jueves, 4 de octubre de 2018

¿Quién Crees Que Eres?


Sin dudas, eres un ser maravilloso, lleno de luz, con más atributos de los que consideraste alguna vez, imprescindible para varias personas, interesante, con buenas intenciones, con cientos de virtudes. Esto es un poco difícil verlo con nuestros propios ojos, sobre todo si estamos tristes o deprimidos.
Sin embargo, es preciso que mires a tu ser desde la perspectiva de otra persona, como puede ser tu pareja, tu madre, tu mejor amigo. Ellos sin dudas te ven de una forma muy diferente. La persona más hermosa del mundo, el más bueno, el que siempre está presente para escuchar, etc.

Un excelente ejercicio que puedes hacer para fortalecer tu sentido de ser es preguntarte ¿quién creo que soy? Seguramente nunca te has puesto a pensar en ello. Si te animas, consulta a las personas que te rodean ¿qué soy? Ellos podrán decirte una cantidad infinita de adjetivos que te califican, desde madre a cansado, pasando por religioso a sobreprotector, estudiante o francés, etc. Te darás cuenta así que hay muchas maneras para identificarte como individuo.

Sin dudas será una lección que nunca olvidarás. Es que el sentido de ti mismo es lo que te mantiene conectado con la tierra y determina cuál es el papel que tienes asignado, para qué estás aquí, etc. Una de las primeras cosas que se pierden cuando tenemos mucho trabajo o estamos estresados es esa conexión, nos olvidamos de lo que realmente es importante en el camino de la auto realización y aumentamos en demasía la carga en nuestras espaldas.

La vida no tiene por qué ser así, aunque es cierto que los simples mortales necesitamos trabajar, no es lo único que importa durante nuestra existencia. Te dará más satisfacción pasar una tarde con tus hijos en el parque que encerrado en la oficina haciendo horas extra. Ellos lo agradecerán más.

Tal vez pienses que con un pequeño trocito de papel te alcanzará para hacer una lista con todas tus habilidades. Eso no es cierto, en lo absoluto. Tienes tantas cosas buenas para anotar que no te alcanzará la hoja que has destinado para este ejercicio.

Comienza la lista de la manera más objetiva posible, no te mientas a ti mismo. Ten en cuenta tus roles en la sociedad, tu ocupación, tu religión, tu nacionalidad, tu origen étnico, tus pasatiempos, tus intereses, tus gustos, tus actividades, etc. Todo lo que te define como ser humano y que puede ser visto por los demás por sólo verte o hablar un rato contigo.

Hablar con la gente, preguntarles cómo están o hasta sacarles una sonrisa con un cumplido. Eso sí es una virtud.

Debes ser honesto contigo mismo en esta lista. Nadie tiene por qué verla, así que no te mientas. No todo lo que escribas tiene que ser halagador o una habilidad. Si eres muy celoso, peleador o nervioso, también anótalo. Si tienes sobrepeso, también.

Es que una parte de este trabajo es poder arreglar o solucionar aquello que puede hacerte daño, tanto a ti como a tus seres queridos o al vecino de al lado. También es necesario que elimines todo aquello que no aporta nada positivo a tu vida, como ser una adicción (al tabaco, al alcohol, al trabajo, etc.).

Tal vez hasta te encuentres en un punto donde no puedas expresar con palabras eso que te define, sino con alguna acción puntual. Puede ser “nunca usaría un vestido de color amarillo”, “siempre me pierdo en el aparcamiento del supermercado”, “dejo buenas propinas en el restaurante”, “me gusta ayudar a los animales”, etc.

El momento adecuado para hacer esta lista lo tienes que decidir tú. Una buena idea es que sea durante el fin de semana, en tus vacaciones o en un día libre que tengas. No es preciso que la armes a una hora determinada ni que te tome una cantidad de tiempo. Cada uno maneja sus emociones, sus actividades y sus minutos en esta vida.

Una vez que ya la hayas terminado (o eso pienses), guárdala en un sitio donde la puedas ver cuando quieras, como en la mesa de noche o en el cajón del escritorio. Cada algún tiempo es bueno que le eches un vistazo para ver qué has cambiado y si hay algo que puedas añadir. Seguro podrás quitar algún ítem (si ya no fumas más, si dejaste de ser tan celoso con tu pareja, si bajaste algunos kilos, etc.).


Ponte a trabajar lo antes posible con esta lista, que te permitirá cambiar mucho como persona, ser más feliz, volver a los orígenes, conectarte con lo que realmente importa y tener los pies bien puestos sobre la tierra.

Quizás Seamos Lo Que Creemos


“Somos adictos a "tener razón", pero quedar cautivos de nuestras opiniones es una trampa
Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz” 

La  mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.

Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).

En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.

¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.

La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.

Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.

Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias.

La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.

Todos mantenemos un diálogo interior que reafirma continuamente lo que creemos, y después nos pasamos la vida buscando personas y situaciones en las que encajen nuestras creencias para poder así reafirmarlas. El objetivo de toda creencia no es, como debería ser, contrastarse, sino validarse una y otra vez aunque sea a la fuerza. 

Estas creencias o historias mentales no cuestionadas acaban por suponer un problema: no tienen ninguna relación con la realidad. ¿Qué pasaría si no tuviéramos ningún criterio mental no validado que contarnos? Seríamos libres de la necesidad de dividir el mundo entre los que están de acuerdo y los que no lo están. Y sobre todo, no estaríamos condicionados por cosas que creemos, pero no son verdad.

O bien nos apegamos a los pensamientos, sin más examen, o bien los cuestionamos en busca de la verdad. No hay más opciones.


Cuando una creencia nos domina, llegamos a pensar que todo el mundo piensa, o debería pensar, lo mismo. Pero hay opiniones para todos los gustos, la diversidad construye el mundo, y aunque parezca extraño, hay personas que creen cosas muy diferentes a las que nos parecen normales

Ver las cosas desde distintas perspectivas no es fruto de un lavado de cerebro, sino de preferencias, cultura, contextos… Sin duda, aquellos que no esperan que todo el mundo esté de acuerdo con ellos gozan de una mayor tranquilidad mental, que es de lo que va la vida.

El Transcurso Del Tiempo


Uno de los retos para la ciencia es entender qué es un lapso en sí mismo. La relación entre la percepción de un intervalo y las emociones es determinante. Aristóteles decía que sin movimiento, sin cambio, no hay tiempo.

Para los físicos, una de las nociones más fascinantes es la del tiempo, entendida como una magnitud física con la cual se mide la duración o separación de los acontecimientos.
     
