domingo, 10 de febrero de 2019

El Avance De La Tercera Edad


Las personas mayores son protagonistas constantes de las noticias. Ya sea porque logran hazañas deportivas, académicas o también porque son víctimas del crimen o del abandono. Y lo serán con mayor frecuencia, pues para el año 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, alcanzando el 22%.

A pesar de esto, es habitual ver en las noticias que se utilizan términos inadecuados para referirse a las personas mayores, tales como viejito, abuelo, pensionado, fósil o senil.


Son numerosos los recursos disponibles para periodistas con guías de estilo que tienen como propósito que en los medios se use un lenguaje libre de estereotipos y discriminación al hablar de envejecimiento y vejez.

La Determinación

Del latín determinatĭo, determinación es la acción y efecto de determinar (tomar una resolución, fijar los términos de algo, señalar algo para algún efecto). Por ejemplo: “El entrenador mexicano anunciará mañana su determinación tras la falta disciplinaria del delantero”, “La determinación del presidente fue solucionar el conflicto sin el uso de la fuerza”, “Falta confirmar el día y la hora, pero la determinación está tomada”.

El concepto también se utiliza como sinónimo de valor u osadía: “Si pudo llegar hasta allí, fue gracias a su determinación y coraje”, “Todo es posible con determinación”, “El corredor mostró su determinación al seguir compitiendo con un neumático pinchado”, “El candidato no tuvo determinación para llegar hasta el fondo del asunto”.

Se conoce como autodeterminación a la autonomía o independencia de una persona, un grupo, una comunidad o una nación. Al tener autodeterminación, se tiene la capacidad o facultad para tomar determinaciones por cuenta propia, sin tener que pedir permiso o rendir cuentas. Por eso, el derecho de autodeterminación es el derecho de un pueblo a escoger su forma de gobierno y estructurase libremente, sin injerencias externas.

El determinismo, por otra parte, es la doctrina filosófica que afirma que los acontecimientos físicos están causalmente determinados por una cadena de causa y consecuencia.

Es posible distinguir entre el determinismo fuerte (que no cree en ningún suceso genuinamente azaroso o aleatorio y que, por lo tanto, sostiene que el futuro es potencialmente predecible desde el presente) y el determinismo débil (que admite la influencia de sucesos impredecibles).




El Poder De La Insistencia


La palabra insistencia hace referencia a repetir, esto quiere decir que una actividad culminada se intente nuevamente, una y otra vez. Es decir, continuar en la misma y no parar hasta obtener el resultado deseado. Se trata de una actividad continuada, pero sin pausas. Hoy, en este artículo, quiero que hagas tuya la palabra “insistir”. Quiero que la insistencia se vea reflejada en ti.

Te puedo asegurar que esta palabra es sinónimo de resultados. Los resultados en tu timidez de los que podrías disfrutar, si te tomases en serio tu principal meta, tu meta más importante, que es la de aprender a cómo vencer la timidez.

La insistencia es ya de por si, una palabra importante. Ésta, nos ayuda a esforzarnos por lo que queremos sin desistir en el intento. Insistir es querer seguir intentándolo, dándolo todo. Así es cómo tienes que actuar en tu timidez, dándolo todo para obtener resultados. Tu resultado primordial de aprender a cómo vencer la timidez.

La persona tímida, en muchas ocasiones, se rinde. Se rinde sin ni siquiera intentarlo, porque el solo hecho de ver todo lo que tiene que intentar y en consecuencia, todo lo que tiene que conseguir, hace que se paralice, decidiendo de este modo no actuar, convirtiéndose así en una persona pasiva, sin capacidad de decisión ni de intentos.

Al no saber cómo vencer la timidez, prefiere mantenerse tal cual, es decir, viviendo frente a sus limitaciones, las cuales no le permiten actuar cómo le gustaría.

Por ello, hay que insistir. Insistir en algo y luego conseguirlo, te dará la fuerza necesaria para seguir luchando por cosas importantes. La satisfacción que produce ver los resultados obtenidos, después de aportar esfuerzo, dedicación, insistencia, no tiene precio.


Si eres insistente en tu vida, te puedo asegurar que nada se te resistirá. Tampoco te digo, que utilices la insistencia de manera, que pueda resultar agobiante para ti o para otros. Todo en exceso, no es bueno. Pero si actúas de manera consciente y convencido de que con los resultados obtenidos saldrás beneficiado, adelante!, insiste en lo que desees con fuerza. Insiste en tu lucha de cómo vencer la timidez.

sábado, 9 de febrero de 2019

Integración Cultural Y Social


En estos últimos doscientos años se produjo en el mundo un avance del conocimiento científico y tecnológico jamás visto antes, que permitió al hombre un dominio de la naturaleza y hasta del espacio y una prosperidad material que lo embarcó en un progreso que pareció de alcance indefinido.
Así, se fue instalando la mentalidad de una sociedad mecanizada, impulsada siempre hacia una mayor producción y un mayor consumo, con el ideal de una burocracia y una planificación computarizadas que aseguraran eficiencia, placer y confort para todos.

Una mentalidad economicista invadió todos los aspectos de la vida e impuso un criterio según el cual la exclusión social, el hambre, la injusticia y las “diferencias irritantes”, cuando se dan, no son más que efectos de “las leyes inevitables de la economía” a las que no cabe sino someterse. Y una globalización deshumanizante pretendió, como una aplanadora cultural, unificar y homogeneizar todos los sistemas de vida y todas las diferentes modalidades regionales.

Pero aquella pretendida  “economía del bienestar” para todos fracasó y no pudo evitar los males de la guerra, el narcotráfico, el hambre y la inseguridad. Y mientras los robots se fueron pareciendo cada vez más a los hombres, éstos más bien se fueron robotizando y su alimento mental pasó a ser la televisión y el mundo digital. No es de extrañar, pues, que la modalidad cultural predominante genere hoy un “vacío existencial”, ya que, según la expresión nada menos que de una autoridad mundial como Samuelson, “la economía es una ciencia triste”.

El concepto de pueblo
Ya que la palabra “pueblo” transcurre permanentemente al tratar estos temas, su  esclarecimiento facilitará la comprensión de los conceptos que siguen.
La noción de “pueblo” se la puede entender como equivalente a la de “nación” o se la puede concebir como equivalente a la de “pobre”.

Según el primer significado, se trata de una población que comparte un estilo de vida (una cultura) y un proyecto político, con una ética (sistema valorativo) que le da sentido a su búsqueda del bien común. Es una formación histórica original y concreta, con una geografía local (“la tierra”) y una tradición. De modo que, si bien posee su unidad política, lo que une al pueblo es un ethos, un conjunto de valores compartidos en una relación de iguales (fraternidad). Por tanto, la esencia de una nación es su cultura (praxis popular, sistema de vida, valores).

