jueves, 20 de diciembre de 2018

Atribuciones


En psicología social, la atribución es el proceso de inferir las causas de los acontecimientos o comportamientos. El psicólogo austriaco Fritz Heider, padre de la teoría de la atribución, la definió como un método para evaluar cómo la gente explica el origen de su propio comportamiento y el de los demás.

Teorías aparte, en nuestro día a día, la atribución es algo que todos hacemos constantemente, sin ninguna conciencia de los procesos subyacentes y los prejuicios que conducen a nuestras inferencias. Las atribuciones que hacemos a diario no son algo menor.

Las atribuciones que realizamos tienen una influencia importante en nuestros sentimientos y también en la forma de pensar y relacionarnos con otras personas.

En este sentido, somos propensos a hacer atribuciones internas o externas, dependiendo de nuestra personalidad o de la influencia que tienen en nosotros diferentes factores. Los sesgos cognitivos, por ejemplo, desempeñan un papel importante en este aspecto.

En su libro La psicología de las relaciones interpersonales (1958), Heider sugirió que las personas observan a otros para analizar su comportamiento. Además, postuló que llegan a sus propias conclusiones para explicar el sentido de las acciones que observan.

La teoría de la atribución de Heider trata de analizar cómo explicamos el comportamiento de las personas y los acontecimientos de la vida. En psicología social esto se llama proceso atributivo. Para Heider, tendemos a atribuir la conducta de los demás a una de entre dos causas posibles: una causa interna  o una causa externa.

Las causas internas o atribuciones internas se refieren a características y rasgos individuales, como rasgos de personalidad, inteligencia, motivación, etc. Las causas externas o atribuciones externas son las que se otorgan a las fuerzas situacionales, como la suerte, al tiempo meteorológico o a las acciones de terceras personas.

En 1965, Edward Jones y Keith Davis sugirieron que las personas hacen inferencias sobre otros cuando las acciones son intencionales, y no accidentales, en su teoría de la interferencia correspondiente. El objetivo de esta teoría es explicar por qué la gente da atribuciones internas o externas.

Según esta teoría, cuando las personas ven a otros actuar  de cierta manera, buscan una correspondencia entre los motivos y sus comportamientos. De este modo, las inferencias que hacemos se basarían en el grado de elección, la probabilidad de aparición de la conducta y los efectos de ese comportamiento.

Esta teoría solo se ocupa de cómo las personas realizan atribuciones internas, pero no aborda cómo las personas hacen atribuciones infiriendo causas circunstanciales o externas.

La teoría de Weiner, derivaba del trabajo de Heider, es un un modelo integrador de las adscripciones causales y de los efectos cognitivos, afectivos y conductuales que las atribuciones pueden tener.

Weiner desarrolló la teoría de la atribución para explicar la asociación entre la inferencia causal y éxito y el fracaso académico. Para ello se centró en identificar las diferencias en las necesidades y rendimiento de las personas cuando piensan en sus éxitos o fracasos.

El modelo motivacional de Weiner (1986) explica la conducta de logro mediante las atribuciones causales percibidas por las personas en resultados de logro anteriores. Dicho de una manera más sencilla, el éxito estaría relacionado con cómo las personas han explicado sus éxitos anteriores.
Esta teoría relaciona las expectativas para el futuro con la estabilidad de las atribuciones realizadas. Así, las atribuciones más estables sostienen las expectativas de obtener el mismo resultado en el futuro, mientras que las atribuciones más inestables producen cambios de las expectativas sobre el resultado futuro.

Así, si pensamos que nuestro éxito se debió a un momento de inspiración supondremos que la probabilidad de repetirlo es menor que si suponemos que se produjo porque somos personas inteligentes. La inspiración va y viene, la inteligencia está “siempre con nosotros”.

Harol Kelley aborda el estudio de la validez atributiva para explicar cómo deciden las personas que sus impresiones sobre un objeto son correctas. Según el modelo de variación de Kelley, las personas hacen inferencias causales para explicar por qué otras personas se comportan de una manera determinada.

Esta forma de realizar atribuciones tiene que ver con la percepción social y la autopercepción. Según este modelo, las causas de un resultado se pueden atribuir a la persona (interno), al estímulo (externo), a la circunstancia o a alguna combinación de estos factores.

Criterios y atribuciones
Así, las atribuciones se hacen sobre la base de tres criterios: consenso, carácter distintivo y consistencia.
Consenso: existe “consenso” cuando todas a la mayor parte de las personas responden frente al estímulo o situación, de igual modo que la persona observada.
Carácter distintivo: cuando la persona observada responde de forma distinta a otros estímulos o situaciones similares.
Consistencia: cuando la persona responde siempre de la misma forma o parecida al estímulo o situación considerada.

Así, en función de estos tres parámetros, estableció tres tipos de atribuciones.
“Consenso alto/distintividad alta/consistencia alta”: es propio fin de la conducta el que hace que la persona actúe así.
“Consenso bajo/distintividad baja/consistencia alta”: son las características personales las que hacen que la persona actúe así.
“Consenso bajo/distintividad alta/consistencia baja”: son las circunstancias que rodean a la decisión las que hacen que el sujeto actúe así.


Sea siguiendo un modelo u otro, lo cierto es que ninguna persona se priva del “placer” de intentar darle una explicación a su conducta y a las de los demás. Esto es así porque hacer bien esta tarea nos da una gran ventaja para operar en el mundo, ya que entendemos que una atribución correcta nos hará ser más hábiles a la hora de predecir resultados y acciones.

Detrás De La Incertidumbre

La vida está hecha de decisiones. Desde el momento en que llegamos a este mundo comenzamos a moldear nuestro camino en función de las decisiones que tomamos; estemos conscientes de ello o no.
Muchos pensadores a través de la historia han coincidido en que lo único peor que una mala decisión, es la indecisión. 

Quizá algunos pensamientos detrás de esta conclusión, son que «quien no decide, deja que otros decidan por él», que «no decidir, enajena a la persona de su propia vida» o que «no decidir, también es una decisión». En cualquier caso, existe un hecho innegable: se tomen decisiones o no, el tiempo seguirá su curso y las cosas o eventos ocurrirán. Esto crea la sensación de que tomar decisiones es algo obligatorio o inevitable en la vida. Quizá el tema central sea, qué tanto las personas están dispuestas a intentar influir es sus posibilidades a futuro, a partir del conocimiento de su pasado y su situación presente.

Algunas decisiones pueden tener un profundo impacto en la vida de las personas. Piensa en lo que implica elegir una carrera profesional, elegir una pareja o en invertir en algún negocio. Una decisión, puede ser la diferencia entre una trayectoria vital satisfactoria o una de frustración y desencanto. Las decisiones son fundamentales en el desarrollo de las personas y es frecuente que no se tengan elementos para evaluar la conveniencia de tomar una u otra decisión. Pero ¿es posible aprender a decidir? Un grupo creciente de científicos se encuentra en la búsqueda de esta respuesta, que está lejos de ser sencilla.

