viernes, 6 de julio de 2018

El Yo Profundo

Si podemos observar las sensaciones, los sentimientos y los pensamientos, es porque son exteriores a nosotros mismos. En la observación son para nosotros el objeto mismo de la observación. Si son objeto de observación no pueden ser nosotros mismos, ya que nosotros somos el sujeto que los observa.

La búsqueda introspectiva nos hace descubrir que nosotros no somos ni el pensamiento, ni los sentimientos, ni el cuerpo, ni las sensaciones que éste experimenta. Nuestra verdadera naturaleza se encuentra detrás, está subyacente a este conjunto de fenómenos que constituyen la personalidad humana.

Si eliminamos el pensamiento, los sentimientos y las sensaciones, ¿qué es lo que queda?. Queda el “Yo”. Cuando nos sentimos existir detrás de las sensaciones, los sentimientos y el pensamiento, no nos hundimos en la inconsciencia. Al contrario, estamos en estado de extrema vigilancia, y en esta vigilancia tenemos consciencia de existir. 

Esta consciencia de Ser, es la raíz del “yo”. Esta consciencia de existir está vacía de todo contenido, ya que todo contenido es una sensación, un sentimiento o un pensamiento. Esta consciencia vacía de todo, esta pura consciencia, es nuestra verdadera naturaleza, nuestro ser real, por oposición a nuestra personalidad que constituye nuestro ser aparente. Así, a la pregunta:  ¿Quién soy yo?, deberemos responder después de este análisis: Soy consciencia pura.

Por un lado está el yo superficial que está compuesto por el conjunto de sensaciones, sentimientos y pensamientos; y más allá, el yo profundo, que es pura consciencia. El yo superficial esconde, oculta al yo profundo, siendo esta la causa de la identificación con la personalidad humana. Para ellos el “yo” es la personalidad humana. Toda iniciación digna de este nombre debe desplazar el nivel del “yo”; de tal forma que el “yo” se sitúe al nivel del ser profundo.

Pensamientos, sentimientos y sensaciones, son percepciones que atraviesan el campo de la consciencia. Lo que permanece en movimiento perpetuo son las sensaciones, las percepciones. Lo que es inmutable es la consciencia. 

En la medida en la que identifiquemos nuestra consciencia de existir con las percepciones, nos encontraremos encadenado al devenir perpetuo, y por ello mismo, al sufrimiento. La impermanencia de las percepciones es constante, y las categorías de percepciones que son consideradas como agradables, están ineluctablemente llamadas a ser reemplazadas un día por otras percepciones consideradas por la personalidad humana como desagradables. Pero si dejamos de identificar nuestra consciencia de existir con las percepciones para identificarla con la pura consciencia vacía de contenidos, entonces ninguna pérdida, ninguna ganancia, ningún sufrimiento puede alcanzarnos. 

Nuestro yo superficial continuará ganando, perdiendo, sufriendo y gozando, pero nuestro yo profundo permanecerá sereno e inmutable. Así, al descubrir el yo profundo, nos emancipamos de las contingencias temporales.

No se trata de buscar la negación, la aniquilación o la mortificación de la personalidad humana. Debemos simplemente tomar consciencia de lo que se encuentra detrás. Esta toma de consciencia no presupone ninguna llamada a la voluntad. Basta con comprender por medio de una percepción interior directa, que todos los componentes de la personalidad constituyen nuestro “yo” superficial, impermanente y relativo, mientras que nuestro ser verdadero se encuentra en otra parte.

Supongamos que por una extraña aberración mental, un jinete se tomara por un centauro, considerando al caballo que monta como a una parte de sí mismo. Un día el jinete se despierta disipando su extraño sueño, dándose cuenta que él no es un centauro, sino un hombre. Pero el hecho de que se considere como un hombre no significa que debe deshacerse o despreciar al pobre caballo, tan bravo, tan noble y tan útil. Esto mismo nos sucede cuando accedemos al despertar interior.

Entonces percibimos que nosotros no somos la personalidad humana, sino la pura consciencia que la habita. Desde ese momento es necesario dejar de tomarse por un hombre, y conocernos a nosotros mismos. Pero esto no debe ser una razón para destruir la armonía que debe existir entre la pura consciencia y la personalidad humana. Al contrario, esta armonía deberá reforzarse y la personalidad humana convertirse en el perfecto instrumento de acción, en el mundo material, de la consciencia inmaterial.

Por el momento debemos empezar por reflexionar. Reflexionar sobre las consecuencias que se desprenden de la práctica de la observación. Reflexionar sobre el hecho de que esta práctica nos permite independizarnos de los componentes de la personalidad. Reflexionar, es decir, darle vueltas y más vueltas en nuestro espíritu a todo lo que se ha dicho al respecto. Meditar sobre ello, hacer de esta meditación nuestra preocupación cotidiana, hasta que las verdades enunciadas se incrusten en nuestra vida. Es necesario que formen parte de ella, que modifiquen nuestra forma de ver las cosas. Solamente entonces podremos decir que han sido verdaderamente comprendidas.


Observa cada día tu cuerpo, tus pensamientos y tus sentimientos para de alguna forma distanciarte de ellos y percibir lo que se encuentra detrás. Una vez que hayas logrado esto, intensifica la toma de consciencia de lo que está más allá de la personalidad humana. No limites tu práctica a la observación del hombre. 

Ve más lejos. Sé consciente de tu verdadera, profunda, impalpable e impersonal Identidad, que permanece detrás de la personalidad humana

El Amor Por La Lectura


La lectura agudiza la sensibilidad, nos hace libres, críticos, nos da mayores recursos para interpretar el mundo. Da la posibilidad de generar un estrecho encuentro con la realidad y estar al tanto de las transformaciones que experimenta el hombre. Todos necesitamos y debemos leer, pero si hay un segmento que lo necesita un poco más en medio de esta furiosa época de revolución tecnológica, son los jóvenes.

Todo lo que alimente la mente y el espíritu será una fiesta. Lo que edifica y construye al ser humano es una fiesta. Sembrar el amor por la lectura en los más chicos, como lo han hecho las autoridades en el curso de esta semana, es un acto noble, festivo, necesario.

La iniciativa del Ministerio de Educación de incluir la Fiesta de la Lectura en el calendario escolar como un camino para incentivar la lectura en las escuelas y colegios del país resulta una medida acertada, creativa, que de seguro significará la semilla que dará a la Patria nuevos lectores y más jóvenes con sentido crítico, inquietos, con ganas de cambiar el mundo.

Si bien los buenos hábitos y la formación del ser humano empieza en el hogar, las medidas que tome el Estado en favor del desarrollo intelectual de los estudiantes deben ser complementadas en casa. Los padres deben plantear actividades que propicien cercanía entre sus hijos y los libros.

