En efecto, lo que nos moviliza, lo que nos lleva a ser más de lo que somos, es la emoción (cuya etimología proviene de la voz latina emovere, que quiere decir movimiento, impulso). 

Y la emoción y el creer van íntimamente unidos. Porque cuando creo, confío, y si confío, es porque siento una emoción positiva hacia el objeto o persona de confianza, porque creo en él. Luego creer es confiar y confiar nace de un vínculo emocional sano.

Luego, quizás lo óptimo sería poner la inteligencia al servicio del amor. El saber práctico al servicio del creer, y cuántas cosas cambiarían.

El problema aparece tanto en personas como en organizaciones, cuando el narcisismo les lleva a pensar que saben cuando en realidad ni saben hacer, ni creen que pueden hacer. Y ahora me viene a la cabeza un bello cuento, que dice así:

“El rey recibió como obsequio dos crías de halcón y las entregó al maestro de cetrería para que las entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle alimento hasta allí. El rey mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la Corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el ave continuaba inmóvil. Publicó por fin un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente vio al halcón volando en los jardines.
—‘Traedme al autor de ese milagro’ —dijo.
Enseguida le presentaron a un campesino.
—‘¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago acaso?’
Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo le explicó:
—‘No fue difícil Su Alteza, solo corté la rama en la que siempre se posaba. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y, simplemente, voló.”


Sí. Tenemos alas. El problema es que muchas veces no nos lo creemos, aunque es evidente que ahí están. Y a veces la vida “nos corta las ramas” para que nos demos cuenta precisamente de eso, de que tenemos alas que aún no hemos desplegado y, en definitiva, que podemos hacer más de lo que imaginábamos.”

Siembra De Libros

Más de cien títulos fueron colocados en los tendederos montados en la vereda de la institución, con el propósito de fomentar la lectura y poner en juego la magia de encontrar un libro.

Viviana Vacherand, encargada del área de extensión del Complejo de Bibliotecas y Archivos en diálogo con Nuevo Diario, señaló que  esta actividad se realiza desde hace varios años en primavera y en otoño, aunque agregó que  a nivel mundial se hace en cada cambio de estación.

Indicó que lo ideal es que si se leen estos libros hasta el 21 de diciembre, los mismos pueden  ser liberados en esa fecha, en cualquier lugar.

La idea del Complejo de Bibliotecas es  fomentar el hábito de la lectura y de concientizar que “no se trata de regalar libros”, sino que forman parte de una campaña de recolección, de excelente calidad, tanto en sus condiciones como en su contenido: “regalar un libro se trata de un acto de amor”-afirmó Vacherand
Sobre la pérdida del hábito de la lectura con el arribo de las nuevas tecnologías y formas de interacción y comunicación, la encargada de esta actividad  manifestó que  si bien en la actualidad  existen libros electrónicos y otros dispositivos, hay un momento particular que describió como “el encuentro amoroso con el libro”, algo  que produce una “satisfacción única y que atraviesa cualquier impronta tecnológica”

“Sembrar un libro”
La Coordinación General de Bibliotecas y Archivo adhirió a esta idea a partir del año 2013, y logró intervenir en algunos espacios públicos de nuestra ciudad y del interior, como ser la Terminal de Ómnibus, la plazoleta Cuatro Siglos, la Peatonal Alberdi, la Plaza 9 de Julio, la cima del cerro San Bernardo; los barrios Santa Cecilia, Solidaridad, Norte Grande; y las localidades de Aguaray, Salvador Mazza, Tartagal, Campo Quijano, La Silleta, Rosario de Lerma, Oran, Las Lajitas, Campo Santo, General Güemes, Campo del bicentenario, Parque de la Familia, entre otros. 
    
El espíritu de la liberación es "sembrar" (dejar) un libro en un espacio público (plaza, mercado, bar, transporte público, cine, museo, colegio, etc...). Pueden participar de la propuesta todos aquellos que deseen liberar un libro en el lugar donde vivan o se encuentren en ese momento.

Por ello, participar de las "Siembras de Libros" es muy simple, cualquiera puede hacerlo en cualquier lugar; no se necesita más que un libro y la voluntad de regalarlo a alguien que no se conoce.

Un simple libro que quizás uno no recuerda que tiene en la biblioteca puede despertar en quienes lo encuentren las ansias de leer.



Cuando Se Rompe La Burbuja


De repente la vida te lo arrebata. Te sorprende con un desconcierto, con una masa fría de incomprensión, con un escenario desolador. Sin piedad, te desvela en medio de la noche, convirtiéndola en fría y deshabitada de alegría. 

Sin consultarte, te lo quita. Sin tener la oportunidad de cruzar ni siquiera una palabra, de un alegato, de un ¿por qué?

Así de desgarradora y desierta de respuestas es a veces la vida. ¿Qué cabía la posibilidad? ¡Claro! Ya sabemos que hay cosas que escapan de nuestro control y que todo no está en nuestras manos, pero hasta el más retorcidamente negativo tiene un halo de esperanza que le impide vaticinar las desgracias que a veces acontecen.

“No puede ser, porqué yo, porqué así, debo estar soñando” nos decimos entre lágrimas de incredulidad y rabia. “No puede ser verdad” “No tiene sentido” “No es justo” nos gritamos con toda la razón que cabe en un juicio humano y con toda la incomprensión que es capaz de fotografiar un corazón sensato.