Aunque parece claro el concepto, los científicos todavía debaten sobre su significado y sus implicaciones. Aristóteles fue el primero en abordar el tema al indicar que existe una relación entre tiempo y movimiento y, además, estableció que este es la medida del movimiento según el antes y el después. Más tarde surgieron los postulados de Issac Newton, quien lo concibió como algo absoluto, verdadero y matemático, que transcurre de manera bastante uniforme. Fue él quien introdujo la medición matemática del tiempo con ayuda de relojes.

Hoy en día, cuando pensamos en el tiempo, quizás lo primero que notamos es que este pasa demasiado rápido, quizás porque recibimos muchos estímulos nuevos y los cerebros tardan más en procesar la información, por lo que este pasa y no nos damos cuenta. La idea del tiempo, siempre arraigada en el ser humano Hay quienes afirman que la idea de que el tiempo pasa y se mueve está arraigada en el ser humano que se acostumbró a dividirlo en pasado, presente y futuro en un continuo fluir de los segundos. Para Albert Einstein, estas categorías de pasado, presente y futuro no son más que ilusiones..

Carlos Pesantez, estudiante de Física, explica que en realidad, este podría estar acelerándose, pero puntualiza que la clave está en cómo el cerebro lo percibe. Según precisa, el sentido subjetivo hace que cada individuo tenga una noción del pasado, del presente y del futuro y lo utilizamos para entender el curso y la duración de los acontecimientos, situarlos en su momento y generar expectativas sobre ellos.

Sobre este aspecto,  en un artículo de la revista Investigación y Ciencia, edición española de Scientific American, se pone énfasis en nuestra sensibilidad para percibir y responder al tiempo y señala que está implicada también en tareas mentales complejas, como pensar para solucionar problemas o tomar decisiones y planificar el futuro.

Además, la concepción del tiempo está atravesada por muchos factores externos e internos del organismo humano. Es así que este pasa con mayor rapidez cuando las personas disfrutan de un buen momento; están bien acompañadas, motivadas; cuando lo que hacen es interesante o están ocupadas en actividades placenteras. Las experiencias previas también influyen en nuestra percepción y eso ocurre cuando una película nos parece más corta al verla por segunda vez. 

En cambio, el tiempo transcurre con mayor lentitud y parece prolongarse cuando las personas atraviesan por momentos difíciles, esperan con impaciencia, tienen prisa, están enfermos y cansados o tristes.

Para explicar el concepto del tiempo hay un sinnúmero de teorías sobre el tema, como la denominada forward telescoping (telescopio de avance), donde se consideran los momentos más importantes, como el nacimiento de los hijos, la graduación de la universidad,  como hechos recién ocurridos.

Fausto Recalde, profesor de Física, indica que los momentos vividos forman parte de los recuerdos que se almacenan en la memoria y, según precisa, al rememorarlos se proyectan como diapositivas, lo que, a su vez, provoca la sensación de paso del tiempo. Lo más sorprendente es que no se requiere la existencia de escenas previas, porque, al parecer, todo está contenido en una suerte de diapositiva particular del Universo.

Los físicos también aseguran  que los seres humanos constatamos que transcurren los segundos, los minutos y las horas, porque vemos cambios en nuestro entorno.

El catedrático Fausto Recalde indica, además, que cuando aún somos pequeños, una visita a un museo, por ejemplo, puede parecernos una eternidad. ¿Qué ocurre cuando envejecemos? Una de las preguntas que más se plantean los científicos es por qué el tiempo parece transcurrir más rápido cuando envejecemos.

Este sentimiento no tiene una respuesta única y definitiva, pero sí hay algunas claves para entender lo que sucede. Hay teorías que sostienen que cuando somos jóvenes, la mayoría de las experiencias son nuevas, por lo que el cerebro codifica más información y, al mismo tiempo, genera la ilusión de que pasó más lentamente.

Además, cada año de vida que suma un individuo se hace menos importante a medida que avanza en edad, ya que representa una proporción menor de recuerdos en el cerebro.


Según la revista Vix, a medida que las personas envejecen, la velocidad de conducción nerviosa se reduce de manera significativa. Eso significa que los impulsos del cerebro están más separados. Un experimento sencillo al respecto es pedirle a una persona joven y a una mayor que cierren los ojos e informen cuando consideran que ha pasado un minuto. Los jóvenes suelen dar respuestas muy precisas —entre 55 y 65 segundos— y los adultos mayores suelen anunciarlo cuando pasaron 90 segundos. 

Si consideramos que las personas piensan que un minuto transcurre con mayor lentitud, probablemente ocurran más acontecimientos durante ese minuto irreal de su cerebro y, por lo tanto, sientan que el tiempo pasa más rápidamente.


Incentivar La Lectura


Leer ayuda a ejercitar la memoria y mejora la capacidad intelectual a la vez que facilita las relaciones sociales.

Un cerebro activo no solo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas. La lectura también genera temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para mantener nuestro cerebro ejercitado.

El doctor Guillermo Garcia Ribas, coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN explica que "la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales".

En los últimos años, han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. "Desde el punto de vista de la neurología, el concepto de reserva cognitiva ha cobrado una gran importancia, no solo porque se ha visto que existe una relación directa entre la misma y el buen funcionamiento cognitivo y ejecutivo de nuestro cerebro cuando envejecemos, sino porque se ha demostrado que es un factor protector ante los síntomas clínicos de las enfermedades neurodegenerativas", mantiene el doctor Guillermo Garcia Ribas. "Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías".

Son las demencias las enfermedades neurológicas que más se han ligado al concepto de reserva cognitiva. Caracterizadas por un deterioro persistente y progresivo de las funciones cerebrales superiores: memoria, lenguaje, orientación, cálculo o percepción espacial, la forma de demencia mas prevalente es la enfermedad de Alzheimer, que supone entre el 60% y el 80% de los casos de demencia, aunque existen numerosas patologías que también la producen, como por ejemplo, las enfermedades cerebrovasculares.

"Debido al envejecimiento progresivo de la población, en los próximos años, el número de afectados por estas enfermedades crecerá exponencialmente. Llevar a cabo actividades preventivas, como por ejemplo fomentar la lectura, puesto que se ha comprobado que leer retarda y previene la pérdida de la memoria, permitiría retrasar la aparición de estas enfermedades y, por lo tanto, reducir el número de casos", asegura el doctoro Garcia- Ribas.

