Motivación intrínseca se refiere a la realización de
acciones por la mera satisfacción de hacerlas sin necesidad de ningún incentivo
externo. Un hobby.
Se piensa que los dos tipos de motivación (intrínseca
y extrínseca) eran aditivos, y podrían ser combinados para producir un nivel
máximo de motivación. De hecho, la motivación extrínseca puede ser útil para
iniciar una actividad, pero esta puede ser después mantenida mediante los
motivadores intrínsecos de esta.
Algunos autores distinguen entre dos tipos de motivación
intrínseca: uno basado en el disfrute y el otro en la obligación. En este
contexto, la obligación se refiere a la motivación basada en lo que un
individuo piensa que debería ser hecho. Por ejemplo, un sentimiento de responsabilidad por
una misión puede conducir a ayudar a otros más allá de lo que es fácilmente
observable, recompensado, o divertido. Evidentemente, se refiere aquí a la
obligación de autoexigencia, ya que la obligación por parte de terceros sería
un motivante extrínseco.
La motivación intrínseca se ha estudiado intensamente por
los psicólogos educativos desde 1972, y numerosos estudios han encontrado que
está asociada con altos logros educativos y disfrute de estudiantes.
Actualmente no hay una 'teoría unificada magistral' para
explicar el origen o los elementos de la motivación intrínseca. La mayoría de
las explicaciones combinan elementos del trabajo de Bernard
Weiner sobre la 'teoría de la atribución', el trabajo de
Bandura en 'auto-eficacia' y otros estudios concernientes al 'lugar del
control' y 'la teoría de la meta'. Así se piensa que los estudiantes están más
predispuestos a experimentar la motivación intrínseca si ellos:
Atribuyen sus resultados educativos a los factores internos
que pueden controlar (ej. la cantidad de esfuerzo que invirtieron, no una
“habilidad o capacidad determinada”).
Creer que pueden ser agentes eficaces en la consecución de
las metas que desean alcanzar (ej. los resultados no son determinados por el
azar.)
Están motivados hacia un conocimiento magistral de un asunto,
en vez de un aprendizaje maquinal que puede servir para aprobar.
Nótese que la idea de la recompensa por el logro está
ausente de este modelo de la motivación intrínseca, puesto que las recompensas
son un factor extrínseco.
En comunidades y organizaciones que comparten el
conocimiento, los individuos que las integran citan a menudo razones altruistas
de su participación, incluyendo entre ellas el contribuir para un bien común,
una obligación moral hacia el grupo, una labor educativa o un 'devolver a la
sociedad'.
Este modelo de la motivación intrínseca ha emergido a partir
de tres décadas de la investigación por centenares de educadores y todavía se
está desarrollando.
La motivación extrínseca proviene del exterior. Es el tipo
de motivación que nos lleva a hacer algo que no queremos mucho pero sabemos que
al final habrá una recompensa. Se trata de actividades que se hacen para lograr
una meta en particular como estudiar mucho en la universidad no por el gusto de
estudiar, sino para obtener un título, o realizar un trabajo aburrido por
obtener la paga. Las labores de limpieza diarias se realizan por vivir en un
lugar placentero y no porque el gusto de limpiar en sí mismo.
A veces las personas piensan que la motivación extrínseca es
superficial o vacía, pero puede ser una fuerza muy poderosa. La mayoría de las
cosas difíciles se vuelven más tolerables cuando tenemos algo que obtener al
final.
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