martes, 22 de enero de 2019

Valioso Aporte Femenino


El pasado 2 de octubre, en conmemoración del Día Internacional de la no violencia, se celebró en Barcelona el V encuentro de espiritualidad y no violencia, esta vez centrado en los aportes de la mujer a la espiritualidad.

En estas jornadas participaron representantes de diversas espiritualidades, que intercambiaron sobre el aporte que las mujeres habían realizado en sus religiosidades.

Munira Kawthar de la Comunidad Sufí de Barcelona
El sufismo es la esencia del Islam y se le conoce como la vía del corazón. Es un camino espiritual y un modo de vida que tiene como objetivo conducir a aquel que va en busca del conocimiento al encuentro directo e íntimo con Dios. Para ello debemos vaciarnos, limpiar nuestro corazón y luchar contra nuestro ego y así poder ser llenados por la inmensidad de Dios, pues el conocimiento divino solo se instala en un corazón limpio.

Practicamos 5 oraciones diarias, además de leer el Corán y meditar sobre él, además intentamos ser conscientes de Dios en cada momento de nuestras vidas. Para seguir el trabajo, el discípulo debe tomar un maestro que lo guie, el objetivo es fundirse con la divinidad, pero antes habrá de pasar por una serie de estados y estaciones.

La forma del sufismo es el Islam, que tienen una parte externa llamada sharía o ley islámica y otra interna que es el sufismo. Aquel que quiere iniciar el camino interior, además de cumplir la sharía ha de experimentar los estados elevados del alma en vida, antes de nuestra muerte, que es cuando cae el ultimo velo de la realidad. Por ello decimos que en el camino espiritual hay que morir antes de morir, es decir morir al mundo a los deseos y a nuestra propia personalidad para entrar en la amplitud de la divinidad.

En cada uno de nosotros se encuentra la chispa divina, hombre o mujer, pues ambos somos iguales a los ojos de Dios.

En el Islam no tiene sentido competir contra el hombre o la mujer y ciertas ideas provenientes de gente musulmana son erróneas y provienen de costumbres que no tienen nada que ver con el Islam, que es una religión de paz y misericordia.

La primera persona en hacerse musulmana fue una mujer, Jadiya, esposa del profeta y como ella muchas otras mujeres tuvieron un papel importante en el Islam: Aisha, Fátima, Râbica al-Adawiyya. Dentro del sufismo reconocemos importantes místicos como Rumi, Hafiz, Ibn Arabi o Râbica al-Adawiyya, que fue una mujer musulmana del siglo XIII de familia humilde que no dejó ningún texto escrito pero fue comentada por gente de su época. 

Una de sus oraciones era: “Oh Ala no te serviré como un trabajador a la espera de un salario, si te adorase por miedo al infierno arrójame a él, si te adorara esperando el paraíso niégamelo, pero si te adorara por ti mismo, no me niegues tu eterna belleza.”


Poemas: El Desprendimiento


Esta última parte del poemario vuelve al planteamiento: igual que la retina, cansada de ver tanto, se deslumbra en la no luz, cae del ojo como las hojas caen y con ellas los sueños; igual que se atropellan las imágenes aceleradas de nuestra vida mientras se van apagando, o eso puede llegar a  parecernos, cada uno de nuestros sentidos: voz-melodía-vista-roce-aroma; cada uno de nuestros entusiasmos, igual, decía:

se ha marchado el futuro:
Sin avisar siquiera.
 Y ya ni la ciudad que acogía y nombraba sigue siendo la misma. Su habitante feliz de antaño se ha convertido en “transeúnte vencido luchando contra el tiempo”, esa lucha perdida de antemano , pues el azul Alicante es, en su presente, más que nunca, Alacant blues.
Afirmaba Mariano en una entrevista reciente que “escribiría desde el mismísimo infierno”. Pero quizás nunca pensó que ese infierno fuera el que traiciona la memoria y retrata en
DESTELLO:

En mi lugar de infancia
que apenas sobrevive
al margen de mi tiempo,
mientras tan solo espera
que las excavadoras
urbanicen el mar.

Esperanza y jarros gélidos, naufragio y mares desolados que se atraviesan a vela rasgada, y aun así, cuántos intentos por salir a flote, y aun así cuánto sentimiento de derrota, cómo uno es al fin hombre deshabitado de todo lo que fue, en su quimera de eternidad, carne y sangre de afectos, huesos de furia gloriosa y tan brevemente ardidos.

  Y el amor como leño de salvación y franela del consuelo,
  y la partida de lo más amado,
  y la melancolía que se combate a duras penas con un “¡enfréntate a la vida!” que es, a la postre, un ¡enfréntate a la muerte! “mirándola fijamente a los ojos”, como anuncia en
TOMBSTONE:

Se me hace tarde ya, debo marcharme,
pero debéis saber
que me enfrenté a la vida
como en un duelo a muerte,
mirándola directamente a los ojos.

 Directamente a los ojos, sí.

Como miran los niños y los valientes.

Superar Obstáculos

Cómo superar obstáculos y convertirlos en oportunidades, guía rápida para transformar los problemas en aliados en tu carrera hacia el éxito. En este vídeo que te compartimos a continuación conocerás todo lo que debes hacer para superar obstáculos en tu vida y transformarlos en oportunidades. Cuando los tropiezos superan los éxitos, siempre hay una forma en la que puedes enmendar el camino y continuar intentándolo.

Si quieres superar obstáculos en tu vida debes comenzar por percibirlos como un mero desvió hacia tu objetivo final. Siempre ten en mente que tus objetivos son alcanzables y una vez que te enfoques en tu meta final, no permitas que los obstáculos te distraigan.

Igualmente ten presente que siempre existirán obstáculos en tu camino, por lo que esperar que desaparezcan o que todo se acomode en su lugar no es la respuesta. Superar obstáculos también requiere de crear objetivos que sean alcanzables y realistas, ya que de esta manera se puede asegurar el éxito. Por lo tanto es conveniente que tus objetivos sean sencillos, claros, deseables y medibles.

Medir tu progreso te permitirá celebrar tus logros, lo que a su vez te mantendrá motivado para continuar adelante a un ritmo más acelerado. Tus objetivos deben cumplir estándares mensurables, realizables, realistas y deben estar basados en el tiempo para que puedas conocer cuánto más fácil es cumplir tus metas en medio de obstáculos.

Superar obstáculos requiere además enfocarse en lo que se puede hacer y no en aquello sobre lo que no se tiene control. En lugar de pensar en aquello que no puedes hacer, piensa en lo que si puedes conseguir. Utiliza los obstáculos como un medio para mejorar o pensar formas creativas de superarlos. Te golpeas contra una pared, debes encontrar la manera de subirla o hacer un agujero para poder llegar al otro lado. No consigues nada quedándote estático preguntándote por qué golpeaste la pared. En otros artículos hemos hablado sobre los paradigmas que gobiernan nuestra vidas y cómo superarlos.

Controlar nuestra actitud
Una cosa importante sobre el tema de superar obstáculos tiene que ver con que no siempre podemos controlar los eventos que suceden a nuestro alrededor, pero si podemos controlar nuestra actitud. Si quieres transformar obstáculos en oportunidades debes tener una actitud y mantenerla en tu día a día.
Debes desarrollar una creencia inquebrantable sobre ti mismo y en tus capacidades; tener la confianza para ser la excepción, aquello que supera todos los obstáculos y alguien que está dispuesto a apostar por sí mismo.

Afronta los problemas
No olvides tampoco que los problemas a menudo escalan desde algo muy pequeño hasta algo tan grande que se sale de control. Ignorar los problemas pequeños no hace que desaparezcan.

La Lucha Interior


El pensamiento racional puede encontrarse ante dos situaciones: la certeza o la duda. Si dudamos es porque hay elementos que provocan cierta incertidumbre, lo cual puede llegar a un debate personal profundo, también conocido como lucha interior.

La idea general de lucha interior implica que hay dos elementos o fuerzas opuestas y nuestra mente se encuentra en medio. Así, la lucha interior se dirige hacia uno mismo, quien dialoga, discute y razona con su conciencia. El debate que se produce no es solamente de carácter racional, ya que también entran en juego nuestras emociones.


