Para conseguir un proceso real de Inclusión Social en el
ámbito de la inmigración, se hace necesario establecer como metas, la
Integración de la Equidad educativa y la Pedagogía Intercultural en la escuela.
Comenzamos exponiendo la definición de ambos conceptos:
El término equidad, en educación significa igualdad de
oportunidades para que todos los alumnos logren desarrollar al máximo su
potencial. Éste concepto, no debe confundirse con la igualdad efectiva, de
resultados ni con la igualdad de experiencias educativas porque el
potencial de los alumnos suele ser diverso, de modo que la equidad
requiere un trato diferente a cada uno de acuerdo a diferencias relevantes.
Los objetivos de la Equidad en educación son:
- Transformar la escuela en inclusiva, donde todo el
alumnado tenga igualdad de oportunidades de aprender en la escuela.
- Fomentar la convivencia de alumnos y alumnas que sean
de diversos grupos sociales, culturales y étnicos.
- Incrementar el rendimiento académico de todo el
alumnado.
- Reconocer y aceptar la diversidad cultural de la
sociedad actual y defender la igualdad para todos los grupos
etnoculturales.
- Educar en la convicción de que somos más iguales que
diferentes, educar en valores y actitudes asociadas a éste lema.
Interculturalidad, multiculturalidad, educación
intercultural, educación multicultural, son conceptos que se utilizan para
definir un nuevo enfoque educativo que comprende la educación como un
proceso continuo, holístico, inclusivo (una misma educación para todas las
personas) y diverso (respetando las diferencias culturales).
Los objetivos
generales de la Educación Intercultural son:
- Incrementar la equidad educativa.
- Superar el racismo, la discriminación y la exclusión
social.
- Favorecer la comunicación y las ventajas de los
intercambios culturales.
- Fomentar el aprendizaje cooperativo para mejorar la
convivencia entre culturas.
- Apoyar el cambio social para acercar a una sociedad
justa, solidaria y respetuosa.
La persona competente interculturalmente es
aquella que tiene la habilidad de interactuar con “otros”, de aceptar
otras perspectivas y percepciones del mundo, de mediar entre diferentes
perspectivas y de ser consciente de sus propias valoraciones sobre la
diversidad.
La competencia intercultural se compone de conocimientos, habilidades
y actitudes, complementados por los valores que cada uno tiene por su pertenencia
a una sociedad y a unos grupos sociales determinados. Las actitudes constituyen
la base de la competencia intercultural.