martes, 9 de octubre de 2018

La Solidaridad En Peligro


Con el viento social en contra y sin la existencia de un movimiento social en favor de la solidaridad como los que han existido en estos últimos 30 años. Muchas ONG  nacimos con uno de esos movimientos sociales de solidaridad con la población civil afectada por la guerra en Bosnia y otros países de la ExYugoslavia. También con el movimiento por el 0,7% del PIB para Cooperación, con tiendas de campaña instaladas en muchas plazas de ciudades españolas. El movimiento contra la abolición de la Deuda Externa y el referéndum en el que participaron más de un millón de personas. Y por último el movimiento Pobreza Cero que ha venido estando activo en los últimos años, pero que ahora está prácticamente desaparecido.

La acumulación de todos estos aspectos de la realidad, todo empujando en sentido negativo,  puede llevar a reducir a casi nada un importante movimiento de solidaridad, creado y construido trabajosamente y con grandes esfuerzos en estos años, y debilitar la cultura solidaría que se ha venido construyendo en nuestra sociedad, motivando las preocupaciones de mucha gente por las desigualdades de nuestro mundo y por la profunda injusticia y sinrazón de mantener más de la mitad de la población mundial viviendo en una grave pobreza. 

Debilitar también el esfuerzo a favor de propuestas de cambio orientadas a combatir esta situación desde el 0,7% del PIB, el impuesto a las transacciones financieras, terminar con los paraísos fiscales, denunciar los desmanes de muchas empresas multinacionales en los países del Sur o los tratos injustos de la UE, defender un comercio e intercambio más justos, tejer lazos sólidos de relación entre las sociedades del norte y del sur, y tantas otras opciones defendidas por los colectivos solidarios.

¿Cuáles son las aportaciones de los movimientos de solidaridad a nuestra sociedad?
En primer lugar traemos los problemas del Sur a la sociedad rica, sin la información y la denuncia que proporcionamos mucha gente desconocería estas situaciones y no se motivaría para aportar recursos, denuncia o movilización en su favor. En alguna medida “tratamos de representar” los intereses de la gente del Sur.

La educación en valores que promovemos, la defensa de la justicia, de los derechos humanos para todas las personas, de la igualdad hombre/ mujer, de la defensa del medio, de la empatía y compasión hacia los que viven en penuria, de la rebelión y la indignación contra millones de sufrimientos que podrían resolverse si hubiera voluntad política. El debate sobre estos asuntos enriquece la ética y el humanismo crítico en nuestra sociedad.

Los cambios promovidos en el Sur por medio de proyectos y actividades diversas que en estos años han mejorado la vida de millones de personas en el campo educativo, sanitario, alimentario, en el empleo…, que han cambiado la vida de mucha gente y ha dado esperanza en un futuro mejor con mayor justicia y dignidad.

Los logros que  conseguimos por medio de la denuncia y la movilización. Frenar o eliminar algunas políticas negativas, fomentar el 0,7% y las prácticas solidarias; forzar a los gobiernos a retirar medidas negativas y proponer políticas más justas.

La formación sobre el mundo en el que vivimos. El peso de la realidad local y estatal nos impide muchas veces ver el mundo en el que vivimos. Los temas que promovemos para la formación y el debate: pobreza en el mundo; cambios en el poder económico, emergentes, emigración, relaciones hombre-mujer en el mundo árabe, democracia, revueltas en el mundo árabe, relación norte /sur… nos ayudan a promover una formación y conocimiento de la realidad mundial que de otra forma no nos interesaría o no la comprenderíamos.

Todos estos valores, logramos promoverlos en sectores reducidos con nuestra práctica diaria, en los cursos, debates en institutos y universidades, voluntarios que acuden a las ONG o participan en algunas de sus actividades, permite educar a minorías que mantengan la llama encendida de la solidaridad internacional. Pero, cuando este trabajo logra construir movimiento social, como los que hemos conocido y contribuido a crear, estos valores pasan a la agenda social y su alcance es muy superior, contribuyen a educar a sectores más amplios de la población en estas problemáticas y en las alternativas para resolverlas.

Todas estas razones son sólidos argumentos para seguir luchando y proponiendo que la solidaridad internacional sigue siendo uno de los ejes de la vida social y política de nuestras sociedades con el objetivo de crear un mundo más justo, pacífico y solidario, creando lazos y aunando los esfuerzos de las poblaciones del norte y del sur en una dirección común.


Satisfacción Personal


Para poder desarrollar un proyecto de vida estratégico lo primero que debemos determinar es por qué vale la pena hacerlo. Cuál debe ser nuestra principal motivación para luchar y tratar de alcanzar metas.

El primer mito que debemos eliminar es pensar que el propósito o el sentido de la vida es tener felicidad. La felicidad es importante, pero no es lo más importante y para entender esto tenemos que analizar que es la felicidad y que la ocasiona.

La felicidad es un sentido de tranquilidad y de paz interior. La felicidad está caracterizada por un sentido de aceptación del mundo tal como es. Somos capaces de ver las cosas como son sin tratar de darle una calificación de bueno o malo. La felicidad es una emoción positiva que nos hace sentir bien, nos ayuda a ser más productivos, a tener mejor relaciones con otras personas y a mantenernos abiertos a nuevas experiencias y aprendizajes sin dejar que las emociones negativas nos paralicen o nos hagan hacer cosas de las que nos podemos arrepentir.

Aprender a ser felices es muy importante pero no es tan difícil ni tan demorado como podemos pensar. Para ser felices no necesitamos nada aparte de lo que ya tenemos. No necesitamos conocer medio mundo, ni tener el trabajo de nuestros sueños, ni estar con la pareja perfecta ni siquiera disfrutar de excelente salud. No necesitamos nada más aparte de lo que ya tengamos, e incluso aunque creamos que no tenemos nada, hay algo que todavía tenemos y eso es la vida. Siempre podemos dar gracias por seguir vivos y apreciar cuán afortunados somos de estarlo.

La base de la felicidad es la gratitud y la apreciación. Las probabilidades de que estemos vivos, de que tengamos un sitio donde pasar la noche, de que no nos tengamos que preocupar por lo que vamos a comer. Todas estas son situaciones de las que deberíamos estar continuamente agradecidos. 

A lo largo de la historia del mundo y del hombre han tenido que suceder una cantidad de eventos extraordinarios que nos han permitido estar donde estamos ahora y poder disfrutar de todas las herramientas y experiencias a las que tenemos acceso en este momento de la humanidad. No debemos dar por hecho esta gran oportunidad de estar vivos en este momento de la historia. Es algo realmente sorprendente.

Mucha gente es infeliz porque todo el tiempo se la pasan pensando en lo que no tienen o en otras personas que tienen más que ellos. Ésta es la receta número uno para ser infelices y miserables. En el momento en que empieces a pensar de esta manera intenta detenerte y pensar en lo afortunado que eres de tener lo que tienes y de estar pasando por las situaciones por las que estás pasando. 

Desarrollar esta habilidad de mantenernos positivos requiere práctica y tiempo, pero si nos enfocamos en ella, en un periodo menor a un año, vamos a ser capaces de sentirnos felices bajo cualquier situación y en cualquier momento sin importar lo que pueda estar pasando en el exterior.

