¿Crees en esas declaraciones “reales” como “Adelgace hasta
50 libras bebiendo un batido para perder peso”
o “Ventanas
nuevas que reducirán sus costos de calefacción hasta un 50 por ciento”?
De acuerdo a la FTC, las compañías que están haciendo este
tipo de declaraciones deberían tener pruebas que respalden los ahorros o las
mejoras que la gente puede esperar cuando use sus productos. De lo contrario,
podrían inducir a engaño a sus clientes.
Independientemente de que tengan o no la intención de
engañarte, la mayoría de las compañías hacen declaraciones usando la expresión
“hasta tantos dólares, libras o lo que fuera” para atraer tu atención y
venderte sus productos. Algunos anunciantes destacan sus mejores resultados
aunque solamente se apliquen a una pequeña cantidad de clientes. Esto significa
que aunque compres el producto, es posible no logres obtener el mismo impactante
beneficio o ahorro que el anunciante publica en el anuncio. Y lo que es
aún peor, hay algunos productos que se promocionan prometiendo una pérdida de
peso fácil y rápida que pueden ser categóricamente peligrosos para tu salud.
Pues entonces, ¿cómo puedes evitar que te engañen con las
declaraciones que dicen “hasta tantos dólares, libras o lo que fuera”?
Lee los anuncios y la letra chica. Los anunciantes
tienden a ocultar la información sobre el tipo de ahorro que la gente puede
realmente esperar en notas al pie en letra diminuta o en extensos bloques de
texto. Las declaraciones como “sus resultados pueden variar” podrían ser un
indicio de engaño.
Coloca la declaración bajo el microscopio. Busca
detenidamente frases como “ahorre hasta” un cierto monto de dinero o “nuestro
producto lo ayuda a” conseguir un fantástico beneficio, que modifican
la promesa que atrajo tu atención en el título. Es un error dar por supuesto
que todas las personas lograrán el resultado previsto para el mejor de los
casos.
Ten cuidado con los testimonios de otros clientes o casos de
estudio. Hazle muchas preguntas al vendedor. Insiste para que te entreguen
la información comprobatoria, por ejemplo una prueba científica que respalde
las declaraciones sobre los efectos de un producto para perder peso, o una
prueba que demuestre que las nuevas ventanas realmente reducen los costos de
calefacción y refrigeración.
Infórmale a los vendedores algunos datos
específicos – por ejemplo, cuántos años o cuánto material de aislamiento tiene
tu casa – y pregunta cuáles son los resultados probables para alguien en tu
situación.
Investiga por tu cuenta. Busca en internet para ver si
aparecen quejas sobre una compañía o un producto que promete grandes
resultados. Busca cadenas de comentarios sobre productos específicos para
averiguar si realmente valen lo que cuestan.
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