La vida nos lesiona, nos pone a prueba, reta a nuestra fortaleza humana con heridas sin sangre y de sutura lenta a base amor y coraje.

Y de repente aparece, como morfina para el dolor, como un leve soplo en el oído, nos da la mano. Nos transporta a territorio mental seguro y nos recuerda que en la hostilidad de la vida hay sitio para la esperanza. Aparece esa persona que nos confirma que la realidad duele, que va a ser difícil de superar y que nadie nos va a librar de llorar, pero que esas lágrimas se evaporarán y subirán en forma de abrazos al cielo.

Cuando el dolor clava su ancla en el corazón, provocando tal desgarro que hace que en ese momento todo pierda sentido, surge esa mano que nos amarra a la vida, que nos recuerda que no hay más opción que ser fuerte y que eres el protagonista en la reconstrucción de esta realidad ahora derruida.

En medio de la desolación encontramos abrazos que reconstruyen nuestros pedazos, palabras que exhalan esperanza, lugares que nos serenan algo el alma…  Si tiene algo alentador la frialdad del sufrimiento, es que sube la marea del calor humano. Que quien te mira con el corazón, consigue que su cariño inyecte algo de tranquilidad en medio de este caos emocional. Y estos son los de verdad, los que se olvidan de los desacatos del pasado y recortan toda distancia que les hubiese podido separar, para ayudarte a levantar cuando estés preparado.

Y ahora es cuando nos prometemos no dejar para mañana los “te quiero” que podamos decir hoy, no cohibir nuestras ganas de abrazar, de hablarle con sinceridad a quien nuestra cobardía le habla a medias tintas. Ahora es cuando nos juramos valorar más lo que tenemos y desprendernos de lo urgente para llevar a cabo lo importante. Y ahora es cuando nos prometemos darle el micrófono al corazón.

Y ahora toca cerrar la herida a pesar de los interrogantes, queda aceptar una realidad cambiante cada segundo, un día a día que ya no será como antes pero donde tiene cupo la esperanza a pesar de los pesares. Y ahora toca superar un tiempo de sonambulismo, donde de cuerpo sigues las rutinas pero de mente continúas suspendido de unos interrogantes sin respuesta. Y ahora queda obligarse a continuar el viaje con una fortaleza que incluso te sorprenderá tener, con una actitud armada de paciencia y coraje, que con ayuda del tiempo, conseguirá que entre un rayo de luz en esta atmósfera de tristeza e indefensión en la que te ha sumido este mazazo de la vida.

Hay cosas inexplicables, hay “por qué” incontestables, hay situaciones exentas de razón y cargadas de dolor. Pero hay “para qué” a nuestra disposición y una vida por delante “para que” brillen tu valía y templanza, para quererte.

Y quizás no lo sabes, pero saldrás adelante. Inundarás tu casa de lágrimas, seguirás interrogando al mundo sin consuelo, te desprenderás más de lo mundano y fortalecerás tus lazos. Poco a poco encajarás la realidad, volverás a sonreír a pesar de las ausencias, conseguirás respirar la felicidad que mereces y volverás a desprenderte del sufrimiento.


Sé fuerte. Tu vida ya nunca será como fue, pero volverá a ser como mereces que sea: una vida serena, arropada y con satisfacciones.

viernes, 6 de julio de 2018

El Talento Creativo


Si es cierto que sólo usamos 10% de nuestra capacidad cerebral, es urgente que hagamos algo para expandir y aumentar nuestro potencial creativo. Todos tenemos talento creativo, que no tiene que ver con la edad sino con la personalidad y la actitud.

Todos - dicen los entendidos - tenemos talento creativo natural en estado de latencia. Y todos podemos desarrollar ese talento latente con un poco de ayuda. Y lo primero que tendrá que hacer esa ayuda es despejar esa suerte de convencimiento colectivo de que la creatividad, siempre, es un don que reciben al nacer algunos pocos. Hay unos pocos que la tienen y otros muchos que no.

Lo cierto es que todos somos creativos en nuestra vida diaria, encontramos infinidad de pequeñas soluciones a los múltiples problemas que surgen durante un día cualquiera. Casi siempre damos con alguna solución ingeniosa cuando la necesidad nos obliga a superar dificultades. ¿Falta algún ingrediente para realizar algún plato? Lo reemplazamos por otro y de pronto descubrimos que salió igual o mejor. ¿No tenemos la herramienta adecuada para arreglar una rotura? Recurrimos al "alambre" y a otra cosa.

¿Qué es eso sino creatividad? El pensamiento creativo existe y lo tenemos. La creatividad - cuando le damos la posibilidad de manifestarse -- nos permite darnos cuenta de lo que somos capaces, de que nuestros límites son extensibles y que los podemos correr sólo si nos animamos o si sabemos cómo hacerlo.

La creatividad nos hace bien, dicen los psicólogos

Además, la creatividad nos permite elevarnos por sobre la rutina diaria de la vida cotidiana. De vez en cuando necesitamos una manera diferente de mirar al mundo y a nosotros mismos. El permitirnos la creatividad renueva esta conexión con nuestro propio yo.

La creatividad vista desde la filosofía

En un nivel un poco más filosófico, la creatividad nos permite pensar con independencia de lo que generalmente impera a nuestro alrededor. Nos permite cuestionar, nos permite rechazar lo que existe y nos deja en libertad para encontrar nuevos caminos que todavía no están trazados.

