Al hablar de los estados
de ánimo hacemos referencia a los estados de activación emocional que una
persona mantiene durante un periodo de tiempo prolongado. Se puede definir como el humor o el
estado emocional y se diferencia de las emociones por el hecho de que es menos
específico i más constante en el tiempo, no se altera tan fácilmente ante un
estímulo
.
Los
estados de ánimo se pueden plasmar en una línea continua entre dos polos.
En esta línea vemos en un extremo la distimia (asociado
a la disforia o a la depresión), que corresponde a la baja activación anímica
y, por el contrario, en el otro extremo hay la hipertimia (asociado
con la euforia o la manía), que corresponde a la alta activación de ánimo. El
estado de ánimo normal se denomina eutimia.
Los trastornos
del estado de ánimo se pueden localizar a partir del punto en que se encuentre
dentro de esta línea y la constancia en que se mantenga en uno de estos
estados. Las personas que generalmente tienen un estado anímico más bajo y se
mantienen en la distimia son los que sufren trastornos como la disforia y la
depresión. Por el contrario, las personas que se mantienen en el extremo
opuesto, en la hipertimia, padecen trastornos de tipo hipomaníacos o maníacos,
según el grado de euforia.
Finalmente,
hay personas que no se mantienen en ningún punto si no que van cambiando de un
extremo al otro de esta línea, una temporada están depresivos y otra están
maníacos, cuando se da esta inconstancia en el estado emocional es lo que
definimos como el trastorno Bipolar.
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