Leer contribuye a reducir el estrés
Fomentar la lectura también tiene otras ventajas para nuestra salud. Leer, sobre todo relatos de ficción, puede ayudar a reducir el nivel de estrés, que es origen o factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Además, leer un poco antes de irnos a dormir, puede ayudar a desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño, sobre todo si acostumbramos a nuestro cerebro a relacionar esta actividad con la hora de dormir.

Especial interés en niños y mayores
Aunque la lectura es buena a cualquier edad, niños y personas mayores son los dos grupos poblacionales en los que se debe insistir más en el fomento de la lectura. En los niños, porque es el mejor momento para inculcarles este hábito y, además, su cerebro y sus funcionalidades están todavía desarrollándose.

Leer libros a los niños y estimular posteriormente el hábito de lectura y de escritura cobra cada vez más importancia, no solo por la interacción social que produce, sino porque incrementa nuestra reserva cognitiva.


En los mayores, para que puedan seguir manteniendo su cerebro activo a pesar de que su actividad sea más reducida, la lectura diaria es un estímulo más para su cerebro. "Algo que se detecta es que hay muchas personas que, aunque tienen el hábito de la lectura, al hacerse mayores dejan de hacerlo, principalmente por perder capacidad visual, lo que les dificulta mucho realizar estas actividades. En esos casos, animamos a estas personas a participar en grupos de lectura o a utilizar otro tipo de soportes", señala Garcia-Ribas.

miércoles, 3 de octubre de 2018

La Maldad Nuestra De Cada Día


La maldad que lleva a determinadas personas a actuar contra otra y realizar actos violentos tiene una parte de enfermedad, aunque no se puede explicar sin tener en cuenta otros aspectos, según sostiene el psicólogo forense y profesor de psicopatología de la Universitat de Barcelona (UB), Adolfo Jarne. "Es un fenómeno tan complejo que no tiene una explicación única", sostiene, al tiempo que señala que sí que existe una base patológica. Sin embargo, hay una parte "incomprensible" en esta maldad que es de difícil explicación, apunta. 

Para Francesc Torralba, doctor en Filosofía en la UB,  la maldad siempre es reactiva y cuando una persona la ha recibido, la devuelve. Sin embargo, señala que existen expresiones en las que no se observa una relación causa-efecto y que se trata de maldad "gratuita", situación que no se puede explicar racionalmente.

Por su parte, el psicólogo clínico del Hospital de Día de Adolescentes de Badalona (Barcelona) de la Fundación, Marc Dangerfield, explica que hay un tipo de personas que saben que están haciendo el mal y que sienten placer por ello, a los que se les puede definir como "perversos".

Esta perversión es la forma de vida que han adoptado y la única manera de relacionarse con el resto de la sociedad, y la "satisfacción" que sienten cuando actúan les hace continuar adelante. Una de las características de este colectivo es que intentan presentar lo malo como bueno a través de engaños y son plenamente conscientes de que están haciendo daño.

También existe otra tipología que es la de aquellos que actúan con maldad como "vía de descarga". Se trata de personas muy dañadas personalmente, que han vivido situaciones catastróficas, que no pueden pensar y evacuan su malestar a través de la violencia, aunque no son conscientes de que hacen daño. "Se puede entender el acto violento como una vía de comunicación", declara. La inteligencia y la capacidad cognitiva de cada persona influyen también en el punto de maldad que puede hacer una persona.

Así, cuanta más inteligencia, se puede actuar de manera más perversa y con mejor capacidad para engañar y esconder lo que se hace. "Tener buenas capacidades cognitivas es ser un mejor perverso", afirma. Torralba puntualiza que la violencia individual también se explica en ocasiones como consecuencia de las estructuras sociales, políticas y económicas que le oprimen. "La violencia individual es consecuencia indirecta de la violencia estructural", afirma, al tiempo que dice que de no existir dichas estructuras quizá no hubiese realizado el acto violento.

En este sentido, defendió que la crisis económica puede generar estas situaciones de "colapso" y malestar vital como consecuencia de la precariedad. También puede explicar la situación de algunos jóvenes que sienten que no tienen expectativas de futuro. Según Dangerfiel, también existe una parte de agresividad necesaria en todos los humanos para poder defenderse, "que no quiere decir maldad", puntualiza. 

Esta agresividad no tiene que tener el componente destructivo. En este sentido, defiende que la bondad extrema "también tiene algo de trastorno", ya que no es adecuado no responder ante ninguna situación y añadió que es destructivo no defenderse ante nada.

Madurez


¿Cuándo uno demuestra madurez? La madurez es una cualidad deseable pues expresa una mejor y elevada perfección humana. Se debe imitar las personas virtuosas y repetir las buenas acciones hasta que sean parte de nuestra vida.

La madurez es el valor de hacerse cargo de nuestra propia vida, con claridad y conscientes de nosotros mismo. La madurez nos permite realizar acciones precisas para cada circunstancia.
Madurez es la destreza de controlar la furia y solucionar las diferencias sin violencia o destrucción, la madurez evita el odio y no guarda rencor.
La madurez es lealtad, lealtad a la familia, lealtad a la pareja, al equipo de trabajo, al país, etc.

La madurez permite mantener la calma en situaciones complicadas.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de aplazar el placer inmediato a favor de un beneficio a largo plazo.

Madurez es el control sobre uno mismo, sobre nuestra persona y emociones.

Madurez es paz con los demás. No discutimos y violentamos por cualquier cosa. El maduro pone el ejemplo de ser pacifico.

La madurez no nos permite no encapricharnos por algo.

Madurez es saber nuestros derechos y obligaciones.


La Dicha De Estar Viviendo


“Maestro, son plácidas todas las horas que nosotros perdemos, si en el perderlas, cual en un jarrón, ponemos flores. No hay tristezas ni alegrías en nuestra vida. Sepamos así, sabios incautos, no vivirla, sino pasar por ella, tranquilos, plácidos, teniendo a los niños por nuestros maestros, y los ojos llenos de Naturaleza… Junto al río, junto al camino, según se tercie, siempre en el mismo leve descanso de estar viviendo.

El Tiempo pasa, no nos dice nada. Envejecemos. Sepamos, casi maliciosos, sentirnos ir. No vale la pena hacer un gesto. No se resiste al dios atroz que a los propios hijos devora siempre. Recojamos  flores, mojemos leves nuestras manos en los ríos calmos, para que aprendamos calma, también. Girasoles siempre mirando al sol, de la vida nos iremos tranquilos, teniendo ni el remordimiento de haber vivido.”