El creativo es, por definición, un revolucionario. Si no lo fuera, sería una oveja más en el rebaño que sigue obedientemente las órdenes de alguna ley, dogma o tradición.

El creativo se libera de todas las limitaciones que le impone su entorno, que por otra parte han sido creadas para ordenar la vida de los pueblos. Y en sus momentos de mayor creatividad - los chispazos de genialidad --, la persona creativa, imaginativa, libre, consigue también liberarse de los juicios ajenos y propios. Confía en el proceso. Como si una luz iluminara su mente, su corazón y su alma para que se sienta completamente libre para jugar con las ideas, con los objetos en una forma enteramente nueva hasta la fecha. Siente, en lo más profundo de su ser, que eso es lo que significa estar plenamente vivo.

La creatividad, como la risa, da placer. Es la capacidad de experimentar placer a nivel intelectual, emocional y espiritual. Cualquiera sea el objetivo - ampliar mentalidades, tocar corazones o resolver problemas complejos - el punto está en permitirse a uno mismo la libertad de dejarse llevar por los instintos y por el intelecto.

Permítase una dosis de creatividad

Si es cierto que la creatividad es buena para el alma, ¿qué podemos hacer para agregar más creatividad a nuestra vida? ¿Qué habilidades o hobbies nos dan placer y nos permiten ser creativos? ¿Tal vez la cocina, el diseño de muebles, alguna otra artesanía? ¿Escribir poesía o cuentos?¿Diseñar programas de computación? Cualquiera sea la actividad que a usted le permita perderse en el proceso y liberarse para ser más de lo que es, acéptela con gusto y conviértala en parte de su vida.

¿Cómo puede poner en práctica el pensamiento creativo en su trabajo o negocio? ¿Tiene usted muchas ideas para su departamento o empresa que aumentarían la productividad o las ganancias? No sea tímido/a. Escriba esas ideas y preséntelas a la persona que tiene el poder para hacerlas realidad. Y, si esa persona es usted, entonces por todos los medios juéguese por ellas.

Para ejercitar el músculo creativo

Nuestra habilidad para encontrar soluciones creativas a los problemas de la vida es un equipo de supervivencia. Es una extensión de la capacidad de la humanidad para adaptarse al medio. Y una vez que nos habituamos a usar esa habilidad, comenzamos a ver los problemas como un desafío placentero a nuestra creatividad inherente.

De manera que, adelante y ejercite su músculo creativo. Sentirá que se va fortaleciendo cada vez más mentalmente y espiritualmente. Refuerce la confianza en su capacidad para sobrellevar cualquier obstáculo que se presente en su camino. Aplicando pensamiento creativo, cualquier cosa se vuelve posible.

Paradigmas


Probablemente desde pequeños hemos tenido algunas personas o personajes en mente al momento de pensar en aquellos referentes que admiramos o quienes poseen cualidades que nos encantaría poder desarrollar hasta el más alto de los niveles. El lugar en que fijemos nuestro propósito nos marcará el trayecto que iremos recorriendo y el estándar al cual queremos llegar para sentirnos satisfechos y realizados con nosotros mismos en las más variadas áreas de nuestra vida.

Cuando uno lee las entrevistas o biografías de grandes personajes de la historia de la humanidad que cambiaron el mundo en muchos de ellos podemos encontrar un factor en común: se rodeaban con personas que sabían más o eran dignos de admiración para ellos.  Pero si me rodeo con personas que siento que son más competentes, inteligentes o experimentados que yo ¿cómo voy a trabajar mi amor propio?

Muchas personas optan por llevar sus vidas por entornos poco desafiantes y rodearse de personas que los adulen o consideren incluso más allá de sus atributos reales de manera de alimentar su ego y desde allí construirse a sí mismos tal como desean. Sin embargo, al ir a otros entornos con personas que cuentan con mayores atributos en sus respectivas disciplinas o quehaceres comienzan a salir los comentarios que buscan minimizar y cuestionar al otro, para así poder resguardar el amor propio que está basado en la ilusión de un estándar que se desarrolla en una categoría inferior.

Les doy un ejemplo para ser más claro. Si mis conductas fueran medianamente éticas en todo orden de cosas, pero me relaciono tan sólo con delincuentes, probablemente sería el tuerto en el mundo de los ciegos, lo que sería muy cómodo y conveniente. Pero si me rodeara de quienes resultan intachables mi estándar personal quedaría rápidamente develado y me vería en la situación de hacerme cargo de aquello para poder ser mejor.

Si deseas ser escritor tal vez sería conveniente medirte con los más grandes escritores, pues ello te llevará desafiantemente a ser mejor. Si trabajas en el área de la salud, quizás aspirar a un gran referente en la disciplina sea mucho mejor que rodearse de personas que te “respetan” tan sólo por usar un delantal blanco.

Muchas veces las personas desarrollamos una estrategia que nos permite cuidar nuestra auto-imagen y aquello que pensamos de nosotros mismos, yendo a contextos que validan y sostienen aquello que somos en la actualidad, sin generar ningún desafío para continuar creciendo. Recuerdo en una ocasión una alumna del programa de coaching quien me señaló frente a un ejercicio que debía realizar: “no puedo hacerlo porque no tengo ningún tema que tratar… ya tengo todo resuelto en mi vida”… que tema más interesante de conversar en una sesión, pensé.