En primer lugar, habría que plantearnos si es posible decidir de manera libre y consciente, lo cual ha sido tema de debate por cientos de años en el campo de la filosofía. Hay quienes piensan que estamos determinados por una serie de influencias materiales, sociales, culturales o incluso inconscientes, que se ubican de manera silenciosa, pero poderosa, detrás de nuestras decisiones. Por otro lado, existen quienes se declaran en favor de la posibilidad del libre albedrío, como una facultad humana que hay que conquistar; es decir, el simple hecho de ser, no hace libre a una persona. Es en el ejercicio voluntario de conocerse y conocer a los otros, de donde puede emanar cierta libertad. En este sentido, la libertad se acerca a la concepción heideggeriana o del budismo zen, cuando decían que la libertad incluye a los otros.

Si no es posible predecir el resultado de una decisión, ¿cómo saber si una decisión es buena o mala?
Aprender a decidir, entonces, requiere en primera instancia el auto-conocimiento en relación con el mundo, para tener claridad respecto a los propios deseos, anhelos y pasiones, así como sus alcances o matices. Sólo entonces se puede realizar, lo que recomiendan algunos psicólogos sociales: tomar decisiones en función, no del resultado que se espera obtener al final (p. ej. Ingresar a una universidad), sino del proceso requerido para lograrlo

Esta recomendación parte del principio de que el resultado de una decisión, depende de muchas variables que están fuera del control de quien decide. En realidad, una persona sólo puede controlar los pasos que componen el proceso, no el resultado en sí. Pero, si no es posible predecir el resultado de una decisión, ¿cómo saber si una decisión es buena o mala? ¿Cómo saber si estudiar en tal o cual universidad ofrecerá mejores oportunidades laborales? ¿Cómo saber si implementar una nueva política empresarial generará un incremento en las ventas? De acuerdo con el Dr. Utpal Dholakia, la respuesta es simple: no es posible saberlo con certeza.

Sin embargo, sí es posible tomar decisiones informadas y/o consensuadas con otros, que promuevan el sano desarrollo de las personas y que generen planes de acción bien delimitados que incrementen la probabilidad de conseguir lo que se desea de manera individual o grupal. Actuar de esta manera incrementa la motivación y el compromiso de una persona hacia su plan de acción, pues lo ha realizado en congruencia con sus valores, principios y deseos. Finalmente, ya sea que el resultado obtenido sea el esperado o no, las acciones tomadas habrán sido satisfactorias desde un punto de vista ético y axiológico. Algo fundamental es que, dentro de este esquema para la toma de decisiones, exista apertura al cambio, creatividad en la resolución de dificultades o búsqueda de alternativas y flexibilidad, de otro modo se dificulta adaptarse a las cambiantes condiciones de la realidad.


Esto nos acerca a aquello que numerosos poetas, como Rudyard Kipling o Constantino Cavafis, intentaron transmitir: lo más importante es aprender a disfrutar el camino.

Dejémoslo Para Más Tarde

Yo tiendo a la procrastinación, a veces peligrosamente. La gente que me rodea, tiende a la procrastinación. Probablemente todos nosotros tendemos en mayor o menor medida a la procrastinación. Pero ¿qué diablos es la procrastinación y por qué está tan de moda en Internet?

En pocas palabras, la procrastinación sería el hábito de aplazar las cosas que deberíamos hacer, enredándonos en tareas menos importantes o incluso gastando nuestro tiempo deliberadamente en cosas que nos obligamos a creer que son más perentorias. Todo ello por miedo, por pereza, porque analizar demasiado algo nos lleva a la parálisis… porque nuestro cerebro está diseñado para ello.

Posiblemente el término, hace unos años casi ajenos del acervo cultural de la gente, está tomando relevancia gracias a Internet. Y es que Internet en sí mismo es una fuente infinita de procrastinación, que se lo digan a los oficinistas que tienen un ordenador delante y no dejan de entrar en Facebook para comentar fotos de gatitos.

Las distracciones son tan poderosas porque nos permiten evadirnos de lo que no tenemos ganas de acometer. Aunque nuestros objetivos mentales sean razonables o incluso necesarios para alcanzar algún fin importante, la mayoría de nosotros, en un momento u otro, “nos despistamos”. No, lo haré mañana; no, todavía no me he puesto con el inglés porque últimamente tengo mucho trabajo; no, me queda por resolver cuatro cosas antes de acudir a la autoescuela… ¡son cosas muy importantes! ¡De verdad!

Si nuestro cerebro estuviera mejor ensamblado, quizá estaría dotado de una voluntad más férrea que, ante las urgencias más serias, se atendría sólo a objetivos fijados detenidamente.

Según el psicólogo Gary Marcus, está generalizada propensión a las distracciones y las ausencias mentales (y la facilidad para esgrimir excusas) es una consecuencia más de:
la deficiente integración entre un conjunto reflejo y ancestral de mecanismos orientados a fijar objetivos (quizá compartido con todos los mamíferos) y un sistema deliberativo de evolución más reciente, que, por inteligente que parezca, no siempre participa en el proceso.

Las estadísticas nos indican que entre el 80 y el 95 % de los estudiantes universitarios postergan sus obligaciones, y dos tercios de todos los estudiantes consideran que tienen por costumbre postergar las cosas.

Según otros cálculos, entre el 15 y el 20 por ciento de todos los adultos se ven crónicamente afectados; y no puedo por menos que preguntarme si el resto sencillamente miente. A la mayoría de las personas les preocupa la tendencia a postergar; en general la describen como algo malo, perjudicial y estúpido. Y, sin embargo, casi todos incurrimos en ella.

El problema, pues, es que a menudo aplazamos lo que es importante hacer, incluso para mejorar nuestra vida de algún modo, a fin de sumergirnos en otras actividades que no nos permitan sentir remordimientos: ver la televisión, por ejemplo. No digo que ver el último capítulo de Lost no sea importante, pero seguramente es un objetivo con menos prioridad que muchos otros.

Y ¿cuáles son las cosas que suelen excitar nuestra procrastinación al máximo?


Las tareas más susceptibles de ser postergadas reúnen, por lo general, dos condiciones: no nos divierten y no es obligatorio realizarlas ahora mismo. A la menor oportunidad, aplazamos las tareas que más rechazo nos producen y nos recreamos en lo divertido, a menudo sin detenernos a pensar en el coste final. 

La postergación es, en suma, el hijo ilegítimo de la tasa de descuento al futuro (la tendencia a devaluar el futuro respecto al presente) y el uso del placer como brújula chapucera.

El Mundo De Los Mundanos


Se le llama mundano a todo aquello que está relacionado con el mundo terrenal o material, en contraposición a lo que está relacionado con lo celestial o espiritual. De igual forma, esta palabra también puede referirse a los eventos, grupos y actitudes propias de la clase alta, pudiente, que, por lo general, son lo suficiente distintivas para diferenciarlos de las clases bajas o plebeyas. Aplicado a las personas, quiere decir que se encuentra vinculada a círculos sociales de clase alta o convive con los que a este pertenece. Sin embargo, también puede hablarse de una persona que está muy atenta a los objetos terrenales, sin importar si estos se consideran bienes de valor monetario o no.

