domingo, 7 de octubre de 2018

Renunciar A Un Sueño


No puedo decirles la cantidad de veces que he visto sufrir a mis queridos amigos a través de situaciones menos que ideales que dependían totalmente de ellos. En otras palabras, tenían una opción en el asunto. Estoy seguro de que has visto que esto suceda en tu propia vida. Viste a uno de tus amigos quedarse en una relación que sabías que no estaba entregando lo que necesitaban. Viste a uno de tus amigos quedarse en un trabajo que les estaba amargando la vida. Tal vez viste a alguien renunciar a un sueño. O tal vez ese alguien eras tú. No lo sé.

Puedes hacer lo que quieras. Solo debes quererlo lo suficiente. Puede salir de tus deudas, puede encontrar un trabajo que te guste, puedes teñirte el cabello de azul, puedes ahorrar para el automóvil de tus sueños. Puedes viajar y vivir simplemente. Calcula lo que quieres y ve tras ello.

Muy a menudo, veo que la gente se queda en una situación mediocre, “bien”, “normal”. Se mantienen en este estado de vida tibia por temor a que lo que hay fuera sea peor. No lo es. Lo prometo. Cuando avanzas en la vida, con intención, con objetivo, con propósito, no será peor. Puede ser más difícil. Puede significar compromiso. Pero no es peor.

¿Tienes metas? Pues traza tus objetivos y empieza a cumplirlos. Haz lo que amas, lo que te apasiona. La vida es para disfrutar del amor, la familia, el mundo. Haz que cada momento valga la pena, no te quedes con las ganas de viajar, de hacer ese deporte que te atrae, de estudiar lo que realmente te apasiona, de descubrir el mundo. 

Cuando empieces a vivir tu vida y dejes la mediocridad, te darás cuenta de que la satisfacción que sentirás valdrá la pena.

Olvídate de la aprobación y ten fe en que lo mejor aparecerá.



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