Esta es la razón por la que la felicidad no debe ser nuestro principal propósito en la vida. Para conseguirla no necesitamos nada y por lo tanto no tenemos que hacer nada aparte de un cambio en la forma en que miramos el mundo. Si todo mundo viviera sólo para sentirse feliz probablemente nos estaríamos muriendo de hambre y pasaríamos todo nuestro tiempo sacándonos los piojos los unos a los otros como nuestros antepasados
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Nuestra naturaleza humana nos hace imposible que nos quedemos quietos mientras sigamos vivos. Siempre vamos a tener que estar tomando decisiones, siempre vamos a tener que adaptarnos a los cambios en nuestro entorno, siempre vamos a tener que seguir luchando por mantenernos vivos, siempre vamos a querer seguir mejorando, en definitiva, siempre vamos a estar en movimiento.

Aquí es donde entra una sensación que es más poderosa que la felicidad. Esta sensación es la satisfacción. Las personas no nos sentimos satisfechas por lo que tenemos ni tampoco por lo que somos. No importas que tengamos diez carros parqueados en nuestro garaje o que tengamos una medalla de oro colgada en nuestra repisa. Nada de estas cosas nos hacen sentir realmente satisfechos. Las personas nos sentimos satisfechas por lo que hacemos. La satisfacción depende cien por ciento de nuestras acciones diarias.

Si a lo largo del día hacemos lo que consideramos que es correcto bajo nuestro sistema de valores y bajo nuestro mejor conocimiento, el resultado es que nos vamos a sentir satisfechos aunque las cosas que tengamos que hacer sean difíciles o dolorosas, y aunque las cosas al final no salgan como nosotros esperábamos.

En cambio si a lo largo del día traicionamos nuestro sistema de valores, hacemos cosas contrarias a lo que creemos ya sea por miedo, inseguridad u cualquier otra razón, nos vamos a sentir mal e insatisfechos.

La satisfacción no es algo que conseguimos una vez y la podemos seguir disfrutando hasta el día de nuestra muerte. La satisfacción es algo por lo que debemos luchar todos los días de nuestra vida. 

Cada día es un nuevo día y es un nuevo desafío para saber si al final de él nos podemos acostar satisfechos o no.

No necesitamos alcanzar todas nuestras metas para sentirnos satisfechos. Lo único que necesitamos es hacer nuestro mejor esfuerzo tratando de no dejar al miedo o la inseguridad ganar. Si morimos en mitad de la batalla, aunque no hayamos ganado, podemos morir satisfechos sabiendo que hicimos todo lo que pudimos, que dimos lo mejor de nosotros mismos y que afrontamos nuestra vida con verdadero coraje e integridad.

Si optimizamos nuestra vida para sentir satisfacción diaria, van a ocurrir una serie de consecuencias positivas. Lo primero es que vamos a crecer a un ritmo mucho más acelerado que de ninguna otra forma posible. Vamos a mejorar constantemente, a mejorar nuestras habilidades, a mejorar nuestro entendimiento del mundo y a mejorar nuestras situaciones particulares. A medida que crecemos y nos volvemos mejores vamos a poder crear un mayor impacto positivo en el mundo. Vamos a hacer nuestro trabajo por hacer del mundo un mejor lugar para vivir donde haya más oportunidades para más personas de crecer y actualizarse y esto va a beneficiar a todos, tanto a las personas de nuestra generación como a aquellas de generaciones futuras.


Así que mi recomendación es que primero aprendas a sentirte feliz sin importar lo que pueda estar pasando en el exterior. Al aprender a sentirte feliz podrás ser mucho más efectivo y tendrás mejores posibilidades de hacer lo que tienes que hacer cada día de tu vida para sentirte realmente satisfecho y al vivir para sentirte satisfecho podrás jugar un papel más importante en tu propia evolución y en la evolución del mundo y la humanidad.

El Valor De Nuestro Tiempo

La mayoría de los profesionales de inversión conocen el esfuerzo que supone empezar una carrera en este sector: interminables jornadas laborales y disponibilidad total para atender al cliente. Aprenden a trabajar bajo la presión de plazos apretados y el ritmo (acelerado) lo determina el mercado. Es decir, hay que dedicarle mucho tiempo (en horas) para convertirse en un profesional de éxito. Sin embargo, empezamos a observar una nueva generación de profesionales en la industria cuyo perfil va cambiando: valoran más su vida personal y necesitan tiempo para desconectar. Siguen teniendo ambición y ganas de crecer en sus carreras, pero traen una nueva visión al sector centrado en el bienestar global del individuo. De hecho, hay estudios que comprueban el riesgo añadido de enfermedades en virtud de largas jornadas laborales (por ejemplo, según una investigación de University College de Londres, personas que trabajan más de 55 horas a la semana incrementan la probabilidad de desarrollar arritmias cardíacas en un 40% en comparación con los que tienen horarios más moderados de hasta 40 horas semanales).

Está claro que emergen nuevas exigencias en cuanto a la gestión de nuestro tiempo. Es fundamental que las empresas establezcan políticas conciliadoras o integradoras de gestión del tiempo, como herramienta potente para mejorar la productividad. En el caso de parejas con hijos, por ejemplo, en EE.UU. el 60% de los padres/madres que no trabajan dicen ser por necesidad de cuidar a sus hijos. Es normal que las madres quieran ser madres y que los padres quieran ser padres. Y que ambos quieran ser buenos profesionales. Pero eso exige un cambio total en la forma de trabajar y valorar el tiempo ¿Cuántos profesionales de la industria se ven obligados a elegir su vida personal, abdicando de ciertas carreras profesionales, por no tener el soporte de las empresas en determinadas fases de su vida? ¿Cuánto talento se está perdiendo por el camino?

Poco a poco, se va notando el cambio. Algunos bancos de inversión de Wall-Street han empezado con medidas de conciliación: por ejemplo, UBS han implementado una política de dos horas a la semana para dedicarlas a temas personales, y Morgan Stanley lanzó un programa de excedencias remuneradas para empleados que alcanzaran determinado nivel dentro de la compañía.  

Hay ya muchas organizaciones que están avanzando en materia de diversidad y de conciliación de vida profesional y personal: CFA Institute – la asociación global de profesionales de la inversión – es un referente internacional al llevar a cabo una política que fomenta de forma inequívoca la conciliación de sus colaboradores, fomentando horarios flexibles y teletrabajo, la posibilidad de tomarse varios días al año para acciones de voluntariado,  así como promoviendo el debate y la concienciación al respecto mediante la organización de foros y eventos en todo el mundo.

Son pasos importantes, y es vital que tengan el soporte de la alta dirección en empresas y organizaciones. Empezando desde arriba, es más fácil implementar un nuevo paradigma de gestión del talento centrado en redefinir tanto el significado como la medida de una carrera de éxito.


Quizás el tiempo que buscamos incesantemente tenga un valor mucho más intangible. Hay un vacío entre la medida objetiva de tiempo físico y nuestra medida subjetiva de tiempo psicológico, por eso el tiempo es algo tan difícil de valorar. Cuando hablamos de políticas de conciliación, no solo nos referimos al tiempo medido en horas sino a diferentes percepciones sobre su valor. 