Guardo esta foto que hice hace un par de años. En ella, del viejo tronco de un ciruelo lleno de flores brotaba esta pequeña, deliciosa rama, abriéndose paso a la vida. Nacía de un lugar que parecía seco, olvidado por el tiempo en el propio crecer de ese gran árbol.

Y pensé que de lo viejo siempre puede nacer algo nuevo, que la vida nace en el lugar más insospechado y de la manera más bella, y que tan a menudo lo hace con una serenidad y lentitud implacable que los humanos deberíamos aprender. Regalando belleza, comprendiendo y no estorbando, disfrutando de lo mejor y dando también lo mejor cuando llega lo peor, como lo hace el árbol, como lo hace la flor que, en su muerte, deviene fruto y semilla, como lo hizo esta pequeña flor y sus hermanas.


Sabor Agridulce


Para muchas personas comienza uno de esos periodos que todos esperan, un tiempo que, no por breve, deja de ser menos “apetitoso”: ¡Vacaciones! Unas vacaciones que, quizás precisamente por su brevedad, tienen sus peculiaridades.

Hagamos una pequeña reflexión: ¿qué representan, en realidad, las “vacaciones”?
Como ya hemos dicho muchas veces, para la mayoría de las personas trabajar no es “un objetivo vital” sino una actividad necesaria para poder conseguir dinero con el que financiar las actividades que realmente les interesan: Familia, hijos, amigos, formación, aficiones…Estas actividades se compatibilizan (o tratan de compatibilizarse) en el día a día con el trabajo, pero es precisamente en vacaciones cuando, en teoría, se dispone de todo el tiempo para poderlo dedicar a eso que nos interesa.

Y aquí está realmente la cuestión, ¿somos realmente conscientes de ello? ¿o tendemos a caer en la rutina? ¿Las disfrutamos o, a veces, “las sufrimos”? Cuando terminan ¿nos sentimos satisfechos del rendimiento que sacamos a “ese tiempo libre” o nos queda un sabor agridulce?

Son aproximadamente 100 horas (incluidas las de sueño) que tenemos por delante para “repartir” ¡Tanto y… tan poco!¿Nos meteremos en un atasco de tráfico interminable? ¿Dejaremos que afecte a nuestro humor y discutiremos con las personas que comparten el coche, esas con las que, al menos teóricamente, deberíamos disfrutar? ¿Nos centraremos en lo realmente importante o caeremos en lo superfluo? ¿Nos centraremos en la convivencia y el compartir y disfrutar las experiencias o caeremos en “lo típico”? ¿Paseos compartidos, dialogados, productivos o… tumbarse al sol y “déjame en paz”? 

¿Qué es lo que realmente es importante para nosotros? ¿Qué es todo eso que en el día a día vamos dejando pasar “por falta de tiempo”? ¿Qué es lo que verdaderamente nos gustaría “convivir”, experimentar, intimar con nuestra pareja, con nuestros hijos, nuestros padres, nuestros amigos…? ¿Cuál es esa actividad que nos encantaría y que nunca abordamos “por falta de tiempo”?


Hoy tienes unas 100 horas por delante: ¿las vivirás intensamente? ¿Les “sacarás el jugo”? ¿Obtendrás el máximo de ellas? Ahora tienes la oportunidad. El domingo (o el lunes) por la noche recibirás el saldo de tu inversión en una escala que puede ir desde una gran satisfacción hasta una tremenda frustración. ¿Qué piensas hacer? ¡La pelota está en tu tejado!

Inteligencia


La inteligencia es un constructo complejo que a lo largo de la historia ha sido conceptualizado de muy diferentes formas por diversos autores.

Desde una visión clásica que tratan la inteligencia como una capacidad única y unitaria a otras que consideran que se trataba de un conjunto de capacidades independientes entre sí y pasando por otras en las que se estipulaba la existencia de conjuntos de habilidades organizadas jerárquicamente, han surgido una gran cantidad de teorías y modelos que intentan explicar qué es la inteligencia, cómo se estructura y cómo actúa.

Una de estas teorías es la teoría de la inteligencia de Guilford.
Como se acaba de mencionar, existe una gran variedad de perspectivas respecto a qué significa el término inteligencia, y las investigaciones llevadas a cabo han variado en gran medida el enfoque de su estudio y análisis.

Sin embargo, de un modo general podemos considerar que se trata de la capacidad o conjunto de capacidades mentales que permiten nuestra adaptación, permitiéndonos gestionar nuestros recursos cognitivos de la manera más eficiente a la hora de hacer frente a diferentes situaciones. 
Gracias a la inteligencia somos capaces de captar y analizar correctamente la información proveniente del medio o de nosotros mismos, establecer estrategias y maneras de gestionar recursos y resolver problemas, planificar nuestra conducta y llevarla a cabo con éxito.

Paul Guilford fue un psicólogo estadounidense cuyas aportaciones al estudio de la inteligencia confluyen en una teoría de la inteligencia que supone junto a Raymond Cattell y Thurstone uno de los modeles de las aportaciones más relevantes en lo que respecta a la concepción de la inteligencia como un conjunto de habilidades.
El modelo de Guilford se basa en la consideración de la inteligencia como el proceso mediante el cual el ser humano transforma la información del medio en contenidos mentales, de manera que tiene una visión operativista de ésta. El autor establece tres dimensiones separadas e independientes basadas en la percepción, transformación de la información y emisión de respuesta. 
Concretamente habla de elementos de entrada o contenidos, operaciones y elementos de salida o productos. Su modelo es pues tridimensional, y suele ser representado en forma de cubo en el que las interacciones entre las tres grandes dimensiones se interrelacionan para formar hasta 120 factores distintos.

Se trata de un modelo taxonómico que considera las diferentes capacidades como no jerarquizadas, siendo las diferentes aptitudes independientes. La inteligencia es pues un conjunto de aptitudes separadas entre sí que permiten nuestra adaptación al medio.

Aplicar Lo Que Sabemos


Sabemos que los conocimientos y el desarrollo de nuestras habilidades  son  fundamentales para obtener buenos resultados, la educación es importante pero muchas veces no le sacamos el máximo provecho a lo que hemos aprendido. Para adquirir conocimiento podemos conseguir libros, videos que nos ayuden a desarrollar nuestras habilidades,  el gran problema está en que muchas personas entre ellos estudiantes e incluso empresarios observan todo esto pero no lo ponen en práctica.