Cada lucha interior es estrictamente personal y no hay una descripción general válida para cada individuo. No obstante, sí resulta posible mencionar algunos trazos comunes en la mayoría de casos. Por una parte, hay una división entre lo que queremos hacer y lo que deberíamos hacer (entre los sentimientos y la razón). Es habitual que la lucha interior esté influida por elementos externos (por ejemplo, la opinión de los demás). Existe igualmente un aspecto contradictorio en la pugna interior, ya que las valoraciones a favor y en contra de algo están generalmente equilibradas. Al mismo tiempo, toda lucha interior debe ser resuelta de alguna manera (con una decisión determinada), aunque cabe la posibilidad de que se mantenga la duda de forma permanente.

En mayor o menor medida, todos las personas han tenido alguna lucha interior. Los adolescentes tienen que decidir sobre su futuro y es inevitable que tengan una confrontación de ideas e intereses en su mente. En el ámbito religioso también se presentan este tipo de luchas (el compromiso de servir a Dios puede entrar en contradicción con otras inclinaciones individuales).

La religión cristiana reconoce la existencia de una lucha interior como algo normal en cualquier creyente. Es una "amenaza" permanente y el buen cristiano debe afrontarla, pues en el fondo sabe que Dios le va a ayudar a vencer en esa lucha.

Desde un punto de vista moral, hay una pregunta que todos nos hemos planteado alguna vez: qué debo hacer. Este interrogante ya lleva implícito un componente de lucha o, dicho con otras palabras, hay un conflicto personal ante un acontecimiento que no nos deja indiferente (pensemos, por poner un ejemplo clásico, en el conflicto de un soldado que recibe la orden de matar).

La lucha interior no es aplicable a una simple duda (hago esto o aquello). Es algo más profundo y va acompañado de sufrimiento y de congoja. Podríamos decir que algo se rompe en nuestro espíritu y esa ruptura genera un enfrentamiento, una lucha.



lunes, 21 de enero de 2019

Haz Lo Mejor Que Puedas


Muchas veces nos obsesionamos con la perfección, buscando algo que no existe e intentando pulir detalles que casi siempre lo único que hacen es sembrarnos dudas sobre si estamos logrando lo que tenemos intención de lograr.

¿Puedes mejorar el resultado de lo que has hecho? Si la respuesta es positiva, sigue trabajando. Si la respuesta te genera dudas, quizás es que ya has hecho todo lo que podías hacer para que eso estuviese perfecto. A partir de ahí, todo lo que hagas de más probablemente sea una pérdida de tiempo, porque estarás dándole vueltas a algo que tú mismo no puedes mejorar.

Esto le pasa a mucha gente, acaban un trabajo concreto que a su juicio está mejor que bien, está perfecto, lo dejan reposar unas horas, y en una segunda revisión se dan cuenta de que no les convence. ¿No estaba perfecto? Hacen una tercera revisión. Ahora está bien. Tras un segundo reposo vuelven a revisarlo y tienen dudas ¿Quizá antes ya estaba bien? Esto se convierte en bucle infinito que sólo lo rompe el cansancio.

Pero ¿cómo evitar todo esto? Al final nos vemos envueltos en una rutina diabólica que nos impide avanzar buscando la perfección, gastando fuerzas y tiempo en lo que no podemos mejorar -aunque eso no lo sepamos.

Muchas veces pensamos que la perfección es lo que marca la diferencia entre el éxito y lo común, cosa que nos genera una gran presión y marca un listón muy alto, pero no nos dejemos engañar porque esto no es así. Lo que hace que tengamos éxito es el trabajo duro, constante, intentando hacer las cosas a nuestro mejor nivel y sin perder el foco. A partir de ahí las puertas del éxito se pueden abrir para cualquiera.

Así que recuerda siempre que te encuentres en una situación similar: no lo he de hacer perfecto, sólo lo mejor que pueda

Y tú ¿te sientes identificado con el perfil perfeccionista que busca en todo momento el resultado inmejorable?


Interculturalidad

La palabra interculturalidad se refiere a las relaciones de intercambio y comunicación igualitarias entre grupos culturales que diferentes en atención a criterios como etnia, religión, lengua o nacionalidad, entre otros.

Por principio, el término no reconoce superioridad de una cultura sobre otra, independientemente de la relación entre mayoría-minoría.

La interculturalidad apunta a construir una sociedad más democrática al visualizar, describir y valorar igualitariamente los modos de apropiación y reelaboración de significados entre diferentes grupos.
Está referida a los procesos de interrelación y comunicación de saberes, códigos, patrones y valores entre diferentes grupos culturales, entendiendo que existe igualdad entre sujetos, independientemente de la posición que ocupen en el sistema.

La Unesco refiere este concepto en su página web como "la construcción de relaciones equitativas entre personas, comunidades, países y culturas".

La pertinencia de esta definición se justifica en el marco de las sociedades globalizadas actuales, que arrastran históricamente el peso de la perspectiva colonizadora, en la cual el sector mayoritario o dominante se ha pretendido erigir como un "modelo cultural superior".

En este contexto, las palabras mayoría o minoría no se refieren al número de individuos que conforman un grupo, sino al modo en que el poder es ejercido. Así, será "mayoría" aquel grupo que ejerza la hegemonía cultural, y será "minoría" el grupo que no tenga el control del poder.


Se hace evidente que este término tiene como propósito la reivindicación y comprensión de la diferencia cultural, en atención a variables de tipo histórico, político, cultural, antropológico, ambiental, entre otras

Internet: Los Riesgos Del Entorno

La historia es un constante devenir de acontecimientos, una continua evolución que durante el siglo pasado ha conocido un desarrollo tecnológico sin precedentes. Cambios que antes tardaban varias generaciones en producirse, ahora ocurren en unos pocos años; y objetos que hace apenas veinte años eran una “rareza”, hoy se han convertido en cotidianos y casi imprescindibles.

Pensemos, por ejemplo, en la telefonía móvil... puede parecer que llevamos toda la vida utilizándola, sin embargo hace veinte años vivíamos sin ella.

Los avances tecnológicos que estamos viviendo son vertiginosos, y uno de los principales responsables de esta aceleración ha sido sin lugar a dudas, Internet. La rapidez y facilidad de comunicación hace que el conocimiento se transfiera más deprisa y por tanto los cambios son cada vez más rápidos.

Pero Internet no sólo es un lugar de transferencia de conocimiento; hoy en día ya nadie discute que ha supuesto una auténtica revolución social, hasta tal punto que se ha convertido en un nuevo entorno de socialización.

Durante siglos, el entorno familiar, el barrio, y la escuela eran los lugares donde nuestros menores se relacionaban con otras personas; durante siglos, hemos educado a nuestros menores para vivir en sociedad, les hemos enseñado a conocer y prevenir los “riesgos de la calle” y les hemos educado para que convivan del modo más seguro y saludable posible.

Cada época y cada lugar ha tenido sus riesgos y los padres han educado a sus hijos para prevenirlos conformes al momento en que les ha tocado vivir.

Por poner un ejemplo, hace 200 años la preocupación no era que los menores salieran a la calle y fueran atropellados por un vehículo a motor, básicamente porque no existían. Hace cincuenta años, cuando ya empezaba a incrementarse el número de coches en las ciudades, la circulación comenzó a ser un motivo de preocupación, y los padres y educadores, siempre velando por los menores, comenzaron a inculcarles la importancia de la seguridad vial.

Los padres y educadores de hoy, tenemos que ser conscientes y conocedores que Internet es ya un entorno de relaciones sociales, y por tanto tenemos también que educar a nuestros menores para protegerse en este nuevo medio de socialización, puesto que los “riesgos de la calle” ahora están también en Internet.

Palabras como Ciberbullying, Grooming, Sexting, Phishing… son algunos términos que definen los riesgos actuales en Internet. Además hemos de tomar conciencia que el hecho de que nuestros hijos estén en el hogar, ya no es garantía de que se encuentren libres de riesgos, puesto que Internet es una puerta abierta al mundo.