Es muy importante entender la importancia de ciertos momentos para las personas – son ellas el principal activo de las organizaciones –Esos momentos que supuestamente estorban tu agenda profesional, como presenciar la fiesta de fin de curso de tu hijo a media mañana, igual son instantes fugaces (en tiempo físico), pero tan cargados de ilusión, que potencian nuestra motivación y productividad para las restantes horas del día.

¿Por qué somos capaces de entender tan bien el valor temporal del dinero y nos cuesta tanto asimilar el valor emocional del tiempo?

Atribuciones

La atribución puede entenderse como una interpretación o explicación que cada individuo hace acerca de las causas, motivos y/o razones de algún suceso, sentimiento, creencia o comportamiento.
Muchos autores han relacionado la atribución con las fuerzas motivadoras que empujan a cada individuo y que pueden llegar a influir tanto en el autoconcepto como en la autoestima propia.

La autopercepción que cada uno tenga sobre sí mismo o sus actos, va a recaer en el valor propio, es decir, para que los resultados sean reforzadores y motivadores, deben además de ser exitosos, ser consecuencia de la valía personal.


Esto también se puede aplicar a los fracasos, en el sentido opuesto; se tiende a pensar que estos son debidos a causas externas y no a los de la propia valía.

Cualidades Humanas


Cualidades, de una forma genérica, son todas aquellas características definitorias de algo o de alguien. Es la forma en plural de la palabra cualidad, que procede del latín qualitas, -atis.
Pueden hacer referencia a cualidades físicas como dureza, elasticidad y conductividad o cualidades personales, que se consideran como características positivas de la forma de ser y actuar de una persona.

Cualidades de una persona
Existe multitud de cualidades que se pueden encontrar en una persona, algunas de ellas son complementarias entre sí. Normalmente en una persona se pueden distinguir diferentes cualidades en distintos ámbitos. Está relacionadas con la personalidad, el carácter y especialmente, con las capacidades.

Una cualidad depende de cómo sea percibida, dependiendo, por ejemplo, del entorno social. Por ejemplo, una determinada forma de ser, por ejemplo, 'saber escuchar' se puede considerar en determinado contexto como una cualidad positiva y en otra situación como un defecto.

Cualidades en una entrevista de trabajo
Es habitual en las entrevistas de trabajo preguntar o hacer referencia a qué tipo de cualidades tiene la persona entrevistada o qué cualidades debería tener un determinado profesional. Existen multitud de cualidades dentro de una persona, pero es conviene selección aquellas que estén relacionadas con el puesto de trabajo al que se candidata.

Por ejemplo, una persona puede tener, entre otras, las cualidades de trabajar en equipo, saber escuchar a las personas y ser puntual. Si esta persona se presenta a un puesto de trabajo de responsable del cobro en las autopistas de peaje, no es relevante en este caso que la persona sepa trabajar en equipo, puesto que va a desarrollar su función en un lugar básicamente aislado y es más importante en este caso la puntualidad.

Cualidades personales, virtudes, habilidades
Estos términos están interrelacionas entre sí y forman parte del ser humano. Los términos cualidades y virtudes se suelen utilizar indistintamente. Las habilidades hacen referencia a un nivel más procedimental, centrado en las capacidades de hacer algo.

Una cualidad se identifica con cada uno de los caracteres, que pueden ser naturales o adquiridos, que distinguen a las personas, se relaciona con la idea de 'manera de ser' desde un punto de vista positivo. 

De un modo más específico, se entiende que la virtud es la eficacia para mantener o restablecer un modo de actuar basado en una serie de principios y valores. Por último, la habilidad se considera como una destreza en el modo de proceder.


Emociones Y Temperamento


No existe una persona igual a otra sobre la tierra y la personalidad que tiene cada una de nosotras es un vivo ejemplo de esto. No obstante, nuestro carácter y nuestra personalidad la construimos sobre unas bases que se cree, vienen determinadas desde nuestro nacimiento; a estas bases las llamamos temperamento.

Desde hipócrates hasta el día de hoy, nos han agrupado según los temperamentos del ser humano, en un intento de resaltar esas características innatas de nuestra forma de ser que compartimos con otros. Te contamos todo sobre los 4 tipos de temperamento que existen.

¿Qué es el temperamento?
El temperamento es la estructura básica sobre la cual construimos nuestra personalidad y es aquella peculiaridad que predomina en la forma en la que está constituido nuestro humor y nuestra motivación.

Esta estructura viene dada desde nuestra configuración genética, que por lo tanto tiene un componente de nuestra personalidad que es heredado. Esto es importante de resaltar porque significa que nuestro tipo de temperamento no lo podemos cambiar, permanece casi que igual siempre, independiente de la situaciones a las que nos veamos expuestas en nuestras vidas, así como la manera en la que vivimos nuestras emociones.

De los 4 humores a los 4 temperamentos

Sabemos que desde el inicio de nuestras civilizaciones hemos estado interesados en estudiar y entender la personalidad humana. Pues bien, existen 4 tipos de temperamentos que podemos tener y los hemos podido determinar gracias a la teoría de los cuatro humores escrita por Hipócrates alrededor de los siglos V y IV a.c.


Hipócrates fue un médico de la antigua Grecia que, a partir de la creencia de la época de que tan solo unos pocos elementos combinados entre sí configuran todo lo que existe en el mundo, construyó la idea de que nuestro cuerpo está compuesto por 4 sustancias líquidas básicas a las que llamó humores.

Nobleza Obliga


A decir verdad, el protocolo social asume la moda y, al cabo, se reduce a la escala del discurso de valores dominantes. Dejémoslo claro: en estos tiempos se anda con ligereza, prima la franqueza igualitaria y poco sentido tiene la morosidad del protocolo antiguo, adornado con detalles de enfática y a veces pomposa caballerosidad. Por eso frecuentamos cada vez menos la expresión aquí glosada: Nobleza obliga, empleada para señalar que se actúa con honestidad, por estimación propia. Con todo, pese a no figurar entre los dichos actuales más repetidos, aún figura en el acervo coloquial. Como ahora veremos, su origen es ciertamente curioso.

Los estudiosos atribuyen el diseño de la frase al francés Pedro Marcos Gastón, duque de Levis (1755-1830). En buena medida, fue éste un escritor de ideas contradictorias y a veces desconcertantes. 

Por lo que sabemos, simpatizó con los principios revolucionarios al tiempo que buscaba sentido a sus fidelidades monárquicas. No en vano, buena parte de los honores que se le concedieron tienen un matiz cortesano: Luis XVIII quiso que fuera su consejero privado y también figuró entre los pares de Francia. Hasta nosotros han llegado tres obras en las que Levis reunió sus enseñanzas más notables: Consideraciones morales sobre la hacienda, De los empréstitos y Máximas y reflexiones.