La otra significación es la de pueblo “pobre”, oprimido por el sistema. Pero hoy se opta por una más abarcativa, de tal manera que “toda la población es pueblo”, y si bien no todos los ciudadanos son pobres, todos los pobres tienen la dignidad de ciudadanos. Aquí precisamente se pone de manifiesto la patología que supone la marginalidad: la situación inhumana de que algunos (los pueblos pobres y los pobres de los pueblos) sobrevivan en la periferia de la sociedad y de la historia universal o simplemente se los excluya o expulse. En este caso, el proceso de liberación de un pueblo implicaría alcanzar su justa autodeterminación.

Como sabemos, los males del sistema tecnocrático inevitablemente debían desembocar en un fracaso rotundo que desalentó todas las expectativas que se habían sembrado. Todo llevó en el orden social a una creciente pauperización, la pobreza devino estructural y se vio amenazada la supervivencia de los desposeídos. La brecha entre países ricos y países pobres se hizo cada vez mayor, y dentro de los países se extremaron las diferencias entre ricos y pobres.

Y así, en esas circunstancias, tuvo lugar un proceso que resulta una novedad histórica y que algunos autores denominan “la irrupción del pobre”1 y, como respuesta a ella, “la opción preferencial por los pobres”. Dicho proceso consiste en que grandes multitudes de Asia, África (“el continente más rico del mundo”) y América del Sur hacen oír su voz e interpelan al sistema vigente. Se trata de un fenómeno esencialmente cultural en el que el pobre es llevado a trascender las “leyes” del mercado y movido a la solidaridad ante la crisis del sistema.

Aquí nos referiremos al fenómeno latinoamericano que nos incumbe, pero sabemos que sus rasgos esenciales son de carácter universal. En esta nuestra irrupción hay algo esencial a lo humano, de profundidad insuperable: un testimonio de la dignidad del pobre. Esta valoración se encarna en culturas diversas y ellas poseen sus rasgos particulares, pero mutatis mutandis responde a la esencia de la humanidad y sirve para todos y para siempre.

Y hoy muchas organizaciones populares responden a una actitud comunitaria que no siempre la clase política logra comprender.

Se trata de un proceso a veces clamoroso, a veces silente. Y no es una ideología: es una cultura surgida de una experiencia histórica concreta. Es un hecho, no una doctrina ni una teoría, y deriva en una praxis (una sabiduría de vida, un estilo), con un sentido, impregnado de los valores que constituyen su esencia: gratuidad, creatividad y solidaridad. Es una praxis que interpela al sistema de injusticia estructural y lucha por la libertad y la justicia, pero convencida de la dignidad ética del otro (de todo hombre, aun del adversario), imbuida de misericordia (amor comprometido hacia el prójimo, repuesta a sus necesidades) y de búsqueda de reconciliación justa, sin violencia, porque la violencia ignora la dignidad del otro.

En las antípodas de la ética de la utilidad (cuyo único valor es el beneficio económico), característica del sistema, esta ética de la gratuidad (capacidad de dar, sin obligación y sin esperar nada a cambio) está centrada en la alegría comunitaria, en las relaciones de amistad, parentesco, vecindario y solidaridad e implica la capacidad de abrirse al otro y darse con generosidad, a diferencia de la mentalidad racionalista; es una sabiduría de carácter sapiencial, que redescubre lo que está más allá de lo racional: un saber vinculado con lo sagrado, lo místico y la sabiduría popular, con matices contemplativos de fe y religiosidad y que se expresa con símbolos.

Y mientras la ciencia actual ve en la naturaleza un terreno a explotar y desarrolla una tecnología que puede exterminar a la humanidad o destruir al mundo, la sabiduría popular ve en la tierra una casa a la que se esmera en cuidar.

El desafío de la integración
Nos encontramos ante dos culturas aparentemente de difícil conciliación. Las dos están de pie y muestran sus valores. La palabra clave es “integración”. El único camino es el de una “ética del encuentro” cuyo instrumento obligado es el diálogo. Pero éste debe ser “sin edulcorantes ni cremas suavizantes”. Tendrá que ser sobre los problemas reales que nos dividen, pero con sinceridad y fraternidad, creyendo en “el carácter creador de las contradicciones” (Saint Exupèry).

No se pueden desoír las voces que defienden valores auténticos como la gratuidad, la comunicación humana, la solidaridad o la misericordia, los cuales deben adquirir categoría política. Ni se pueden ignorar los símbolos y costumbres que expresan el sentido de la vida de un pueblo. 

Y es de recordar que “la opción preferencial por los pobres” no es una “obra de caridad”, sino de estricta justicia, ya que supone atender primero a los más necesitados; sería injusto no hacerlo.


La Plaga Del Consumismo


Una de las mayores plagas que afectan a la era neoliberal es el consumismo.
Teóricamente, este pensamiento afirma que si un país consume bienes y servicios en grandes cantidades, mejorará su desempeño económico.

Dejando a un lado las especulaciones macroeconómicas, a nivel individual, la gente a menudo no encuentra alternativa a la compra, ya que reparar sus bienes podría ser más costoso que comprar un artículo de reemplazo. La mayoría de las veces, reparar un artículo no es ni siquiera una opción.

¿Es sostenible el consumismo? Por supuesto, no lo es. El consumismo está deteriorando la calidad de vida de nuestra sociedad de varias maneras: fomenta la desigualdad social, conduce a la obesidad y aumenta el nivel de contaminación y agotamiento de los recursos. Consumir tanto como podamos, en lugar de cuánto necesitamos es por lo tanto peligroso, incluso para aquellos que no siguen esta tendencia.

Por ejemplo, los individuos adinerados que consumen bienes que no necesitan, están consintiendo (sabiéndolo o no) a la explotación de los trabajadores del Sur del mundo que experimentan la ultra-flexibilización. Al mismo tiempo, es el medio ambiente el que también sufre la deuda causada por el consumismo de las tarjetas de crédito.

El aumento de la demanda de bienes conduce directamente a más emisiones contaminantes, a un aumento del uso de la tierra y, por tanto, a la deforestación y al cambio climático acelerado.
¿Existe una alternativa para luchar contra este desastre capitalista? La reparación de bienes puede ser una opción. Sin embargo, incluso este derecho ha sido negado a las personas, ya que muchos productos están específicamente diseñados para evitar que el usuario de reparación a sus artículos. 
Por ejemplo, las baterías del teléfono no pueden ser quitadas, el programa de un vehículo puede ser reparado solamente por el distribuidor y los teclados de Apple se pueden hacer inusables por una mota de polvo.

La reparación es un derecho y las empresas están negándolo actualmente a la gente. Esta es la razón por la que se necesita urgentemente acción social. Iniciativas como el Café de Reparación, 
demuestran realmente que hay un interés entre el público para saber más sobre el arte noble de la reparación.

Afortunadamente, hay un movimiento creciente alrededor del planeta para el derecho a reparar. El movimiento el derecho a reparar ha patrocinado legislación en 18 Estados de los Estados Unidos de América. Esto es muy importante ya que legislación al derecho a la reparación contribuirá a un aumento de la vida de los productos, costos de reparación más baratos y productos y menos residuos y contaminación.

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Los Inquisidores De Siempre

Cerca del mercado está el Palacio Orsini y la estatua que recuerda a su hijo más célebre, Giordano (Filippo) Bruno. El pueblo fue conquistado por los romanos en 313 a.C., nueve años después de la muerte de Aristóteles, y pasó a formar parte del Reino de Nápoles nueve años después de que Hernán Cortés tomara Tenochtitlan.