Sentirnos en el nirvana nos niega la posibilidad de llegar más lejos. Rodearnos de quienes sólo nos adulan nos ciega frente aquello que podría ser mejor en nosotros mismos. Aspirar llegar a la luna seguramente nos permitirá sentarnos en la montaña más alta que encontremos y disfrutar un paisaje externo e interno que no me cabe duda será más estimulante, desafiante y satisfactorio.

El Yo Profundo

Si podemos observar las sensaciones, los sentimientos y los pensamientos, es porque son exteriores a nosotros mismos. En la observación son para nosotros el objeto mismo de la observación. Si son objeto de observación no pueden ser nosotros mismos, ya que nosotros somos el sujeto que los observa.

La búsqueda introspectiva nos hace descubrir que nosotros no somos ni el pensamiento, ni los sentimientos, ni el cuerpo, ni las sensaciones que éste experimenta. Nuestra verdadera naturaleza se encuentra detrás, está subyacente a este conjunto de fenómenos que constituyen la personalidad humana.

Si eliminamos el pensamiento, los sentimientos y las sensaciones, ¿qué es lo que queda?. Queda el “Yo”. Cuando nos sentimos existir detrás de las sensaciones, los sentimientos y el pensamiento, no nos hundimos en la inconsciencia. Al contrario, estamos en estado de extrema vigilancia, y en esta vigilancia tenemos consciencia de existir. 

Esta consciencia de Ser, es la raíz del “yo”. Esta consciencia de existir está vacía de todo contenido, ya que todo contenido es una sensación, un sentimiento o un pensamiento. Esta consciencia vacía de todo, esta pura consciencia, es nuestra verdadera naturaleza, nuestro ser real, por oposición a nuestra personalidad que constituye nuestro ser aparente. Así, a la pregunta:  ¿Quién soy yo?, deberemos responder después de este análisis: Soy consciencia pura.

Por un lado está el yo superficial que está compuesto por el conjunto de sensaciones, sentimientos y pensamientos; y más allá, el yo profundo, que es pura consciencia. El yo superficial esconde, oculta al yo profundo, siendo esta la causa de la identificación con la personalidad humana. Para ellos el “yo” es la personalidad humana. Toda iniciación digna de este nombre debe desplazar el nivel del “yo”; de tal forma que el “yo” se sitúe al nivel del ser profundo.

Pensamientos, sentimientos y sensaciones, son percepciones que atraviesan el campo de la consciencia. Lo que permanece en movimiento perpetuo son las sensaciones, las percepciones. Lo que es inmutable es la consciencia. 

En la medida en la que identifiquemos nuestra consciencia de existir con las percepciones, nos encontraremos encadenado al devenir perpetuo, y por ello mismo, al sufrimiento. La impermanencia de las percepciones es constante, y las categorías de percepciones que son consideradas como agradables, están ineluctablemente llamadas a ser reemplazadas un día por otras percepciones consideradas por la personalidad humana como desagradables. Pero si dejamos de identificar nuestra consciencia de existir con las percepciones para identificarla con la pura consciencia vacía de contenidos, entonces ninguna pérdida, ninguna ganancia, ningún sufrimiento puede alcanzarnos. 

Nuestro yo superficial continuará ganando, perdiendo, sufriendo y gozando, pero nuestro yo profundo permanecerá sereno e inmutable. Así, al descubrir el yo profundo, nos emancipamos de las contingencias temporales.

No se trata de buscar la negación, la aniquilación o la mortificación de la personalidad humana. Debemos simplemente tomar consciencia de lo que se encuentra detrás. Esta toma de consciencia no presupone ninguna llamada a la voluntad. Basta con comprender por medio de una percepción interior directa, que todos los componentes de la personalidad constituyen nuestro “yo” superficial, impermanente y relativo, mientras que nuestro ser verdadero se encuentra en otra parte.

Supongamos que por una extraña aberración mental, un jinete se tomara por un centauro, considerando al caballo que monta como a una parte de sí mismo. Un día el jinete se despierta disipando su extraño sueño, dándose cuenta que él no es un centauro, sino un hombre. Pero el hecho de que se considere como un hombre no significa que debe deshacerse o despreciar al pobre caballo, tan bravo, tan noble y tan útil. Esto mismo nos sucede cuando accedemos al despertar interior.

Entonces percibimos que nosotros no somos la personalidad humana, sino la pura consciencia que la habita. Desde ese momento es necesario dejar de tomarse por un hombre, y conocernos a nosotros mismos. Pero esto no debe ser una razón para destruir la armonía que debe existir entre la pura consciencia y la personalidad humana. Al contrario, esta armonía deberá reforzarse y la personalidad humana convertirse en el perfecto instrumento de acción, en el mundo material, de la consciencia inmaterial.

Por el momento debemos empezar por reflexionar. Reflexionar sobre las consecuencias que se desprenden de la práctica de la observación. Reflexionar sobre el hecho de que esta práctica nos permite independizarnos de los componentes de la personalidad. Reflexionar, es decir, darle vueltas y más vueltas en nuestro espíritu a todo lo que se ha dicho al respecto. Meditar sobre ello, hacer de esta meditación nuestra preocupación cotidiana, hasta que las verdades enunciadas se incrusten en nuestra vida. Es necesario que formen parte de ella, que modifiquen nuestra forma de ver las cosas. Solamente entonces podremos decir que han sido verdaderamente comprendidas.