Aunque la expresión Nobleza obliga figura en los escritos del duque, otros autores la emplearon con anterioridad. Tal es el caso del romano Boecio, traductor al latín de Porfirio, Platón y Aristóteles, y filósofo cabal, que subrayó su compromiso con la lógica, la dialéctica y la aritmética. Encarcelado por traición, Boecio escribió en su celda la obra que lleva por título De consolatione philosophiae. Precisamente en el libro III de esta entrega figura la prosa VI, donde cabe leer lo siguiente: «Y si alguna cosa buena tiene la nobleza en sí, pienso yo esto solo: poner en necesidad a los de noble linaje que se esfuercen a seguir la virtud de sus antepasados».

Cuando la frase del duque de Levis alcanzó una dimensión decididamente popular, hubo otros autores que aprovecharon el mismo concepto con fines literarios. En este marco, Néstor Luján recuerda una comedia en cinco actos, estrenada en 1859 por M. A. de Keraniou: Noblesse oblige. Reconoce Luján que la pieza contribuyó a incrementar la fama del dicho, pese a que un crítico muy severo llegó a decir que «por su inverosimilitud, por la vaguedad de los caracteres principales acusa la inexperiencia del autor».





lunes, 8 de octubre de 2018

Estados de Ánimo


Al hablar de los estados de ánimo hacemos referencia a los estados de activación emocional que una persona mantiene durante un periodo de tiempo prolongado. Se puede definir como el humor o el estado emocional y se diferencia de las emociones por el hecho de que es menos específico i más constante en el tiempo, no se altera tan fácilmente ante un estímulo
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Los estados de ánimo se pueden plasmar en una línea continua entre dos polos. En esta línea vemos en un extremo la distimia (asociado a la disforia o a la depresión), que corresponde a la baja activación anímica y, por el contrario, en el otro extremo hay la hipertimia (asociado con la euforia o la manía), que corresponde a la alta activación de ánimo. El estado de ánimo normal se denomina eutimia.

Los trastornos del estado de ánimo se pueden localizar a partir del punto en que se encuentre dentro de esta línea y la constancia en que se mantenga en uno de estos estados. Las personas que generalmente tienen un estado anímico más bajo y se mantienen en la distimia son los que sufren trastornos como la disforia y la depresión. Por el contrario, las personas que se mantienen en el extremo opuesto, en la hipertimia, padecen trastornos de tipo hipomaníacos o maníacos, según el grado de euforia.


Finalmente, hay personas que no se mantienen en ningún punto si no que van cambiando de un extremo al otro de esta línea, una temporada están depresivos y otra están maníacos, cuando se da esta inconstancia en el estado emocional es lo que definimos como el trastorno Bipolar.

Lo Que Hemos Construido


Lo hacemos todos. En unas épocas somos más conscientes que en otras. Creo que al “envejecer” sentimos esa necesidad de modo más imperiosa y urgente. Tratamos de edificar nuestra casa y ayudar a otros a construir la suya.

Es la llegada al final del viaje que hacemos cada uno: Sabemos que estamos en un momento decisivo. 

No hay que perdernos en cosas secundarias. Además, ese tiempo que pueda quedar, pasa cada día más deprisa. Un año sobre 80 se reduce a la mitad comparado con uno sobre 40

Puede haber muchas posturas frente a esa constatación. Tengo la convicción de que lo mejor es mirar solo el presente. Ocuparse poco del pasado y construir el futuro desde la Esperanza, aunque vaya a ser corto. Pues este futuro también existe y se nos da para seguir haciendo algo significativo. Además está el otro porvenir definitivo, regalo total y a la vez ganado cumpliendo aquí la propia misión. De él nos dice la experiencia de San Pablo que “Ni ojo vio, ni oído oyó…” 1Cor 2,9.

Bueno, y en este viaje, lo importante es el camino. Allí donde vas poniendo el pie cuando avanzas. Aunque te gustaría volar, hay que seguir pisando tierra. ¡Cuánta tierra hemos pisado ya!… Ella nos ha mantenido a flote, nos daba en cada momento el punto de apoyo para levantar el otro pie y seguir por los caminos de Dios. Repito que lo esencial es el camino, la marcha hacia… La llegada, cuando sea. Pues, también el punto hacia dónde vamos, viene hacia nosotros muy deprisa. “Mil años son un ayer”. Sal 89, 4.

Y cuáles han sido tus apoyos en ese viaje único, personal y comunitario. Son siempre distintos, aunque haya una cierta unidad entre ellos. Te apoyabas en tus propias fuerzas,
en tu saber, en la compañía de personas cercanas a ti. Mirabas de plantar tu pie en roca segura, donde no te hundieras ni tambalearas. Si tenías Fe, esa Roca era algo sólido, era Dios mismo. 

Desde la atalaya de tus años puedes constatar que incluso la idea que tenías de Dios ha ido siendo cada vez más firme. Suponiendo, claro, que tu experiencia de Él haya evolucionado a lo largo de tu existencia. Esa evolución en la imagen que tienes de Él es todavía más importante que el cambiante mapa de tus distintas edades por las que has pasado, y de los cambiantes estilos en el modo de cumplir tu misión.

Él es tu camino. Él es tu Meta hacia donde te diriges definitivamente. Te espera con los brazos abiertos. Como a uno de sus hijos queridos que, tras su aventura por el mundo y cumplido el encargo recibido, está llegando a la casa paterna. Alégrate del viaje y de todo lo que has construido para ti y para los demás, y goza también de estar ya de vuelta y llegando… Mientras tanto “No dejes que pase tu tiempo sin más”.  


Asumir Consecuencias


Los seres humanos, algunos en ciertas etapas, otros en todas las etapas de desarrollo de la personalidad, presentamos un patrón de comportamiento mediante el cual tendemos a evadir y no asumir responsabilidad sobre las consecuencias de nuestros actos, adjudicando dicha responsabilidad a otras personas.

Cuántas veces hemos sido testigos de situaciones en las cuales un(a) estudiante, independiente del nivel que curse, cuando las calificaciones son bajas o reprueba, se justifica argumentando que el o la docente le tenía inquina o no explicaba bien. En vez de reconocer que no había estudiado o no dedicó la atención debida a la clase, recurre a la justificación y responsabilizar al o la docente.

Cuando una persona no tiene empleo, quizá busca y no encuentra, o cuando es despedida de su trabajo, en ambos casos muy difícilmente acepta que ello se debe a que no cumple los requerimientos del cargo que busca, o no llenaba las expectativas de los empleadores. En estas circunstancias recurre a señalar a otras personas, argumentando que gestionan para que no les den empleo o para que los despidan.

Los ejemplos son innumerables, porque este patrón de comportamiento se manifiesta independiente de raza, credo religioso, sexo, edad, capacidad económica, preparación académica, etc., es decir, no tiene fronteras. Pareciera que tiene raíces genéticas y es afinado en la vida cotidiana.
           
Dicho patrón de comportamiento está presente desde siempre; la Biblia, en el libro de Génesis 3:11-13, relata que cuando Adán desobedece a Dios y Este le pregunta "¿qué has hecho?", él responde: la mujer que me diste por compañera medio del fruto prohibido, y entonces yo comí. No asumió su responsabilidad, por el contrario, recurrió a culpabilizar primero a quien le había dado la vida, y luego a la mujer que era sangre de su sangre y huesos de sus huesos.