Lo ideal es predicar desde el ejemplo. Los chicos deberían crecer viendo a sus padres leer, pero los especialistas enfatizan que el vínculo que se forja con los libros es algo así como los vínculos que se generan entre los seres humanos, así que la actividad más fructífera en este sentido es que padre o madre, o ambos, se dediquen a leer a sus hijos desde pequeños, en familia, y así relacionen la lectura con el amor, con la atención, con la unidad.

Hay que encontrar el momento del día y el espacio perfecto para compartir un libro. Al hacerlo se tejerán lazos emocionales, afectivos, y las chances de crear lectores asiduos y voraces serán mucho mayores. La lectura debe ser vivida desde el placer, no desde la imposición, y esta es una buena forma de lograrlo.

La lectura es sabiduría, conocimiento, crecimiento, un alimento para el alma. Que la lectura sea la fiesta permanente y cotidiana de nuestras vidas, que nuestras casas pasen anegadas de libros y de letras.



jueves, 5 de julio de 2018

Responsabilidad


Responsable es el que cumple con su obligación sin presiones inmediatas. 

Responsable es un hombre libre que sabe usar su capacidad de elegir; no es responsabilidad la del que cumple su deber, obligado por alguien con autoridad.

El responsable es consciente y está convencido; más aún, cumple movido por un noble sentimiento de interés por sí mismo o por su prójimo.

El que cumple obligado es como un animalito amaestrado, domado por el miedo o por el interés de un beneficio inmediato. En cambio, el que cumple por convencimiento es libre, es humano.

Cumplir obligado causa fatiga, fastidio y abandono de la labor tan pronto como cesa la vigilancia del que obliga.

Cumplir responsablemente, causa satisfacción y plenitud y va ligado con la perseverancia necesaria hasta ver la labor cumplida.

La responsabilidad es un hábito que se forma no sólo por la repetición mecánica de acciones, sino por el crecimiento en la toma de conciencia del propio bienestar y de la felicidad de los seres amados.

Hemos visto cómo los hermanos mayores, normalmente, son educados en la responsabilidad. ¿Y los demás? Tener hermanos es una lección continua de amor y, por lo tanto, de responsabilidad. La familia misma es la escuela en la que se aprende a ser responsable, pero algunos alumnos hacen trampa y se escapan de esas clases aprendiendo a ser egoístas. Cuando el papá o la mamá no son buenos maestros, echan a perder al hijo y lo hacen irresponsable.

Cada vez vemos más hombres que no sostienen a su familia con el pretexto de que la esposa trabaja y cada vez vemos más esposas que mantienen hasta al marido.

Hay empleados que se esfuerzan no en ser más productivos, sino en ver la forma de trabajar menos y de ganar más, y lo que es más triste, muchos dejan de ser responsables por un beneficio egoísta.


Descuidar nuestras obligaciones, no cumplir con nuestro trabajo, no asistir a clases o no hacer tareas, nos hace responsables, pero de la infelicidad propia y de la de nuestros seres queridos.

El Poder De La Mente



Por lo general prestamos poca atención a nuestros pensamientos. 

Ellos aparecen de la nada, pasan a través de nuestra mente y se van para no ser vistos de nuevo.

Los pensamientos también son inmateriales por lo que a menudo nos olvidamos de que ellos están siempre ahí. Como resultado de todo esto tendemos a subestimar el poderoso impacto que pueden tener los pensamientos en nuestras vidas. 

Sin embargo la mente humana tiene un gran potencial, esta contiene grandes poderes o capacidades que pueden ser aprovechadas por todos nosotros. Por desgracia estas capacidades son ignoradas o son desconocidas por lo que muchas de sus habilidades han pasado a estar en estado latente. Sin embargo el poder de la mente tiene un increíble potencial que podemos aprovechar.

El poder de la mente depende en gran medida de tus pensamientos. Tú te conviertes en lo que piensas. Los pensamientos que decides tener influencian en gran medida a lo que te pasa en la vida. Tus creencias, modos de pensar y actitudes influyen en la forma cómo te comportas y cómo respondes a ciertos eventos. Más aún, tus patrones de pensamiento deciden en gran medida la forma de interpretar ciertas situaciones.

Estas pueden marcar la diferencia entre vivir en un mundo horrible y apocalíptico diseñado para castigarte o vivir en un mundo en el que te enfrentas a desafíos que te enseñan lecciones importantes. 

Dos personas pueden compartir exactamente la misma experiencia pero la forma como interpretan lo que sucede podría ser totalmente diferente.

“Todo depende de cómo vemos las cosas, y no la forma en que son en sí mismas.”
Carl Gustav Jung



El Genio Que Duerme En Tu Interior


Luego de compenetrarte un poco con tu propio yo y los valores que albergas, quiero que hagas un alto en la lectura, te pares al frente de un espejo y te respondas a ti mismo lo que ves en él.

La mayoría de las personas observan lo que físicamente les agrada de sí mismas, así como lo que no les agrada. Superficialmente, cada quien trata de corregir u ocultar los defectos físicos que considera tener, buscando escapar de una realidad que no le satisface, y otras veces se gustan a sí mismo en demasía.

Ante esta frágil situación se van descuidando los valores más significativos del ser humano y se entra en un estado de vanidad o inconformismo que bloquea la mente y no deja que pensemos con claridad, haciéndonos susceptibles de caer en la negación de nosotros mismos o, en el caso contrario, en la egolatría.

Ahora dime: ¿Qué ves tú en el espejo? Probablemente el espejo te muestre una réplica de tu yo externo; más si miras a tus ojos y te concentras en la profundidad de éstos, podrás sumergirte en tu interior y descubrir el genio que duerme dentro de ti.


Valorar Todo Lo Que Tienes


Valorar lo que ya tenemos o lo que somos o lo que sucede a nuestro alrededor, nos permite disfrutar de todo lo que nos rodea y recibir más.

Sólo has de observar como aquellos que pese a que disponen de mucho más que otros, se pasan el día quejándose y sin importar cuanto desees hacerles consciente de lo que tienen, siempre te saldrán con que quieren más, con que lo suyo no vale o que estas equivocado porque ellos no se quejan...

Cada vez que me encuentro a alguien así en mi vida, trato de observar en que área yo me muestro igual, ¿acaso me quejo de mi trabajo? ¿Me quejo de mi familia? ¿Me quejo de algo?

Si observas tanto lo que te gusta como lo que no te gusta de otros, puedes valerte de ello para mejorar, para ser más consciente, al fin y al cabo todos somos espejos, así aunque no soporte a quien se queje, ¿de qué me quejo yo?

No se trata de criticar o juzgar a los demás, ni si quiera a ti mismo, si no de aceptar que eso también forma parte de tu carácter y que puedes sanarlo.

Igual no lo exteriorizo o ni tan si quiera soy consciente, lo cual la observación nos lleva a ser conscientes y subsanar esa parte quejica o cruel o arisca o malhumorada.