 A los 17 años, Filippo toma el nombre de Giordano, recibe la tonsura e inicia su vida de monje dominico, abriéndose las puertas al conocimiento y cerrando las de su libertad intelectual. El Nolano —apodo que nunca perdió— pronto dominó el latín, y su avidez por la lectura le descubrió las obras —prohibidas por el Santo Oficio— de Erasmo de Rotterdam, prelado católico y uno de los más brillantes académicos y humanistas del siglo xvi que lo enfrentaron con sus primeros problemas. 

En 1576, el Prior del convento le anticipó que, debido a su crítica al uso de medallones de la Virgen y los santos, y a que había citado argumentos de Erasmo en algunos debates, se le podría acusar de herejía y, por tanto, comenzar un proceso jurídico en su contra.

Bruno deja el convento de Nápoles a causa del miedo que le es infundado, e inicia sus viajes por Italia, primero, y después por Francia, Inglaterra, Alemania y Suiza. Es en este periodo cuando crea su legendaria fama como mujeriego, maestro, poeta, políglota, filósofo y memorista inolvidable. Además publicó obras sobre muy variados temas y géneros, tanto en la corte de Enrique III en Francia y de Isabel I de Inglaterra, como en la universidad, de París, Oxford, Wittenberg y Praga, y en las más diversas comunidades protestantes. Abordaba métodos para la memoria, interpretaciones de las Sagradas Escrituras, poemas, una comedia de teatro (lI candelario, el hacedor de velas), magia, y sobre el sentido y validez de las religiones, lucubrando sobre la naturaleza humana y la vastedad del cosmos.

Como parte de la elite intelectual de Europa, estaba al tanto de las corrientes de pensamiento de su época en casi todos los temas. Usando las ideas de Copérnico y de Cusa, se anticipó al proponer una visión del cosmos parecida a la que actualmente tenemos. Para Copérnico, la Tierra deja de ser el centro del Universo y es un planeta más en movimiento alrededor del Sol; la esfera celeste más lejana da al Universo una estructura amplia, pero finita. En su obra De l’infinito universo e mondi, Bruno especula cómo las estrellas son soles semejantes al nuestro, infinitas en número, y en torno a las cuales habría mundos paralelos rotando como los del Sistema Solar; desechando con esto el geocentrismo y el antropocentrismo. Más aún, imagina un espacio infinito, sin puntos o direcciones privilegiadas, en el que sistemas solares nacen y mueren, con la posibilidad de formas de vida distintas y hasta racionales. La naturaleza es para Bruno el todo orgánico que ocupa el centro del escenario; los seres humanos y su mundo son un mero accidente (circonstanzi) de importancia sólo local, aunque percibido como una mónada es una imagen del todo. Con este pensamiento anticipa las monas o mónadas de Leibnitz, que son aquellos elementos que forman el todo. En De Triplici minimo, propone el mínimo matemático (la unidad), el físico (átomo) y el metafísico (alma) como base de todo. Para Bruno, como para nosotros en la actualidad, el mundo natural es el sistema armónico que exhibe a los átomos y sus interrelaciones.

Su mérito, más que por la validez de sus especulaciones, es representar al espíritu libre y la mente audaz que, con la cultura y el conocimiento de su época, se atrevió a especular y cuestionar, debatir y criticar, a proponer y construir. También representa a la víctima de una sociedad corrupta y temerosa, al luchador solitario e indomable y, finalmente, el derecho a estar equivocado. Su obra influyó directa e indirectamente en sus contemporáneos, como Galileo Galilei, a quien se le ofreció la plaza de profesor de matemáticas en la Universidad de Padua y que ocupó temporalmente Bruno en 1591, y William Gilbert, médico de Isabel I y autor de la primera obra científica sobre electromagnetismo, De Magnete. De hecho, algunas de sus ideas pueden identificarse en notables filósofos que le sucedieron, como Leibnitz y Spinoza.

Cuando Bruno aún era un niño, el Concilio de Trento había establecido normas estrictas de interpretación en un intento por mantener la unidad de la Iglesia, al menos en Italia, y había clarificado diversos aspectos, de contenido y forma del credo católico. Todo esto para contrarrestar la intensa y volátil actividad de los movimientos de reforma de Lutero en Alemania y de Calvino en Francia y Suiza. La bula que formalizaba la clausura del Concilio prohibía a cualquiera “publicar del modo que fuese, todo tipo de comentarios, glosas, anotaciones, escollos o cualquier interpretación de los decretos”; parece inverosímil, sin embargo, la tragedia es que actualmente hay instituciones y Estados en los que sigue ocurriendo.

Con esto, la Santa Inquisición adquiría una “responsabilidad” mucho mayor y una justificación más para ampliar su ámbito de influencia.

En una desafortunada estimación de la situación política, Bruno vuelve a Italia. Después de unos meses en Padua, viaja a Venecia en 1591, en donde es contratado por el patricio, Consejero de la República de Venecia, Zuane Mocenigo, quien esperaba ser iluminado sobre magia y adquirir las dotes retentivas de Bruno; pero pronto se decepciona, especialmente cuando éste manifiesta su propósito por volver a Fráncfort del Meno para publicar unos trabajos, por lo que unos meses después lo denuncia y lo entrega a la Santa Inquisición. La defensa de Bruno parecía avanzar en su favor cuando argumentaba, antes que Galileo, que la Biblia debía ser la guía en los asuntos del comportamiento y la fe, y no en lo que toca a la naturaleza; especialmente en temas astronómicos. Ni aun hoy esto es comprendido cabalmente, los creacionistas, así como diversos grupos retrógradas de la sociedad, son un ejemplo de ello.

Mientras Bruno mantuvo el camino del disenso honesto y digno, acabando en el martirio, Galileo, décadas después y a una edad avanzada, consciente del desenlace de Bruno, decide retractarse de sus ideas sobre el movimiento celeste.

Una semana antes de hacerse efectiva, Bruno escucha la sentencia condenatoria del tribunal que cree que al quemar públicamente todas sus obras y su cuerpo acabaría con sus ideas. La entereza de Bruno se manifiesta cuando responde: “En este momento, señores, quizá vuestro temor al sentenciarme sea mayor que el mío al recibir la sentencia”.

El 17 de febrero de 1600, Giordano Bruno fue conducido al Campo dei Fiori. Allí, en público, fue desnudado y amordazado. Mientras ardía en el fuego, cantos sobre el amor divino se elevaron al cielo entrelazados con el humo.

Una efigie de Giordano Bruno, el Nolano, encapuchado que parece meditar mirando al horizonte, fue develada por universitarios en el Campo dei Fiori en 1889. En la parte inferior tiene una inscripción que reza: “A Giordano Bruno; el siglo que él anticipó. En Roma, donde fue quemado en la pira”.

La barbarie de la Inquisición no es un hecho aislado en la historia. La intolerancia y la ausencia de argumentos siguen siendo el motivo para la violencia, tanto oficial como la de grupos que reclaman la “pureza” o la “verdad”, como si tal cosa existiera.

