Desarrollar
la capacidad de tener iniciativa es algo que todos podemos hacer para
nuestro desarrollo personal.
Esto
es sumamente importante, pues muchas veces la falta de iniciativa, y
por lo tanto de éxito, es porque se está esperando que alguien más
autorice a hacer las cosas, dé el visto bueno para realizar una tarea, esto
rompe las reglas de oro para el éxito.
Cuantas
veces vemos que algo está mal y no nos ponemos en acción a resolverlo, muchas
veces un empleado de alguna empresa puede resolver un problema, pero no lo
hace, quizá por falta de seguridad en sí mismo, quizá porque está acostumbrado
a pedir permiso para todo y no piensa por si mismo, le da pereza, o quizá hasta
por indiferencia.
El no tener iniciativa daña la productividad y no
es conveniente para un adecuado servicio al cliente.
Si
dicho empleado ha resuelto el mismo problema anteriormente, entonces ¿para qué
pide permiso si ya sabe lo que hay que hacer?, no sabe tener iniciativa
.
Obviamente
todo tiene sus excepciones, pero muchas personas esperan que les digan lo
que tienen que hacer y cómo, y si no es así, no se mueven, no preguntan, no
hacen nada!!.
Hay
veces en que en la mente de las personas están arraigados pensamientos y
emociones negativos; estas son personas que para todo expresan: “que
difícil”, “que pereza”, “eso no me corresponde a mí”, y muchas otras quejas más
del mismo tipo que sólo sumergen a la persona que las pronuncia en una terrible
inercia que le roba la capacidad de tener iniciativa, pues se
convierte en víctima de sus propias palabras, como en una especie de profecía
auto-cumplida.
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