En la historia de la Humanidad, la capacidad de convivir con
otros seres humanos no ha sido solamente importante sino que también ha sido necesario.
El ser humano es un ser gregario que no puede vivir solo fácilmente. Es por eso
que la convivencia entre los distintos individuos es un pilar básico y
elemental de la vida humana.
Convivir es conocer al otro y saber reconocerse como un
individuo social.
Una parte importante de nuestro crecimiento es aquel momento en el que nos damos cuenta que estamos rodeados de otros seres humanos. Este proceso se da en los primeros años de vida y es un momento de gran valor ya que es la primer experiencia que tendremos de una vida que será netamente social.
Una parte importante de nuestro crecimiento es aquel momento en el que nos damos cuenta que estamos rodeados de otros seres humanos. Este proceso se da en los primeros años de vida y es un momento de gran valor ya que es la primer experiencia que tendremos de una vida que será netamente social.
El reconocernos como seres sociales es un elemento central
para conocernos mejor y luchar día a día por lograr establecer una convivencia
armoniosa y pacífica. Aunque esto es complicado, las sociedades han siempre
buscado establecer normas y leyes que permitan evitar o prevenir conflictos así
como también sancionarlos en el caso de que existan. La convivencia entonces ha
necesitado estar enmarcada por distintos soportes legales y de valores sociales
que nos educaran en la tolerancia o el respeto hacia el otro. De todos modos,
nunca estos valores se aplican en su totalidad ya que las sociedades humanas
son de por sí conflictivas.
Aunque los conflictos entre nuestros pares o aquellas personas que conviven con nosotros siempre existen y han existido, en la actualidad estamos presenciando una época de extremo individualismo que hace que muchas veces el satisfacer mis propios deseos y necesidades haga que deje de tener en cuenta los de los demás.
Aunque los conflictos entre nuestros pares o aquellas personas que conviven con nosotros siempre existen y han existido, en la actualidad estamos presenciando una época de extremo individualismo que hace que muchas veces el satisfacer mis propios deseos y necesidades haga que deje de tener en cuenta los de los demás.
Además de esto también es común la
indiferencia hacia lo que el otro siente, vive o piensa y esto suma problemas a
la posibilidad de vivir armoniosamente.
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