Observa cada día tu cuerpo, tus pensamientos y tus sentimientos para de alguna forma distanciarte de ellos y percibir lo que se encuentra detrás. Una vez que hayas logrado esto, intensifica la toma de consciencia de lo que está más allá de la personalidad humana. No limites tu práctica a la observación del hombre. 

Ve más lejos. Sé consciente de tu verdadera, profunda, impalpable e impersonal Identidad, que permanece detrás de la personalidad humana

El Amor Por La Lectura


La lectura agudiza la sensibilidad, nos hace libres, críticos, nos da mayores recursos para interpretar el mundo. Da la posibilidad de generar un estrecho encuentro con la realidad y estar al tanto de las transformaciones que experimenta el hombre. Todos necesitamos y debemos leer, pero si hay un segmento que lo necesita un poco más en medio de esta furiosa época de revolución tecnológica, son los jóvenes.

Todo lo que alimente la mente y el espíritu será una fiesta. Lo que edifica y construye al ser humano es una fiesta. Sembrar el amor por la lectura en los más chicos, como lo han hecho las autoridades en el curso de esta semana, es un acto noble, festivo, necesario.

La iniciativa del Ministerio de Educación de incluir la Fiesta de la Lectura en el calendario escolar como un camino para incentivar la lectura en las escuelas y colegios del país resulta una medida acertada, creativa, que de seguro significará la semilla que dará a la Patria nuevos lectores y más jóvenes con sentido crítico, inquietos, con ganas de cambiar el mundo.

Si bien los buenos hábitos y la formación del ser humano empieza en el hogar, las medidas que tome el Estado en favor del desarrollo intelectual de los estudiantes deben ser complementadas en casa. Los padres deben plantear actividades que propicien cercanía entre sus hijos y los libros.

Lo ideal es predicar desde el ejemplo. Los chicos deberían crecer viendo a sus padres leer, pero los especialistas enfatizan que el vínculo que se forja con los libros es algo así como los vínculos que se generan entre los seres humanos, así que la actividad más fructífera en este sentido es que padre o madre, o ambos, se dediquen a leer a sus hijos desde pequeños, en familia, y así relacionen la lectura con el amor, con la atención, con la unidad.

Hay que encontrar el momento del día y el espacio perfecto para compartir un libro. Al hacerlo se tejerán lazos emocionales, afectivos, y las chances de crear lectores asiduos y voraces serán mucho mayores. La lectura debe ser vivida desde el placer, no desde la imposición, y esta es una buena forma de lograrlo.

La lectura es sabiduría, conocimiento, crecimiento, un alimento para el alma. Que la lectura sea la fiesta permanente y cotidiana de nuestras vidas, que nuestras casas pasen anegadas de libros y de letras.



jueves, 5 de julio de 2018

Responsabilidad


Responsable es el que cumple con su obligación sin presiones inmediatas. 

Responsable es un hombre libre que sabe usar su capacidad de elegir; no es responsabilidad la del que cumple su deber, obligado por alguien con autoridad.

El responsable es consciente y está convencido; más aún, cumple movido por un noble sentimiento de interés por sí mismo o por su prójimo.

El que cumple obligado es como un animalito amaestrado, domado por el miedo o por el interés de un beneficio inmediato. En cambio, el que cumple por convencimiento es libre, es humano.

Cumplir obligado causa fatiga, fastidio y abandono de la labor tan pronto como cesa la vigilancia del que obliga.

Cumplir responsablemente, causa satisfacción y plenitud y va ligado con la perseverancia necesaria hasta ver la labor cumplida.

La responsabilidad es un hábito que se forma no sólo por la repetición mecánica de acciones, sino por el crecimiento en la toma de conciencia del propio bienestar y de la felicidad de los seres amados.

Hemos visto cómo los hermanos mayores, normalmente, son educados en la responsabilidad. ¿Y los demás? Tener hermanos es una lección continua de amor y, por lo tanto, de responsabilidad. La familia misma es la escuela en la que se aprende a ser responsable, pero algunos alumnos hacen trampa y se escapan de esas clases aprendiendo a ser egoístas. Cuando el papá o la mamá no son buenos maestros, echan a perder al hijo y lo hacen irresponsable.

Cada vez vemos más hombres que no sostienen a su familia con el pretexto de que la esposa trabaja y cada vez vemos más esposas que mantienen hasta al marido.

Hay empleados que se esfuerzan no en ser más productivos, sino en ver la forma de trabajar menos y de ganar más, y lo que es más triste, muchos dejan de ser responsables por un beneficio egoísta.


Descuidar nuestras obligaciones, no cumplir con nuestro trabajo, no asistir a clases o no hacer tareas, nos hace responsables, pero de la infelicidad propia y de la de nuestros seres queridos.

El Poder De La Mente



Por lo general prestamos poca atención a nuestros pensamientos. 

Ellos aparecen de la nada, pasan a través de nuestra mente y se van para no ser vistos de nuevo.

Los pensamientos también son inmateriales por lo que a menudo nos olvidamos de que ellos están siempre ahí. Como resultado de todo esto tendemos a subestimar el poderoso impacto que pueden tener los pensamientos en nuestras vidas. 