En la vida las decisiones que se toman y las acciones que se ejecutan son innumerables, y en muchas de ellas se rehúye asumir responsabilidad sobre las consecuencias y se opta por achacar culpabilidades a terceras personas, muchas veces por temor a señalamientos, represalias o castigos.
Culpabilizar no permite enmendar errores, en el tanto, es un mecanismo mediante el cual las personas se tapan los ojos para no ver y negarse a aceptar la autoría de los desaciertos cometidos.

Cada quien es responsable por su presente y su futuro. Hay que tener presente que las actuaciones, correctas o incorrectas, no son más que una siembra, la cual, a la corta o a la larga, dará fruto bueno o malo.

Aceptar la responsabilidad de los errores, fracasos y principalmente las consecuencias, prepara a la persona a entender el para qué de lo que ocurre en su vida, así mismo, fortalece el carácter con humildad y  crea condiciones para nuevos retos y ser asertivo(a) en lo que se emprende.


Si se pidiera que levanten la mano quienes han presentado ese patrón de comportamiento, posiblemente la gran mayoría las levantaríamos. Por lo tanto, dispongámonos al cambio y erradicarlo de nuestro comportamiento.

Tu Lugar En El Mundo


El universo tiene una característica muy importante, que además es muy útil a la hora de comprender mejor nuestra vida: nada es como es por casualidad, todo lo que existe tiene una forma asociada a su función.

Las sillas, por ejemplo, no tienen patas y un asiento por azar, sino para que nos podamos sentar; nuestro corazón tiene cuatro cavidades con paredes musculares para poder bombear la sangre; las raíces de los árboles son como son para captar los nutrientes de la tierra, etc. forma de cualquier cosa está asociada a su función; este hecho se cumple siempre. Y tú no eres ninguna excepción.

Así pues, no eres como eres por casualidad. Tienes una función dentro del universo, y tu forma es perfecta para llevarla a cabo.

Tu Lugar en el Mundo: Puedes Descubrirlo a Través de tu Forma
Cuando no sabemos cuál es la función de una cosa, podemos intentar descubrirla a través de su forma. Es decir, si miramos un objeto desconocido, podemos intentar descubrir para qué sirve analizando cómo es. ¿Tiene ruedas? ¿Es grande o pequeño? ¿Tiene algún mecanismo? A través de estas y otras preguntas, podemos ir deduciendo cuál es su función.

Esto mismo lo puedes hacer contigo mismo. Puedes analizar tu forma como persona: ¿cómo eres? ¿Qué habilidades tienes? ¿Qué te gusta? ¿Qué sabes hacer mejor? Todas estas cuestiones hacen referencia a tu manera de ser, y apuntan en una dirección: tu lugar en el mundo.


domingo, 7 de octubre de 2018

El Reflejo De Nuestra Conducta


“Entonces nuestra actitud se refleja en nuestra conducta”. Si tu meta es ser un excelente padre de familia, una buena actitud sería empezar conscientemente a tratar a tus hijos como lo harías si ya fueras ese excelente padre de familia. Hablarles, educarlos, reprenderlos, incluso mostrarles los límites como lo harías si tú ya fueras el excelente padre de familia que quieres llegar a ser y cuando logres identificar cómo te sientes al respecto, la reprogramación de cualquier sistema de creencias que tiene que ver con una interrelación en conciencia de nuestros pensamientos, conductas y sentimientos; se podrá modificar y lograr ser lo que quieres.


Yo pienso, hago y siento. Tu objetivo es ser el mejor colaborador, el más productivo de tu empresa, muy bien decide en conciencia actuar como si ya lo fueras. Comienza por plantearte qué conductas exactas identificables podrían describir el comportamiento del mejor colaborador de tu empresa. 

Incluso puedes hacer una lista clara y específica, después trata de comportarte en todos tus asuntos como si ya lo fueras y en cuanto digo en todos tus asuntos me refiero a lo más básico y elemental, trata de hablar, caminar, sonreír, rascar, manejar, reflejar en todo tu comportamiento el mapa conductual que esperarías de la persona más exitosa de tu empresa y después  al identificar cómo te sientes al hacerlo, generas conductas, identificas sentimientos y modificas tu sistema de creencias.

Visión, Misión De Vida


La Misión es el propósito o nuestra razón de ser, aquello que debemos cumplir en este mundo y por ende la manera de maximizar la felicidad de una persona, aquella en la que puedes hacer el mayor bien posible a los demás con entera pasión, mientras que La Visión, es hacia dónde nos dirigimos.
Te has preguntado alguna vez:

¿Estoy aprovechando al máximo mis habilidades y mi potencial como persona?
¿Puedo estar haciendo algo mejor de lo que hago ahora?
¿Por qué si trabajo tanto, me siento vacío, sin dirección y sin propósito?
¿Hacia dónde voy con mi vida?

Para descubrir tu misión, antes que todo, debes encontrar tus dones y virtudes, lo que te apasione, es decir, lo que haces por horas sin sentirte cansado, agotado o aburrido mentalmente, lo que te divierte haciéndolo y que te plantea nuevos retos cada vez que lo haces, aquello por lo que prácticamente trabajarías gratis pues te hace perder la noción del tiempo.

Las personas que han descubierto su misión son exitosas porque sus labores las realizan con amor y de mejor manera, tienen mayores remuneraciones, hacen lo que les gusta y divierte y tienen certeza en qué dirección moverse.

Las personas que no tienen una misión clara fracasan porque andan por el mundo sin un rumbo determinado, toman  empleos que no les satisfacen; no están acordes para lo que fueron creados y realizan algo para lo cual no tienen talentos o habilidades.

La misión  es importante cumplirla porque Dios es su empleador, además porque nos da la mayor satisfacción y nos alinea con el universo, porque lo recomendarán convirtiéndose en una cadena sin fin, su autoestima se fortalecerá cada día más, será una persona realizada, le traerá beneficios ilimitados y todo le será más fácil.

Es importante aclarar que no hay misión pequeña, el sistema de valores de Dios no es el mismo que el de los hombres; nunca es tarde para iniciarla y sólo usted es quien puede cumplir con su misión.
Haciendo énfasis en sembrar semillas que beneficien a otros, y mi Visión es hacer de este mundo, un lugar mejor del que encontré al llegar a él.

Al redactar su misión, no cometa el error de establecerla basada en la fama, la fortuna, las presiones familiares, profesiones prestigiosas, confundirla con un hobbie o afición, o basarla en un don llamativo.

Los obstáculos que se nos presentan para cumplir nuestra misión son: Los vicios, la dependencia de los demás y la poca autoestima.

Por otro lado tenemos LA VISIÓN, la cual nos simplifica la vida; es poder ver el futuro antes de que llegue a existir; es la declaración de lo que tu desearías haber realizado una vez tu vida haya terminado; es una función del corazón y el resultado de inspiración divina; no está adelante de ti, se encuentra dentro de ti.

Para encontrar tu visión debes preguntarte: ¿Cuál es tu sueño?, ¿A dónde quieres llegar con tu misión? ¿Dónde quieres estar en 5, 20, 30 años?