Puede parecer al leer estas líneas que en Internet nuestros menores están en peligro, pero lo cierto es que no mucho más de lo que pueden estarlo en la calle, pues al fin y al cabo estamos hablando de socialización con todo lo que ello conlleva; cambia el medio, cambian las formas pero en el fondo, los riesgos siguen siendo similares, y al igual que nuestros padres y abuelos nos educaron para vivir en calles repletas de coches, y nos enseñaron a mirar a ambos lados antes de cruzar, del mismo modo nosotros tenemos que educar a nuestros menores a convivir en este nuevo y cambiante entorno.


No debemos perder nunca de vista que el uso de Internet, bien dosificado y administrado, puede ser un gran apoyo para nuestros menores en la vida diaria como herramienta personalizada y útil de información, formación y socialización, en beneficio de su propio desarrollo como ser humano.

Aprender Siempre


Aprender es un proceso difícil que involucra a la persona en todas sus facetas: intelectual, emocional, social y cultural. El aprendizaje requiere que la persona se sienta bien en la situación de aprendizaje. Para poder aprender, necesitamos estar relajados, sentirnos “en casa”, acompañados, comprendidos.

Cuando una preocupación nos inunda nuestra cabeza está ocupada en otra cosa. De manera que, desde el punto de vista emocional, el aprendizaje necesita que estemos en disposición para aprender.
 La disposición para aprender.

Esta disposición es el estado emocional vivida por una persona ante una situación de aprendizaje. Esta disposición puede ser favorable o desfavorable, puede favorecerse u obstaculizarse, no es consciente ni la controlamos por nuestra voluntad y, además, es variable según los contextos y el momento.

Depende de tres factores:
Del momento vivencial de la persona. La disposición de una persona en una situación de aprendizaje determinada depende, en gran medida, de las situaciones emocionales, sean de sufrimiento, de preocupación o incluso de felicidad, predisponen de cierta manera frente al aprendizaje.

De su historia personal de aprendizajes. La disposición al aprendizaje se va constituyendo en el ser humano a lo largo de la vida en relación con la historia de todos sus aprendizajes. La historia de nuestros aprendizajes, sobre todo de nuestros primeros aprendizajes, va dejando huellas profundas que influyen en nuestra forma de enfrentar cada nuevo acto de aprendizaje. Las maneras de actuar, sentir y pensar en relación al aprendizaje, configuradas desde la infancia, van conformando esta disposición.

De la percepción del contexto de aprendizaje. Todo aprendizaje se realiza en un contexto. El contexto siempre es social y cultural. El contexto influye en la disposición porque cada persona puede sentirse más “en casa” o menos “en casa” en ese contexto. En este sentido, la disposición que la persona tenga en cada situación de aprendizaje será el resultado de su propia percepción del contexto y de las posibilidades que le brinda. La disposición será el resultado de la interrelación de variables culturales, geográficas, temporales e históricas propias de cada sujeto, del grupo en el que vive y de lo que el contexto educativo le ofrece.

 2. Obstáculos para disposición para aprender.
 La situación vital de la persona: Las situaciones de sufrimiento, por motivos afectivos, laborales, familiares, económicos, o de otra índole, disponen a la persona de cierta manera frente al aprendizaje.
Frente a este tipo de obstáculos, el educador debe actuar comprendiendo y conteniendo a la persona: no agregar exigencias ni culpabilizar al estudiante. La comprensión, la confianza, la actitud paternal y, a veces, poder conversar sobre los temas que le preocupan.

 La historia personal del estudiante: Cuando el aprendiz realiza sus primeros aprendizajes en un contexto en el que quienes lo educan están sufriendo, ya sea por problemas emocionales, sociales, económicos, el clima en el que realiza sus aprendizajes es un clima de hostilidad, no es un clima favorable.

Y esta sensación de sufrimiento y hostilidad queda asociada de manera inconsciente al acto de aprender, aunque sus padres o educadores hayan tenido muy buena voluntad.

Otras veces el acto de aprender puede quedar asociado a sentimientos de miedo. Los padres pueden haber hecho que los primeros aprendizajes se realicen en un contexto de temor. El acto de aprender también puede estar asociado al miedo al fracaso: el temor a fracasar en el aprendizaje puede ser tan grande que termina paralizando a la persona y conduciéndola efectivamente al fracaso.

El miedo a aprender puede estar asociado también al miedo al cambio. Aprender significa cambiar y para algunas personas esto implica abandonar las certezas sobre las que se apoya para comprender el mundo.

¿Qué pueden hacer los educadores ante este tipo de obstáculos en la disposición para aprender? Si el acto de aprender está asociado al miedo y a lo desagradable, el ambiente de aprendizaje deberá ser muy cercano y amigable.

 La percepción del contexto de aprendizaje: El educador, sin darse cuenta, puede estar ejerciendo una cierta violencia sobre los valores que la persona trae. Esto quiere decir que puede estar tratando de imponer sus propios valores, creencias y conocimientos, sin tomar en consideración qué es lo que la otra persona considera como válido, deseable y legítimo de su propio grupo cultural. La dificultad que presentan puede deberse a que inconscientemente sienten atacados sus valores y su cultura.

La consecuencia, muchas veces, es que se cierran frente al aprendizaje como una forma de defenderse. El resultado es que esas personas, en definitiva, no pueden aprender lo que el educador enseña.

Concluyendo, se debe partir de la aceptación, del respeto y establecer un diálogo cultural con el otro. Solo así lograremos que su disposición no se vea obstaculizada a causa de la violencia ejercida por el contexto de aprendizaje. Por eso, hay que establecer este diálogo cultural y no ser impositivos. Es fundamental que el educador pueda respetar la diversidad. Esto implica contemplar los diferentes contextos de origen, respetar los diferentes modos de expresión y los diferentes tiempos de aprendizaje de cada persona.

A modo de ejemplo.
Para poner un ejemplo, que en la actualidad educativa es reconocido por sus logros, el sistema educativo finlandés considera como clave el fomento de esta disposición de aprendizaje, ya que:
Lo más importante del Sistema educativo no es la organización del conocimiento sino el estudiante.
El centro del Sistema educativo es el estudiante. Esto es fundamental, ya que es el mismo sujeto quien aprende. Los finlandeses comprendieron que el estudiante aprende mejor en un ámbito libre y progresando a su ritmo para adquirir fácilmente los conocimientos fundamentales. Esto no quiere decir que no se respeta profundamente los conocimientos, pero se respeta aún más a los estudiantes en proceso de adquirirlos.
¿De qué manera se tiene en cuenta a los estudiantes?
La clave del éxito es comprender las necesidades de los niños, a los más pequeños se les incrementa la sensación de seguridad y la motivación.
La relación entre el hogar y la escuela es muy estrecha.
Las relaciones entre maestros y estudiantes son más informales y cálidas.
Se presta especial atención a la creación de un entorno escolar agradable y estimulante.
Un ambiente familiar.
La escuela favorece a un clima cobijamiento para que el estudiante se siente en la misma “como en su casa”. Esto se logra de dos maneras: desde el punto de vista edilicio, los espacios de trabajo son extensos, limpios y cómodos; y desde el punto de vista humano, ya que las relaciones entre los profesores y los estudiantes son de gran familiaridad sin confundir los roles y el respeto mutuo. Los docentes son accesibles, disponibles y atentos. La relación es abierta y positiva. Los profesores buscan ayudar a los estudiantes a aprender.
El tamaño de los establecimientos crea un clima de proximidad y permite a los docentes conocer personalmente a todos sus estudiantes.
En sus cursos los profesores son criteriosos en un límite de tolerancia con relación a pequeñas faltas que en nuestro caso, a menudo, llevaría a sanciones inmediatas.


Esta experiencia de Escuela como hogar es importante ya que está ligado a la experiencia del reconocimiento de lo propio. La persona es un ser-con-el-otro-en-un-lugar, de pertenencia común. Heidegger decía ser-en-el-mundo-con. Éste es un modo de estar arraigado y a la vez la expresión retorno casa-escuela y escuela-hogar mantiene una continuidad. La vivencia de lo familiar fortalece la experiencia del retorno que se manifiesta en el lazo inquebrantable que nos une a lo propio.