Normalmente quienes sufren esas "partes de nuestro carácter" suelen ser nuestros allegados, familia, pareja, hijos...

Eres consciente de aquello que has de limpiar en ti, así que admitamos que podemos mejorar y adelante cambia.

Valora el increíble milagro de todo lo que nos rodea, valora todas tus partes, las luces y las sombras, sin ellas no serías nada...

Apoyarte En La Confianza


“Ven toma mi mano, apóyate en mí y yo me apoyaré en ti, no te preocupes la vida es así, a veces los problemas nos hacen sentir que estamos muy solos. Ven habla conmigo y ábreme tú corazón, déjame escuchar tus penas y escucha las mías, a veces compartir el dolor lo hace más llevadero. Ven caminemos juntos y así poco a poco venceremos los fantasmas que no nos dejan vivir. ”

La confianza viene del latín y significa “con fe “y por tanto la confianza y la fe van siempre unidas. Confiar significa tener fe. Es tener fe en uno mismo y fe en los demás. Confiar es saber que lo vamos a conseguir y por tanto confiar es creer, muchas veces creer sin ver.

Y es que al igual que confiamos en nuestra familia y amigos, también podemos y debemos confiar en nosotros mismos. Es más, la mayor confianza viene de nuestro interior y es un aspecto que tenemos que afianzar, que tenemos que trabajar para desarrollar las herramientas y valores para seguir adelante, para caminar en la vida, para vencer y dominar los miedos, las dudas y las incertidumbres.

La confianza es un pensamiento positivo que nos hace seguir hacia adelante, pero también es un sentimiento muy profundo que surge desde nuestro corazón y aquí es fundamental como hemos dicho antes la fe.

Para tener confianza tenemos que creer en nuestro potencial, en nuestros recursos y por tanto tenemos que valorarnos

Y es que somos personas muy limitadas, pero a la vez somos personas con un potencial extraordinario y es que somos a la vez personas humanas y divinas.

Creer en nosotros mismos es una decisión que sin duda tenemos que tomar a lo largo de nuestra vida. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, la vida al igual que emprender, es un camino de aprendizaje, donde somos peregrinos en busca de nuestra meta. Para la mayoría de las personas, esa meta, sin duda, será la felicidad. Somos caminantes que nos enfrentamos a nuestro propio destino y en ese caminar nos depara retos y pruebas que tenemos que afrontar.

Y para ello es fundamental confiar y tener fe, en nosotros y en nuestro proyecto.
A pesar de las dificultades, de la incertidumbre, sin duda tenemos la confianza, la fe que es una de las herramientas más potentes que podemos utilizar.

Sabemos que somos vulnerables, pequeños y que atravesamos un camino de dificultades. Y necesitamos confianza, seguridad y esa seguridad, sin duda, la tendremos que sacar dentro de nosotros mismos. Y lo haremos a través de nuestros valores, nuestras raíces, en las que nos nutrimos, crecemos y nos desarrollamos como personas.

Para terminar quiero decir que la confianza es un valor extraordinario y que es necesario fortalecer y transmitir a los demás. Si confiamos en nosotros mismos podemos confiar en los demás y ayudar a que otras personas puedan desarrollar ese valor de la confianza que tanta falta nos hace tanto en los hogares, en las familias así como en los centros educativos.


Solidaridad Humana

La solidaridad es una condición del ser humano que complementa las actitudes sociales de un individuo. Podemos definirla como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. 

Entonces, podríamos decir que es la base de la sociedad humana si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir.

Cuando una persona es solidaria con los demás, mantiene una naturaleza social en el entorno en el que se desarrolla. Ser solidario conduce al desarrollo sustentable de los pueblos, ya que este es un acto fundamental para beneficiar a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, lograr aportar a una determinada causa o cuando alguno de nuestros seres queridos, ya sean amigos, conocidos o familiares tengan algún problema en el que nuestra ayuda o compañía sean un aporte para mejorar su difícil situación.

En tiempos de crisis es común encontrarse con la solidaridad de personas que se dedican a hacer el bien. Países que atraviesan momentos de guerras, hambrunas, desastres naturales y otras condiciones extremas siempre han podido contar con otros Estados que se avocan a defender, ayudar o brindar toda clase de apoyo para resguardar la integridad de esa localidad.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2005, proclamó el 20 de diciembre de cada año Día Internacional de la Solidaridad Humana, considerando que la solidaridad es uno de los valores fundamentales y universales en que deberían basarse las relaciones entre los pueblos. Asimismo, la ONU destaca que la solidaridad es un pilar central de la cooperación internacional y hace referencia a que la globalización y la creciente interdependencia suponen un cambio en nuestra forma de cooperar.

La solidaridad no es obligatoria
Aunque la solidaridad no es obligatoria, resulta un compromiso moral que debe haber entre los que pueden ser capaces de ayudar a alguien en situación de riesgo o necesidad extrema. Es un acto importante ya que representa la base de muchos valores humanos, como por ejemplo la amistad, el compañerismo, la lealtad, el honor… Ser solidario nos permite sentirnos unidos a esas personas a las que les brindamos apoyo, es vivir su realidad con una solución conseguida en conjunto.

En la actualidad, la solidaridad suele pasar desapercibida o no ocupar tanto espacio en nuestras vidas debido a todos los temas a resolver que solemos tener. Pero, en todos los lugares del mundo se puede ser solidario, desde nuestra humanidad y desde donde nos encontremos podemos poner en práctica nuestra solidaridad. Cada día se nos presentan oportunidades para ser solidarios con las personas que nos rodean. Un primer paso es ponernos en el lugar de otro e intentar entender sus problemas desde su perspectiva. 

La solidaridad es una forma de apoyo que se realiza desde la igualdad y teniendo en cuenta los principios básicos de justicia social e interdependencia, porque al ser solidarios formaremos parte de los problemas de nuestro entorno y de sus soluciones. Cuando participamos de manera solidaria en la solución de un problema logramos que las cosas cambien, pero también cambiamos nosotros mismos.

Es normal escuchar, creer o pensar que la solidaridad es un buen modo de paliar situaciones dolorosas en las que los Estados demuestran su ausencia o no actúan de manera correcta y notamos como las organizaciones de la sociedad civil terminan siendo un alivio efectivo para estas situaciones. Sin embargo, es necesario que individualmente dejemos sentado que cualquier acto de solidaridad que hagamos es responsabilidad de los Estados y de quienes administran los recursos quienes deben actuar correctamente para evitar catástrofes o situaciones de abandono y contrarrestarlas cuando las mismas se dan.


Ser solidario también implica poder organizarnos para ayudar y para hacerle ver a los Estados que cualquier ciudadano debería poder reclamar y exigir mejoras.

Es nuestra responsabilidad exigir que las obligaciones se cumplan no sólo para nosotros sino cuando vemos a alguien desamparado. La solidaridad es sin duda un acto importante para ayudar a que nuestra sociedad funciona armoniosamente.