Recuerden que el conocimiento no aplicado es lo mismo a la falta de conocimiento con esto quiero decir que tú puedes estar constantemente  leyendo libros o quizás viendo videos pero si no lo pones en práctica de nada sirve todo lo que aprendiste. En cualquier situación que se nos presente debemos aplicar nuestros conocimientos es la única forma de enfrentar diversas situaciones.

No te conformes con lo básico siempre busca más información alimenta los conocimientos que ya tienes, pero lo más importante es que los apliques que los pongas en práctica de ello depende el que puedas alcanzar el éxito.  El conocimiento que obtengas estará a tu disposición por el resto de tu vida, esfuérzate siempre donde quieras que estés y pon en práctica todos los conocimiento adquiridos.

“Para  alcanzar el éxito  necesitas desarrollar  tus habilidades poniendo en práctica todos los conocimientos adquiridos”


El Valor Persona


Muchas veces en la vida nos encontraremos ante situaciones muy complicadas en donde se nos pasará por la mente el llegar a rebajarnos con tal de no perder lo que tenemos. Ya sea en el trabajo o en nuestra vida social, tendremos que enfrentarnos ante cualquier tipo de adversidad. Pero siempre debemos hacerlo pensando en lo mucho que valemos como personas, porque si nos ponen como requisito el dejarnos mandonear o pisotear, nos estaríamos humillando demasiado y puede que muchos de nosotros lo podamos permitir, pero siempre llega el momento en que reaccionamos de tal manera que nos podemos arrepentir de nuestros propios actos. Por ello, es mejor siempre hacernos respetar desde el principio para que nadie se crea superior.

Nunca debemos dejar que nadie nos pase por encima por más que tengan una mejor posición económica o un mejor rango en el trabajo. Siempre se da el mismo caso en todos sitios. Personas que han sido más exitosas en la vida se creen con derecho a todo y así piensan que tienen el poder de controlar a las personas a su antojo. Hay muchos que se dejan pisotear, pero la vida siempre da vueltas y al final eso les puede costar muy caro a aquellos que se creen dueños del universo. 

La humildad es lo que vale y eso se aprende desde el hogar. Si no nos enseñaron a ser humildes, nunca dejaremos de creernos lo máximo cuando obtenemos todo lo que nos proponemos, porque la verdadera persona exitosa es aquella que logra todos sus objetivos con creces y no anda comentándolo por todo sitio ya que se lo guarda para sí mismo y lo demuestra rompiéndose el lomo por seguir creciendo como profesional y como ser humano. 

Por ello, nunca debemos sentirnos más que los demás ya que no nos gustaría que nos hicieran lo mismo. Nosotros valemos muchísimo y siempre debemos demostrarlo en donde sea. Sobre todo, siempre debemos tener eso muy en claro, ya que aquella persona que no lo tenga, sufrirá mucho y las consecuencias pueden ser muy perjudiciales. 

Siempre demostremos lo que valemos sin importarnos lo que digan los demás, porque no podemos caerle bien a todo el mundo, y si sin motivo alguno no les caemos bien a las personas, pues qué pena. 


martes, 2 de octubre de 2018

la Física Cuántica


La historia de la humanidad es, en muchos sentidos, la historia de cómo el mundo se ha ido ampliando y desplegando delante de nuestros ojos. En las últimas décadas, el programa científico ha creído que ese proceso había acabado: que el mundo era los cuerpos y las ondas que teníamos frente a nosotros. Pero siempre hay alguien que quiere llevar la contraria.

Hoy son unos físicos cuánticos los que defienden que nuestra concepción de la realidad es demasiado estrecha y que, si aceptamos que el ámbito de "lo posible" también es real, todo adquiere sentido (mecánica cuántica, incluida). Y aunque solo sea por eso, merece la pena echarle un vistazo a esta loca teoría.

A veces, tengo la sensación de que la física es la filosofía por otros medios. Con números, mediciones y modelos complejos… pero filosofía al fin y al cabo. Y “la filosofía es, en realidad, una nostalgia”, como decía Novalis. Un impulso por volver al mundo ordenado de la física newtoniana. 

Eso se ve muy bien en la mecánica cuántica.
La cuántica es una de las ramas más complejas, elusivas y contra intuitivas de la física. Una rama llena de interpretaciones que cierran y dan sentido a los resultados teóricos y experimentales que surgen en esta línea de trabajo.

Necesitamos una interpretación porque las conclusiones del formalismo cuántico no casan con la idea intuitiva (y fenoménica) que tenemos del tiempo, del espacio y del universo en general. Las interpretaciones son, si me permiten el trazo grueso, una nostalgia, una forma de volver a la concepción determinista de la realidad desde los resultados experimentales disponibles.

Con esta idea como guía, Ruth Castren, Stuart Kaufman y Michael Epperson acaban de plantear una interpretación distinta. Distinta, sí; pero no radicalmente nueva porque se basa en ideas que ya había expuesto Werner Heisenberg en 1958.

En su libro ‘Física y filosofía’, Heisenberg (padre del principio de incertidumbre, de la mecánica cuántica y de la interpretación de Copenhague) desarrolló la idea de que, en realidad, el concepto de “onda de probabilidad” no deja de ser una versión cuantitativa de la idea de potencia de Aristóteles.

De hecho, el artículo en cuestión se llama “Tomando en serio la potencia” y sostiene que esas cosas potenciales que, usualmente, están fuera de los límites de nuestra concepción de ‘lo real’, deberían incluirse en ella. Las potencialidades que se dan paralelas al mundo, pero que no solemos considerar como reales en sentido estricto.

Según estos físicos, la teoría cuántica se comprende mucho mejor si admitimos que la realidad no está solo articulada por la res extensa (la ‘materia’ propiamente dicha en la terminología cartesiana), sino también por la res potencia (todas las potencialidades dadas en esa ‘materia’ y en los procesos en los que se encuentra inmersa).

Lejos de caer en un dualismo extemporáneo, los autores tratan de demostrar en el artículo que esas potencias dadas tienen una implicación significativa en la realidad. Es más, que ambas dimensiones (material y potencial) se implican mutuamente.

Para ello usan un argumento curioso. “Podríamos planear reunirnos mañana para tomar un café en el Downtown Coffee Shop. Pero supongamos que, sin que nosotros lo sepamos y mientras hacemos estos planes, la cafetería (real) cierra. Instantánea y acausalmente, ya no es posible para nosotros (ni para nadie, sin importar dónde vivan) tomar un café en Downtown Coffee Shop mañana. Lo que es posible ha sido alterado global y acausalmente por la realidad”. 