Alternativas Que Nos Da La Vida


¿Le ha pasado alguna vez qué no sabe exactamente qué camino elegir, qué decisión tomar o qué hacer de su vida?  Así tal cual como la canción “Decisiones” de Rubén Blades, un nuevo invitado nos trae una estupenda reflexión para aquellos momentos en los que realmente digo….

NECESITO TRABAJAR CON MIS ALTERNATIVAS 
Muchas veces nos encontramos en un punto de nuestra vida en donde todo pareciera oscuro, en donde no encuentras una salida para lograr tus metas, en donde tu cuerpo trabaja a toda marcha pero tu alma piensa que las cosas que estás haciendo no son las adecuadas para tu vida. Es en ese momento en donde debes parar y analizar varios aspectos de tu vida, revisar tus alternativas.

Las alternativas son una serie de soluciones que se nos presentan en nuestro camino para poder cumplir con un objetivo (ya sea tener un trabajo estable, comprar la casa de los sueños, tener el viaje que nunca hemos tenido, preparar mis cosas para vivir solo(a), entre otras situaciones), y muchas veces nos centramos en que sólo hay una cosa para cumplir esas metas. 

Pues la realidad es otra, el Universo es tan sabio que te ofrece tantos caminos como sean posibles para que esas cosas que deseas se puedan convertir en una realidad. Siempre existirán muchas formas de lograr un resultado o de llegar a un lugar específico. Para eso, debes abrir tu mente a las alternativas y entenderás que no necesariamente porque algo sale diferente a como lo esperabas, quiere decir que haya salido mal.

ABRE TU MENTE Y SE FLEXIBLE
A muchos de nosotros nos cuesta abrir la mente a nuevos escenarios (espirituales, culturales, laborales, entre otros) y siempre nos quedamos en nuestra bendita zona de confort porque es ahí donde nos sentimos bien, protegidos, y hasta amados y valorados. Pero si seguimos ahí no vamos a descubrir las maravillosas opciones que nos presenta la vida, es por esto que debemos abrir nuestra mente a nuevas aventuras, sensaciones, emociones; disfrutarlas y aprender de cada una de ellas.

Si crees que hay un único camino que recorrer, tendrás millones de formas de fracasar. En cambio, si tienes claro el bienestar que buscas y te abres a las millones de formas para alcanzarlo, tendrás millones de formas de ser exitoso. Mantén en tu mente el bienestar que buscas, que tus ángeles y protectores se encargarán de mostrarte el camino a través de formas maravillosas. Estoy seguro que los milagros son una alternativa en la que no habías pensado.

TIENES UNA TAREA POR CUMPLIR
1. Escoge una situación en tu vida que quieras cambiar: Es claro que si tienes varias situaciones en tu vida que quieres cambiar, enfócate en la que te parezca más importante y trascendental para tu vida.
2. Haz una lista de tres alternativas para lograrlo: Recuerda que siempre habrá opciones para cambiar las situaciones y debes esforzarte un poco por encontrarlas. Puedes hacer una lluvia de ideas e ir descartando hasta llegar a las tres posibles alternativas.
3. Dedica siete días a explorarlas: Busca información, habla, pregunta, como siempre lo haces. Tus redes pueden ser alimento para recabar muchísima información al respecto, pero no pidas consejo, sólo busca información que no trate de manipular tus decisiones. Este es un punto importante porque te permite tener claridad sobre cada una de las alternativas que elegiste en el punto anterior.
4. Deja que la nueva información sea tu guía: Con toda la información recolectada y clasificada, es posible que tengas una mejor visión sobre qué camino tomar y cuáles son las acciones a tener en cuenta para conseguir ese cambio. Ofrécela a tus maestros y tus ángeles protectores para que ellos actúen y te apoyen en todo momento..

Debes creer que al final de todo esto, lograrás tener una visión más clara de aquellas decisiones que puedes o debes tomar sobre tu presente inmediato.

                                    

La Vida Nos Enseña

La Vida Nos Enseña
La vida nos enseña todo el tiempo, está en nosotros tener la capacidad de abrirnos a esas enseñanzas y aprender de ellas. A veces se aprende de situaciones feas, tristes y dolorosas, pero lo mejor que podemos hacer con ellas es buscarles el lado positivo, capitalizarlas y volvernos un poco más sabios. 

¿Qué es lo que nos enseña la vida?

La vida nos enseña a amar, a mentir, a soñar.

A respirar profundo antes de correr un riesgo.

A escapar de la realidad. A superarte, a no volver a caer, a levantarte.

A saber quién te quiere de verdad y a quien sólo le interesas.

A cubrir con cosas materiales nuestras carencias.

Y a estar solos. Igual que vinimos, e igual que nos iremos.

La vida es un aprendizaje constante, y el que se estanca, aunque siga despierto, muere.

Es un regalo que hay que disfrutar.

Hay que tratar de sentirse, de comprenderse. Hay que jugarse menos y quererse más.

No estás haciendo las cosas mal si te sales del camino que nos marcan.

Lo que sentimos es lo correcto. Es lo que somos.

Y los pensamientos que no controlamos, son lo que nos atormentan,

y nos veneran los miedos. El miedo a no ser capaz, el miedo a desaparecer.

El ser humano tiene 60.000 pensamientos al día, y la mayoría son negativos.

Pero tienes que saber que se pueden cambiar. Como el que chasquea los dedos.

Y que poco a poco, a base de espantarlos, dejan de aparecer.

Igual que un gato, si le dejas de dar comida.

Recuerda que igual que piensas, sientes.

Y disfruta de cada momento, porque la vida es eso. Momentos. Momentos como éste.

Volvamos a levantar los mecheros, celebrando lo vivido,

a tomarnos de las manos recordando a los caídos,

Sabiendo que el tiempo no importa, que no es real

y que lo que un día fuimos quedará grabado en las cenizas de la eternidad.



El Sentido Común


Ya los estudios están cansados de demostrar que el ambiente donde un ser humano se desarrolla influye en su actitud y reacciones frente a las situaciones diarias. No menos importantes son los estímulos de “crianza” que acompañaron a ese hoy hombre o mujer.

Ahora bien, ¿Cómo enfrentar las diferencias de criterio cuándo dos individuos chocan puntos de vistas antagónicos frente a una misma situación? La cosa es que, para el ejemplo que intento describir, las diferencias vienen marcadas de la educación del hogar, semejantes en algunos aspectos pero equidistantes en otros con relativa importancia.

Pensado por unos minutos pudiese parecer sencillo: “ponte en los zapatos del otro y procura entenderlo”. Si el nivel de conciencia fuese tan alto creo que algunas luces se verían al final del camino pero no, la situación va más allá. Hablamos del tema de quien es cada cual, desde sus más antiguas influencias de educación (formal o no). En realidad pienso que la educación de la casa es la que más influye a la hora de enfrentar estas situaciones.