“Todo el mundo” (es decir: todo aquel miembro de nuestra sociedad que ha rebasado la primera infancia y que no es un débil mental o un retrasado mental) sabe muchas cosas sobre moral, de la misma manera a como todo el mundo sabe muchas cosas de medicina, de gramática o de arquitectura.

Cuando hablemos “de moralidad” (o de la vida moral), en un sentido lato, nos referiremos tanto a la moral en el sentido estricto (relativo a los mores de una sociedad dada), como a la ética, o incluso al derecho (a la “vida jurídica”); puesto que no sólo el estudio de los mores, sino también el de las normas éticas y aun el de las jurídicas se engloba (aunque sea por analogía de atribución) en la esfera de los “estudios morales” o en la de las “ciencias morales” (en cuanto puedan ser consideradas como contradictorias de las ciencias de la religión, de las ciencias psicológicas o de las ciencias estéticas). 

La moralidad mundana (en este sentido lato) incluye no sólo una determinada práctica moral (por ejemplo un buen corazón), sino también unos conocimientos sobre esa práctica, un análisis diferencial de sus componentes, como lo demuestra la realidad de los vocabularios morales de una sociedad determinada.

Pero el análisis de la “vida moral” no se agota en el análisis del lenguaje moral, como tampoco la vida moral se agota en el decir las palabras morales. Es sobre todo un hacer, una praxis y, por ello también, un decir, pero en la medida en que el decir es también un obrar (como ya lo sabía Platón cuando escribió su Crátilo, veinticuatro siglos antes de que J.L. Austin escribiese How To Do Things with Words, 1962).

Hablar es componer (operatoriamente) sonidos, moviendo los músculos estriados de nuestros órganos de la fonación, de modo semejante a como movemos nuestras manos al componer (descomponer) o construir (destruir) cosas corpóreas.


Hablando pueden realizarse obras tan inmorales o tan morales como martilleando o amasando. 

Reconoceremos, por tanto, la necesidad de distinguir entre el conocimiento mundano de la moral de un pueblo por el mismo pueblo, y el conocimiento científico que de la moralidad de ese pueblo pueda constituirse desde una perspectiva ética  y que ya no tendrá por qué considerarse idéntico al conocimiento mundano  del pueblo de referencia, aunque no sea más que porque la perspectiva étics tendría que aplicarse a otros pueblos

Escuchar Y Comprender

“Es importante descubrir al otro en todo lo que comunica, no solamente lo que dice en palabras”
Muchas veces experimentamos dificultades a la hora de relacionarnos con los demás, no solo por no saber comunicarnos o expresarnos abiertamente, sino por no comprender a los demás, por no captar realmente lo que nos están diciendo.

Un fragmento del filósofo Heráclito dice: “Incapaces de escuchar y de hablar, así son los hombres”. Cuando escuchamos a los demás, siempre estamos pensando en algo y vamos al encuentro del otro con preguntas previas (Heidegger), porque cuando escuchamos a otro nos preguntamos qué tiene que ver eso con nosotros, con nuestros intereses. Y sin quererlo, ya no estamos escuchando realmente al otro, sino que seguimos centrados en nosotros mismos, buscando lo que nos interesa.
Hay veces que estamos tan centrados en nosotros, que cuando el otro quiere abrirse para contarnos algo, en pocos instantes ya estamos pensando en alguna situación nuestra similar y hasta le interrumpimos contándole lo que nos sucede a nosotros. La autorreferencialidad es algo muy extendido y es difícil encontrar a alguien que escuche despojado de todo interés o ansiedad por contar lo propio.

La costumbre de estar atento al otro solamente en la medida en que lo que tenga para decir tenga que ver conmigo, es el gran obstáculo para la comprensión de los demás.

Solo si amamos realmente al otro, le escucharemos atenta y desinteresadamente, tratando de comprenderle más allá de si tenemos algo para decir o no, de si tiene que ver con nosotros o no. No son pocas las veces que las personas que no se sienten escuchadas tienen que advertirle al otro: “¡Esto no tiene que ver contigo!, solo quiero compartirlo”.


Para comprender a los demás no alcanza con entender lo que dice, con captar sus ideas, sino también lo que siente, lo que trata de poner en palabras y tal vez no lo diga de la mejor manera. 

Descubrir al otro en todo lo que comunica, no solamente lo que dice en palabras, es escucharle completamente. 

Motivación Intrínseca

Motivación intrínseca se refiere a la realización de acciones por la mera satisfacción de hacerlas sin necesidad de ningún incentivo externo. Un hobby.

Se piensa que los dos tipos de motivación (intrínseca y extrínseca) eran aditivos, y podrían ser combinados para producir un nivel máximo de motivación. De hecho, la motivación extrínseca puede ser útil para iniciar una actividad, pero esta puede ser después mantenida mediante los motivadores intrínsecos de esta.

Algunos autores distinguen entre dos tipos de motivación intrínseca: uno basado en el disfrute y el otro en la obligación. En este contexto, la obligación se refiere a la motivación basada en lo que un individuo piensa que debería ser hecho. Por ejemplo, un sentimiento de responsabilidad por una misión puede conducir a ayudar a otros más allá de lo que es fácilmente observable, recompensado, o divertido. Evidentemente, se refiere aquí a la obligación de autoexigencia, ya que la obligación por parte de terceros sería un motivante extrínseco.

La motivación intrínseca se ha estudiado intensamente por los psicólogos educativos desde 1972, y numerosos estudios han encontrado que está asociada con altos logros educativos y disfrute de estudiantes.

Actualmente no hay una 'teoría unificada magistral' para explicar el origen o los elementos de la motivación intrínseca. La mayoría de las explicaciones combinan elementos del trabajo de Bernard Weiner sobre la 'teoría de la atribución', el trabajo de Bandura en 'auto-eficacia' y otros estudios concernientes al 'lugar del control' y 'la teoría de la meta'. Así se piensa que los estudiantes están más predispuestos a experimentar la motivación intrínseca si ellos:

Atribuyen sus resultados educativos a los factores internos que pueden controlar (ej. la cantidad de esfuerzo que invirtieron, no una “habilidad o capacidad determinada”).
Creer que pueden ser agentes eficaces en la consecución de las metas que desean alcanzar (ej. los resultados no son determinados por el azar.)
Están motivados hacia un conocimiento magistral de un asunto, en vez de un aprendizaje maquinal que puede servir para aprobar.

Nótese que la idea de la recompensa por el logro está ausente de este modelo de la motivación intrínseca, puesto que las recompensas son un factor extrínseco.

En comunidades y organizaciones que comparten el conocimiento, los individuos que las integran citan a menudo razones altruistas de su participación, incluyendo entre ellas el contribuir para un bien común, una obligación moral hacia el grupo, una labor educativa o un 'devolver a la sociedad'.

Este modelo de la motivación intrínseca ha emergido a partir de tres décadas de la investigación por centenares de educadores y todavía se está desarrollando.

