En qué momento de nuestras vidas, aprendimos a agredir a
aquellos que piensan diferente? Que si piensa como yo está muy bien y es muy
sensato. Y si no, pues es un…. Pero somos muy buenas personas, solo que “los
demás” son… demasiado por hacer o decir algo que nosotros creemos que es la
verdad.
Y en toda la vida, por lo menos yo aprendí que está tu
verdad, mi verdad y la verdad. Todos sabemos que hay que ser y dejar ser. Todos
sabemos que cien personas pueden ver lo mismo y considerar algo diferente. Pero
que poco que lo aplicamos.
Exponemos santas creencias, hablamos de códigos, pero a
espaldas de los demás nos comportamos como el peor de los bichos, resentidos,
limitados mentalmente.
Y lo más increíble de todo, es que nos sentimos con
derecho a criticar y ofender. Ni siquiera la otra persona está presente para
defenderse, más a nuestro favor no?
Pero claro, somos grandes personas. Solo que el otro no
entiende, el otro es raro, el otro es incapaz, el otro es ignorante, el otro el
otro el otro.
Somos los mejores siempre, tenemos la verdad, y todos los
demás están de mi lado o en contra de mí. Vamos por la vida categorizando y
batallando contra todo lo que es diferente porque por favor: no me vayan a
hacer cambiar de opinión.
O no, yo soy “el sabio” y lo que yo sé y aprendí es
lo único verdadero.
Y así vamos agresión tras agresión
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