El arraigo no debe ser identificado con el apego a un lugar determinado. Tiene que ver fundamentalmente con el enraizamiento a lo propio y hogareño.

La Férrea Voluntad


Los griegos, hace muchos siglos, calificaron a la voluntad como una de las facultades clave para la humanidad. La voluntad nos permite ejecutar fielmente una decisión tomada en nuestro interior. Y nos abre el campo de la acción, campo que es de tremenda importancia para la vida diaria.

Hay gente que se hace muy buenos propósitos. Pero no tiene voluntad para llevarlos a cabo. Hay otros que tienen miles de ideas, pero carecen de la voluntad suficiente para materializarlas. Los hay que sueñan y nunca hacen nada, sólo idean, vislumbran, planean. Pero, bien lo dice el refrán: "Del dicho al hecho, hay mucho trecho".

Gracias a la voluntad, todo es posible. La aplicamos a un presentimiento y nace un proyecto. La aplicamos al proyecto y resulta una realidad. Ella es la fuerza generadora de lo memorable del hombre. Voluntad de vivir, voluntad, de hacer reales las cosas que deseamos.

Qué formidable es recordar a aquel muchacho emprendedor, a aquella linda muchacha, quienes, de estudiantes sencillos, comunes y corrientes o de empleados sin mayor importancia, nacieron a una vida independiente, feliz, llena de esfuerzos y satisfacciones. Mediante la voluntad, naturalmente.

Misteriosa fuerza que se engendra en nuestro psiquismo, la voluntad es una chispa, un deseo de hacer, una carga insólita que nos inclina a buscar aquello que deseamos ver frente a nosotros. Y en alto porcentaje, altísimo, quienes desean algo y ponen su parte de voluntad para encontrarlo, se salen con lo suyo.

Mediante la voluntad hallamos el camino que nos resuelve necesidades y ensueños. Voluntariamente nos entregamos a una rutina de trabajo para merecer una gratificación y voluntariamente repetimos una y otra vez algo que nos interesa, hasta que queda como lo deseamos. Esa inocente voluntad es la que vale: "Un gran talento está hecho de un diez por ciento de sapiencia y un noventa por ciento de insistencia".

Tengamos la extraña voluntad de cumplir con el deber diario y nos sorprenderemos como se fortalece para más amplios deberes. Quien no es grande en lo pequeño, difícilmente lo será en lo grande. Tengamos la extraña voluntad de hacer, día a día, algo más por nosotros mismo y por el prójimo. 

Necesitamos esa voluntad férrea.

Y obtendremos extraños e increíbles resultados.


Dignidad Humana

La historia de la humanidad evidencia que la pobreza y sus condiciones coadyuvantes (como la exclusión y marginación social, la falta de empleo productivo, el analfabetismo y los bajos niveles de desarrollo humano) constituyen un atentado contra la dignidad humana que niega el pleno y eficaz disfrute de los derechos humanos; y están entre las principales amenazas a la democracia, paz, libertad y al desarrollo.

Sin embargo, por largo tiempo hemos carecido de un enfoque reconocido mundialmente sobre la pobreza, su impacto en la dignidad y los derechos humanos y sus efectos en la seguridad y el desarrollo.  Es hasta en los últimos años del siglo XX y los que llevamos del siglo XXI que, a ese respecto, hemos avanzado en grandes y extraordinarios acuerdos regionales y universales.

En la sub-región centroamericana, desde el año 1991, ese impacto y esa relación fueron reconocidos en varios acuerdos que comprenden las tradicionales y nuevas amenazas a la seguridad y definen un nuevo modelo de seguridad democrática. Esos acuerdos  caracterizan a la pobreza como amenaza a la seguridad humana de los habitantes, a la estabilidad democrática y al desarrollo sostenible de las sociedades centroamericanas; y señalan también como amenazas a: la falta de desarrollo sostenible y de democracia, el deterioro del medio ambiente, la inseguridad de las personas y bienes, la corrupción, impunidad, violencia, delincuencia, narcoactividad, el tráfico de armas y el terrorismo. 

Esas  situaciones deben ser tratadas, como asuntos de seguridad humana de las personas y comunidades dentro de los Estados y entre los Estados; y deben ser resueltas con una visión comprensiva e interrelacionada de todos los aspectos del desarrollo sostenible, en sus manifestaciones políticas, económicas, sociales, culturales y ecológicas.

En la región americana, en el 2001, se aprobó la “Carta Democrática Interamericana” que inició una nueva era al reconocer el derecho de los pueblos  a la democracia y al definir la organización democrática, su defensa y perfeccionamiento. La Carta reafirma que la lucha contra la pobreza es esencial para la promoción y consolidación de la democracia y constituye una responsabilidad común y compartida de los Estados.

En la Organización de las Naciones Unidas, el concepto, alcance e interés práctico de la Seguridad Humana se ha venido considerando también en sucesivos informes y resoluciones que permitieron llegar, en el 2012, al entendimiento universal según el cual la Seguridad Humana es el derecho de las personas y comunidades, en particular las vulnerables, a vivir en libertad y con dignidad, libres de la pobreza y desesperación. y que, para acceder a esa seguridad humana, es imprescindible la participación de las personas y comunidades, y lograr respuestas intersectoriales (con énfasis en la prevención) a todas las condiciones que constituyen amenazas a la supervivencia, los medios de vida y la dignidad de las personas, para impulsar el desarrollo sostenible local, con significación nacional


domingo, 20 de enero de 2019

Creatividad Compartida

Después de participar en el taller de “Procesos de Creación Compartida”, dictado por el músico y compositor italiano, Luca Belcastro, se le realizó una entrevista en este medio para desmenuzar las motivaciones y los detalles detrás del método enseñado en aquel taller.

Imaginémonos entrando a una galería de arte y encontrando de frente un cuadro que representa un retrato, la primera imagen que tu mente produjo de ese retrato en este momento es la creación personal de tus experiencias y pensamientos. 

Bien, cada artista posee también un cúmulo de experiencias, motivaciones y  herramientas que le llevan a crear, en este caso un cuadro, y el resultado estará en función de cómo combine el artista esos elementos. Si ostenta técnica quizás podamos observar en esa galería imaginaria un cuadro muy similar a una fotografía, si además de la técnica influye en el creador un proceso de reflexión acerca de lo que desea mostrar, como por ejemplo. Algunas motivaciones personales, el carácter mismo de quien será retratado o una interpretación de cómo lo ve el artista, seguramente observaremos algunas variaciones en la postura del modelo, en la composición del cuadro, en el uso de los colores o la falta de ellos, la elección de los materiales y hasta la presentación misma del retrato. De esta forma el o la autora de una obra sigue un camino propio, un proceso creativo de niveles más intrincados que la simple observación. 

Lo mismo se puede explicar en cualquier obra de cualquier disciplina creativa, ya sea una obra musical con el ordenamiento de sus tonos y la composición de su letra o los movimientos en el caso de la danza.

Pero si hablamos de lo esencial del procedimiento en cuestión, previamente a la culminación del cuadro que nos hemos imaginado, en el método de Belcastro existiría, además, un momento de crítica constructiva colaborativa al interior del grupo o colectivo de personas que son parte de este proceso, ingrediente que alimentará la obra del artista con esos aportes y puntos de vista, orientando así el rumbo final de la que ya se habría convertido en parte de una “creación colectiva”.


Para encausar una reflexión honesta acerca de los motivos que desearían mostrar en sus obras, las personas asistentes al taller tuvieron dificultad en desinhibirse, lo cual es un requisito primordial, pero, poco a poco la confianza para ese objetivo se fue dando. Luca Belcastro confiesa que, en la mayor parte de Latinoamérica, estas costumbres artísticas colaborativas son un denominador común y que influyeron de manera importante en el método que él estructuró.