La motivación extrínseca proviene del exterior. Es el tipo de motivación que nos lleva a hacer algo que no queremos mucho pero sabemos que al final habrá una recompensa. Se trata de actividades que se hacen para lograr una meta en particular como estudiar mucho en la universidad no por el gusto de estudiar, sino para obtener un título, o realizar un trabajo aburrido por obtener la paga. Las labores de limpieza diarias se realizan por vivir en un lugar placentero y no porque el gusto de limpiar en sí mismo.


A veces las personas piensan que la motivación extrínseca es superficial o vacía, pero puede ser una fuerza muy poderosa. La mayoría de las cosas difíciles se vuelven más tolerables cuando tenemos algo que obtener al final.

Imponderables Urticantes

Si Dios era todopoderoso y tenía poder ilimitado, ¿por qué podría revelarse y ayudar solamente a una pequeña sección de la humanidad por medio de una sola religión? ¿Por qué hablaría solamente a una pequeña área donde el cristianismo se inició y se extendió, e ignoraría el resto del mundo? Si tenía poder ilimitado, ¿acaso no tenía el poder de hablar y obrar por medio de todas las religiones y fes, con tal de que la gente que lo siguiera lo buscara sinceramente y con su propia espiritualidad?

Digamos que usted fuera Dios, con toda su infinita sabiduría y poder y comprensión, y digamos que alguien que buscara sabiduría, espiritualidad, alta moral, etc. estuviera expuesto sólo al Islam o Buda a causa de vivir en cierta área geográfica. Ahora bien, ¿no querría usted tratar de trabajar con él o con ella por medio del Islam o del Budismo? ¿O diría usted solamente: "No. No tendré nada que ver con usted a menos que usted venga a mí por medio de una religión en particular que está en una región particular del mundo"? ¿Cuál de las dos cosas haría usted? ¿Por qué aislar una pequeña área geográfica cuando usted tiene el poder para no hacerlo? ¿Sería efectivo o eficiente? Si Dios pudiera obrar y hablar solamente por medio de una religión, ¿no demuestra eso a un Dios con poder limitado, en lugar de un Dios con poder ilimitado? 

Si Dios creó todo lo que existe, debe apreciar y amar la variedad, pues hay toda una variedad de razas entre los seres humanos, especies de vida vegetal, animales e insectos, rocas, etc. Así que, si Dios ama y acepta la variedad en todas las cosas creadas, entonces ¿por qué no haría lo mismo a favor de la variedad de diferentes religiones y fes que aparecen en el mundo también? Decir que una religión es verdadera, mientras que todas las demás son falsas sería como decir que una raza de seres humanos o animales existe, mientras que el resto no. Ahora bien, eso sería totalmente absurdo e incorrecto, ¿verdad? Por consiguiente, ¿no deberíamos llegar a la conclusión de que hay belleza, verdad y divinidad en todas las religiones y fes? 


Si usted fuera Dios, y omnipotente, y pudiera ver a través del tiempo, ¿crearía usted un mundo sabiendo de antemano que la mayoría de los habitantes terminarían en un infierno eterno? Si sólo cristianos fueran al cielo y todos los demás fueran al infierno, entonces eso significa que, puesto que la mayoría de los habitantes del mundo entero no eran cristianos, y la mayoría de la gente ahora tampoco son cristianos, la mayoría de la gente que han vivido terminarán en la condenación eterna del infierno. Por consiguiente, las consecuencias negativas superarían vastamente a las positivas. Así que, ¿para qué crear este mundo? ¿No sería una inversión mala y horrible? Además, si usted fuera Dios, ¿querría terminar pasando una eternidad castigando una y otra vez a los miles de millones de personas que alguna vez vivieron en la tierra, con fuego y azufre en el infierno? ¿Por qué querría usted hacer eso? Sería como tomar una decisión comercial que usted sabía de antemano lo dejaría con una enorme deuda para siempre.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Querer Es Poder






No existen peores frase como las del tipo “deja eso así” o “tú no lo puedes hacer”. 

Esas afirmaciones calan en lo más profundo de la identidad de cada uno, deparando en sueños frustrados, convirtiéndose poco a poco en una voz oscura y atemorizante que nos dice continuamente que es imposible hacer o conseguir eso que aspiramos.

Por estas situaciones nos encontramos con cientos de personas en la calle, infelices, trabajando en lo que no quieren porque les dijeron que alcanzar los sueños o hacer lo que se querían no era posible, no era lo indicado, que es mejor hacer lo que dicta la sociedad o tus padres.

Hay muchos ejemplos. Pongamos uno típico: el prestigio social de un doctor, que casi siempre será mayor al de un saxofonista, pongamos por caso. ¿El sueño o la realidad?

“Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños, y en él hallarás a un simple obrero.”
-James Cash Penny-

Pero nunca es tarde, nada es imposible, siempre existe tiempo para frenar y regresar un poco a lo que de verdad queríamos aprender, hacer o ser, no hay más límites que los que nos pongamos a nosotros mismos.

Si no me creen pueden preguntarle a Jacob Barnett, un niño que nació con síndrome de Asperger y a cuyos padres les afirmaron que era imposible que su hijo aprendiera a hablar o a hacer cosas tan sencillas como amarrarse los cordones de los zapatos.

Jacob no solo lo hizo, sino que a sus cortos 14 años ostenta el título del astrofísico más joven del mundo, y está por conseguir su doctorado en física cuántica, entre otros logros.

Otro ejemplo, el de Pablo Pineda, quien rompió todos los paradigmas al convertirse en la primera persona con síndrome de Down en conseguir un título universitario en Europa y protagonizar una película. Y a este caso se le suma el caso de Iker, un niño con síndrome de Down que habla inglés, español y francés de forma fluida.

Y la lista puede extenderse por varias páginas y libros, la conclusión es la misma: el que quiere puede, nada es imposible. Es necesario repetirse la idea de que cada uno es el verdadero dueño absoluto de su destino.

“Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.”
-Paulo Coelho-


Los límites se los coloca cada uno, porque la verdad es que uno decide a quien escuchar y a quién obedecer, a quien le damos poder sobre nuestra vida. Y por eso los sueños y aspiraciones nunca se deben abandonar.

Leer Es Comprender

Leer es construir el significado de lo que leemos

En el proceso de lectura intervienen varios factores, entre los cuales el más importante de todos es el texto. Para ser comprendido debe tener una estructura lógica, coherencia en su contenido y una correcta organización, aunque esto no asegura que el lector pueda interpretarlo.

Para que el lector pueda comprender el texto, este realiza un esfuerzo cognitivo durante la lectura, es decir, procesa y atribuye significado a lo que va leyendo.

La atribución se realiza a partir de conocimientos previos que aporta el lector. Llegados a este punto debemos tener en cuenta que los lectores que llegan a un determinado texto poseen distintas motivaciones, expectativas y conocimientos previos. De ahí que no todos puedan interpretar lo mismo de un solo texto, ya que la comprensión depende de tres factores: previo, el texto, el conocimiento os objetivos y la motivación.

Conocimiento previo: lo formamos a través de nuestra interacción con los demás a lo largo de toda nuestra vida. Nos hace construirnos representaciones de la realidad que nos rodea. Es relativo y ampliable.