No olvidemos la solidaridad como algunos Estados olvidan a los que más necesitan.

Ingratitud

Existen personas que acostumbran a dar por sentado los favores que reciben de los demás y los olvidan fácilmente.

Pero no sólo tienen tan frágil la memoria en ese sentido sino que sufren una distorsión de la percepción y tienden a atribuirse  a sí mismos los beneficios que obtienen,  sin reconocer en absoluto el apoyo que recibieron.

Por supuesto, si la ayuda no les reporta ventaja alguna, no dudan en culpar a los otros de sus fracasos.

Estoy convencido que una crianza con excesos de gratificaciones y un ego alimentado desde niño, generalmente por ser únicos hijos, llevan a esa actitud de falta de reconocimiento y de agradecimiento tanto por todo lo que han tenido la oportunidad de recibir siendo niños como por todo lo que la vida les depara siendo adultos.

El niño consentido suele ser un adulto incapaz de sobrellevar los avatares de la vida y de defenderse solo, porque su condicionamiento no se lo permite, ya que permanece a la espera de que haya siempre alguien que le tienda una mano.

No conciben la posibilidad de hacer un esfuerzo para obtener algo por sí mismos, ya sea por sus continuas enfermedades imaginarias, o porque eligen estar siempre cansados o depresivos,  o porque creen que ninguno puede pagar el costo que valen sus esfuerzos.

Por lo tanto, circulan por la vida tratando de sacar ventajas, intentando  continuar el estilo de vida que anhelan, viviendo de las herencias o vendiendo las joyas de la abuela, sin desarrollar el intelecto o la creatividad, aunque hayan ido a calentar el asiento a la facultad y hasta hayan obtenido un título.

De estas vidas vacías y huecas está lleno el mundo, personas que se entretienen quejándose de todo y sin hacer nada que implique un posible esfuerzo.

Por otro lado, los que se complacen en ayudar a otros, no escarmientan, porque no aprenden que es inútil ayudar a quien no se ayuda a sí mismo, y  que casi nunca recibirán reconocimiento.  Sin embargo no lo pueden evitar y se siguen empeñando en darle una mano al caído sin esperar recompensa alguna, arriesgándose a sufrir decepciones y desilusiones.

El impulso de hacer algo por el otro es innato y todos lo tenemos, sólo que depende de las experiencias que se hayan tenido.  El que ha sido bien enseñado será solidario, tenderá a esforzarse para obtener algo y si recibe algo que necesita quedará eternamente agradecido.

Eduquemos a nuestros hijos sin darles demasiado, que aprendan a ayudar en la casa, a ganarse lo que desean, a ser solidarios, generosos y honestos,  a respetar al otro aunque piense y sea diferente;  y principalmente,  a ser agradecidos por todo, todas virtudes que se adquieren con el ejemplo.

El que da algo, aunque sea poco, está expresando de la mejor manera posible su amor por el otro y el que está siempre esperando que le den algo y se olvida de agradecer, demuestra claramente su egoísmo.

Alguien dijo sabiamente alguna vez:  "Nadie es tan pobre que no pueda dar algo, ni tan rico que no necesite nada".  


Valores Que Nos Identifican


EL RESPETO   un valor que tenemos que tener siempre presente en nuestra vida. Al dirigirnos hacia las otras personas   en nuestro trabajo o en cualquier lugar  donde nos encontremos,  respetar las decisiones de los demás...  el respeto nos ayuda a  crecer como mejor persona.
SOLIDARIDAD  ayudar a las otras personas  de cualquier manera  sin importa religiones, políticas o culturas. Tenderle la mano al más necesitado sin esperar nada a cambio.
LA AMISTAD  valor imprescindible en nuestras vida  y en todo momentos   ya sean  malos o buenos,  la amistad  siempre  está basada en la confianza, fidelidad.
EQUIDAD   últimamente en nuestra sociedad se menosprecia a las persona por no poseer un título, o  por ser de  diferentes  clases sociales .si rescatamos este valor dejaremos de mirar de lado a los personas que no tienen un título o  una buena posición económica  y así sabremos valorar a las personas por lo que son y no por lo que tienen.
LA RESPONSABILIDAD  es un valor que debemos de tener siempre en cuenta a  hora de  realizar nuestras actividades laboral, académicas o ya sea en el hogar .Ser  puntual  esto nos ayudara  a ser una persona ordenada.
SINCERIDAD siempre hay que hablar con  la verdad y toda la sinceridad de mundo para  no lastimarnos  la sinceridad es la base fundamentar de todo.
PERSEVERANCIA  es un valor que siempre lo tenemos que tener en cuenta a la hora de fijar una meta,  lograr lo que nos proponemos. No decaer en la lucha  de algo que queremos lograr  por eso se dice que el que persevera vence. 

LA TOLERANCIA un valor muy importante, es indispensable para poder mantener buenas relaciones con los demás. Es por la falta de tolerancia que los matrimonios se disuelven, las empresas no funcionan y las amistades son cada día más difíciles de mantener.
VALENTÍA  un Valor Excepcional para Admitir nuestros errores  y rectificarlos  así podremos comenzar con el proceso de cambio para ser mejor personas y por lo tanto hacia una mejor sociedad.

Todos  los valores   son fundamentales en nuestras vidas  desde el momento en que nuestros padres nos los inculcan para ser cada día una mejor persona. Sin los valores no somos seres humanos hay que amar al prójimo, ser solidario en los momentos más difíciles, respetarnos, se perseverantes a  la hora de proponernos una meta... en fin hay muchos valores que debes de ir rescatando poco a poco.

miércoles, 4 de julio de 2018

Construir Un Futuro Posible

Todos podemos dar una oportunidad a nuestro futuro, actuando con una conciencia de realidad, realizando una sencilla revisión del pasado, de esta manera podremos imaginar, proyectar y prospectar” unos posibles futuros y con ellos voluntariamente elegir no ese ” futuro que nos ha tocado”, sino aquel que decidamos!.

Nuestra costumbre es mirar hacia atrás y culpar al pasado de nuestro presente o muchas veces mirar a los lados  para compararnos y envidiar  lo ajeno, pocas veces posamos la mirada al frente y contemplamos nuestras “opciones  por venir”.

La prospectiva de vida es una metodología limpia, que sin dolor, sin culpa revisa nuestra estado actual lo invita a meditar sobre usted mismo, sobre cuanto se conoce, colocándolo frente a sus fortalezas y verdades; luego con la suavidad  de un bote en un tranquilo lago lo invita a contemplar su entorno, a los suyos, sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, comprender sus interés e influencias frente a usted, frente a sus metas, para lograr identificar aquello que suma en su vida y que se vuelven clave para ese porvenir anhelado; después de ese tranquilo lago pasamos a un kayac en un rió caudaloso, donde nos subimos solos a identificar los factores que nos pueden llevar a un mejor futuro, con ellos construimos escenarios posibles y determinamos aquel escenario que soñamos y por el que invertiríamos todos nuestros recursos.