Recordar Lo Aprendido

Todos tenemos un libro favorito, uno que hemos leído muchas veces y que siempre nos hace pasar un buen rato, o nos lleva a pensar, o suscita conversaciones interesantes con otras personas. 

Sin embargo, no siempre somos capaces de recordar exactamente algunas de las cosas que hemos leído en ese libro, o en un reportaje en el periódico que nos ha gustado. Leemos algo que nos interesa, pero luego tendemos a olvidar buena parte de ello.

Existen maneras de que nos acordemos mejor de lo que acabamos de leer. No hace falta que afrontemos un texto como si fuéramos a estudiarlo para un examen, pero sí hay recomendaciones que podemos seguir para mejorar nuestra capacidad retentiva cuando leemos. La mayoría son consejos bastante sencillos y hasta de sentido común, como si dijéramos, y no hace falta que creemos en nuestra cabeza un palacio de la memoria, como hacía Hannibal Lecter.

Los pilares de la memoria
Las claves para que recordemos información que acabamos de recibir se basan en los tres principios de la memoria: la impresión, la asociación y la repetición. Nuestro cerebro recuerda mejor aquello que lo "impresiona", que genera en él alguna imagen o sensación notable. Cuando leemos, se puede ayudar a que se produzca esa impresión leyendo algunos pasajes en voz alta, por ejemplo, utilizando el sonido como apoyo para la memoria.

Luis García Carrasco, autor del libro 'El arte de la memoria', y del podcast del mismo título, apunta entre sus consejos para memorizar que "recordamos las cosas que han causado cierta impresión en nosotros", y aboga por que usemos la imaginación para realizar asociaciones que nos faciliten acordarnos de ciertas cosas que, hasta ese momento, nos resultaban desconocidas.


Lo Que La Vida Nos Enseña

Vivir es muchas cosas. Puede ser un gran viaje visitando bellas cumbres, secas llanuras e incluso sucios lodazales. También es una gran escuela que nos enseña mucho. Lo que no quiere decir que seamos capaces de aprenderlo todo. Nos informa bien, nos aporta conocimientos, y, como hay que vivirla, también nos permite adquirir habilidades prácticas y algunas buenas actitudes; pero a veces no las aprendemos.

Seguro que conoce algunas personas que tras un daño cerebral por ictus o traumatismo no pueden hablar, los médicos dicen que tienen “afasia”. Pues bien en la vida es más frecuente otra situación y no se considera ni siquiera una enfermedad. Está presente en muchas personas que son incapaces de dialogar; es así porque no son capaces de oír, o mejor oyen pero no escuchan. Son constructores de monólogos y circulan por la vida hablando ellos solos, porque lo de los demás no les interesa. No le prestan atención.

Ya le comenté que otros prefieren tener razón a ser felices. Discuten todo y no ceden y se esfuerzan en tener razón, lo que les evita o dificulta ser felices, pero se afanan en ello, discuten sin límite y ello les impide alcanzar la felicidad.

Otros no tienen claro la jerarquía o importancia de los verbos. Priorizan el tener al ser. Se afanan en adquirir más, en acumular lo material, más que esforzarse en ser algo más, y sobre todo mejores, en crecer como personas. En enriquecerse en valores, y le será más fácil transitar por este mundo ligero de equipaje.

Le he referido a que con frecuencia no valoramos lo que tenemos, y especialmente sólo somos conscientes de ello, cuando lo perdemos o estamos a punto de perderlo. Por ejemplo la salud. Es un bien muy grande que poseemos y no la valoramos aunque somos nosotros, no los sanitarios, los que debemos cuidarla. Erramos si nos arriesgamos a perderla por falta de sentido común, si nos implicamos en actividades de alto riesgo, ingerimos tóxicos o hacemos malas dietas.

Otras personas deciden hacer de la queja su bandera. Lamentarse y sentirse mal les da protagonismo social y así caminan por la vida, sin entender que a medio plazo pueden ser rechazados porque nublan su entorno, agobian a sus congéneres. Los aburren e incluso les abruman. Podríamos decir que sólo hablan para cantar ruina. O que sólo están bien cuando están mal.

No hemos aprendido que el que más da es el que más recibe. Pregúnteselo si no a los voluntarios; en cualquiera de sus actuaciones uno de ellos le explicará cómo se siente al hacer el bien.  
También suele ser negativa nuestra visión del esfuerzo, y no lo vemos como una gran oportunidad. Sigmund Freud decía: “He sido muy afortunado; todo en la vida me ha costado mucho”. Sin duda, de no haberse esforzado su aportación, su legado al mundo hubiera sido menor.

También nos enseña Descartes que muchas veces sufrimos por cosas que nunca nos sucederán. En lenguaje llano: nos ponemos el parche antes de que salga la herida. Sufrimos con anticipación. Así sucede por ejemplo con los vómitos por recibir quimioterapia; sabemos que algunas quimioterapias los causaran, pero lo curioso es saber qué en muchas ocasiones algunas personas que iban a recibir quimio tienen los vómitos antes de iniciar su toma, antes de que se les administre; y eso es lo que llaman vómitos anticipativos y son debidos a que nuestro estado de nervios los provoca.

Importa saber lo costoso de fingir. Le aseguro que no compensa; cuanto más acerque lo que piensa, lo que dice y lo que hace, le será más fácil ser feliz.

También conviene recordar que el tiempo pasa para todos, los minutos, las horas, los días o los años, y al vivir lo vamos consumiendo todos; es un error plantearse ese consumo cuando uno es mayor o anciano. El momento que importa que valore es el ahora. Le he comentado a veces que el pasado fue, nos enseña, pero es irrecuperable, y el futuro es impreciso. Por eso él ahora es clave; hay que vivir todos los momentos con plenitud; como si fueran a ser el último.

También es importante soñar y lo hacemos poco. No digo que no seamos realistas, pero sí que elevemos nuestras miras. Hacerlo embellece el paisaje de la vida por el que debemos transitar. Dicen que los sueños suelen ser caros; yo pienso que es más caro no tener sueños.

Por otra parte le recuerdo que la mentira es un paso erróneo, como una salida en falso, con frecuencia le lleva a un corredor que retorna al mismo camino del que se parte y tendrá que volver a enfrentarse con la situación por la que mentimos. Por otra parte mantener esa irrealidad cuesta mucho esfuerzo. Yo no se lo aconsejo como vía de tránsito. La verdad abre ventanas, da luz y embellece el camino.

Otros son insensibles a lo que sucede en su entorno. Caminan con cara de póquer. Quizás lo hacen porque no quieren sufrir. Pero se equivocan. Compadecerse de los otros, y no en el sentido de ser dadivosos, sino en el de no querer que sufran, compartir, e incluso integrarse con ellos, sin duda puede doler, pero genera humanidad y múltiples satisfacciones.


Sea listo, aprenda y aplique muchas de las lecciones que la vida nos enseña. Cada día que vive asiste a muchas y magnificas clases, pero importa que las aprecie y tenga la actitud de aprender.

El Buen Consejo

¿Cuántas veces has dado un consejo sólo para ver que la persona a quien se lo diste hace exactamente lo contrario? La forma en que generalmente damos un consejo (imponiendo nuestra opinión) suele ser inefectiva, e incluso dañina.

Saber cómo dar un buen consejo -especialmente cuando tú eres el jefe- puede mejorar tus relaciones laborales y dirigirte a tomar mejores decisiones de negocios. Por eso, aplica estos cuatro tips para convertirte en un buen consejero que los demás respetan:

1. Sólo da tu consejo cuando te lo piden
Muchos de nosotros damos consejos de manera automática cuando alguien comparte un problema. Pero las buenas intenciones pueden resultar en nuestra contra. “Los tomadores de decisiones perciben los consejos no solicitados como intrusivos y como una crítica implicada”, dice el psicólogo Reeshad Dalal. “Es una gran amenaza para su autonomía”.

El consejo no solicitado envía un mensaje de que te estás inmiscuyendo porque la persona no puede manejar el problema por sí misma. Eso le hace sentir menos competente y capaz, minando su habilidad para controlar la situación. Para asegurar que tu consejo sea más útil que dañino, únicamente compártelo cuando te lo pidan explícitamente. De otra manera, sólo escucha y sé empático.