Objetivos (o intenciones): dependen del lector, según para qué lea el texto. Por ejemplo, no es lo mismo leer para hacernos una idea general de un texto que leer para explicárselo a otra persona. Los objetivos son cruciales porque determinarán las estrategias empleadas por el lector en el momento de la lectura.

Motivación: afecta directamente a la implicación del lector en la lectura, puesto que este se debe sentir capaz de leer y de comprender el texto. La lectura debe ser motivadora por sí misma (ha de conectar con los intereses de la persona)

LEER ES COMPRENDER
Comprender se define como un “proceso de construcción de significados”.
En relación a la lectura, para que el lector pueda comprender el texto que tiene delante debe encontrar un sentido al esfuerzo cognitivo que le supone la lectura (exige conocer qué va a leer y para qué).


Confesión De Una Apariencia

Que no te engañe la cara que llevo. Porque sólo es una máscara, una de las máscaras que temo quitarme y ninguna de ellas soy yo. Aparentar es un arte que dominio, pero no te dejes engañar. Te doy la impresión de ser fuerte, de que dentro y fuera de mí hay un día soleado y apacible, de que mi nombre es “confianza” y que “control” es mi juego.

De que el mar está sereno y yo sereno al timón, de que no necesito a nadie, pero no me creas. Mi exterior refleja serenidad pero sólo es una máscara, siempre cambiando, siempre ocultando.
Detrás de ella hay confusión, temor y soledad, pero esto lo escondo. No quiero que nadie lo sepa. Me da pánico que mi debilidad y mi temor queden expuestos.

Es por eso el afán con que he creado una máscara en dónde ocultarme. Una fachada indiferente y sofisticada que me ayude a fingir, que me sirva de escudo ante una mirada conocedora. Pero precisamente, esa mirada es mi salvación, mi única esperanza, lo sé.

Siempre y cuando venga acompañada de aceptación y de amor. Es lo único que puede liberarme de mí mismo, de la prisión que yo solo he construido. Es lo único que puede revelarme lo que yo mismo no me he podido revelar, que soy alguien que valgo. Pero esto no te lo digo. No me atrevo. Tengo miedo que tu mirada no venga acompañada de aceptación y de amor.

Temo rebajarme ante ti, que te rías. Tengo miedo de que me rechaces. Por eso es que juego mi juego, mí desesperado juego de aparentar, con una fachada de seguridad por fuera, y un niño temeroso por dentro.

Así empieza el desfile de máscaras, y mi vida se coloca al frente, con caretas destellantes pero vacías. Inútilmente platico contigo en los tonos suaves de una plática superficial. Te digo todo acerca de nada, y nada acerca de lo que es todo para mí.

Así que cuando te hable, no te dejes engañar por lo que te diga. Por favor escucha cuidadosamente, trata de oír lo que me gustaría decir, pero que no puedo manifestar abiertamente. No me gusta esconder. No me gusta jugar al impostor. Quiero dejar de aparentar. Quiero ser auténtico, espontáneo, pero tienes que ayudarme. Entiéndeme tu mano aun cuando parezca ser lo último que necesito. Cada vez que eres amable, cada vez que tratas de comprenderme, mi corazón hace crecer unas alas, unas pequeñas alas, unas alas frágiles ¡Pero alas!.

Una arraigada convicción de que valgo poco me ha hecho construir una muralla a mí alrededor. Mientras más te acerques a mí, con más ímpetu te rechazaré. Es irracional pero, contrario a lo que dicen los libros acerca del hombre, frecuentemente soy irracional.

Se me ha dicho que el amor es más fuerte que cualquier barrera, y en ello está mi esperanza. Por favor trata de derrumbar esa muralla con manos firmes pero gentiles, ya que mi niño interior es muy sensible.

                            

El Poder De La Convicción


¿Qué es realmente convencer?, ¿Es conseguir que una persona se decida a hacer algo?, ¿Es un logro? O posiblemente, ¿Es asegurarse a sí mismo o hacia alguien?

El poder de convencer es una posibilidad de llevar o guiar el objetivo hacia nuestro terreno, nuestra situación o simplemente hacia dónde queramos llegar. En ocasiones poniendo como meta dicho convencimiento.

El poder de convencer no está detrás de un simple convencimiento, porque para ello se necesitan varios factores que son los que les dan a dicho acto el empujón para que la palabra convencer tome fuerza y tenga valor.

Estos factores podrían ser: el momento en el que se realice el acto, el tiempo, la situación o la forma en la que el poder de convencer se pueda llevar a cabo, para así llegar a su fin, o mejor dicho: a su objetivo.

El poder de influir es el punto más poderoso que un grupo de personas puede tener. Y las cuestiones serían el cómo hacerlo y cuáles serían las principales armas.

COMO TENER EL PODER DE CONVENCER
Estas herramientas que por sí solas dan el empuje y necesidad de poder llegar al poder de convencer.

Piezas que van encajando y poco a poco se entrelazan dándole sentido a todos los actos y hechos por un simple y único fin.

Puzle con infinitas posibilidades con una única imagen y una misma tonalidad de color: El poder de convencer.
La Integridad:
Realmente la herramienta necesaria para tener ese poder es la integridad. Aunque en la mayoría de las ocasiones ese elemento simplemente es una carcasa para llegar a la venta, a la persuasión o al punto final del proceso del poder de convencer.
La integridad significa bondad, honradez, confianza,… Los seres humanos hoy en día dependemos de la sociedad y para ello buscamos lo que realmente nos pueda dar ese factor. Es un desafío entre toda la sociedad, desde los que tienen o buscan el poder de convencer hasta la gran mayoría de la sociedad restante.
La autoridad:
La sociedad en sí no es consciente del grado de manipulación que pueden tener las figuras autoritarias. La autoridad es el poder de determinar, ordenar, mandar y dirigir. Escondiendo así los símbolos, eslóganes, marcas y frases,…
Simplemente con el poder de convencer nos hacen ver lo que exactamente quieren que veamos y sepamos.
La escasez:
Esta herramienta también tiene valor sobre el convencimiento, ya que lo escaso, único, poco visto o limitado, es lo que nos produce intriga o nos llama la atención.
La escasez es el factor que deja en ausencia la necesidad de algo, pero que así hace potenciar el interés de la sociedad fomentando en casos excepcionales dicho poder.
La reciprocidad:
La obligación o sentimiento de dar a cambio. La reciprocidades lo que te hace de enlace entre la ida y la vuelta, un favor como hecho y dar algo a cambio. Podría ser un regalo u ofrecer lo más mínimo siempre con la intención escondida de que tras ese hecho, favor, regalo u objeto de convencimiento, se llegue a lo que realmente nos interesa.
El agrado:
La parte física o lo que realmente nos hacen ver o lo que vemos también es muy importante dentro del convencimiento. El agrado es lo que nos gusta, complace o cae bien. Tiene mucha más facilidad lo que cae o es agradable en la sociedad para llegar a convencer, porque nos dejamos influenciar más fácilmente, es decir, nos dejamos convencer consciente o inconscientemente.

Diversas formas y herramientas para llegar al poder de convencer. Citando así algunas de ellas para darle sentido al camino de la convicción.