Lo que quieres lograr en tu vida debe ser único, por lo tanto, no permitas que se proyecte de cualquier manera o por salir del paso, o peor aún, por presión o por aparentar que se tiene; la visión debe ser visible en la vida de quien la ha concebido.

Establecer una visión es importante para convertirse en una persona plenamente realizada, lograr sus más ardientes deseos, ser seguido en vez de ser un seguidor, tener paz al saber que estás haciendo lo correcto ya que disciplina tus decisiones.

Valdrás lo que valga tu visión, si es grande vales mucho, si es pequeña vales poco, y si es ninguna vales nada.

Para alcanzar la visión se requiere escribirla, comunicarla, que sea clara, tener fe, que sea auténtica, ser perseverante y paciente, tener pasión por ella, es decir, que vivas por ella, no es algo que haces por horas y para convertirla en realidad debes lanzarte a la acción con fortaleza y dignidad.

El éxito y la plena realización personal son posibles cuando conservas una armonía perfecta en lo personal, familiar, laboral, profesional y social; recuerda que sólo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino y que la excelencia no es una acción, es un hábito.

Todos venimos a competir, nosotros venimos a ganar y para lograrlo, debes hacer aquello para lo cual naciste, ahí es donde vas a hacer dinero y vas a encontrar tu realización; hemos sido entrenados para pensar en pequeño, pero eso no es lo que Dios quiere para nosotros, Dios no quiere que trabajemos para él sino en sociedad con él, comienza con lo que tienes y él se encargará del resto. 

Por último, ten en cuenta que la visión siempre tiene que estar acompañada de compasión y que la fidelidad hacia ella es la prueba de su legitimidad. 


Renunciar A Un Sueño


No puedo decirles la cantidad de veces que he visto sufrir a mis queridos amigos a través de situaciones menos que ideales que dependían totalmente de ellos. En otras palabras, tenían una opción en el asunto. Estoy seguro de que has visto que esto suceda en tu propia vida. Viste a uno de tus amigos quedarse en una relación que sabías que no estaba entregando lo que necesitaban. Viste a uno de tus amigos quedarse en un trabajo que les estaba amargando la vida. Tal vez viste a alguien renunciar a un sueño. O tal vez ese alguien eras tú. No lo sé.

Puedes hacer lo que quieras. Solo debes quererlo lo suficiente. Puede salir de tus deudas, puede encontrar un trabajo que te guste, puedes teñirte el cabello de azul, puedes ahorrar para el automóvil de tus sueños. Puedes viajar y vivir simplemente. Calcula lo que quieres y ve tras ello.

Muy a menudo, veo que la gente se queda en una situación mediocre, “bien”, “normal”. Se mantienen en este estado de vida tibia por temor a que lo que hay fuera sea peor. No lo es. Lo prometo. Cuando avanzas en la vida, con intención, con objetivo, con propósito, no será peor. Puede ser más difícil. Puede significar compromiso. Pero no es peor.

¿Tienes metas? Pues traza tus objetivos y empieza a cumplirlos. Haz lo que amas, lo que te apasiona. La vida es para disfrutar del amor, la familia, el mundo. Haz que cada momento valga la pena, no te quedes con las ganas de viajar, de hacer ese deporte que te atrae, de estudiar lo que realmente te apasiona, de descubrir el mundo. 

Cuando empieces a vivir tu vida y dejes la mediocridad, te darás cuenta de que la satisfacción que sentirás valdrá la pena.

Olvídate de la aprobación y ten fe en que lo mejor aparecerá.



Congruencias

Tómate un momento para pensar en aquellas personas que conoces que son congruentes. ¿Qué características les son propias? ¿Cómo sabes que son congruentes? ¿Qué significa ser congruente para ti?

Entiendo a la persona congruente como aquella que vive según sus valores. Lo contrario para mi es aquella persona que contradice con su acción su pensamiento.

Un ejemplo de congruencia me lo dan aquellas personas que entienden que la salud es su bien más preciado, que de nada les sirven el dinero y las propiedades si no se encuentran lo suficientemente sanos como para disfrutarlos, y luego hacen lo necesario para permanecer sanas. Esto puede pasar por identificar las claves de una vida sana y luego ajustar los propios hábitos para que encajen con el ideal: cuidar lo que comen,

Hacer ejercicio con regularidad, mejorar sus relaciones, buscar un trabajo que les satisfaga emocionalmente
.
Otro ejemplo me lo dan las personas que entienden que van a pasar como mínimo ocho horas diarias dedicadas a su trabajo y consideran que merece la pena que esa dedicación les compense más allá del dinero. Tal vez piensen en buen ambiente, lazos de amistad, sentido de contribución, posibilidad de expresarse creativamente. Si a las 24h del día les quitamos ocho horas de sueño, las ocho horas de trabajo ascienden a la mitad de la jornada (esto sin atender a los desplazamientos ni al tiempo que estamos fuera del trabajo pero pensando en él). Entonces algunas de las personas que son conscientes del tiempo que van a dedicar al trabajo son congruentes con esto y hacen lo posible para establecer un estilo de vida que les lleve a satisfacer sus principios.

En el otro extremo están las personas incongruentes: piensan que la salud es importante pero fuman y comen alimentos tóxicos; piensan que les deben la vida a sus padres pero no les cuidan lo más mínimo; consideran que lo importante en la educación de sus hijos no son solamente las palabras sino el ejemplo que les pueden dar y sin embargo discuten de forma airada, se enfadan y les hieren.

Cuando una persona es congruente de pensamiento y acción, esto es, cuando lo que hace va en la dirección de lo que piensa, comienza a andar el camino que le lleva a conseguir aquello que quiere.

Cuando una persona contradice de hecho aquello que piensa se aleja de lo que desea y compra todos los números para no sentirse frustrado.

Ser congruente no es una alternativa de fin de semana, no se trata de ser congruente de vez en cuando, ser congruente es un estilo de vida. Ser congruente significa estar 24h del día, 7 días a la semana, haciendo aquello que es más susceptible de llevarte donde quieres ir.

La congruencia no es una actitud de cara a la galería, se trata más bien de un compromiso con uno mismo.

Para conseguir pasar de la situación en la que uno se encuentra, a la situación en la que a uno le gustaría encontrarse, es necesario emprender la acción.

Es la acción y no el conocimiento lo que te permitirá conseguir aquello que deseas y que es importante para ti. No basta con almacenar libros y coleccionar seminarios, para conseguir algo distinto de lo que estás consiguiendo tienes que hacer algo diferente.

Pero no se trata de hacer cualquier cosa… sino más bien de emprender aquel conjunto de acciones que más probablemente van a llevarte hacia delante. Tampoco se trata de hacerlas una vez y olvidarse para siempre… sino más bien de hacerlas de forma regular y sistemática. Se trata de emprender la acción de forma masiva y sostenida y de no cesar hasta haber alcanzado el objetivo.

Pero emprender la acción por sí misma no garantiza el éxito. Podrías estar haciendo durante toda la vida la acción equivocada y no conseguir llegar donde quieres llegar. Por ello es importante que evalúes periódicamente si te estás acercando o no a tus objetivos.

Si es así sigue en el empeño, y si no te acercas busca una fórmula alternativa.