2. Ofrece información sobre las opciones
Al dar su consejo, las personas con mayor experiencia generalmente cometen el error de asumir que saben más que los demás. “Mientras que tú puedes tener gran expertise sobre un tema, la persona que toma la decisión tiene más experiencia sobre la decisión en específico”, dice Dadal.

Si quieres ofrecer tu expertise de manera que sea útil, úsalo para informar a la persona acerca de la decisión. Diles lo que sabes de sus opciones, posiblemente ofreciéndole una recomendación, y después deja que usen esa información para tomar una mejor decisión.

3. Ayúdalo a pensar sobre el problema
El consejo tradicional (el de decir lo que debería hacerse) podría persuadir a alguien de concordar contigo, pero esto no le ayuda a aprender y crecer. “Algunas veces, tener un ‘impacto positivo’ involucra la elección deliberada de no persuadir”, dice Dalal.

En lugar de imponer tu opinión, guíalos a través del proceso que podrías usar para llegar a una conclusión. Haz las preguntas que te harías a ti mismo, y dales la oportunidad de hablar las opciones contigo. Esta estrategia ayudará a construir habilidades para resolver problemas que pueden usarse para resolver dilemas futuros.

4. Expresa confianza en su juicio
Cuando alguien se enfrenta a un dilema, necesita tener auto confianza para seguir su intuición y tomar una decisión informada. “Ayuda a ofrecer soporte emocional además del consejo”, recomienda Dadal. “La gente aprecia ambas cosas”.


Si alguien llega a ti pidiéndote un consejo, hazle saber que estás ahí para ayudarlo pero que confías en que tomará una decisión inteligente. Tu confianza podría ser todo el consejo que necesita.

Encuentros En Soledad

“La soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse” (Anónimo)

 A menudo, la soledad es entendida como algo negativo, constituyendo así uno de nuestros miedos más importantes tanto al comienzo como al final de nuestras vidas. Muchas personas tienen miedo a “estar solos” o “sentirse solos” en algún momento de sus vidas. Pero más allá, de la connotación negativa que tanto acompaña a la soledad, ¿podemos encontrar algo positivo?

El sentimiento de soledad se encuentra relacionado con el aislamiento o la idea de no formar parte de algo o constituirlo, incluso a veces, las personas lo relacionamos con la creencia de que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo, constituyendo por lo tanto una experiencia negativa.

La soledad puede ser entendida en este aspecto como aquella experiencia interior que deriva del aislamiento o del distanciamiento físico y/o afectivo. Así, para la mayoría de las personas la soledad supone un contratiempo, experimentando un bloqueo en su vida afectiva, acarreando sentimientos y emociones negativas. Aun así, es importante saber que la vivencia de la soledad depende de cada persona.

Casi todo el mundo alberga su propia soledad, lo que nos diferencia es nuestra actitud hacia ella, algunos luchando por vencerla, otros ignorándola y unos pocos profundizando en ella.

Aunque el ser humano sea un ser social por excelencia, estar solo es un hecho muy común para todos nosotros, ya que no siempre tenemos la oportunidad de estar acompañados. Y es ciertamente en estos momentos, cuando podemos disfrutar más de nosotros mismos.

¿Cuántas de las actividades de tu rutina diaria sueles hacerlas en compañía? Seguro que buena parte de ellas las realizas cuando estás solo, ya sea leer un libro, estudiar para un examen importante, desempeñar un trabajo, escuchar música, deleitarse con la visión de un paisaje o pensar en la forma de solucionar un problema, entre otras. Existen numerosas actividades en las que nos sumergimos en ausencia de compañía. Y aunque parezcan quizás que son actividades de ocio, muchas de ellas están ligadas a nuestro crecimiento y desarrollo personal, ya que permitirnos estar solos con nosotros mismos de vez en cuando, nos permitirá encontrarnos y pensar sobre nuestra vida. De hecho aprender a ser persona, es un proceso que también reclama la experiencia de saber estar solo.

Elegir la soledad en determinados momentos es positivo, ya que por un tiempo nos alejamos de aquellos estereotipos y creencias que nos rodean y determinan nuestras vidas, a veces, sin darnos cuenta.


Quizás haya mucho miedo a la soledad en nuestra sociedad, pero si somos capaces de encontrar un equilibrio entre los momentos que dedicamos a los demás y a aquellos que nos dedicamos a nosotros mismos, podremos disfrutar de una grata experiencia cuando estemos en soledad, liberándonos de ese miedo que tenemos a sentirnos vacíos y quedarnos solos. 

Escucharnos, es tan importante como oírnos.

sábado, 19 de enero de 2019

El Afán De Protagonismo

Más o menos..., con distintos grados de intensidad, todos tenemos un cierto afán de protagonismo y ese afán es el que nos domina y nos crea la necesidad de sobresalir por encima de los demás. Dicho con otras palabras, a todos nos gusta, a unos más y a otros menos, ser el perejil de todas las salsas.

Que todo el mundo se dé cuenta de lo que valgo, de lo que conseguido de lo listo que soy y sobre todo de lo que se pierde el mundo y los que me rodean por no me prestarme atención.

Deberían de admirarme pero no me admiran, no toman conciencia de lo alto que es el pedestal que me he construido. Y cuando en una mente humana se comienza a madurar esta serie de pensamientos, ella siente primero el deseo y luego este deseo se transforma en la necesidad de hacer algo, para llamar la atención de esa sociedad que le rodea y es entonces cuando la mente de esta persona, poco a poco se va desequilibrando y llega un momento en que esta persona, puede tomar un rifle u otra arma y haga una matanza de niños en un colegio, unas veces para tomarse una venganza y otras porque su ego le dice, que así puede pasar a la historia.

Desde luego que esto no lo normal, pero todo el mundo sabe que esto ocurre. El protagonismo de uno debe de estar siempre circunscrito a no pretender pasar por encima de los demás, como dice José maría Escrivá, hay quienes no ven en los demás hermanos en Cristo, sino escalones para subir.

Dentro de los grandes conjuntos de organizaciones humanas, sean sociedades mercantiles grandes o pequeñas, en los centros gubernamentales y no digamos ya en los partidos políticos, existen siempre personas con un desmesurado afán de protagonismo, generalmente muy superior a la valía del individuo que está dominado por el afán de protagonismo.  Las personas con afán de protagonismo, según su inteligencia, actúan burdamente a cara descubierta, pero los hay mucho más peligrosos, por actuar siempre sibilinamente. A estos últimos en general se les denomina trepas, y los hay por todas partes.

La valía de la persona, su labor profesional, debería de ser el único factor, para que una persona ascendiese a otro puesto de mayor responsabilidad, pero desgraciadamente esto no siempre es así. 

El nepotismo, los trepas, y las personas a las que se les llama pelotas, ocupan muchas veces unos puestos con unas funciones, que para ser correctamente desarrolladas, se necesita otra persona con una mayor preparación.

Y esto desgraciadamente funciona así, muchas veces el que decide, hace una postergación indebida de personas de valías reconocidas. Todo esto es muy importante, porque el de arriba, unas veces sin darse cuenta y otras sabiéndolo, hace un nombramiento por motivos políticos o de otra clase, causando perjuicios a otras terceras personas. Y alguno puede pensar: Y esto que tiene que ver con la vida espiritual de las personas. Pues tiene que ver y mucho.

Ya en tiempos de los apóstoles Simón el mago, este quiso comprarle a los apóstoles, los efectos de la imposición de manos: “9 Desde hacía un tiempo, vivía en esa ciudad un hombre llamado Simón, el cual con sus artes mágicas tenía deslumbrados a los samaritanos y pretendía ser un gran personaje.  

Todos, desde el más pequeño al más grande, lo seguían y decían: «Este hombre es la Fuerza de Dios, esa que es llamada Grande». Y lo seguían, porque desde hacía tiempo los tenía seducidos con su magia.
Pero cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba la Buena Noticia del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, todos, hombres y mujeres, se hicieron bautizar. Simón también creyó y, una vez bautizado, no se separaba de Felipe. Al ver los signos y los grandes prodigios que se realizaban, él no salía de su asombro.

Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en el nombre del Señor Jesús.. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo. Al ver que por la imposición de las manos de los Apóstoles se confería el Espíritu Santo, 

Simón les ofreció dinero diciéndoles: «Les ruego que me den ese poder a mí también, para que aquel a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo”. (Hch 8,9-219).

Simón el mago lo que pretendía es que su afán de protagonismos entre los samaritanos no de cayese, y en su materializada mentalidad, pretendía, adquirir unos bienes totalmente espirituales, pagándolos con bienes materiales, de aquí la indignación de Pedro: Pedro le contestó: «Maldito sea tu dinero y tú mismo, Porque has creído que el don de Dios se compra con dinero Tú no tendrás ninguna participación en ese poder, porque tu corazón no es recto a los ojos de Dios. Arrepiéntete de tu maldad y ora al Señor: quizá él te perdone este mal deseo de tu corazón,  porque veo que estás sumido en la amargura de la hiel y envuelto en los lazos de la iniquidad». Simón respondió: «Rueguen más bien ustedes al Señor, para que no me suceda nada de lo que acabas de decir”. (Hch 8,20-24).  Simonía es el término que se deriva de la pretensión de Simón el mago y el DRAE, define la simonía, diciéndonos, que es la: “Compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente anejas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos”.

Todos estos problemas que en términos generales se refieren al afán de protagonismo, así por ejemplo si analizamos la conducta de Simón el mago, vemos que lo que le movió a este fue un afán de protagonismo, la conservación y en su caso el acrecimiento del protagonismo que tenía entre los samaritanos. El afán de protagonismo, es siempre un vicio humano, y no es posible justificar espiritualmente una conducta de esta naturaleza, cualesquiera las razones que se pongan por delante, pues ya sabemos que: El fin no justifica los medios. Y si el fin de que se trate es un vicio, menos todavía.


Encuadro, el afán de protagonismo en la escala de vicios, pues este nunca es un acto aislado, sino un vicioso hábito, que padecen muchas personas, hasta en los más insignificantes gestos de su conducta. Decía un rabí sefardí, que Dios nos había dado a nosotros, por un lado dos ojos y dos oídos y por otro una sola lengua, para que mirásemos y oyésemos siempre el doble de lo que hablamos, pero la incontinencia verbal es otro vicio del que la mayoría de nosotros padecemos, incluso aquí muchas veces salta el afán de protagonismo, pues son personas que les encanta presumir de estar bien enterados, todo lo saben de buena tinta y nos demuestran que saben más que nosotros que somos los sufridos oyentes. Decía el rabí sefardí, que son personas que tiene en la boca un grillo que les dice: Dilo, dilo, dilo… 

Los Dueños De La Verdad

Quienes no aceptan un no como respuesta, quienes entienden que dominan la verdad de modo exclusivo, quienes se alteran ante aquellos que le llevan la contraria, quienes no saben manejar la frustración y defienden sus criterios a través de la agresividad y buscan siempre que su punto de vista subyugue el de los demás se definen en una palabra: prepotentes.

La psicóloga Olga María Renville advierte que este tipo de persona pretende ser dueña de la verdad absoluta, anteponiendo su criterio al de cualquier otro. “Incluso siente que nadie más tiene la razón”, dice Renville. Estos individuos tienen problemas para vivir en sociedad, donde deben lidiar con personas de opiniones y creencias distintas. 

CONSECUENCIA SOCIAL DE LA PREPOTENCIA
Una persona prepotente se gana mala voluntad de otros. A decir de Renville, esto ocurre porque al entender su opinión como única, buena y válida, el prepotente “descalifica a los demás, por considerar que sus opiniones no son válidas y se expone a que lo rechacen en muchos ambientes, se cargan el rechazo de muchos y en ocasiones terminan aislándose, porque sienten que es el mundo el que está equivocado, no ellos”, comenta.

Incapaces de entender la importancia de que en su entorno hay otras opiniones y que cada persona tiene el derecho y la libertad de expresar lo que siente y piensa recibiendo de los demás el debido respeto, los prepotentes consideran que quien no está de acuerdo con ellos no tiene la razón ni merece respeto. Su percepción radical les lleva a entender que el mundo está en su contra y a defenderse.

Prepotencia causa el rechazo social
La prepotencia es una cualidad muy ligada al poder. No en vano el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define esta palabra como “más poderoso que otros, o muy poderoso” en una primera acepción, y como el “que abusa de su poder o hace alarde de él” en una segunda. Desde siempre las personas en posiciones de poder se han valido de este para menospreciar la opinión de los demás.

“El poder hace que a veces, en la personalidad de alguien, se desarrolle la prepotencia.
Cuando el individuo siente que ejerce control sobre un grupo determinado de personas, o sobre el mundo que les rodea, puede ser el poder económico, social o el que le confiere un puesto o cargo, pues el individuo siente que es dueño de quienes le rodean y puede dominarlos”, señala la psicóloga Olga María Renville.

¿Cómo se inicia?
Todos los seres humanos nacemos como hojas en blanco, y el entorno a través de personas clave se encargará de escribir quiénes seremos en el futuro. En esa tónica, ¿qué hace que un ser humano se torne prepotente? Renville afirma que desde la infancia se comienzan a modelar las características.

Explica que cuando a un niño desde pequeño se le complace en todo, cuando su padre o madre obedece a todas sus pataletas a partir de los dos años, y para no verlo tirado en el piso o llorando le da el dulce o juguete que quiere, “se está delineando una personalidad de prepotencia porque el niño siente que con un berrinche ejerce el poder de cambiar la opinión y puede manipular a los padres”.

Este comportamiento se asume en la adolescencia y en la vida adulta y los individuos con esta cualidad negativa se vuelven incapaces de tolerar las frustraciones.

Siente que cuando hay un ‘no’ de por medio, los demás están equivocados y en su contra. Por eso, según Renville, es importante desde la infancia enseñar al niño que existen el ‘sí’ y el ‘no’ para cada cosa, y que hay consecuencias.

Así entenderá que ser prepotente o intentar manipular no le llevará a ningún lugar.

Lo que sienten
Las personas prepotentes se ganan el rechazo de todos con facilidad, pero, ¿ha pensado usted cómo se siente esa persona que a simple vista luce tan inflexible? Según Renville estas personas siempre están inconformes con lo que les pasa, nunca se sienten del todo satisfechos y nunca lo estarán porque al creer que son dueños de la verdad no admiten opiniones ni consejos de otros por no considerarlos válidos. “Entonces evidentemente siempre van a ser infelices”, dice.

La gente prepotente es con frecuencia rechazada. No recibe invitación a actividades porque los demás entienden que con esa persona ‘no se puede hablar’, ‘de todo se molesta’, ‘se incomoda si le llevan la contraria’. Ante el rechazo estos individuos se sienten peor “porque debajo de la prepotencia hay un sentimiento de inferioridad, donde hay una necesidad imperiosa por descalificar al otro para sentirse importante”, comenta Renville. 

LOS TRASTORNOS QUE ESTÁN RELACIONADOS
Según Olga María Renville, las personas prepotentes pueden desarrollar depresión, ansiedad y tensión por la carga que les provoca el no poder luchar contra ese mundo que sienten está en su contra. Suelen tener problemas para dormir e incluso les es muy fácil llegar a la violencia, a la agresividad.

“Lo importante es entender que no se es dueño de la verdad absoluta, que hay otras personas que pueden aportar a nuestra vida para nutrirla, y cuando sentimos que nadie puede aportarnos, que no podemos equivocarnos, es tiempo de revisarnos y pensar en buscar ayuda para cambiar de actitud, de lo contrario viviremos en infelicidad, aislamiento y rechazo social y familiar”, concluye la experta
Manejo correcto en psicoterapia
Cuando estamos tranquilos con nosotros mismos no hay necesidad de comprobar nada, entendemos que existen diversas personas con opiniones distintas y con diferencias que debemos aceptar, sin tratar de imponer nuestro criterio. La psicóloga Olga María Renville recomienda que cuando alguien sienta un gran vacío dentro, que nadie lo comprende y que todo el mundo tiene problemas, debería preguntarse si el problema son realmente los demás o él mismo.