La vida sucede cada día, de nuestra manera de asumirla, reconocerla y de actuar dependerá lograr el futuro que nos corresponde.

Es posible diseñar una estrategia para triunfar, lo difícil es tomar el remo y comenzar a remontar el río, pues hasta hoy muchos toman su vida como un paseo en una balsa que otros dirigen y del cual no conocemos su puerto final.



Tecnologías De La Información

El conocimiento y la información tienen un impacto considerable en la vida de las personas. Su asociación, especialmente a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tiene el poder de transformar la economía y la sociedad. Las sociedades del conocimiento deben basarse en cuatro pilares: la libertad de expresión, el acceso universal a la información y al conocimiento, el respeto a la diversidad cultural y lingüística, y la educación de calidad para todos. 

La UNESCO trabaja para crear sociedades del conocimiento integradoras y empoderar a las comunidades locales incrementando el acceso, la preservación y el intercambio de información y conocimiento en todas las esferas de competencia de la Organización.

“La UNESCO ha sido pionera en la ampliación de nuestra visión de la tecnología al ir más allá de las infraestructuras y centrarse en las necesidades humanas. No podemos invertir solo en tecnología, necesitamos invertir en ecosistemas”, ha declarado la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova.

La voluntad de la Organización de crear sociedades del conocimiento reside en la convicción de que el acceso universal a la información es indispensable en la construcción de la paz, el desarrollo económico sostenible y el diálogo intercultural. En este sentido, la UNESCO ha ideado diversas herramientas y programas destinados a promover la “apertura” de contenidos, tecnologías y procesos mediante actividades de sensibilización, formulación de políticas y desarrollo de capacidades.

Entre estas soluciones, los recursos educativos abiertos abren la vía del acceso universal a la educación de calidad al permitir el uso, la adaptación y la distribución gratuita de materiales didácticos, de aprendizaje o de investigación. Paralelamente, con el fin de contribuir a la reducción de la brecha entre países industrializados y países emergentes, la UNESCO ha decidido adoptar una política de libre acceso a sus publicaciones, recurriendo a una nueva dimensión del intercambio de conocimientos: el acceso abierto.

 Como elemento fundamental de su mandato de promover la paz y el diálogo intercultural, la UNESCO también apoya la preservación del patrimonio documental, reforzando los marcos de preservación existentes y haciendo hincapié en la preservación a largo plazo de información digitalizada o producida por medios digitales. 

En 1992 la Organización puso en marcha el Programa Memoria del Mundo, que reúne parte del patrimonio documental de la humanidad más importante, en beneficio de todos y para disfrute y conocimiento de las generaciones venideras.

La UNESCO alienta igualmente el multilingüismo y el respeto a la diversidad cultural en el ciberespacio. La Organización promueve la producción de contenidos locales en distintas lenguas y contribuye a los debates internacionales sobre la gobernanza de Internet a través de su participación en el Foro para la Gobernanza de Internet (FGI) y la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI).

Los cambios generados por el rápido desarrollo de las TIC no solo han abierto perspectivas maravillosas para la humanidad, sino que han planteado, además, desafíos éticos sin precedentes. La posibilidad de expresarse libremente a nivel mundial ha generado uno de los mayores dilemas respecto a estos desafíos del siglo XXI, ya que junto a los beneficios de un mundo conectado digitalmente está también la amenaza del uso indebido y los excesos, de los prejuicios explícitos y de la falta de respeto mutuo y la radicalización. En este sentido, la UNESCO ha organizado una conferencia internacional sobre “Los jóvenes e Internet” con el propósito de aportar herramientas eficaces contra el uso de Internet para alimentar el extremismo violento.

“La posición de la UNESCO es clara: Internet y las nuevas TIC deben ser plataformas de compromiso positivo, de paz, de promoción del respeto de los derechos humanos y la dignidad, que faciliten el diálogo y el entendimiento mutuo”, ha declarado la Directora General.


Para ello, la UNESCO cuenta con el apoyo de sus Estados Miembros y de organizaciones internacionales a fin de garantizar el acceso de todos a las TIC y a la información. 

Tercera Edad: Derribando Mitos

Que son menos activos sexualmente. Que representan una carga para la sociedad. Que no pueden cambiar sus hábitos. Estos y muchos otros mitos fueron adjudicados a los mayores durante siglos, pero la ciencia los va derribando a todos, uno por uno…

Estos estereotipos, mitos, y obsesiones, caen rotundamente al contrastarlos con las evidencias científicas.

Pero. ¿A que nos referimos cuando hablamos de evidencia científica?
Concretamente a los sorprendentes resultados de un amplio estudio científico sobre el envejecimiento desarrollado por la MacArthur Foundation en los Estados Unidos.