Aunque hoy en día casi todo se mueve tras este poder: publicidad, televisión, etc.

.La Información Precisa

La información, en síntesis, es la materia prima, el eje central que ha prendido y dinamizado exponencialmente a niveles incontenibles el desarrollo de la tecnologías informáticas (TI) o tecnologías aplicadas a la información.

El desarrollo de la microelectrónica y las telecomunicaciones son la base para el funcionamiento de los actuales computadoras, que permiten a un usuario normal, poder manejar, portar, llevar, transferir, intercambiar información con verdaderamente pocas limitaciones, y sin que requiera ser especialista ni tener conocimientos avanzados para manejar la tecnología, cuyas características fundamentales son el ser cada día más cercanas al usuario de una manera transparente, dejando todo el trabajo interno y complicado al manejo automático de tantas aplicaciones para el manejo de todo tipo de documentos e información en formatos de texto o en la también multiplicidad de opciones de la multimedia.

En la sociedad de hoy, denominada por algunos la sociedad de la información, hay un reconocimiento de la importancia general del estar suficiente y correctamente informado para toda actividad, no solamente para las productivas sino también para lo social y particular, por ello, la computadora que es un invento de la vida moderna y nos resulta tan útil ·porque permite tareas fundamentales para el hombre en sus procesos de comunicación, como son el almacenamiento y procesos sistematizados y automatizados en el tratamiento de la información, esto sin contar con las posibilidades del entretenimiento y de obtener casi infinitos volúmenes de información con el uso en crecimiento de la Internet.

La información que se maneja en la notificación debe responder a ciertas características para que el análisis y las medidas que se tomen correspondan efectivamente a una situación real previamente identificada.

Entre estas vale la pena mencionar las siguientes:
Exactitud: En este sentido la información debe reflejar el evento epidemiológico al cual se refiere y su sistema de medición expresado con poca variabilidad.
Objetividad: La información debe ser el producto de criterios establecidos que permitan la interpretación en forma estandarizada por diferentes personas en circunstancias diversas de tiempo y lugar.
Válida: Se refiere a que la información ha de permitir medir en forma precisa el concepto que se estudia, con criterios uniformes.
Continuidad: La información ha de ser generada en forma permanente de tal manera que exista la disponibilidad de los datos a través del proceso de vigilancia.
Completa: Debe contener todos los datos y variables previamente establecidas para cumplir con su finalidad en cada evento epidemiológico
Oportuna: La información debe generarse y notificarse a la par con los acontecimientos de tal manera que permita la toma de decisiones y la actuación inmediata
Comparable: que permita ser confrontada con datos similares.
Algunos atributos claramente identificables en la información, son :

Finalidad, define el objetivo que busca la información, si este no esta presente o no es claro, se tiene solamente datos.
Modo y formato, Es la forma como se recibe la información, el ser humano se comunica por medios sensoriales, en informática existe una gran variedad de formatos, según el recurso o las máquinas involucradas.
Redundancia, hace referencia al exceso de información por unidad de datos, pues si existe mucha información referente puede crear confusión, lo que resulta nocivo para la toma de decisiones.
Eficiencia, Es lo contrario a la redundancia, donde hay información en menor cantidad y mayor calidad para referenciar una situación.
Velocidad, referencia la facilidad en el tiempo, de asimilar la información transmitida.
Frecuencia, La periodicidad en la entrega de la información puede incidir en su calidad. Es importante recibirla a tiempo pero evitando excesiva frecuencia que convierta la información al nivel de datos.
Costo, El acceso y la adquisición de la información, conlleva costos normalmente cuantificables.
Valor, En gran parte la información es intangible y difícil de evaluar cualitativa y cuantitativamente, este atributo, determina la medida o el nivel de utilidad que puede aportar.
Confiabilidad, Es la credibilidad, determinada por la seriedad de la fuente o origen.
Exactitud, Determina la desviación con respecto a un valoración real.
Validez, Define la aplicabilidad especifica de una información en un caso particular.
Sistemas de Información:

El sistema de información es considerado como un conjunto de componentes interrelacionados que recuperan, procesan, almacenan y distribuyen información para soportar la toma de decisiones, la coordinación y el control de una organización.

Otro de los conceptos lo plantea como un proceso permanente de recolección, procesamiento, presentación, interpretación, uso, y aplicación de la información en la toma de decisiones, redefinición de objetivos, recursos y estructuras de la organización.

Es así como las organizaciones son consideradas esencialmente como canales para el flujo de información, ideas e influencias, con el propósito de tomar decisiones y ejecutar acciones.
Los elementos que se requieren para el funcionamiento del sistema de información son:

El componente físico, constituido por las máquinas computadoras y sus complementos periféricos
Programas para el manejo de datos
El recurso humano para la alimentación de datos y utilización de los resultados que genera el sistema
Datos e información

Un sistema de información desarrolla cuatro actividades básicas: entrada, almacenamiento, procesamiento de datos y salida de información.

martes, 18 de diciembre de 2018

El Patriarcado Y La Violencia De Género

Hablar de las violencias de género es hablar de las formas sociales de relacionamiento, por lo tanto pensar en alternativas o soluciones sin comprender las características sociales que facilitan esas violencias es contradictorio y a la vez esas manifestaciones de rechazo a las violencias que padecen las mujeres se vuelven ineficaz.

Las violencias que los hombres ejercen contra las mujeres no existen porque sí, sino, que son el resultado de un intrincado sistema socio-cultural y político que diseñó el maltrato a las mujeres como forma social de ser y estar en sociedad.

Cuando la humanidad dejó de vivir en comunidad, conformó las sociedades y desde el inicio de ese modelo a las mujeres se les dio el rol que los hombres determinaron de acuerdo a la conveniencia para el sistema en ese momento, por ejemplo, los aristócratas no consideraron a las mujeres como poseedoras de sabiduría, por ello su papel fue el de cuidar del hogar y de esta manera facilitar el trabajo a los hombres. A las mujeres no se les permitía cuestionar las decisiones de los hombres, como mandato divino a las mujeres se les entregó la obligación de obedecer, nunca de mandar, y la historia oficial de la humanidad así lo válida, por ello en la cultura occidental María es la representación de la mujer perfecta, porque es virgen, sumisa y obediente.

Las violencias de género que padecen las mujeres están estrictamente relacionadas con la estructura social, y a partir de la configuración de las relaciones sociales se definen roles y funciones para las mujeres que traen inmersa esas violencias. Obligar a las mujeres a seguir el patrón de María es una muestra de esas violencias intrínsecas.