Como no soy experto en nada de esto, sólo intento colocar en la mesa un tema que, aunque no se vea a simple vista, dificulta enormemente las relaciones humanas. ¿Bastará el sentido común?

viernes, 8 de febrero de 2019

Comunicación Inteligente


Ya hemos hablado que la comunicación es poner en común, y una de sus finalidades es la de influir, pero no todo tipo de comunicación lograr lo que queremos, generar el efecto deseado ya sea positivo o negativo, tomemos el ejemplo de una pareja, ella quiere que el la abrase y le dice: como que  hace mucho frío y nadie  hace nada. Su suegra inmediatamente le da su chamarra y ella se enoja. Él no sabe porque; es aquí donde debe entrar la comunicación inteligente.

La comunicación inteligente es una comunicación efectiva porque está centrada en el receptor, se conoce cuál es el medio más efectivo para expresarle el mensaje, se planea lo que se le va a decir y como decírselo, porque no es lo mismo hablar de matemáticas con un físico que con un biólogo, ya que el primero las domina con exactitud y el segundo tiene poca relación en esta materia.

También es necesario que la comunicación vaya dirigida claramente a la persona adecuada, evitando ambigüedades de mandar un mensaje generalizado y obtener una respuesta del receptor equivocado. Así como el usar un lenguaje positivo que genere una influencia positiva hacia la idea que estamos expresando.

El ejemplo de los novios con una comunicación inteligente seria este: Oye pedro, tengo mucho frío y  me gustaría que me abrasaras. El inmediatamente la abrasaría y ella estaría feliz por que  obtuvo lo que deseaba.


La Mente Libre


Una Mente Libre representa el objetivo último de toda persona, conseguir el bienestar y el equilibrio tanto físico como emocional.

Todos arrastramos ideas, prejuicios y patrones negativos de pensamiento, instaurados, por lo general, en nuestra más tierna infancia.

Sin percatarnos de ello, con frecuencia, seguimos perpetuando actitudes de nuestros padres o nuestros abuelos que asumimos como naturales en el pasado y que, sin embargo, aún siguen actuando en nuestro presente lastrándolo.

Si buscamos un símil para explicar este fenómeno, podríamos decir que de pequeños nos instalaron en nuestro inconsciente y en nuestro consciente unas lentes de diferentes colores y espesores que funcionan condicionando nuestra forma de ver el mundo.

Estos cristales, pueden ser de muchos colores como marrones, rosas o verdes (muchas veces se superponen), pero, independientemente de su forma o matiz, siempre acaban dándonos una visión limitada y parcial de la realidad, proporcionándonos sufrimiento, dolor y frustración y, en definitiva, impidiéndonos ser felices.


Una persona de Mente Libre es aquella que tiene el deseo de liberarse de esos patrones negativos,  que vive en constante cuestionamiento personal y que no quiere seguir repitiendo esas viejas actitudes dañinas. 

No se trata de cambiar un color por otro, sino de eliminarlos todos y liberar nuestra mente para poder ver el mundo tal y como es, sin filtros.

Nuestras Afirmaciones

El pensamiento positivo, bien gestionado, nos hace más resistentes a algunos trastornos del estado de ánimo. La depresión tiene muchas causas. Sin embargo, los pensamientos de baja autoestima, de no ser dignos o de no ser lo suficientemente buenos, juegan un papel importante en los procesos depresivos. Con las afirmaciones positivas, puedes cambiar tu proceso de pensamiento y hacer que este juegue a tu favor, y no en contra.

Una afirmación, por norma, es una declaración confiada de una verdad percibida. Lo cierto es que la repetición de este tipo de verdades, en forma de afirmaciones positivas, ha ayudado a miles de personas a realizar cambios significativos en sus vidas. 

Sin embargo, los efectos no son para todos los mismos. Así, ¿por qué una persona puede beneficiarse de un diálogo interno plagado de afirmaciones positivas mientras que otra no obtiene ningún resultado al poner en marcha esta misma estrategia?

Pues bien, una afirmación puede funcionar porque tiene la capacidad de motivar, ilusionar e incluso de programar a nuestra mente para que trabaje en base a una idea determinada. Da igual que detrás de la idea exista realidad no, lo importante es que la persona le confiera la naturaleza de realidad: la mente no conoce la diferencia entre lo que es real o la fantasía. Eso es lo que ocurre cuando ves una película y empiezas a reír o llorar: la mente se identifica con los personajes de la pantalla y reacciona.

“Una afirmación es realmente todo lo que dices o piensas. Mucho de lo que normalmente decimos y pensamos es bastante negativo y no crea buenas experiencias para nosotros. Tenemos que reeducar nuestro pensamiento y hablar en patrones positivos si queremos cambiar nuestras vidas”.

-Louise Hay-

La Conducta Irresponsable


La irresponsabilidad es una conducta mediante la que una persona no cumple con aquello que previamente había prometido a otra, o aquello que forma parte de sus responsabilidades u obligaciones.

Se dice también que un acto de irresponsabilidad es aquel que una persona lleva a cabo sin tener en cuenta o prever las consecuencias hacia otras.

Es un tipo de comportamiento dentro de aquellos de antivalor. Esto quiere decir que las personas que ejercen la irresponsabilidad no solamente no miden las consecuencias de sus acciones hacia su propia persona, sino que tampoco miden o se percatan de las consecuencias que estas tienen en otras personas.

No obstante, las consecuencias de la irresponsabilidad pueden variar en función del grado de irresponsabilidad que tenga la persona. Por ejemplo, no es lo mismo ser irresponsable y no comprar alimento para la familia que ser irresponsable y demorarse solamente unos días en el pago de un impuesto. En el primer caso la consecuencia será que toda la familia es quien no tendrá alimentos para comer. En el segundo caso, las consecuencias pueden limitarse a un pago extra o adicional por tal demora.

En resumen, la irresponsabilidad es un acto que afecta la vida de las personas de forma individual y/o colectiva/social.

Irresponsabilidad a nivel personal: Es difícil medir hasta dónde pueden alcanzar las consecuencias de las acciones de una persona. No obstante, existen, en líneas generales, consecuencias ligadas más a la esfera personal que otras. Un tipo de irresponsabilidad personal puede aquella en donde un niño no realiza los deberes que la maestra ha solicitado. Esta acción podría enfadar a sus padres que las consecuencias recaerán casi de forma absoluta sobre el niño (exceptuando que se cite a los padres o que se expulse al niño por varios actos irresponsables).

Irresponsabilidad a nivel familiar: Los ejemplos de irresponsabilidad que recaen sobre el entorno cercano de un sujeto son muchos. Así una persona que pierde su empleo por ser irresponsable impide que su familia pueda acceder a un sistema de salud, casa, comida, cuidados, etc.

Irresponsabilidad a nivel social: Un acto de irresponsabilidad a nivel social puede ser el de una persona que decide, mediante engaños y mentiras, estafar a otras a cambio de dinero. Esto no solo tendrá consecuencias para el sujeto que actuó de forma irresponsable, sino que dicho acto recae en un incumplimiento civil (no robar) en cuyo caso es imprescindible que la justicia recaiga sobre dichos actos. En estos casos es la sociedad (o los implicados en la estafa como víctimas o victimarios) sobre los que recae las consecuencias de irresponsabilidad.