Es decir, “los eventos reales pueden instantáneamente y acausalmente afectar lo posible (dados ciertos presupuestos lógicos)” y , a su vez, “lo posible influye en lo que luego puede volverse real y así sucesivamente”.


Siguiendo la línea de razonamiento de los autores, lo potencial tiene un impacto tan fundamental en lo real que no tiene sentido descartarlo como irreal. Es más, ese descarte es lo que hace que no comprendamos correctamente la teoría cuántica.

Escandaliza El Escándalo


Claro que sí, me escandaliza el sistema, su legalidad, y no la corrupción que en él encuentro. Decir esto, en vistas a los casos de corrupción que acaban de salir a la luz parece escandaloso.

¿Cómo no se escandaliza usted por dichos casos? Pues no me escandalizo, porque desde que tengo uso de razón he visto casos como estos y más graves de corrupción a uno y otro .

Debo decir porque esa ha sido mi intención, que todo lo que he escrito, siempre me ha parecido respetuoso, nunca he insultado a nadie y lo único que he hecho ha sido exponer hechos y declaraciones y aclarar todo aquello que aunque lo diga quien lo diga no está bien. Y no solo no está bien sino que al venir de quien viene, el daño que puede causar es mayor. Intento aclarar el peligro que puede suponer para la fe, tragar con todo, sin el más mínimo espíritu crítico y sin pensar.

Entiendo que no todo el mundo debe compartir mi postura y también veo (aunque no lo entiendo) cómo hay personas que les puede escandalizar la información, pero no por el hecho de que sea verdad, que eso no les importa en absoluto, sino solo por el hecho de contarla. Máxime cuando dichos hechos y declaraciones vienen de personas que en lugar de dar luz arrojan oscuridad y confusión en las mentes de sus acólitos.

Me dicen que en estos casos hay que hacer como los hijos de Noé, tapar las vergüenzas de su padre, que eso es lo caritativo y yo me pregunto ¿ Cómo vas a tapar unas “vergüenzas”, que todos bendicen y nos las dan como normas de conducta y como la nueva dirección que debe tomar la Iglesia?

Solo cuando nos sintamos “orgullosos” y responsables de custodiar la Verdad seremos capaces de llevar la fe a los corazones de los hombres.

Solo entonces con nuestra veracidad seremos auténticos instrumentos de orientación a la que hemos sido llamados.

El Nihilismo De Nietzsche

Es la costumbre y el uso lo que refuerza el valor de estas metáforas, de manera que son aceptadas socialmente como verdaderas. Ésta es otra importante propuesta de Nietzsche, la verdad responde a un uso social, y es fundamentalmente lo que una sociedad o un grupo acepta: "Una suma de relaciones humanas que después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes".

Por esta razón concluye que "las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son". La lengua se transmite de padres a hijos, de generación en generación, y con la tradición y el uso, las personas olvidamos el auténtico origen metafórico de las cosas que designamos como verdades, por eso en realidad son meras "ilusiones", es decir, engaños, vanas supersticiones, que nos llenan de una falsa felicidad, semejante a la ilusión que nos producía en nuestra infancia el pensamiento de que los Reyes Magos nos traían juguetes en Navidad.

En este texto la palabra ilusión adquiere un sentido completamente nihilista, que va más allá de la valoración moral entre decir la verdad o engañar. En realidad la verdad tiene un sentido extramoral, afirma Nietzsche en el título de la obra a la que pertenece el presente texto. Si observamos su genealogía, es decir su origen, de dónde proviene, nos damos cuenta que aquello que la sociedad llama "verdad", no es más que una ilusión, un engaño.

Al final del texto, Nietzsche resume esta propuesta fundamental con una metáfora brillante y aclaratoria: "las verdades son metáforas que se han desgastado, monedas que al usarse han perdido su troquelado y ya no son monedas sino metal". El hecho de que lo que llamamos "verdad" sea una mera "ilusión", introduce el tema del nihilismo en el pensamiento de Nietzsche como transmutación de los valores aceptados por la sociedad.


Nuestros Senderos


Probablemente sientas un gran anhelo de crecer en tu vida cada día más y más y poder experimentar sentimientos de bienestar, plenitud y goce. Pero te sucede que sólo puedes experimentarlos de a momentos.

Los desafíos son parte de la vida y eso no quiere decir que no podamos transitar por ella con una conciencia de bienestar, plenitud y agradecimiento. Aprender a detectarlos desde un estado consciente, posteriormente aceptarlos y reconocerlos, y finalmente accionar para poder trascenderlos es algo así como la fórmula que te conduce a tu maestría interior.

En cada desafío que experimentamos existe un potencial de luz, depende de nosotros lograr esa iluminación o no.

Existen dos formas de transitar por la vida, y con todos sus condimentos, uno es en un estado de adormecimiento, que indefectiblemente nos llevará por un sendero sinuoso de angustias y tristezas, y otro es en un estado de despertar interior permanente, es en éste último donde tenemos la posibilidad de crecer, ganar en bienestar e ir logrando un estado de maestría interior utilizando tu vida como tu gran maestra.

Aprender a ver las dificultades internas como una oportunidad de trascendencia es una buena elección de vida que nos permite tener una perspectiva positiva de las cosas.

Cuando comprendemos esto nos sumergimos en un sendero de crecimiento que funciona como una espiral evolutiva, donde cada aprendizaje ganado nos ayuda ascender a un nuevo círculo concéntrico de conciencia, logrando mayor sabiduría y una visión más amplia de la realidad.

En definitiva la gran experiencia de la encarnación humana consiste en aprender a trascender los desafíos de nuestra vida cotidiana con éxito.

Te propongo el siguiente ejercicio cuando experimentes una crisis
Busca un lugar tranquilo y simplemente medita respirando suave y profundo hasta que encuentres calma interior.
Ahora en este estado de calma visualiza tu situación simplemente eso sin juzgarla.
Luego conecta con la sabiduría de tu corazón y expresa tu voluntad de deseo de trascendencia y aprendizaje.

Ten certeza que si sostienes la energía poco a poco encontrarás los caminos que te conduzcan a la trascendencia.

Finalmente nunca olvides que existen ayudas externas como las terapias o talleres que nos facilitan herramientas para hacer que éste camino sea más fácil, a veces solos no podemos


Cuando Saber No Se Sabe


¿Por qué todo el mundo sabe de todo? ¿no lo has notado? vayas por donde vayas, hables de lo que hables, todo el mundo sabe de todo.