A continuación, le presentamos los rotundos contrastes encontrados entre los mitos y las evidencias científicas:
Mito 1: Ser mayor significa estar enfermo.
Uno de los hallazgos del estudio, establece que las personas mayores tienen muchas posibilidades de envejecer muy bien, antes que de llegar a estar dependientes.
Por eso, en lo que respecta a esta idea, el estudio pudo demostrar que las personas mayores son generalmente sanas. E incluso en la vejez avanzada, la gran mayoría de la población mayor sólo tiene pequeñas discapacidades funcionales, y esta proporción de personas con problemas ha ido mermando con el tiempo.
Mito 2: El secreto para una vejez exitosa, es tener la adecuada disposición genética.
Otros de los mitos que derribó el estudio de la MacArthur Foundation es aquel que señala que los deterioros físicos tienen relación directa con los genes. En efecto, sólo cerca del 30 por ciento de los problemas físicos desarrollados en la vejez podían ser atribuidos a los genes. Incluso, se pudo determinar que a medida que las personas envejecen, la herencia genética empieza a ser un factor mucho menos importante que el ambiente y el estilo de vida.
Así, cómo vivimos, y donde vivimos, tiene un impacto mucho más profundo en todas las funciones orgánicas, incluyendo el corazón, el sistema inmunológico, los pulmones, los huesos, el cerebro y los riñones, antes que los genes. Por lo que cada persona, individualmente y más allá de sus padres, es responsable en gran parte de su propio estado físico y de salud durante la vejez.
Mito 3: Los mayores representan una carga para la sociedad.
Al medir el trabajo y el éxito, nuestra sociedad simplemente no cuenta el trabajo voluntario o no pago.
Se supone que todo aquel que trabaja a cambio de una retribución económica, es el único que puede colaborar con la sociedad, y por ende, los que no lo hacen, son una carga.
Así, la actividad productiva, pero no pagada, no es parte de la ecuación para medir la contribución a la sociedad.
Por eso, en un sentido más grande, la mayor parte de la gente adulta es muy productiva, pues al tercio de los mayores que todavía trabajan por la paga, se le debe sumar otro tercio que se ofrece de voluntario en iglesias, templos, hospitales, comedores, u otro tipo de ONG’s, y otro tanto que proporciona una indispensable ayuda informal a miembros de familia, amigos y vecinos.
Mito 4: No se le puede enseñar a un viejo lobo nuevas artimañas.
Según las investigaciones científicas llevadas por la fundación, se ha podido demostrar que la gente mayor puede, y de hecho suele, aprender cosas nuevas.
Por cierto, estas personas contaban con tres factores claves que ayudaban a mantener intacta sus funciones mentales en la vejez: (1) una actividad física regular; (2) un fuerte grupo social que servía de apoyo; y (3) la fe en sí mismos para manejar lo qué la vida tenía para ofrecerles.
Como sabemos, los adultos mayores deben aprender, regularmente, a utilizar aparatos y equipos que les eran totalmente desconocidos durante su juventud, como por ejemplo los procesadores de alimento, hornos a microondas, o todos los botones de programación de una videograbadora.
Mito 5: Las luces pueden estar encendidas, pero el voltaje es bajo.
Nuevamente, se extiende un estereotipo sobre los hombres y mujeres mayores, en esta caso para dar cuenta de una supuesta falta de habilidades tanto físicas como mentales, que tendrían una repercusión determinante en la vida sexual.
En efecto, esta suposición de carencia de habilidades adecuada encuentra su mayor expresión en la creencia general de que es raro, e incluso categóricamente inadecuado, el interés y la actividad sexuales en la vida adulta.
La realidad señala que existe efectivamente una disminución en la actividad sexual a medida que las personas envejecen, pero que, sin embargo, existen tremendas diferencias individuales de un caso a otro, las cuales en realidad están determinadas por ciertas normas culturales, de salud y disponibilidad o no de parejas para mantener sexo o romances, mucho antes que por la edad cronológica, que de hecho no es el factor más crítico.
Pero este mito ya se debería haber derribado desde hace mucho, ya que incluso en un estudio llevado a cabo en 1953, -un tiempo mucho más represivo en el aspecto sexual, y con muchos menos recursos de salud que en la actualidad,- demostraba que el 70 por ciento de los hombres mayores de 68 años eran sexualmente activos.
Derribando mitos
Todas estas investigaciones, desarrolladas durante décadas enteras, dan cuanta claramente de cuan falso es el prejuicio de que ser viejo significa estar enfermo y frágil, pues de hecho la mayoría de los adultos occidentales que no están inmersos en condiciones de pobreza, son generalmente sanos.
E incluso durante la vejez avanzada, una gran mayoría de la población mayor tiene sólo pequeñas discapacidades funcionales, las cuales no son determinantes para su pleno desarrollo, y, por otro lado, han ido mermando con el correr del tiempo.

Por eso es posible ver en la actualidad una mayor presencia y peso, dentro de la sociedad total, de una población adulta con sus facultades cognoscitivas y físicas totalmente plenas, que ejerce una vida muy activa gracias a esta combinación de vidas más prolongadas con menor enfermedad, que agrega vida a los años así como años a la vida.

Solucionar Problemas


La madurez emocional supone comprender que los problemas van y vienen y que la mejor forma de enfrentarse a ellos es aceptarlos y buscar soluciones, sin perder tiempo quejándose.

Cuando surge un problema, puedes adoptar tres formas de resolverlos:

Impulsiva: tomas la opción más fácil y que a corto plazo puedes realizar. Te traerá resultados negativos ya que no piensas en otras opciones que podrían ser mejores, ni en las consecuencias de cada opción
Evitativa: no afrontas el problema y lo evitas. Esta forma también te traerá consecuencias negativas ya que el problema no se resolverá solo
Racional: tratas de definir el problema, no te quejas, te centras en la solución, generar alternativas de acción y tomas una para finalmente resolver el problema. 

Esta es la forma que te conviene aprender, es la más adaptativa y la que mejores resultados te dará.

Cuando te surge un problema, lo normal es que tengas un sentimiento negativo; sentirse triste o preocupado.

Sin embargo, comienza a ser des adaptativo cuando empiezas a darle vueltas días, meses e incluso años y no tomas soluciones o decisiones.

El enfoque más correcto, constructivo y que te dará resultados infinitamente mejores para tu vida es el contrario a centrarse en el problema; centrarse en la solución del problema.

Si cada vez que te surge un problema adoptas este enfoque, los resolverás de forma más rápida y efectiva, además tendrás mejores resultados.
Lo que hace mucha gente es:
1) SURGE EL PROBLEMA ->2) SE PREOCUPA, 3) SE QUEJA, 4) PIENSA SOBRE EL PROBLEMA Y SUS CONSECUENCIAS NEGATIVAS
Lo más adaptativo para que tengas una mejor calidad de vida es:
1) SURGE EL PROBLEMA-> 2) PIENSAS EN LAS SOLUCIONES Y EN ACTUAR

Hay varios aspectos de la solución de problemas que te conviene saber:
-Los problemas son comunes y los encontrarás durante toda la vida
Pasaras épocas con más y otras con menos aunque siempre será tu responsabilidad elegir:
Quejarte y dejar el problema que se resuelva solo o que alguien venga a resolverlo por ti
O resolverlos, poniendo el foco de atención en la solución
Al resolver un problema, será muy importante la autoeficacia (creencia de que puedes resolver el problema y de que tus acciones te llevarán al estado o solución deseada, la autoestima y la autoconfianza.
-No puedes resolver todos los problemas solo y habrá gente que te deberá ayudar en algunos casos.
-Diferencia los problemas urgentes en los que tienes que tomar una solución pronto de los que puedes dejar para un poco más adelante.
-Reto: si tienes la creencia de que el problema es un reto, estarás más motivado para la búsqueda de una solución, entrarás en acción y lo resolverás antes.
-No actúes de forma impulsiva. Algunos problemas llevan tiempo resolverse.


Saber Y Aprender

Aprender es lo que ocurre fuera del aula, cuando experimentas la vida. Al sistema educativo le importa lo que sabes, al mundo lo que haces con lo que sabes. Aprender no consiste en poseer un montón de datos sino en demostrar alguna capacidad. Se reconoce lo que sabes por la forma en que lo usas. 