Dependiendo de la complejidad o grado de la irresponsabilidad la condena puede ser social o personal.


Pensar Lo Que Pensamos

Opinar es un acto inmediato. Lo ejecutamos de forma automática, sin pensarlo mucho. Esto pasa porque nuestras opiniones ya están más o menos claras, y las preestablecemos con base en nuestras propias creencias, en nuestra visión de mundo y en algunos valores que compartimos con un grupo particular de personas. Opinar es válido. Es importante para establecer vínculos, para construir de forma compartida, para la discusión.

Pero hay un asunto esencial que tendemos a olvidar: el hecho de que pensemos tal o cual cosa sobre una situación o persona, no convierte nuestra opinión en argumento informado. Opinar es declarar una postura, y no requiere de fundamento, método ni lógica alguna. Por ejemplo, alguien puede opinar que es peligroso que las mujeres caminen solas por la noche, especialmente si han bebido y coqueteado en un bar. Alguien podría opinar que, si una mujer que coqueteó en un bar es agredida sexualmente en el estacionamiento, es porque ella lo provocó. Esa es una opinión válida, construida sobre un sistema de valores particular, pero no es un argumento fundamentado. Fundamentar la argumentación pasaría por cuestionarnos la violencia sexual como ejercicio de dominación cultural. 

Por preguntarnos qué hace que un grupo de personas tenga privilegios por encima de otro, quién lo decide y por qué.

El asunto con la opinión es que tiende a ser lapidaria. Por ejemplo, cuando hablamos de una figura pública, nuestras opiniones no pasan por el filtro de la empatía. 

¡Decimos lo primero que se nos viene a la boca! Cuando opinamos en grupo, nos convertimos en una masa abstracta que se divide en bandos “a favor” y “en contra”: que si Leonora es una emprendedora de verdad o una aprovechada que se gasta el dinero del marido para figurar. Que si Melissa tiene talento o su único mérito es que enseña “más de la cuenta”. Que si la asistente de LuisGui es una profesional competente o le dieron el puesto por razones más “sórdidas”. Ya sé lo que opinarán muchos: “la que se mete a figura pública, que aguante”. Y está bien, pero esa es una opinión y no un argumento.

Hay algo obvio que se nos escapa cuando nos transformamos, como colectivo, en “opinión pública”: cuando hablamos de los otros, olvidamos que son personas. Olvidamos a las dos familias que lloran el accidente de tránsito: a la del ciclista fallecido y a la del conductor que se dio a la fuga luego del impacto. Buscamos un culpable, para destruirlo. Si argumentáramos en lugar de opinar, podríamos discutir un poco sobre nosotros mismos como sociedad, para construir algo, lo que sea, a partir de la tragedia: podríamos preguntarnos por qué nuestro sistema vial está centrado en los vehículos y no en las personas. Podríamos cuestionarnos por qué seguimos bebiendo y manejando a sabiendas del peligro que implica. Pero opinar es, sin duda, más sencillo.


Opinemos, sí. Y hagámoslo siempre. Pero no olvidemos que lo que opinamos dice mucho sobre nosotros mismos y muy poco sobre los demás. 

Recordemos las sabias palabras de A. B. White, que nunca pasan de moda: “El prejuicio nos ahorra mucho tiempo. Podemos formarnos una opinión sin necesidad de conocer los hechos”.

Claridad Conceptual

¿Qué entendemos varios de los que hemos alertado sobre esta confusión de términos por claridad conceptual? Cuando asistimos a conferencias, cuando oímos y leemos en los distintos medios de comunicación llamados a participar en actos de política vecinal, municipal, estatal o nacional se puede observar que con muchísima frecuencia, demasiada diría, quienes hablan o escriben no poseen la precisión semántica indispensable de algunas locuciones con las cuales elaboran sus argumentos. 

No significa lo mismo ingenuo que iluso, como tampoco es lo mismo pobre que miserable.
En esas conferencias, charlas u otras modalidades se puede escuchar que igualan un régimen autoritario con uno totalitario. Entre los factores que caracterizan a uno y a otro, aunque en algunos casos pueden tener similitudes, hay diferencias muy claras; basta acercarse y leer con atención a los especialistas en Filosofía Política para aprender a manejar estos conceptos sin mezclarlos descuidada e indiscriminadamente. Hay un Diccionario de política de Norberto Bobbio que recomiendo ampliamente.

El autoritarismo apela a la represión y cualquier otro mecanismo para imponer su voluntad sobre la sociedad civil. Su nota esencial es el carácter autocrático y la propensión a restringir lo más posible las libertades personales. Comúnmente, un régimen autoritario es gobernado por una élite que emplea la represión para conservar el poder. Un régimen autoritario puede presentarse como una tiranía, monarquía, gobiernos militares, o gobiernos en los cuales solo un partido es quien ejerce el poder.

En relación con el totalitarismo es conveniente recordar que Hannah Arendt empleó el concepto para describir los regímenes de ciertos países durante los años de Arendt. De tal manera que se denomina totalitarismo a aquellos regímenes en los que la vida diaria de los ciudadanos es absolutamente controlada por la dominación de un partido político. 

El totalitarismo es el ejemplo de un control estatal absoluto, yendo más lejos de lo que hacen las dictaduras, gobiernos militares y gobiernos autoritarios. Entre los factores que caracterizan a un régimen totalitario está la existencia de una ideología oficial que es vista como incontrovertible. La coexistencia de un grupo armado o policía secreta leal a los intereses del partido. Y, por supuesto, los medios de comunicación están altamente restringidos cuyo propósito principal es adoctrinar a la sociedad civil.

Cuando se oye a alguien decir, por ejemplo, que es igual el fascismo al comunismo, equivoca completamente las diferencias radicales de ambas modalidades de hacer política. Lo diré en forma muy simple. El comunismo está basado en la igualdad económica que aspira a alcanzar el ideal de una sociedad sin clases sociales; por su parte, el fascismo es un sistema básicamente nacionalista. Las clases sociales están rígidamente diferenciadas y tiene al frente un líder absoluto.

El comunismo se conoce como la dictadura del proletariado, propiedad común de las herramientas de producción, y la característica que sobresale es la inexistencia de la propiedad privada. Mientras que en el fascismo está permitida, aun cuando prive la obediencia y utilidad al Estado.

¿Qué consecuencias trae confundir ambas ideologías? Si un médico confunde unos síntomas y da un diagnóstico equivocando las enfermedades, también yerra al prescribir la medicina y puede, incluso, ocasionar la muerte del paciente.


Venezuela agoniza y su salvación no está en seguir insistiendo en transitar por un camino lleno de equivocaciones, altanerías, soberbia e incapacidad para reconocer errores. Venezuela necesita que se deje de lado la improvisación. Se necesita cohesión, claridad conceptual y, sobre todo, cultura política. No basta el voluntarismo.