Sin embargo la mente humana tiene un gran potencial, esta contiene grandes poderes o capacidades que pueden ser aprovechadas por todos nosotros. Por desgracia estas capacidades son ignoradas o son desconocidas por lo que muchas de sus habilidades han pasado a estar en estado latente. Sin embargo el poder de la mente tiene un increíble potencial que podemos aprovechar.

El poder de la mente depende en gran medida de tus pensamientos. Tú te conviertes en lo que piensas. Los pensamientos que decides tener influencian en gran medida a lo que te pasa en la vida. Tus creencias, modos de pensar y actitudes influyen en la forma cómo te comportas y cómo respondes a ciertos eventos. Más aún, tus patrones de pensamiento deciden en gran medida la forma de interpretar ciertas situaciones.

Estas pueden marcar la diferencia entre vivir en un mundo horrible y apocalíptico diseñado para castigarte o vivir en un mundo en el que te enfrentas a desafíos que te enseñan lecciones importantes. 

Dos personas pueden compartir exactamente la misma experiencia pero la forma como interpretan lo que sucede podría ser totalmente diferente.

“Todo depende de cómo vemos las cosas, y no la forma en que son en sí mismas.”
Carl Gustav Jung



El Genio Que Duerme En Tu Interior


Luego de compenetrarte un poco con tu propio yo y los valores que albergas, quiero que hagas un alto en la lectura, te pares al frente de un espejo y te respondas a ti mismo lo que ves en él.

La mayoría de las personas observan lo que físicamente les agrada de sí mismas, así como lo que no les agrada. Superficialmente, cada quien trata de corregir u ocultar los defectos físicos que considera tener, buscando escapar de una realidad que no le satisface, y otras veces se gustan a sí mismo en demasía.

Ante esta frágil situación se van descuidando los valores más significativos del ser humano y se entra en un estado de vanidad o inconformismo que bloquea la mente y no deja que pensemos con claridad, haciéndonos susceptibles de caer en la negación de nosotros mismos o, en el caso contrario, en la egolatría.

Ahora dime: ¿Qué ves tú en el espejo? Probablemente el espejo te muestre una réplica de tu yo externo; más si miras a tus ojos y te concentras en la profundidad de éstos, podrás sumergirte en tu interior y descubrir el genio que duerme dentro de ti.


Valorar Todo Lo Que Tienes


Valorar lo que ya tenemos o lo que somos o lo que sucede a nuestro alrededor, nos permite disfrutar de todo lo que nos rodea y recibir más.

Sólo has de observar como aquellos que pese a que disponen de mucho más que otros, se pasan el día quejándose y sin importar cuanto desees hacerles consciente de lo que tienen, siempre te saldrán con que quieren más, con que lo suyo no vale o que estas equivocado porque ellos no se quejan...

Cada vez que me encuentro a alguien así en mi vida, trato de observar en que área yo me muestro igual, ¿acaso me quejo de mi trabajo? ¿Me quejo de mi familia? ¿Me quejo de algo?

Si observas tanto lo que te gusta como lo que no te gusta de otros, puedes valerte de ello para mejorar, para ser más consciente, al fin y al cabo todos somos espejos, así aunque no soporte a quien se queje, ¿de qué me quejo yo?

No se trata de criticar o juzgar a los demás, ni si quiera a ti mismo, si no de aceptar que eso también forma parte de tu carácter y que puedes sanarlo.

Igual no lo exteriorizo o ni tan si quiera soy consciente, lo cual la observación nos lleva a ser conscientes y subsanar esa parte quejica o cruel o arisca o malhumorada.

Normalmente quienes sufren esas "partes de nuestro carácter" suelen ser nuestros allegados, familia, pareja, hijos...

Eres consciente de aquello que has de limpiar en ti, así que admitamos que podemos mejorar y adelante cambia.

Valora el increíble milagro de todo lo que nos rodea, valora todas tus partes, las luces y las sombras, sin ellas no serías nada...

Apoyarte En La Confianza


“Ven toma mi mano, apóyate en mí y yo me apoyaré en ti, no te preocupes la vida es así, a veces los problemas nos hacen sentir que estamos muy solos. Ven habla conmigo y ábreme tú corazón, déjame escuchar tus penas y escucha las mías, a veces compartir el dolor lo hace más llevadero. Ven caminemos juntos y así poco a poco venceremos los fantasmas que no nos dejan vivir. ”

La confianza viene del latín y significa “con fe “y por tanto la confianza y la fe van siempre unidas. Confiar significa tener fe. Es tener fe en uno mismo y fe en los demás. Confiar es saber que lo vamos a conseguir y por tanto confiar es creer, muchas veces creer sin ver.

Y es que al igual que confiamos en nuestra familia y amigos, también podemos y debemos confiar en nosotros mismos. Es más, la mayor confianza viene de nuestro interior y es un aspecto que tenemos que afianzar, que tenemos que trabajar para desarrollar las herramientas y valores para seguir adelante, para caminar en la vida, para vencer y dominar los miedos, las dudas y las incertidumbres.

La confianza es un pensamiento positivo que nos hace seguir hacia adelante, pero también es un sentimiento muy profundo que surge desde nuestro corazón y aquí es fundamental como hemos dicho antes la fe.

Para tener confianza tenemos que creer en nuestro potencial, en nuestros recursos y por tanto tenemos que valorarnos

Y es que somos personas muy limitadas, pero a la vez somos personas con un potencial extraordinario y es que somos a la vez personas humanas y divinas.