No puedes formar pilotos sin aviones y menos evaluarlos con un test.
La respuesta a esa pregunta tan simple tiene 3 alternativas posibles:

1. Que me digas “Sé perfectamente lo que aprendí”. Estadísticamente, como explica este artículo reciente, solo entre un 10% y un 15% de personas responderían eso. En efecto, para aprender es imprescindible hacer consciente lo que te pasa.
2. Que contestes “No aprendí nada”. Esta es la respuesta más peligrosa de todas porque significa que te estancaste, desperdiciaste el año y no lograste progreso alguno. Espero que no sea tu caso. Claude Bernard decía que “es lo que creemos que ya sabemos lo que a menudo nos impide aprender”.
3. Que reconozcas “No sé lo que aprendí, seguro que varias cosas, pero como no me lo he preguntado, no tengo una respuesta concreta”. Esta es la alternativa que la mayoría de las personas responden y tiene una explicación razonable, pero demuestra una ceguera preocupante.
¿Por qué es lógico que no sepamos lo que aprendimos? Porque el aprendizaje es un proceso inconsciente. Estamos hablando de un intangible que tiende a esconderse de su propio dueño. Nadie se levanta por la mañana pensando en lo que va a aprender ese día sino dispuesto a hacer cosas, lograr objetivos, cumplir planes. Aprender es un medio, el recurso del que echamos mano, sin darnos cuenta, para cumplir nuestros propósitos. 
El aprendizaje ocurre mientras tratamos de hacer cosas y dado que nuestra atención está puesta en esas cosas que nos importan, el acto de aprender pasa desapercibido.

¿Y por qué resulta alarmante nuestra falta de consciencia respecto de lo que aprendemos? Porque es nuestra vida la que está en juego. 
Cada vez que pregunto por la cualidad más importante del ser humano, la respuesta es unánime: La facultad de aprender. En columnas anteriores, hemos sostenido que tu vida depende de tu capacidad de aprender al punto de que cuando dejas de aprender, dejas de vivir. Incluso, aprender es más importante que saber. No hay nada más importante que aprender: 
Está científicamente comprobado que, si no comes, te mueres y si no duermes, tarde o temprano te mueres. Pero si no aprendes, también te mueres ya sea por comer un hongo venenoso, saltarte un semáforo en rojo o caerte en una piscina cuando no sabes nadar. 
Vivimos en la sociedad del aprendizaje y no en la de conocimiento porque el proceso que produce conocimiento se llama aprender. Por eso, si aprendes más despacio que tu entorno, desapareces mientras que, si aprendes más rápido, entonces innovas y te conviertes en referente. 

Amar Lo Que Hacemos


Uno de los pilares más importantes para construir día a día la felicidad es encontrar nuestra vocación y dedicarnos con amor a lo que hacemos. No sólo porque nos llena de satisfacción, sino porque también nos permite transmitir esa pasión a quienes se relacionan directamente con nosotros en nuestra actividad cotidiana.

En su poema “Soy un maestro”, John Schlatter dice: “Soy el más afortunado de todos los que trabajan. La sensación de felicidad y alegría que siento cuando colaboro para que mis alumnos puedan usar sus talentos y desarrollarlos es única…”. Lo mismo sentimos todos cuando podemos colaborar con un colega, un alumno, un amigo, sus familiares y con toda la comunidad a la que servimos.


 Creo que es importante reflexionar sobre la forma en que nos dedicamos a nuestra tarea, sin importar cuál sea.

martes, 3 de julio de 2018

No Esperar Nada A Cambio

Partiendo de la premisa de que toda causa conlleva un efecto, es comprensible que esperemos retribuciones por nuestras buenas acciones.
Si ayudamos a alguien que está quebrado, abatido y lo ayudamos a elevarse hasta que vuelva a valerse por sí mismo, cumplimos con la mejor de las acciones, las puras bendiciones del hermano al que ayudamos ya en sí son una muy buena retribución puesto que se convierten en energías positivas que te acompañan por el resto de tus días, creo que a veces esperamos más mucho más que eso, muchos piensan que ayudar significa abonar a alguna cuenta y poder cobrar con creces en el futuro, esperando a veces el mil por uno, lo que de alguna manera nos convierte en mercaderes de favores, pienso que no lo debemos ver de esa manera, si vamos a ayudar que sea sin esperar nada a cambio que sea una acción que nos llene de gozo y alegría, es como sembrar una semilla y ver cómo cobra vida y crece hasta ser una obra maestra de la naturaleza, creo que la simple acción de participar en ese milagro nos debe enaltecer.

Estoy seguro de que el mundo sería mejor si solo diéramos algo sin esperar retribución alguna, tratándose de favores y consejos, es claro que esto no abarca nuestro trabajo del cuál dependemos con respecto a la retribución económica, pero…¿Qué sucedería si a nuestro trabajo agregamos el amor? ¿Qué sucedería si nos deslindáramos del pensamiento de que solo hacemos un trabajo y entendiéramos que todo lo que hagamos en la vida puede encerrar un acto de amor?

Hoy vivimos en un mundo carente de valores, un mundo en el cuál se está perdiendo el respeto a la vida, a los sentimientos de los demás, un mundo frío y metálico que solo busca ganar lo más posible invirtiendo el mínimo esfuerzo, le damos un valor enorme a los bienes materiales y algunos piensan que el éxito se refleja en lo que poseemos sin importar si otros no tienen un pan que llevarse a la boca.

Crear consciencia en la necesidad de recuperar los valores que se han perdido en una carrera frenética impulsada por el consumismo, nos puede ayudar a elevarnos de nivel, es importante recuperar el camino de la evolución consciente entendiendo que el bien general debe primar sobre el bien individual, entender que no estamos en este mundo para lastimar o para hacer enemigos, debemos entender que no estamos en un campo de batalla en donde solo sobrevive el más apto y que de alguna manera el sobrevivir como especie depende de un cambio de actitud en el cuál entendamos que en este mundo se puede vivir en paz y en armonía si aprendemos a ser felices todos y no solo unos cuantos.



El egoísmo es un hoyo negro que devora los buenos sentimientos de los seres humanos, no se trata de luchar con nadie, se trata de aprender a vivir todos juntos y en armonía,
¿es tan difícil de entender?

Nada Es Tan Fuerte

Una buena forma de empezar el día.

El mundo no es todo alegría y color. Es un lugar terrible y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides. 

Ni tú, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida.

Pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte.

Y lo aguantas mientras avanzas: hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana.

 Si tú sabes lo que ganas, ve y consigue lo que te mereces, pero tendrás que soportar los golpes.


Y no puedes estar diciendo que no estás donde querías llegar por culpa de él, de ella o de nadie. 

Eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres; tú eres capaz de todo.

Decaídos


Muchas veces cuando uno está decaído piensa: que debe hacer, hacia donde tirar, como salir del malestar. Lo cierto es que cuando estamos mal siempre habrá alguien que nos ofrezca soluciones o nos diga que hacer. Siempre enfocaremos a ello nuestras energías. Pero lo cierto es que puede ser más simple empezar por otro lado, por ejemplo por no empeorar las cosas. 

Es mucho más importante en un primer momento saber que NO hacer cuando uno está mal para no empeorar la situación y una vez establecido esto trabajar en una solución.