Hablas de fútbol y la gente sabe todo del fútbol, hablas de política y la gente sabe todo de política, de tecnología, de ciencia, de niños, de deporte, de cultura, de viajes, de ocio, de restaurantes, de compras, todo el mundo sabe de todo

Pones la tele y siempre salen esos tertulianos que saben de todo, sea el tema que sea, se sientan en esa silla, en ese programa y los temas van pasando, los tertulianos saben de todos ellos, saben de leyes, de jueces, de actualidad, de política, de fútbol, ¡vamos! de todo. El tertuliano se tira en el programa 2, 3 ó 4 horas y pasa por todos los temas de actualidad. Si pones la radio pasa lo mismo, siempre están los “expertos en todo”.

Me sorprende esa gente que habla con total seguridad de todo, ¿Cómo lo hacen? saques el tema que saques, ellos saben de todo y si no lo saben se lo inventan, quizás digan gilipolleces pero las dirán con total seguridad, con confianza. Muchas veces tienen ideas sueltas de las cosas, oyen campanas sin saber por dónde vienen, pero da igual, ellos sueltan las campanas que han oído, todo menos no dar su opinión, todo menos parecer que no saben de algo, todo menos parecer ignorante o desinformado, todo menos desaprovechar tener su momento de protagonismo, todo menos perder la oportunidad de salir en las fotos…

Seguro que los conoces, son esas personas a las que consultas cuando te vas a comprar una tele, una lavadora, el mueble del salón, un coche, un sofá, una casa, reservar tus vacaciones o lo que sea, ya sabes, esas cosas que haces muy de vez en cuando y que de una vez a la siguiente ya no recuerdas cómo está ese “mercado“, pues aunque el otro haga 15 años que compró su última tele, seguro que te va a dar mil consejos de cuál es la mejor y el mejor sitio donde comprarla, aunque haga 20 años que compró su último sofá seguro que conoce las últimas tendencias, los mejores precios, las mejores marcas y fabricantes.

¿Cómo lo hacen?
Y mientras yo, cada vez más perdido, cada vez siento que sé de menos cosas, y de las que sé, cada vez me siento menos autorizado para hablar con una rotundidad absoluta.
Lo siento, pero sólo sé de lo que sé, incluso a veces, no sé ni de lo que sé.
Como diría Sócrates: – “sólo sé, que no sé nada”
Sí, reconozco mi ignorancia. Aunque creo que si lo piensas, realmente no creo que nadie pueda saber de todo ¿no? y ¿qué más da? qué pasa si dices:
-“…Pues yo de eso no sé…”-
No debería pasar nada ¿no?

De hecho en la actual sociedad en la que hay tanta, tanta, tanta información, tantos cambios, tanta variedad, tantos temas, las cosas cambian tan rápido, todo esta tan globalizado, creo que lo normal es que no sepamos la gran mayoría de las cosas… que la información nos desborde, ante lo cual creo que lo normal sería no saber de casi de nada…

Y sin embargo pasa todo lo contrario, todo el mundo sabe de todo.


Principios Fundamentales De Filosofía


Para la concepción metafísica de la realidad los contrarios son opuestos. Dos cosas contrarias no pueden existir a la vez.

Para la dialéctica, los contrarios no pueden existir uno sin el otro y forman una unidad. Cada cosa es una unidad de contrarios y es la contradicción o lucha interna entre esa cosa y su contrario lo que provoca el cambio o movimiento de la materia.

Este principio de unidad de contrarios o principio de contradicción es lo que da nombre a la dialéctica: Uno, se divide en dos y se transforma en su contrario, fruto de la lucha interna entra “lo que es” y “lo que va a ser.”

En cada cosa, en cada proceso existen siempre varias contradicciones. Una de estas contradicciones será la contradicción principal que determinará hacia donde se dirige el proceso en esas circunstancias. Si cambian circunstancias la contradicción principal de un proceso también puede cambiar.

En determinadas circunstancias se desarrollará la contradicción que convierte a un  huevo en pollito. En otras se desarrollará la contradicción que lo convierte en alimento, y en otras la que hace que el huevo se pudra.

Esto es porque dentro del huevo además de la contradicción entre el huevo y el germen del pollito, existen otras contradicciones, como la contradicción entre la materia orgánica y la inorgánica o entre la vida y la muerte.

Ley de la relatividad de los contrarios
Según la ley de unidad de contrarios una cosa nunca existe de forma absoluta sino de forma relativa a su contrario.
El huevo fecundado no es 100% huevo sino que cada vez en un % mayor irá convirtiéndose en pollo, al completar su proceso de desarrollo y llegar a ser gallina, está contendrá el germen de nuevos huevos, será en un % gallina y en un % huevo.

Dos contrarios no existen de forma absoluta, sino de forma relativa entre sí. Esta ley de relatividad de contrarios puede observarse en todos los objetos de la realidad material:
Ignorancia y conocimiento.                      Materia y energía.
Luz y oscuridad.                                         Espacio y tiempo.
Burguesía y proletariado.                        Vida y muerte.

Cada cosa es una unidad de contrarios.
Afirmar semejante cosa parece al principio un absurdo. “Una cosa y su contrario no tienen nada en común” -tal es lo que se piensa generalmente. Pero para la dialéctica toda cosa es, al mismo tiempo, ella misma y su contrario, toda cosa es una unidad de contrarios, y esto debemos explicarlo bien
.
Si tomamos el ejemplo de la ignorancia y de la ciencia, es decir, del saber, establecemos que desde el punto de vista metafísico estas son dos cosas totalmente opuestas y contrarias una a la otra. El que es ignorante no es un sabio y el que es un sabio no es un ignorante.

Sin embargo, observando los hechos, vemos que no dan lugar a una posición tan rígida. Sabemos que al principio reinó la ignorancia; luego llegó la ciencia; y aquí verificamos que una cosa se transforma en su contrario: la ignorancia se transforma en ciencia
.

No hay ignorancia sin ciencia, no hay ignorancia 100%. Por ignorante que sea, un individuo sabe reconocer al menos los objetos, su alimento; jamás hay ignorancia absoluta; siempre hay una parte de ciencia en la ignorancia. 

La ciencia ya está en germen en la ignorancia; por lo tanto, es correcto afirmar que lo contrario de una cosa ya está en la cosa misma. 