Interculturalidad


La ciudadanía intercultural se rige por el principio de igualdad de oportunidades para ejercer sus derechos y cumplir con sus deberes, sin tener que renunciar a su identidad cultural. Los ciudadanos y ciudadanas interculturales contribuyen a la construcción democrática con una dimensión equitativa y solidaria en los ámbitos políticos, sociales, económicos y ambientales.

Para ello, hemos de desarrollar competencias interculturales para el diálogo e intercambio que generen un plano de convivencia efectiva, participativa e inclusiva entre los miembros de los diferentes grupos culturales.


Este importante debate abierto en nuestro tiempo se construye día a día con la participación de todas y cada una de las voces desde sus respectivas singularidades, con el convencimiento de que al final del trayecto lo más valioso de cada cultura nos habrá transformado en una ciudadanía respetuosa, igualitaria, diversa y en un continuo puente de dialogo, donde todas estemos en continúo debate y en construcción.

La Peor Pobreza


Muchos se limitan a pensar que la pobreza económica, es la única forma de pobreza que existe en el planeta, lamentablemente están muy equivocados, ya que además no tener dinero para suplir las necesidades básicas de la vida, existen otros tipos de pobrezas, tan perjudiciales y hasta peor que la pobreza económica, puesto que esta se puede resolver con algo dinero, pero los otros tipos no se resuelve ni con todo el dinero del mundo.

He visto personas que sin problemas económicos pero  que son extremadamente pobres de corazón,  pobres de buenas intenciones, y muy pobres de amor, estas tipos de pobrezas deja a las personas como un cascaron vacío, los hace arrogantes pero muy infelices, es mejor ser pobres económicos pero felices que un pobre de corazón.

Pero la peor pobreza es la pobreza mental, puedes tener una fortuna, y recibir mucho amor, pero si usted tiene pobreza mental, lo más seguro es que su fortuna y lo demás se desvanezca, la pobreza mental, hace infelices a las personas, los hace esclavos, los hace vivir sin un propósito, sin una causa,  vivir por vivir es lo mismo que no vivir.
 
La pobreza mental es te hace más pobre económico, la pobreza mental te hace pobre del corazón, la pobreza mental te deja en la ignorancia, la pobreza mental no permites que te superes, la pobreza mental es la peor pobreza y se cura leyendo de todo, cuestionándolo todo, investigándolo todo. No es tan difícil. 


Acabemos con la peor pobreza y con ellos acabaremos con las demás pobrezas. 

sábado, 6 de octubre de 2018

La Sapiencia De La Diversidad


Enseñar a las nuevas generaciones es una tarea que la sociedad ha implementado desde antaño, acompañar a los menores en un proceso de formación continua, estructurada; en la antigüedad, un maestro educa al discípulo, le acompaña, le propone desafíos y problemas para que cuando, durante la adultez, deba enfrentar la convivencia comunitaria, pueda desenvolverse de la mejor manera posible
.
Hoy en día la escuela y la formación escolar es un proceso que responde a numerosas metodologías, actividades, estrategias y evaluaciones, se diseña un programa de clases, se planifica y organizan mallas curriculares; el maestro debe asistir a un programa de capacitación permanente, se disponen los recursos, materiales e instrumentos indispensables para el mejor logro de objetivos y fundamentalmente, se atiende a la diversidad.

Estamos ciertos que cada individuo es un ser único, exclusivo, en constante y permanente construcción, dotado de conocimientos, virtudes y defectos propios de la interacción con el otro, con necesidades educativas especiales, por tal, la escuela debe atender a la diversidad, permitir al niño y joven en edad escolar, las mejores oportunidades de desempeño; acompañar, contener y educar en el afecto para poner en práctica los valores transversales que permiten construir una auténtica personalidad, validar la asertividad y participar del proceso evolutivo de una sociedad que cambia y se transforma a diario.

Al proponer estrategias de trabajo pedagógico y académico, el maestro debe desafiar al aprendiz, idear estrategias innovadoras, estar atento a las necesidades de su discípulo, observar la realidad del mundo contemporáneo donde se habita para establecer las adecuaciones concretas a un currículum que promueva una relación directa con el medio social y cultural del estudiante, su entorno, la naturaleza y el espacio-ambiente en el cual se convive en comunidad
.
Debemos asignar valor a la moderna pedagogía, respetar al profesor como aquel que resguarda la cultura del mundo moderno, quien escucha y atiende al estudiante, que se transforma en un guía, un líder que transita espacios adecuados de integración con la nueva generación, con los más pequeños, quienes requieren un acompañamiento especial.

Debemos dirigir nuestra mirada a la formación escolar, pues lo que hoy hacemos por nuestros estudiantes, tendrá resultados efectivos y eficaces en el próximo tiempo. Estamos ciertos, que la sociedad evoluciona en el constante devenir de los acontecimientos, nada permanece inmutable, todo cambia, todo evoluciona. Elegir el respeto como valor equidistante que permite el encuentro, la paz y la concordia para de esta forma edificar un nuevo entramado social que nos conduzca hacia el progreso y el beneficio de todos en los avances y logros que requiere este mundo.

En la era moderna, tenemos acuerdo que nuestra aldea global ha generado una revolución en el manejo de la técnica y la tecnología, que los avances en el uso de elementos digitales abarca a un alto porcentaje de la población, que la robótica permite realizar operaciones desconocidas hace algunas décadas, que este proceso de digitalización es un sendero abierto hacia múltiples labores y quehaceres, que el acceso a los medios tecnológicos es, cada día, una nuevo desafío; por tal, nuestros niños y jóvenes en edad escolar, tienen la oportunidad de experimentar nuevos derroteros, que la forma de enfrentar el mundo real y concreto tiene múltiples variables a considerar al momento de plantear una propuesta de educación integral e inclusiva, que debemos asumir certeza de buscar los mejores caminos que nos conduzcan hacia el desarrollo, que no podemos quedarnos al margen de la evolución social, cultural y del conocimiento, que la humanidad se encuentra en un estado de alerta permanente ante los avances y desafíos de la era digital, quien llegó para quedarse.

De acuerdo a los postulados propuestos en este artículo, atender a la diversidad es una obligación impostergable y el sistema escolar así lo entiende, por lo cual, se ha flexibilizado el programa escolar, se busca, con ayuda de profesionales especializado, como son: Psicólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, asistente social, sicopedagogos, entre otros, estar alerta para diagnosticar la necesidades educativas especiales, acompañar, durante el año escolar, a alumnos y alumnas, ofrecer medios e instrumentos materiales que faciliten el proceso de enseñanza aprendizaje, abrir un abanico de opciones educativas que atiendan las habilidades y destrezas personales del estudiante, acciones de reforzamiento educativo, actividades de convivencia escolar, apoyo permanente en el aula, talleres y actualizar la propuesta educativa y el compromiso docente.


Tarea de todos: Atender a la diversidad. Padres y apoderados, la escuela, los docentes, la administración educacional y las políticas de estado. Si todos, en común acuerdo, desarrollamos una propuesta educativa moderna y atingente a los tiempos que se viven, obtendremos mejores logros académicos y la formación para la vida que es misión y visión del sistema escolar en esta parte del mundo al sur de todas partes.