Creer en nosotros mismos es una decisión que sin duda tenemos que tomar a lo largo de nuestra vida. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, la vida al igual que emprender, es un camino de aprendizaje, donde somos peregrinos en busca de nuestra meta. Para la mayoría de las personas, esa meta, sin duda, será la felicidad. Somos caminantes que nos enfrentamos a nuestro propio destino y en ese caminar nos depara retos y pruebas que tenemos que afrontar.

Y para ello es fundamental confiar y tener fe, en nosotros y en nuestro proyecto.
A pesar de las dificultades, de la incertidumbre, sin duda tenemos la confianza, la fe que es una de las herramientas más potentes que podemos utilizar.

Sabemos que somos vulnerables, pequeños y que atravesamos un camino de dificultades. Y necesitamos confianza, seguridad y esa seguridad, sin duda, la tendremos que sacar dentro de nosotros mismos. Y lo haremos a través de nuestros valores, nuestras raíces, en las que nos nutrimos, crecemos y nos desarrollamos como personas.

Para terminar quiero decir que la confianza es un valor extraordinario y que es necesario fortalecer y transmitir a los demás. Si confiamos en nosotros mismos podemos confiar en los demás y ayudar a que otras personas puedan desarrollar ese valor de la confianza que tanta falta nos hace tanto en los hogares, en las familias así como en los centros educativos.


Solidaridad Humana

La solidaridad es una condición del ser humano que complementa las actitudes sociales de un individuo. Podemos definirla como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. 

Entonces, podríamos decir que es la base de la sociedad humana si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir.

Cuando una persona es solidaria con los demás, mantiene una naturaleza social en el entorno en el que se desarrolla. Ser solidario conduce al desarrollo sustentable de los pueblos, ya que este es un acto fundamental para beneficiar a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, lograr aportar a una determinada causa o cuando alguno de nuestros seres queridos, ya sean amigos, conocidos o familiares tengan algún problema en el que nuestra ayuda o compañía sean un aporte para mejorar su difícil situación.

En tiempos de crisis es común encontrarse con la solidaridad de personas que se dedican a hacer el bien. Países que atraviesan momentos de guerras, hambrunas, desastres naturales y otras condiciones extremas siempre han podido contar con otros Estados que se avocan a defender, ayudar o brindar toda clase de apoyo para resguardar la integridad de esa localidad.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2005, proclamó el 20 de diciembre de cada año Día Internacional de la Solidaridad Humana, considerando que la solidaridad es uno de los valores fundamentales y universales en que deberían basarse las relaciones entre los pueblos. Asimismo, la ONU destaca que la solidaridad es un pilar central de la cooperación internacional y hace referencia a que la globalización y la creciente interdependencia suponen un cambio en nuestra forma de cooperar.

La solidaridad no es obligatoria
Aunque la solidaridad no es obligatoria, resulta un compromiso moral que debe haber entre los que pueden ser capaces de ayudar a alguien en situación de riesgo o necesidad extrema. Es un acto importante ya que representa la base de muchos valores humanos, como por ejemplo la amistad, el compañerismo, la lealtad, el honor… Ser solidario nos permite sentirnos unidos a esas personas a las que les brindamos apoyo, es vivir su realidad con una solución conseguida en conjunto.

En la actualidad, la solidaridad suele pasar desapercibida o no ocupar tanto espacio en nuestras vidas debido a todos los temas a resolver que solemos tener. Pero, en todos los lugares del mundo se puede ser solidario, desde nuestra humanidad y desde donde nos encontremos podemos poner en práctica nuestra solidaridad. Cada día se nos presentan oportunidades para ser solidarios con las personas que nos rodean. Un primer paso es ponernos en el lugar de otro e intentar entender sus problemas desde su perspectiva. 

La solidaridad es una forma de apoyo que se realiza desde la igualdad y teniendo en cuenta los principios básicos de justicia social e interdependencia, porque al ser solidarios formaremos parte de los problemas de nuestro entorno y de sus soluciones. Cuando participamos de manera solidaria en la solución de un problema logramos que las cosas cambien, pero también cambiamos nosotros mismos.

Es normal escuchar, creer o pensar que la solidaridad es un buen modo de paliar situaciones dolorosas en las que los Estados demuestran su ausencia o no actúan de manera correcta y notamos como las organizaciones de la sociedad civil terminan siendo un alivio efectivo para estas situaciones. Sin embargo, es necesario que individualmente dejemos sentado que cualquier acto de solidaridad que hagamos es responsabilidad de los Estados y de quienes administran los recursos quienes deben actuar correctamente para evitar catástrofes o situaciones de abandono y contrarrestarlas cuando las mismas se dan.


Ser solidario también implica poder organizarnos para ayudar y para hacerle ver a los Estados que cualquier ciudadano debería poder reclamar y exigir mejoras.

Es nuestra responsabilidad exigir que las obligaciones se cumplan no sólo para nosotros sino cuando vemos a alguien desamparado. La solidaridad es sin duda un acto importante para ayudar a que nuestra sociedad funciona armoniosamente.

No olvidemos la solidaridad como algunos Estados olvidan a los que más necesitan.

Ingratitud

Existen personas que acostumbran a dar por sentado los favores que reciben de los demás y los olvidan fácilmente.