Aprender A Convivir


“La idea de convivir con las y los demás es un instrumento entre varios para combatir los prejuicios que impiden la concertación. De esta manera, parecería adecuado que la educación se diera a dos niveles; en un primer nivel, en el descubrimiento gradual del otro; en un segundo nivel, en la participación de trabajos en común, con un método de solución de conflictos presentes. Descubrir al otro u otra tiene una doble misión, una que es enseñar la diversidad de la especie humana, la otra contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos; ello teniendo en cuenta que el descubrimiento del otro pasa forzosamente por el descubrimiento de uno mismo o una misma”. (Cabildo Verde 2008b)
Esto quiere decir que hay que aprender a vivir junto con los demás en una cultura de paz, respetando los derechos de los demás y, sobre todo, respetando todas las formas de vida sobre el planeta.
Para poder tener una convivencia pacífica, para interactuar y conocer a los demás y para lograr trabajar por objetivos comunes, es importante desarrollar una serie de valores y actitudes como los que se señalan a continuación:

Desarrollo del autoconocimiento y la autoestima. Tarea que niños y niñas deben emprender desde la primera infancia.

Desarrollar la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Aquí es importante que niños y niñas tengan la oportunidad de iniciarse en la empatía, aunque esta no se adquiera en esta etapa, pero sí se sientan las bases para su desarrollo.

Resolución de conflictos sin violencia. Los niños y las niñas se ejercitan en la resolución de conflictos haciendo uso del diálogo y el respeto al otro.

Cooperación. Aprenden a compartir y trabajar en equipo por un bien común, disfrutando de las metas alcanzadas en grupo.

Tolerancia a las diferencias. Los niños y las niñas se pueden reconocer como diferentes a nivel personal pero iguales en derechos.

Aprender a convivir con el medio ambiente
Los niños y niñas deben aprender que cuidar el medio ambiente es cuidar la vida humana. Es importante, pues, que aprendan que el ser humano tiene la responsabilidad de utilizar los recursos con sabiduría, de vivir, no de destruir.
Si destruimos el ambiente, estaremos perjudicándonos a nosotros mismos y a los demás, incluso a las generaciones futuras. Cuidar el mundo es cuidarnos. Los niños y niñas tienen que aprender que sus acciones tienen repercusiones y que, en la medida en que protejamos nuestro ambiente inmediato, podemos conservar nuestro país y nuestro planeta y garantizar un legado de supervivencia para las futuras generaciones.

La escuela es un lugar idóneo para que niños y niñas desarrollen su conciencia sobre el medio ambiente. Tener conciencia ambiental implica que los niños y las niñas conozcan el ambiente, lo cuiden, lo protejan y conserven. Es importante recordar que para que ellos puedan asimilar estos conceptos y desarrollar esa conciencia se requiere que puedan vivirlos a través de experiencias significativas y cotidianas.


jueves, 7 de febrero de 2019

Empatía Con La Desgracia Ajena

En México y Puerto Rico se han vivido situaciones trágicas, tristes y difíciles. Todos lo vimos en las noticias, redes sociales y en la conversación de la gran mayoría de las personas. Lo que hicimos diferente fue nuestra manera de reaccionar frente a un mismo acontecimiento.

Tal vez tú fuiste de los que rompieron en llanto al enterarse, los que elevaron una oración, el que se unió al equipo de voluntarios, o el que inició la colecta entre sus amigos y familia o tal vez fuiste el que pensó “qué exagerados los que lloran viendo las noticias” o “ya hice lo que podía”.

Cuando hablamos de nuestra reacción frente a la desgracia ajena, entran en juego muchos factores como la personalidad, sensibilidad, alguna experiencia previa asociada, vínculos sentimentales con quien está sufriendo y demás
.
Pero definitivamente lo que podemos hacer para ser más empáticos frente al dolor y el sufrimiento ajeno es ser respetuosos: respetar cómo la otra persona decide vivir ese suceso, cómo lo procesa y canaliza y cómo decide actuar. Aquí nadie hace más o menos, porque depende de la percepción de quien sólo está observando y de la percepción de quien está actuando.


Por ello sigamos poniendo en práctica la maravillosa habilidad de ser más empáticos a través del respeto. Respetando a quien en un momento de dolor decide guardar silencio, respetando a quien se quebranta, a quien grita de dolor o a quien solo quiere ser abrazado con amor.

El Sentido De Lo Correcto


Ahora que me observo, me acepto y me amo más, puedo entender mi tendencia primaria a calificar las cosas en blanco o negro,  todo o nada, correcto o incorrecto.

Siendo realistas, es más rápido y fácil calificar así. De niños, así es como aprendemos a hacerlo; pero cuando ya no somos niños, comprendemos que los seres humanos somos mucho más complejos y somos todo un simple “blanco o negro”.

Escuchando noticias o viendo películas, puedo comprender que, a través de la historia, se ha fomentado muchísimo esta forma de evaluar y procesar la información: exagerando la maldad o bondad en estereotipos.

Sin embargo, lejos de un pensamiento “dicotómico” que es rígido y extremo, blanco o negro, bueno o malo, lo que yo considero importante es que tengamos claro lo que es correcto o incorrecto, y no en términos externos, sino para mí, para cada uno de nosotros.

Ayer cuando escuchaba a Virginia Gawel en el tema “La vida feliz…y lo correcto”, todo se me hizo con mucho más sentido, porque ella decía que las personas realmente felices incluyen entre sus rasgos el ser correctos y que hacer lo correcto colabora con la felicidad personal, familiar y por ende global. Que lo correcto no son los mandatos que aprendemos o que nos quieren imponer, sino que existe, internamente “una moral y una ética que la sabemos desde el espíritu”.

Y se repiten una vez más los mismos temas:

Soy sincero y correcto al hablar. Doy mi palabra y la cumplo.
Hago negocios transparentes, que no dañen a terceros.
Soy honesto.
Soy responsable y respetuoso.
Tengo un trato noble con los animales, los niños y las personas.

No hay nada nuevo, ni temas futuristas o que no hayamos escuchado nunca. Esa verdad que proviene del espíritu, todos la conocemos, todos la sabemos.


Para hacer lo correcto, solo debemos quedarnos en silencio, escuchar lo que dice nuestra voz interior, abrazarla y aceptarla y no dejarla a un lado. Somos uno y nuestra verdad es la misma para todos.

No Morder El Anzuelo


¿Crees en esas declaraciones “reales” como “Adelgace hasta 50 libras bebiendo un batido para perder peso” o “Ventanas nuevas que reducirán sus costos de calefacción hasta un 50 por ciento”?
De acuerdo a la FTC, las compañías que están haciendo este tipo de declaraciones deberían tener pruebas que respalden los ahorros o las mejoras que la gente puede esperar cuando use sus productos. De lo contrario, podrían inducir a engaño a sus clientes.

Independientemente de que tengan o no la intención de engañarte, la mayoría de las compañías hacen declaraciones usando la expresión “hasta tantos dólares, libras o lo que fuera” para atraer tu atención y venderte sus productos. Algunos anunciantes destacan sus mejores resultados aunque solamente se apliquen a una pequeña cantidad de clientes. Esto significa que aunque compres el producto, es posible no logres obtener el mismo impactante beneficio o ahorro que el anunciante publica en el anuncio.  Y lo que es aún peor, hay algunos productos que se promocionan prometiendo una pérdida de peso fácil y rápida que pueden ser categóricamente peligrosos para tu salud.