Compartir Emociones


Hablamos a todas horas de las emociones. Tenemos numerosos términos para denominar emociones.

Decimos que hay innumerables emociones. Los medios informativos hablan de emociones continuamente. Llamamos emociones a todo lo que sentimos, sean emociones, sentimientos o sensaciones. Mezclamos indiferenciadamente  y confundimos lo que sentimos, y eso hace que nos sea difícil identificar lo que nos pasa y por qué.

A veces leemos textos que hablan de las emociones como de entes ajenas a nosotros, que “nos tienen”, “nos habitan” o “nos dominan”. A veces oímos decir que las emociones son negativas, que nos hacen sufrir y que hay que eliminarlas de nuestra vida. Leemos también y oímos hablar de que es necesario controlar nuestras emociones y ser racionales. También oímos decir que hay que expresar los sentimientos, y otras veces, que hay que controlarlos.

La confusión es general y no es de extrañar. Nuestra tradición cultural es racional, somos herederos del pensamiento de Descartes y seguimos en un paradigma en el que la razón es el criterio esencial en nuestra vida y el eje de todo nuestro comportamiento. Entendemos a las emociones como algo que nos descontrola, e incluso domina, y la mayoría de las veces, además, les adjudicamos un valor negativo, tanto por nuestro desconocimiento sobre ellas, cómo por la forma en que nos afectan en nuestra vida.

Para añadir más confusión mezclamos los fenómenos: sensaciones, sentimientos y emociones. Nos damos cuenta de las sensaciones que nos han provocado las emociones y decimos “me siento emocionado”, y luego interpretamos esas sensaciones y le damos un valor convirtiéndolo en un sentimiento, por ejemplo “me siento triste”. Decimos “sentir la emoción” cuando a la luz de los descubrimientos de las neurociencia, deberíamos decir:
“noto sensaciones”, aludiendo a los cambios fisiológicos en nuestro cuerpo
 “siento un sentimiento” refiriéndonos a cómo interpretamos esas sensaciones: placenteras, displacenteras, de tensión, etc.
“tengo una emoción” aludiendo a la respuesta de valoración ante lo que ocurre.

Estas distinciones emocionales son claves para los fines de este libro ya que nos van a permitir identificar la emoción que está en la base de nuestro comportamiento conociendo de qué nos informa, tomando consciencia de nuestras sensaciones corporales, analizando los sentimientos que eso nos produce, comprobando las acciones que nos posibilita y la forma de ser y comportarnos que origina. 

Un planteamiento en línea con el que realiza la Teoría de la Inteligencia Emocional de tomar consciencia de uno mismo y autogestionarnos de forma funcional, es decir, en función de nuestros objetivos y nuestro entorno.

Así que éstas serán las claves del desarrollo de personas: la toma de consciencia de cómo está interpretando lo que pasa, del valor y significado que tiene para ella, la identificación de las acciones que puede llegar a hacer desde ello, el impacto que tiene en su personalidad, y la elección y generación de la emoción que mejor le venga a sus objetivos.

Las emociones implican al ámbito personal, pero también al social, y tienen una trascendencia excepcional en ambos ámbitos. En todo momento de nuestra vida, en las conversaciones con uno mismo, y en las conversaciones con otras personas; en cualquier situación: en el trabajo, en la calle, en la familia, en los colegios, universidades, empresas, asociaciones, con amigos, en encuentros ocasionales,…, las emociones están siempre presentes ya que fundamentan nuestra acción porque forman parte del equipamiento biológico que nos ha traído hasta aquí como humanos. Y nos afectan para bien, generando espacios de cooperación, bienestar, convivencia, cohesión de grupos, y para mal, cuando propician situaciones de confrontación, aislamiento, desprecio, sometimiento de otros y sufrimiento.


Si en el día a día el manejo de las emociones propias y ajenas es un desafío continuo, en el ejercicio profesional del desarrollo de personas: liderazgo, educación y coaching, la comprensión y manejo de las emociones se convierte en uno de los retos cruciales por cuanto las emociones están en la base de la acción. Y eso, la acción, es el resultado que busca el coaching. Pero también es un resultado que se busca en la dirección de personas donde la figura del líder-coach, el directivo que utiliza planteamientos y técnicas de coaching en su ejercicio de dirección de personas, está siendo muy valorada y requerida. Otro tanto podríamos decir del creciente interés por el coaching en el ámbito educativo.

La Lectura Siempre La Lectura


Es frecuente escuchar en algunas personas la frase: “los jóvenes no leen”, lo que se ha convertido en una situación preocupante para los educadores, quienes asocian este desinterés a la falta de hábito durante la infancia; para ellos, es imprescindible fomentar el amor por la lectura durante la niñez, una tarea que a veces resulta difícil para los padres, debido a que a los pequeños el pasatiempo tecnológico les atrae más. Es recomendable que los adultos sean conscientes de los beneficios que proporcionará la lectura al futuro de los infantes.

Para la escritora y directora de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana (BIJRD), Dulce Elvira de los Santos, la lectura permite al niño ampliar la visión del mundo y acceder a la cultura, ya que es la base principal de la educación, y una vía para acceder al conocimiento.

De los Santos destaca que para desarrollar el hábito de lectura en los niños existen diversas maneras, donde la más importante es que los educadores, a la hora de orientar a los más pequeños, le pongan entusiasmo y pasión.

Cuando un niño lee un libro lo ayuda a estimular su imaginación y su creatividad, haciendo que sienta más interés por lo que le rodea y aumente su cultura. Asimismo, el hecho de que diariamente lea unas páginas de un libro o un cuento adecuado para su edad, hará que mejore su vocabulario, aprendiendo nuevas palabras y desarrollando su agilidad mental, explica.

“Los niños son curiosos y tienen deseos de aprender. Se dejan llevar por el juego, la magia y la imaginación. Todos estos elementos pueden usarse para que ame leer y se divierta leyendo”, dice De los Santos.

La escritora aconseja a los padres tener libros con ilustraciones a todo color para atraerlos; además, también los invita a leer para que los niños imiten esta acción.

A los más pequeños, recomienda leerles las historias en voz alta mientras se juega dramatizando los textos. “Lo cierto es que un cuento puede convertirse en una lectura interactiva si el padre, por ejemplo, utiliza diferentes utensilios para simular las pisadas del gigante, puede hacer diferentes voces para cada uno de los personajes, y utilizar sonidos para ejemplificar las situaciones que se presenten en el cuento”, expresa.

De los Santos sugiere tener en el hogar una maleta para colocar objetos que sirvan para dinamizar la escena cuando los padres decidan contar historias o recitar poesías a sus hijos. De esta manera, asegura que cada vez que el niño vea la maleta sabrá que se acerca un momento divertido, y eso no lo olvidará jamás. “Cuando tengan un nuevo libro, es necesario que los adultos se muestren emocionados y le digan al niño que tienen ganas de saber de qué trata la historia”.


Igualmente, la escritora señala que es importante que los adultos lleven a los niños a la Biblioteca Infantil y Juvenil y a la realización de Ferias del Libro, ya que son lugares que lo incentivarán a elegir lo que quieren leer.