No existen peores frase como las del tipo “deja eso así” o “tú no lo puedes hacer”.
Esas afirmaciones calan en lo más profundo de la identidad de cada uno, deparando en sueños frustrados, convirtiéndose poco a poco en una voz oscura y atemorizante que nos dice continuamente que es imposible hacer o conseguir eso que aspiramos.
Por estas situaciones nos encontramos con cientos de personas en
la calle, infelices, trabajando en lo que no quieren porque les
dijeron que alcanzar los sueños o hacer lo que se querían no era
posible, no era lo indicado, que es mejor hacer lo que dicta la sociedad o tus
padres.
Hay muchos ejemplos. Pongamos uno típico: el prestigio
social de un doctor, que casi siempre será mayor al de un saxofonista,
pongamos por caso. ¿El sueño o la realidad?
“Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él
encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin
sueños, y en él hallarás a un simple obrero.”
-James Cash Penny-
Pero nunca es tarde, nada es imposible, siempre existe
tiempo para frenar y regresar un poco a lo que de verdad queríamos aprender,
hacer o ser, no hay más límites que los que nos pongamos a nosotros mismos.
Si no me creen pueden preguntarle a Jacob Barnett, un niño
que nació con síndrome de
Asperger y a cuyos padres les afirmaron que era imposible que
su hijo aprendiera a hablar o a hacer cosas tan sencillas como amarrarse los
cordones de los zapatos.
Jacob no solo lo hizo, sino que a sus cortos 14 años
ostenta el título del astrofísico más joven del mundo, y está por conseguir su
doctorado en física
cuántica, entre otros logros.
Otro ejemplo, el de Pablo Pineda, quien rompió
todos los paradigmas al convertirse en la primera persona con síndrome
de Down en conseguir un
título universitario en Europa y protagonizar una película. Y a este caso se le
suma el caso de Iker, un niño con síndrome de Down que habla inglés, español y
francés de forma fluida.
Y la lista puede extenderse por varias páginas y libros, la
conclusión es la misma: el que quiere puede, nada es imposible. Es necesario
repetirse la idea de que cada uno es
el verdadero dueño absoluto de su destino.
“Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las
señales que te lleven a él.”
-Paulo Coelho-
Los límites se los coloca cada uno, porque la
verdad es que uno decide a quien escuchar y a quién obedecer, a quien le damos
poder sobre nuestra vida. Y por eso los sueños y aspiraciones nunca se
deben abandonar.
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