Pues entonces, ¿cómo puedes evitar que te engañen con las declaraciones que dicen “hasta tantos dólares, libras o lo que fuera”?

Lee los anuncios y la letra chica. Los anunciantes tienden a ocultar la información sobre el tipo de ahorro que la gente puede realmente esperar en notas al pie en letra diminuta o en extensos bloques de texto. Las declaraciones como “sus resultados pueden variar” podrían ser un indicio de engaño.

Coloca la declaración bajo el microscopio. Busca detenidamente frases como “ahorre hasta” un cierto monto de dinero o “nuestro producto lo ayuda a” conseguir un fantástico beneficio, que modifican la promesa que atrajo tu atención en el título. Es un error dar por supuesto que todas las personas lograrán el resultado previsto para el mejor de los casos.

Ten cuidado con los testimonios de otros clientes o casos de estudio. Hazle muchas preguntas al vendedor. Insiste para que te entreguen la información comprobatoria, por ejemplo una prueba científica que respalde las declaraciones sobre los efectos de un producto para perder peso, o una prueba que demuestre que las nuevas ventanas realmente reducen los costos de calefacción y refrigeración. 

Infórmale a los vendedores algunos datos específicos – por ejemplo, cuántos años o cuánto material de aislamiento tiene tu casa – y pregunta cuáles son los resultados probables para alguien en tu situación.


Investiga por tu cuenta. Busca en internet para ver si aparecen quejas sobre una compañía o un producto que promete grandes resultados. Busca cadenas de comentarios sobre productos específicos para averiguar si realmente valen lo que cuestan.

Extravagante


Etimológicamente extravagancia significa que algo deambula, se mueve más allá de unos límites. Esto implica que existe otro límite, la supuesta normalidad de una situación.
Lo que nos parece aceptable, lógico y dentro del sentido común lo catalogamos de normal. Aquello que se presenta como raro y excéntrico decimos que es una extravagancia.

Una extravagancia origina inicialmente un cierto rechazo, ya que no estamos acostumbrados a ella. Si alguien lleva un zapato distinto del otro y camina por la calle con un biquini, es previsible que sea considerado un individuo extravagante. Si esa vestimenta se hiciera popular y poco a poco un mayor número de personas llevara este tipo de atuendo, llegaría un punto en que dejaría de ser raro y sería una moda. Este fenómeno es muy frecuente precisamente en el mundo de la moda, donde la extravagancia tiene un componente de originalidad, un toque de distinción. 

Algo muy semejante ocurre en relación con el arte, en el que las nuevas corrientes crean un debate social, unos aceptándolas como innovaciones creativas y otros censurándolas como una provocación. De alguna manera, la historia del arte es un recorrido en el que la novedad creativa se impone, luego se consolida hasta que otra novedad altera el orden establecido.

Mirando el pasado con perspectiva, se aprecia que la historia de la extravagancia ha tenido ejemplos muy curiosos. Cuando las mujeres empezaron a llevar pantalones, algunos decían que era una inmoralidad, algo impropio de la feminidad. Con el paso del tiempo, la rareza inicial se fue imponiendo y a día de hoy a nadie se le ocurre criticar a las mujeres por llevar pantalones. Hay una moraleja en este ejemplo histórico: no deberíamos rechazar algo porque parezca diferente.

Siguiendo con la idea de los límites entre lo conocido y lo desconocido o entre lo normal y lo raro, los astrónomos observan el universo y al hacerlo se han encontrado con una realidad, que hay planetas que están más allá de nuestro sistema solar, por lo que son denominados como exoplanetas. Al tener una composición química distinta y encontrarse a millones de años luz, se habla de la extravagancia planetaria, puesto que su estructura y situación es muy diferente a la que existe dentro de la Vía Láctea. Esta realidad astronómica lleva a pensar que es razonable admitir la posible existencia de seres extraterrestres. De hecho, cuando aparecen alienígenas en las películas, su aspecto es realmente extravagante.

El Parecer Ser

Hoy me gustaría hablarle sobre el dilema entre ser y parecer, el cual es muy habitual en las personas que gustan vivir de las apariencias. Lo primero que debemos decir es que para parecer hay que ser, es decir, el parecer se da en algo que previamente es y, por ende, ya tenemos que ser algo para poder parecer ser otra cosa. En las personas no hay un solo parecer sino que hay un ser con determinado grado de desarrollo y educación donde aparece un cierto parecer.

Me gustaría profundizar un poco más este tema. El ser del ser humano es el ser humano que es, es decir, es el ser que existe y, en tanto tal, es un ser llamado al desarrollo. El ser humano está en camino de desarrollo personal en la vida la cual es, de algún modo, un espacio temporal donde la persona va creciendo y desarrollándose. Gran parte de los desarrollos posibles del hombre están en sus manos. El parecer implica una apariencia, contrapuesto a un no-desarrollo. El que parece algo pero no lo es, justamente no es aquello que aparenta. El tema es que la persona humana tiene cierto grado de desarrollo ya alcanzado a lo largo de su vida pero tiene muchas posibilidades de desarrollo que aún no ha alcanzado y que cree que nunca va a alcanzar.

Con respecto al desarrollo personal y al amor a uno mismo ya tenido, uno no puede aparentar porque ya lo tiene pero uno puede parecer en aquello que no tiene. Hay un grado de desarrollo personal en la persona que ya está presente en la misma y, ese grado de desarrollo posible, en la medida de que no sea actual, puede ser aparentado. Entonces, podemos tener distintos grados de ser y de apariencia en la persona que estén combinados en la misma persona y que se manifiesten, por ejemplo, en nuestra adicción a los teléfonos móviles.


La idea de estas reflexiones es que cada uno pueda tomar su propia vida como modelo y como punto de reflexión, logrando alcanzar un significado para la propia vida, y no para fijarnos en los demás, ya que es lo que primero que nos sale como costumbre. Ahora bien, si reflexionamos sobre nosotros mismos, ¿por qué nos sale más fácil el parecer que el ser? Bueno, porque para parecer no hace falta ser eso que aparento entonces lo puedo simular, lo puedo teatralizar de forma inmediata, en otras palabras, el parecer es algo inmediato. 

En cambio, si yo quiero desarrollar genuinamente algo de mi esencia requeriría esfuerzo propio, sería algo mediato. El problema es el siguiente: ¿Por qué a veces nos contentamos con parecer, como si ese parecer fuera realmente un ser? En el ámbito del parecer, nos encontramos con un ámbito de simulaciones y actuaciones de la persona, montajes que hacemos frente a los demás y que tienen, en general, el rasgo de querer simular algo que no está tenido. 

El parecer, aunque lo simulemos, termina siendo un auto-engaño en el cual uno termina cayendo y, si uno se termina engañando por aquellas cosas que parece y las supone como tenidas, lo que no va a hacer nunca es recorrer el camino para tenerlas de verdad.