El malestar puede ser causado por algo modificable, pero cuando no es modificable muchas veces en lugar de hacer algo para solucionarlo lo único que podremos hacer es buscar la forma de no empeorarlo, ya solo darnos cuenta de ello puede ahorrarnos muchos problemas.

Independientemente del tipo de malestar que sientas y la causa siempre hay unos consejos útiles…
No tomes NUNCA decisiones en caliente, si estas enfadado, ansioso, agresivo, o en cualquier estado emocional agudo que implique mucha activación evita cualquier clase de decisión importante, porque no será lógica, además es casi seguro que te arrepentirás después. Lo que debes hacer es si puedes tomar un descanso y retomar la toma de decisiones cuando estés más calmado.
No busques camuflar tus emociones, tapar lo que sentimos no nos va a ayudar, ignorar nuestra reacción tampoco, es mucho mejor aceptarla y dejarla fluir (al menos durante un tiempo), bien sabido es que llorar no es malo. Y con esto podemos incluir que no es nada bueno tapar emociones con drogas, alcohol, o cualquier otra táctica que básicamente sea una estrategia de evitación.
Si algo te da miedo no lo evites. Esto solo empeorará las cosas y tu malestar, puede que no sepas que hacer cuando estés en la situación, pero desde luego evitarla no la va a solucionar. Fuérzate a hacer aquello que te de miedo, verás cómo no era tan malo como pensabas.
No le des vueltas a las cosas sin propósito. Hay dos tipos de problemas: Los que tienen solución y los que no. Si la tiene lo que tenemos que hacer es ocuparnos (que no preocuparnos) en encontrar la solución y aplicarla, si no la tiene no sirve de nada pensar pues ya sabemos que no tiene solución así que no nos torturemos encima.

No ignores los sentimientos de los demás, probablemente te vayan a dar muchas pistas de cuál es el problema o qué camino seguir para solucionarlo.

No dejes de lado tus obligaciones, rutinas y seres queridos, parece difícil cuando uno está mal, sí. Pero está muy demostrado que dejar de lado todo esto inicia un empeoramiento de los problemas y del malestar bastante acusado. 

No dejes de salir o de hablar con la gente porque estés mal.
No alejes a los que quieren ayudarte, no rechaces una mano amiga. 
Aprende a pedir ayuda cuando la necesites.
No creas que tu opinión o punto de vista es el único, este error te puede costar muchas amistades.
No involucres a personas externas en problemas que no les incumben, no mezcles lo personal con lo laboral.
No hables más de la cuenta, lo que se contó en confidencia debe permanecer así, aunque ahora esa persona se haya portado mal o nos haya hecho daño.
No pierdas tus valores, no hagas lo que los otros hicieron mal.
Vengarse es tentador, pero poco reparador. No suele arreglar mucho…
No te degrades llevado por tus emociones, procura conservar la educación, no insultar ni menospreciar a los demás.
No descuides tu cuerpo, con esto quiero decir que no dormir, no comer bien y no hacer ejercicio solo empeoraran nuestro estado general. Es un pez que se muerde.
No esperes que el problema se resuelva solo o que otro lo resuelva por ti.
No esperes milagros, se realista.
No te mientas a ti mismo ni a los demás. Se sincero.
No te presiones, cada persona necesita un límite de tiempo mayor o menor para solucionar sus problemas, date el tuyo. No seas impaciente.
No te culpes. En lugar de culparte, aprende de la experiencia, reconoce tus errores, anótalos y procura no repetirlos, esto es más productivo que flagelarse con culpabilidad.
No evites una disculpa cuando sepas que es necesaria.
No te infravalores ni te menosprecies.
No seas cabezota y orgulloso, eso no lleva a buen puerto.
Ten criterio propio, los consejos de los demás son útiles pero también debes seguir tu propio criterio. No hagas ni pienses siempre lo que los demás te digan, porque solo tienen una parte parcial de la historia y también se pueden equivocar.
No repitas la misma estrategia una y otra vez, si algo no ha funcionado prueba otra técnica. No conseguiremos resultados diferentes si no intentamos cosas diferentes.

Y después de esta larga lista de NO… Probablemente estés ya más cerca del SI!


A veces hay ocasiones en las que es mejor no hacer que hacer.

Seguridad Y Confianza


Seguro que tú también te has dado cuenta de que hay personas que, pese a que no son especialmente atractivas físicamente, tienen un “algo” que nos hace fijarnos especialmente en ellas.

Ese algo se puede llamar de muchas formas. Para algunos es encanto, para otros es embrujo, para otros es carisma. La palabra que utilicemos es lo de menos, porque todas ellas hacen referencia a lo mismo: La seguridad que esa persona tiene en sí misma y en sus capacidades.

Este tipo de personas se aceptan y aman a sí mismas tal y como son, sin necesidad de querer emular a otros y sin necesidad de tratar de ocultar defectos.

Esta seguridad en sí mismos, hace que quienes se sienten así de bien consigo mismos tengan menos miedo a salir de su zona de confort, y esta especie de “inconsciencia segura de sí misma” tiene un magnetismo natural que hace que la gente se acerque.

Sin embargo, pese a lo anteriormente dicho, es importante que la autoconfianza y la seguridad en uno mismo no se confundan con la vanidad.

La vanidad, de hecho, aparece cuando falta la autoestima y la confianza en uno mismo. Es una forma de “tapar” las inseguridades bajo una coraza de autosuficiencia. Pero difícilmente la vanidad pueda llegar a competir con la autoconfianza.

Es por ello que las personas que son vanidosas rara vez caen bien, pero las personas que tienen seguridad en sí mismas siempre son bien recibidas y, como decimos, resultan atractivas a los demás.

Y es que, en realidad, la vanidad es una muy pobre imitación de la autoconfianza. Mientras que la persona segura de sí misma toma decisiones, la persona con vanidad se deja llevar, para no asumir responsabilidades.

Si esas decisiones salen bien, la persona segura de sí misma lo asume con normalidad y humildad, mientras que la persona con vanidad intentará atribuirse el mérito. Y, si esas decisiones salen mal, la persona vanidosa dirá que él no tomó la decisión, mientras que la persona con autoconfianza asumirá el error y sus consecuencias.

Del mismo modo, la persona que tiene confianza en sí mismo no tiene problemas en aceptar una cierta porción de riesgo, porque tiene fe en sí mismo. Sin embargo, la persona vanidosa rara vez hace esto, porque, en realidad, no confía en sí mismo.

Y, por supuesto, cuando ambos están en silencio, es cuando más se notan las diferencias. La persona que es segura de sí misma se puede detectar sin necesidad de que abra la boca, cosa que no sucede con la persona vanidosa.


¿Por qué? Por el lenguaje corporal. Los vanidosos sonríen menos y tienen una postura más “achicada” (pese a que intenten falsearla), mientras que las personas con seguridad en sí mismas sonríen y se muestran abiertamente, con la postura erguida y tranquilidad.