Las violencias de género generan en las mujeres miedo, angustia, dolor, tristeza, resentimiento, odios, baja autoestima, inseguridad, dependencia, inestabilidad emocional y depresión. La principal arma de defensa de las mujeres contra las violencias es el autoestima, su amor propio, es por eso que desde que nacemos se nos ataca el amor propio, cuando se nos educa para para obedecer al marido, para acogernos sin chistar a lo que Dios estableció para nosotras, porque es natural, porque las mujeres tienen que ser mujeres de puesto; se nos educa para ser idiotas al enseñarnos que nuestro valor está en nuestro cuerpo, en usarlo para satisfacer a nuestro marido, para ser madres o modelos. Se nos inculca la idea de que valemos como mujer en la medida en que no tengamos sexo porque debemos que ser castas y puras, esta creencia es una desventaja frente a los hombres dado que mientras ellos desde muy pequeños se masturban (proceso natural que les permite conocer su cuerpo), las mujeres crecemos con desconocimiento sobre nuestra corporeidad, ese desconocimiento sumado a las ideas de sumisión no nos permite ejercer autonomía sobre nuestro propio cuerpo y terminamos cediendo el control sobre nuestro propio cuerpo a la sociedad
.
Aunque el género no nace con las personas si no que es una construcción social, que surge de símbolos y significantes sociales que determinan las interacciones de acuerdo al momento histórico, la sociedad insiste en hacernos creer que las características de obediencia, cuidado del otro y sumisión son naturales a las mujeres, y que resistirse a tener tales “virtudes” es lo anormal.

El concepto de género está ligado a la teoría de la discriminación deliberada y sistemática contra las mujeres. El género no tiene fundamento biológico (no es natural) ha sido construido culturalmente (constructo social), esta construcción privilegió a los hombres en detrimento de las mujeres. Es así como las instituciones sociales están al servicio de ese concepto desigual del género; en la escuela, en la familia y en la sociedad en general se asumió natural violentar a las mujeres.

En esta construcción desigual del concepto de género se fundamentan las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y es allí donde recae el origen de las violencias que las mujeres padecen.

Normalmente se violenta a las mujeres de forma explícita a través de la violencia física, verbal y sexual, pero también están las violencias soterradas como la violencia psicológica, esta última forma no siempre es percibida por su víctima, y silenciosamente va acondicionando a las mujeres para que asuman las violencias hacía ellas como algo normal.

A las mujeres se les educa para que sean inseguras de sí mismas, pues se les enseña que necesitan un hombre que las defienda y cuide, socialmente a las mujeres solteras no se les da estatus, porque lo ideal es que las mujeres adultas tengan pareja, un hombre que las cuide y defienda, además tener un marido y conformar una familia debe ser la meta de las mujeres; se acostumbra a creer que las mujeres adultas que están solteras es porque tienen alguna deficiencia para sostener una relación.

A las niñas no se les educa para que sean independientes, para que deseen ser astronautas, crear empresas, ser presidentas de su país, o dueñas de la empresa más importante que pueda existir; sus roles están relacionados con la sumisión, porque socialmente ser sumisas es lo mejor que las mujeres pueden ser.

Las mujeres las violencias que éstas padecen, son producto de la concepción de mujer que la sociedad construyó. Los sujetos sociales comprenden las violencias contra las mujeres como una simbología constitutiva de su sociedad, por ello estas violencias se perpetúan y agudizan.

Esa consciencia que como individuo tengo de mi entorno ha sido entregada a mí a partir de las relaciones anteriores de la sociedad en la que me desenvuelvo, esas interacciones han permitido crear significados sobre determinadas acciones y esos significados a la vez han diseñado estímulos para mi acercamiento con esa realidad. 

Son esos sistemas de valores los que enseñan a los hombres a violentar y a las mujeres a que se consideren débiles. Maltratar a las mujeres es normal porque siempre ha sido así.


Para cambiar las prácticas de violencias contra las mujeres es necesario cambiar los códigos sociales que posibilitan esas violencias. 

Debemos cambiar nuestra estructura social y los símbolos que constituyen nuestra psiquis colectiva, esa transformación exige construir nuevos imaginarios del ser mujer que a su vez reconfiguren las actuales masculinidades en donde lo masculino no siga representando violencia.

Las Descalificaciones

Hay muchos tipos de descalificaciones, pero si hay una frase que resume completamente lo que es la descalificación en sí es “yo soy mejor que tú”. Por mucho que te esfuerces, por muy bueno que seas en tu trabajo, en lo que haces, siempre estará esa persona que te diga que realmente no eres tan bueno y que tus esfuerzos no le llegarán a él ni a la suela del zapato.

Las descalificaciones pueden ser sutiles o venir de forma directa. Sea como sea, su objetivo principal es coger algo, una característica positiva y rebajarla a algo neutro o algo negativo.
“Quien se burla de ti lo único que está haciendo es anunciar que en el área motivo de su burla, donde quiere mostrar su poder, no lo tiene”
-Bernardo Stamateas-

Cuando alguien no cesa en descalificarnos, podemos pensar que tiene razón y que en verdad no somos tan buenos como nos podemos estar considerando.

Nada más lejos de la realidad. La persona que descalifica a otras tiene miedo, un miedo atroz y por eso te ataca de esa manera. Este miedo viene de la mano de múltiples inseguridades que ocasionan el pensamiento de “si tú te ves más pequeño aún, yo seré más grande”.

No creas las palabras de un descalificador
Debes pensar que si te intentan descalificar eso es porque te ve como un rival. ¡Tú no eres menos que él! Todo lo contrario. Eres muy superior y por eso te quiere rebajar. Nunca te creas lo que un descalificador te diga, más que nada porque intentará de todas las maneras posibles poner tu autoestima a ras del suelo.

Por eso, debes pensar que en realidad el descalificador está afirmando lo que ya sabes. Eres mejor que él, o al menos tienes alguna cualidad que él envidia. Por este motivo, intenta rebajarte porque solo así el podrá sentirse bien y superior. ¿No hacen esto todas las personas inseguras y con miedo, incluso los maltratadores?

Cambia tu visión, porque no todo el mundo que te pueda insultar o devaluar tus logros lo hace porque piensa, precisamente, que no vales nada. Al contrario, ¡vales mucho, tú vales mucho! Cambia la forma de ver las cosas y superarás cualquier comentario cuyo objetivo sea hacerte daño.

“¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos”
-Epicteto-

Las personas que te intentan rebajar tienen muchas cartas para jugar, entre ellas juegan al despiste para que si una les falla inmediatamente puedan poner otra en juego. ¿De qué maneras me están descalificando? ¿A qué le debo prestar atención? Ten esto en cuenta…

Devalúan tus logros, aunque no de forma directa. Una sola frase como “has conseguido el trabajo, pero a ver si logras conservarlo” te llenará de dudas y de inseguridades, ¡lo que quiere el descalificador!

Envían mensajes con doble sentido que expresan una cosa, pero tienen un trasfondo verdaderamente negativo, por ejemplo “no lo digo porque te quiera hacer sentir mal…”.

Si pueden, roban tus méritos, haciéndote ver que ese trabajo lo has conseguido gracias a alguien, o que ahora tienes trabajo porque hay demasiado.

Utilizan su lenguaje gestual para contradecir lo que están diciendo, es decir, pueden decir algo positivo pero en su rostro se manifiestan expresiones de duda o de “ay, dónde te estás metiendo”.
No dan su aprobación a nada, por eso cada frase irá siempre con un “pero” que pondrá en duda todo lo anterior, por ejemplo “eres guapo… pero no eres mi tipo”.