También cuando varias personas a su alrededor (familiares, pareja, amigos, compañeros de trabajo o estudios) coinciden en una misma opinión sobre una persona, es momento de que ésta se autoevalúe a ver si los demás tienen razón.

Terapia
Cuando un prepotente llega a consulta de un psicólogo lo hace porque ya está cansado, desgastado o incluso deprimido porque nadie lo acepta y porque todo el mundo está equivocado a su alrededor.
Renville explica que para tratar a estas personas “se apela a la terapia cognoscitiva, donde el individuo debe empezar a buscar dentro de sí y a evaluar en sí mismo una respuesta a esa problemática”.


Se evalúa cómo la persona comenzó a recibir información y programación emocional para ser prepotente, en qué etapa de la vida ocurrió esto o que evento lo desencadenó.

Compatibilidades

Hay personas creyentes que piensan que la ciencia es incompatible con la fe cristiana porque no concuerda con la narración de la creación que hace la Biblia. El libro del Génesis describe la creación por parte de Dios del mundo, las plantas, los animales y los seres humanos. En particular, la evolución gradual de los seres humanos a partir de antepasados que no eran humanos parece incompatible con una interpretación literal del Génesis.

Sin embargo, muchos exégetas y teólogos han rechazado una interpretación literal de la Biblia, ya que contiene afirmaciones mutuamente incompatibles. El libro del Génesis ofrece dos narraciones diferentes de la creación. En el capítulo 1 figura la narración familiar de la creación en seis días, en la que Dios crea a los seres humanos, tanto al varón como a la hembra, en el sexto día, después de crear la luz, la Tierra, los peces, las aves y los animales. Pero en el capítulo 2 aparece una narración diferente, según la cual la creación del mundo comienza cuando “Dios formó al hombre del polvo de la tierra”. Después de crear las plantas y los animales y pedirle al hombre que les diera nombre, Dios le hace caer en un sueño profundo le saca una costilla, de la cual “formó una mujer y se la presentó al hombre”.

¿Cuál de las dos narraciones de la creación es la correcta? No estarán en contradicción si entendemos que trasmiten el mismo mensaje: que el mundo fue creado por Dios y que los humanos somos sus criaturas.

Teólogos y exégetas han afirmado a través de los siglos hasta los tiempo actuales que la Biblia es infalible con respecto a las verdades religiosas, no en asuntos que no son importantes para la salvación. Ya a principios del siglo V escribía San Agustín que los cristianos no deben tratar de resolver cuestiones científicas con las Sagradas Escrituras. En 1981, el papa Juan Pablo II escribió que la Biblia "nos habla del origen del universo y su creación, no para proporcionarnos un tratado científico sino para establecer las correctas relaciones del hombre con Dios y con el universo [...] y con el fin de enseñar esta verdad se expresa en los términos de la cosmología conocida en los tiempos del escritor sagrado.”

La ciencia y las creencias religiosas no tienen por qué estar en contradicción. La ciencia y la religión son como dos ventanas diferentes para observar el mundo. Las dos ventanas dan al mismo mundo, pero muestran aspectos diversos de él. La ciencia se ocupa de los procesos que explican el mundo natural: las galaxias y estrellas del espacio, cómo se mueven los planetas, la composición de la materia y el origen de los organismos, incluyendo los seres humanos. 

La religión se ocupa del significado y propósito del mundo y de la vida humana, la correcta relación entre los seres humanos y el Creador y entre ellos mismos, y de los valores morales que inspiran y gobiernan la vida de las personas.

Es posible creer que Dios creó el mundo, al tiempo que se acepta que planetas, montañas, plantas y animales, incluyendo los seres humanos, se produjeron, después de la creación inicial, por procesos naturales. En lenguaje teológico, Dios actúa a través de causas secundarias. De manera parecida, al nivel del individuo, una persona puede creer que es una criatura de Dios sin negar que se haya desarrollado por procesos naturales a partir de un óvulo fecundado en los ovarios de su madre.


Los científicos aceptan la evolución de los organismos con el mismo grado de confianza con que aceptan otras teorías científicas totalmente comprobadas, como la revolución de la Tierra alrededor del Sol, la expansión de las galaxias, la teoría atómica o la teoría genética de la herencia biológica. 

El origen de nuestra especie, Homo sapiens, a partir de antepasados que no eran humanos es una conclusión científica corroborada más allá de toda duda razonable. Pero aceptar esta conclusión es compatible con creer en Dios y que somos sus criaturas.

Perfeccionistas


Tender a un modelo de perfección y buscarlo durante toda la vida es un sano estimulo cuando lo centramos como un medio para mejorar nuestra vida y la de las personas con las cuales nos relacionamos.

La misma perfección se logra aprendiendo de los errores y todos los seres humanos tienen derecho a equivocarse pues es el modo como se hace experiencia en la vida y se aprende a madurar y mejorar en todos los aspectos.


El problema no es la búsqueda de la perfección en sí, sino la motivación que nos lleva a buscar la perfección. 

Buscar la perfección puede ser un ideal muy positivo cuando se hace con una dimensión de apertura a los demás, por el bien personal y de los demás, y con una dimensión espiritual que nos proyecta dando un sentido a todo lo que hacemos sin limitarlo a nosotros mismos. 

Tomar Las Riendas


Afirmaciones positivas: Las afirmaciones positivas nos hacen sentir mejor, para poder llenar nuestra mente de afirmaciones positivas debemos vaciarla de pensamiento negativos para ello es importante detectarlos. Una vez identificados los sustituiremos por otros más positivos de forma automática.

Esto que parece tan simple consigue disminuir nuestra ansiedad física y cognitiva.

Detección de pensamiento: Con esta estrategia buscamos el control del pensamiento, puede usarse antes, durante o después de la situación que nos genera la emoción negativa. Cuando empieces a notarte nervioso, alterado presta atención a los pensamientos que estés teniendo, observa las connotaciones negativas que tienen para ti y tras el análisis date órdenes que busquen la interrupción del pensamiento como STOP, PARA, YA, BASTA… tras esta autoinstrucción sustituye los pensamientos detectado como negativos por afirmaciones positivas. Necesitarás práctica para identificar los pensamientos que evocan las emociones negativas y convertirlos en positivos.

Ensayo mental: Esta técnica es muy aconsejable cuando vamos a hacer algo para lo que no nos sentimos seguros: alguna prueba, hablar en público, un examen… consiste en visualizar que la situación temida se desarrolla sin problemas, te sientes seguro, relajado y satisfecho. Puedes repetirte consignas como: lo estoy haciendo bien, estoy relajado, al público le gusta práctica mentalmente tu plan de actuación, con cada ensayo mental la ansiedad se irá reduciendo y aumentara tu confianza para superarlo con éxito.

Cambio de perspectiva: dos grandes errores que cometemos las personas son pensar que nuestro punto de vista es el válido y otorgar a los demás intenciones que no son correctas. Esto nos lleva a menudo a discusiones o a sentirnos mal sin motivo. Es importante intentar cambiar la perspectiva sobre las personas y los hechos para no caer en estos errores.

Ampliando el foco de la situación: cuanto más cerca estamos de algo menos lo vemos, alejándonos de forma literal o mental para intentar ver la situación en su globalidad. Analizar la situación desde esta perspectiva.

Poniéndonos en el lugar de la otra persona: pensar qué está sintiendo o qué circunstancias puede estar viviendo para que se comporte así. De esta forma podemos ser más tolerantes y reduciremos nuestros sentimientos negativos hacia él. Por ejemplo un camarero que no te atiende, puede estar con mucho trabajo, o que exista un problema en la cocina y por ello no puede servirte, piensa en lo agobiado que se debe sentir en ese momento, esto te ayudará a sentirte más relajado y tener más paciencia.