martes, 2 de octubre de 2018

Escandaliza El Escándalo


Claro que sí, me escandaliza el sistema, su legalidad, y no la corrupción que en él encuentro. Decir esto, en vistas a los casos de corrupción que acaban de salir a la luz parece escandaloso.

¿Cómo no se escandaliza usted por dichos casos? Pues no me escandalizo, porque desde que tengo uso de razón he visto casos como estos y más graves de corrupción a uno y otro .

Debo decir porque esa ha sido mi intención, que todo lo que he escrito, siempre me ha parecido respetuoso, nunca he insultado a nadie y lo único que he hecho ha sido exponer hechos y declaraciones y aclarar todo aquello que aunque lo diga quien lo diga no está bien. Y no solo no está bien sino que al venir de quien viene, el daño que puede causar es mayor. Intento aclarar el peligro que puede suponer para la fe, tragar con todo, sin el más mínimo espíritu crítico y sin pensar.

Entiendo que no todo el mundo debe compartir mi postura y también veo (aunque no lo entiendo) cómo hay personas que les puede escandalizar la información, pero no por el hecho de que sea verdad, que eso no les importa en absoluto, sino solo por el hecho de contarla. Máxime cuando dichos hechos y declaraciones vienen de personas que en lugar de dar luz arrojan oscuridad y confusión en las mentes de sus acólitos.

Me dicen que en estos casos hay que hacer como los hijos de Noé, tapar las vergüenzas de su padre, que eso es lo caritativo y yo me pregunto ¿ Cómo vas a tapar unas “vergüenzas”, que todos bendicen y nos las dan como normas de conducta y como la nueva dirección que debe tomar la Iglesia?

Solo cuando nos sintamos “orgullosos” y responsables de custodiar la Verdad seremos capaces de llevar la fe a los corazones de los hombres.

Solo entonces con nuestra veracidad seremos auténticos instrumentos de orientación a la que hemos sido llamados.

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