Es frecuente escuchar en algunas personas la frase: “los
jóvenes no leen”, lo que se ha convertido en una situación preocupante para los
educadores, quienes asocian este desinterés a la falta de hábito durante la
infancia; para ellos, es imprescindible fomentar el amor por la lectura durante
la niñez, una tarea que a veces resulta difícil para los padres, debido a que a
los pequeños el pasatiempo tecnológico les atrae más. Es recomendable que los
adultos sean conscientes de los beneficios que proporcionará la lectura al
futuro de los infantes.
Para la escritora y directora de la Biblioteca Infantil y
Juvenil República Dominicana (BIJRD), Dulce Elvira de los Santos, la lectura
permite al niño ampliar la visión del mundo y acceder a la cultura, ya que es
la base principal de la educación, y una vía para acceder al conocimiento.
De los Santos destaca que para desarrollar el hábito de
lectura en los niños existen diversas maneras, donde la más importante es que
los educadores, a la hora de orientar a los más pequeños, le pongan entusiasmo
y pasión.
Cuando un niño lee un libro lo ayuda a estimular su
imaginación y su creatividad, haciendo que sienta más interés por lo que le
rodea y aumente su cultura. Asimismo, el hecho de que diariamente lea unas
páginas de un libro o un cuento adecuado para su edad, hará que mejore su
vocabulario, aprendiendo nuevas palabras y desarrollando su agilidad mental,
explica.
“Los niños son curiosos y tienen deseos de aprender. Se dejan
llevar por el juego, la magia y la imaginación. Todos estos elementos pueden
usarse para que ame leer y se divierta leyendo”, dice De los Santos.
A los más pequeños, recomienda leerles las historias en voz
alta mientras se juega dramatizando los textos. “Lo cierto es que un cuento
puede convertirse en una lectura interactiva si el padre, por ejemplo, utiliza
diferentes utensilios para simular las pisadas del gigante, puede hacer
diferentes voces para cada uno de los personajes, y utilizar sonidos para
ejemplificar las situaciones que se presenten en el cuento”, expresa.
De los Santos sugiere tener en el hogar una maleta para
colocar objetos que sirvan para dinamizar la escena cuando los padres decidan
contar historias o recitar poesías a sus hijos. De esta manera, asegura que
cada vez que el niño vea la maleta sabrá que se acerca un momento divertido, y
eso no lo olvidará jamás. “Cuando tengan un nuevo libro, es necesario que los
adultos se muestren emocionados y le digan al niño que tienen ganas de saber de
qué trata la historia”.
Igualmente, la escritora señala que es importante que los
adultos lleven a los niños a la Biblioteca Infantil y Juvenil y a la
realización de Ferias del Libro, ya que son lugares que lo incentivarán a
elegir lo que quieren leer.
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