Acusan falsamente para así dominarte y manipularte a su antojo o, simplemente, descalificarte ante los demás y “dejarte en mal lugar”.
Valórate y no permitas que te descalifiquen.

Si te has encontrado con alguna persona que se identifique con lo anteriormente mencionado, estás sin duda ante una persona que tiene miedo, inseguridades, y que por eso busca humillar y descalificar a los demás.

“La autenticidad no es tratar de ser mejor. La verdadera autenticidad es mostrarse, sin juicio, sin temor a ser descalificado”
-Guillermo Borja-

Ahora que ya sabes por qué frentes puede atacarte una persona descalificadora es el momento de contraatacar, sabiendo exactamente lo que eres e ignorando palabras que quieren dañar tu autoestima.


Tú debes saber lo que vales y no permitir que ninguna palabra dicha con maldad y pretensiones insanas descalifique aquello que con tanto esfuerzo has logrado.

La Vida Escuela De Valores

El respeto, el diálogo y la responsabilidad son solo algunos de los valores que los expertos recomiendan a los padres y educadores fomentar en los más pequeños. Estos son parte fundamental en la formación y representan las referencias vitales que conviene inculcar para que las personas crezcan de forma integral, convivan armónicamente con los demás y tengan una vida más feliz.

Igualmente, estos elementos significan los soportes que sostienen a la cultura e impulsan el desarrollo de los potenciales humanos, por lo que, si bien los colegios y universidades tienen parte de la responsabilidad, los padres y las familias también están en la obligación de compartir el compromiso de su enseñanza.

“Tener una buena formación en valores nos ayuda a desarrollar todas nuestras habilidades intelectuales y talentos, pero no se puede esperar que sean las instituciones las encargadas de que los estudiantes se desarrollen en esta materia, que debe ser una preocupación de toda la familia”, asegura Henry Condía, profesor de Ética de la Universidad del Rosario.

“La enseñanza de valores es fundamental para que las personas encuentren el sentido de su vida y, en el caso de los jóvenes, estos cumplen la misma función que una brújula, pues les muestran la ruta que deben tomar en su vida, ruta cuyo último objetivo es alcanzar la felicidad”, agrega Condía.

Por su parte, Francesc Torralba, director de la cátedra Ethos de Ética aplicada de la Universidad Ramón Llull de Barcelona (España), agrega que la importancia de los valores también está en que estos apuntan a la necesidad de prestarle atención a lo inmaterial en un mundo cada vez más volcado hacia el consumismo.

“El mejor legado que podemos dejar en herencia a nuestros hijos no son los bienes materiales, sino los intangibles, los cuales les trasmitimos informalmente a través de la vida cotidiana, del contacto diario con ellos, del ejemplo, y del testimonio que les comunicamos. Aquí se incluyen todos los valores y principios”, señala Torralba.

Para el académico, “los padres y educadores tienen que implicarse activamente en la apasionante y compleja tarea de ayudar a crecer a sus hijos y alumnos, y en la ardua y extraordinaria aventura de educarlos”.

Jesús Blanquet, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona y autor del libro Avanzar en valores, asegura que, aunque la misión de transmitir valores no es fácil, tampoco es imposible si se tienen ideas claras de lo que se pretende y “se actúa con sentido común, paciencia y afecto”.

Según este pedagogo, “la familia debe ser la primera escuela de valores, pues esta sigue siendo el espacio idóneo para que los hijos reciban los consejos y las orientaciones más importantes para la vida”.

En ese sentido, Condía recalca que los valores y principios son una fórmula efectiva para eliminar formas de violencia como el bullying o acoso escolar, que ponen en peligro la convivencia en los colegios y otros espacios vitales.


“La igualdad, la solidaridad, la libertad y el respeto son las mejores armas para que los niños entiendan que es posible compartir con los otros por más versátiles que sean nuestras posturas y opiniones”, finaliza el experto.

El Ejercicio De La Lectura

Un cerebro activo no solo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas. La lectura también genera temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para mantener nuestro cerebro ejercitado.

El doctor Guillermo Garcia Ribas, coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN explica que "la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales".

En los últimos años, han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. "Desde el punto de vista de la neurología, el concepto de reserva cognitiva ha cobrado una gran importancia, no solo porque se ha visto que existe una relación directa entre la misma y el buen funcionamiento cognitivo y ejecutivo de nuestro cerebro cuando envejecemos, sino porque se ha demostrado que es un factor protector ante los síntomas clínicos de las enfermedades neurodegenerativas", mantiene el doctor Guillermo Garcia Ribas. "Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías".

Son las demencias las enfermedades neurológicas que más se han ligado al concepto de reserva cognitiva. Caracterizadas por un deterioro persistente y progresivo de las funciones cerebrales superiores: memoria, lenguaje, orientación, cálculo o percepción espacial, la forma de demencia mas prevalente es la enfermedad de Alzheimer, que supone entre el 60% y el 80% de los casos de demencia, aunque existen numerosas patologías que también la producen, como por ejemplo, las enfermedades cerebrovasculares.

"Debido al envejecimiento progresivo de la población, en los próximos años, el número de afectados por estas enfermedades crecerá exponencialmente. Llevar a cabo actividades preventivas, como por ejemplo fomentar la lectura, puesto que se ha comprobado que leer retarda y previene la pérdida de la memoria, permitiría retrasar la aparición de estas enfermedades y, por lo tanto, reducir el número de casos", asegura el doctoro Garcia- Ribas.

Leer contribuye a reducir el estrés

Fomentar la lectura también tiene otras ventajas para nuestra salud. Leer, sobre todo relatos de ficción, puede ayudar a reducir el nivel de estrés, que es origen o factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. 

Además, leer un poco antes de irnos a dormir, puede ayudar a desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño, sobre todo si acostumbramos a nuestro cerebro a relacionar esta actividad con la hora de dormir.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Privacidad

El concepto de privado debe demostrar la confidencialidad de ciertas cosas. El mostrar respeto hacia la privacidad de los demás es muy importante, inclusive dentro del ámbito familiar, es decir que no por el hecho de que seas el padre o la madre de un joven tienes derecho a leer sus mensajes de texto, o revisar su diario personal, etc. 

Así sean sus hijos, los padres deben entender que los jóvenes, sobre todo los adolescentes, tienen su privacidad y que se les debe respetar.


Hoy en día las personas están más abiertas a mostrar su privacidad, esto se debe a la aparición de las llamadas redes sociales, en donde cada quien puede compartir fotos y hasta pensamientos en las redes. Sin embargo, con esto se debe tener cierta precaución, sobre todo en lo referente a las fotos que se comparten, existen muchas personas malintencionadas que podrían hacer un mal uso de ellas.

Se les debe enseñar, sobre todo a los jóvenes, que deben tener cuidado con las fotos que suben y con la información, que de su vida privada, divulgan en el internet.

En el ámbito artístico, muchos de los cantantes, actores, animadores, etc., tratan de mantener su privacidad alejada de los medios, sin embargo esto es un poco complicado, ya que debido a su profesión, es normal que sus admiradores y la prensa estén muy pendientes de ellos.