Capacidad De Respuesta

Resulta que todo es medible, sí. Pero hay un factor primordial que además es característico en las relaciones humanas. Asociamos la capacidad de respuesta principalmente al tiempo que tardamos en dar una, pero no es tan sencillo como parece. La verdad es que la capacidad de respuesta tiene que ver con tres aspectos fundamentales: tiempo, calidad y tono comunicacional.

Partiendo del principio de que todos los seres humanos podemos ver estos aspectos como algo diferente, la primera misión es definir en conjunto con las partes cuál es el tiempo apropiado, qué busca a nivel profesional y cómo es el nivel de cercanía que maneja; que no tiene que ver con la diplomacia lo cual es evidente. No es algo que deba establecerse en el tiempo, pues las maneras son diversas y aunque no se crea, es primordial que se pueda determinar si la respuesta a ofrecer es oportuna o no.

Hay distintos tipos de respuestas:
La que va a tiempo, pero no en las condiciones.
Algo mal entregado no importa cuándo se entregue nunca cumple expectativas, ni en los casos de urgencia. Generan retraso y molestia. Habla de mediocridad y falta de atención.
La que va full calidad, pero a destiempo.
Aunque robe corazones, no genera una reacción positiva. Sólo de aceptación. Sencillamente, las expectativas suelen estar asociadas a llegar en el momento esperado; sólo será un recordatorio – sin justificación – de que estás sobrevalorado, que no tienes suficiente organización o simplemente pasó tu tiempo. ¡Triste pero cierto! Aplica para todo, incluso para reuniones.
La que va a tiempo y con calidad e igual es recibida con rechazo.
Los que no entienden que pasó aquí, es sencillo. Tu tono, tu empatía, tu relación con la parte en cuestión no es la adecuada. Es decir, necesitas manejar emociones. Ser real e interesarte realmente. 

Quizás es la parte más compleja, pero hay que conquistar a diario. Estar y seguir. Es cuestión de pensar como el que recibe el mensaje: ¿te gustó lo que viste? ¿Usaste las palabras correctas? ¿Te sentirías cómodo si fueses tú quién recibe el mensaje? ¿Cuál sería tu reacción? Si alguna es no o cero positivo lo que imaginas, por favor, empieza a trabajar ya.

La oportuna: a tiempo, con la calidad deseada y con la comunicación correcta.
No es sencillo llegar ahí, pero la comunicación efectiva con el cliente establecerá los parámetros. Puede generarse con la experiencia, es más sencillo cuando se crea confianza y entendimiento. Lo importante, esta es la apuesta. Si no tienes varios WIN, hay mucho por hacer.

Ahora bien, esta comunicación es en varias vías, por lo menos para una LOVER. Por ejemplo: Se debe tener la capacidad de respuesta con cliente, pero para lograrlo se debe tener con el equipo y a un profundo nivel interno de conocimiento, parámetros y cumplimiento. A su vez, se tiene que tener con los proveedores, para que los procesos no se vean afectados por terceros.


La clave para ello es simplemente saber, hacer y creer.

Integración Intergeneracional


El hecho de que miembros de diferentes generaciones convivan en un mismo espacio de trabajo no es exclusivo del siglo XXI; sin embargo, nos encontramos ante un hito histórico: ésta es la primera vez que hasta 4 generaciones conforman las plantillas laborales de las organizaciones y que, además, personas menores de 30 años lideran equipos conformados por miembros que hasta doblan su edad. La alta capacitación y temprana inserción en el mundo laboral por un lado, y la extensión de la vida profesional activa, por el otro, son algunos de los motivos que explican dicho fenómeno.
De acuerdo a un informe publicado por Deloitte, para el 2020 la fuerza laboral mundial estará compuesta por,

6% de Baby Boomers (personas nacidas entre 1945–1960), 35% de Generación X (personas nacidas entre 1961–1980), 35% de Millennials o Generación Y (personas nacidas entre 1980 y 1995), y 24% de Generación Z (personas nacidas entre 1996 y 2010).

Ante un contexto tan diverso, es inevitable preguntarnos cómo hacer para que personas de diferentes generaciones no solo convivan en una misma oficina, sino que se comuniquen efectivamente y logren sentirse parte del equipo de trabajo. 

Para generar una cultura de diálogo y comunicación fluida entre los miembros de diferentes generaciones, resulta pertinente generar marcos para reconocer el valor que cada generación aporta a la organización.



Consejos Que Perduran


El envejecimiento progresivo de la población es sin duda, y de todos conocidos, la principal característica demográfica del mundo.

Los efectos que conllevan están siendo asimilados por instituciones, gobiernos y sociedad que cada vez más se enfrentan a retos positivos y negativos con un objetivo común: que la longevidad de cada persona, con sus diferentes situaciones, sea vivida con la mayor calidad y bienestar posible.

Por ese motivo se están desarrollando iniciativas diversas en Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional, pero también se está actuando en la Prevención y en la Dependencia de las personas adultas mayores, no solo en el ámbito sanitario, que trabajan en tecnología y técnicas novedosas para mejorar la salud en personas de mayor edad; sino en el social, a través de la sensibilización de la sociedad hacia las necesidades y demandas de las personas adultas mayores, y su adaptación al inevitable cambio demográfico. Son los lazos de la vida...

En esta evolución de “esfuerzos”, sobresalen nuevas profesiones y oficios que en otros tiempos eran impensables, como lo es la figura del cuidador y cuidadora de personas adultas mayores. Actualmente ya se distinguen los cuidadores familiares –hasta hace muy poco los únicos- de los cuidadores profesionales, que han especializado sus conocimientos sanitarios hacia una necesidad realmente importante, y muy heterogénea, debido al distinto grado de dependencia de la persona cuidada. Lo que significa esta figura tan imprescindible en nuestro tiempo, es lo que este boletín ha abordado, y lo ha hecho desde distintas perspectivas, difundiendo buenas prácticas, iniciativas y consejos sobre y para estas personas que la sociedad necesita reconocer más por las valiosas tareas que realizan.

Tanto la formación de las personas cuidadoras profesionales, para que no vean este trabajo como ‘transitorio’, sino como profesión digna y creciente; la necesidad de enseñar a las personas cuidadoras familiares para que su labor sea mejor y no frustrante; la urgencia en que ambos aprendan a cuidarse y que otras personas se conviertan en el apoyo de las personas que cuidan; como dedicar especial atención si la persona que cuida a un adulto mayor es otra persona adulta mayor, es a lo que se ha dedicado este número para ayudar, contribuir y rendir homenaje a la labor de estas grandes personas.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: 
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/palabra/1/los-lazos-que-perduran-durante-toda-la-vida