Pero no sólo tienen tan frágil la memoria en ese sentido sino que sufren una distorsión de la percepción y tienden a atribuirse  a sí mismos los beneficios que obtienen,  sin reconocer en absoluto el apoyo que recibieron.

Por supuesto, si la ayuda no les reporta ventaja alguna, no dudan en culpar a los otros de sus fracasos.

Estoy convencido que una crianza con excesos de gratificaciones y un ego alimentado desde niño, generalmente por ser únicos hijos, llevan a esa actitud de falta de reconocimiento y de agradecimiento tanto por todo lo que han tenido la oportunidad de recibir siendo niños como por todo lo que la vida les depara siendo adultos.

El niño consentido suele ser un adulto incapaz de sobrellevar los avatares de la vida y de defenderse solo, porque su condicionamiento no se lo permite, ya que permanece a la espera de que haya siempre alguien que le tienda una mano.

No conciben la posibilidad de hacer un esfuerzo para obtener algo por sí mismos, ya sea por sus continuas enfermedades imaginarias, o porque eligen estar siempre cansados o depresivos,  o porque creen que ninguno puede pagar el costo que valen sus esfuerzos.

Por lo tanto, circulan por la vida tratando de sacar ventajas, intentando  continuar el estilo de vida que anhelan, viviendo de las herencias o vendiendo las joyas de la abuela, sin desarrollar el intelecto o la creatividad, aunque hayan ido a calentar el asiento a la facultad y hasta hayan obtenido un título.

De estas vidas vacías y huecas está lleno el mundo, personas que se entretienen quejándose de todo y sin hacer nada que implique un posible esfuerzo.

Por otro lado, los que se complacen en ayudar a otros, no escarmientan, porque no aprenden que es inútil ayudar a quien no se ayuda a sí mismo, y  que casi nunca recibirán reconocimiento.  Sin embargo no lo pueden evitar y se siguen empeñando en darle una mano al caído sin esperar recompensa alguna, arriesgándose a sufrir decepciones y desilusiones.

El impulso de hacer algo por el otro es innato y todos lo tenemos, sólo que depende de las experiencias que se hayan tenido.  El que ha sido bien enseñado será solidario, tenderá a esforzarse para obtener algo y si recibe algo que necesita quedará eternamente agradecido.

Eduquemos a nuestros hijos sin darles demasiado, que aprendan a ayudar en la casa, a ganarse lo que desean, a ser solidarios, generosos y honestos,  a respetar al otro aunque piense y sea diferente;  y principalmente,  a ser agradecidos por todo, todas virtudes que se adquieren con el ejemplo.

El que da algo, aunque sea poco, está expresando de la mejor manera posible su amor por el otro y el que está siempre esperando que le den algo y se olvida de agradecer, demuestra claramente su egoísmo.

Alguien dijo sabiamente alguna vez:  "Nadie es tan pobre que no pueda dar algo, ni tan rico que no necesite nada".  


Valores Que Nos Identifican


EL RESPETO   un valor que tenemos que tener siempre presente en nuestra vida. Al dirigirnos hacia las otras personas   en nuestro trabajo o en cualquier lugar  donde nos encontremos,  respetar las decisiones de los demás...  el respeto nos ayuda a  crecer como mejor persona.
SOLIDARIDAD  ayudar a las otras personas  de cualquier manera  sin importa religiones, políticas o culturas. Tenderle la mano al más necesitado sin esperar nada a cambio.
LA AMISTAD  valor imprescindible en nuestras vida  y en todo momentos   ya sean  malos o buenos,  la amistad  siempre  está basada en la confianza, fidelidad.
EQUIDAD   últimamente en nuestra sociedad se menosprecia a las persona por no poseer un título, o  por ser de  diferentes  clases sociales .si rescatamos este valor dejaremos de mirar de lado a los personas que no tienen un título o  una buena posición económica  y así sabremos valorar a las personas por lo que son y no por lo que tienen.
LA RESPONSABILIDAD  es un valor que debemos de tener siempre en cuenta a  hora de  realizar nuestras actividades laboral, académicas o ya sea en el hogar .Ser  puntual  esto nos ayudara  a ser una persona ordenada.
SINCERIDAD siempre hay que hablar con  la verdad y toda la sinceridad de mundo para  no lastimarnos  la sinceridad es la base fundamentar de todo.
PERSEVERANCIA  es un valor que siempre lo tenemos que tener en cuenta a la hora de fijar una meta,  lograr lo que nos proponemos. No decaer en la lucha  de algo que queremos lograr  por eso se dice que el que persevera vence. 

LA TOLERANCIA un valor muy importante, es indispensable para poder mantener buenas relaciones con los demás. Es por la falta de tolerancia que los matrimonios se disuelven, las empresas no funcionan y las amistades son cada día más difíciles de mantener.
VALENTÍA  un Valor Excepcional para Admitir nuestros errores  y rectificarlos  así podremos comenzar con el proceso de cambio para ser mejor personas y por lo tanto hacia una mejor sociedad.

Todos  los valores   son fundamentales en nuestras vidas  desde el momento en que nuestros padres nos los inculcan para ser cada día una mejor persona. Sin los valores no somos seres humanos hay que amar al prójimo, ser solidario en los momentos más difíciles, respetarnos, se perseverantes a  la hora de proponernos una meta... en fin hay muchos valores que debes de ir rescatando poco a poco.