domingo, 24 de junio de 2018

El Mañana Es Hoy


¡Qué milagros puedes lograr si tan solo dejas de coleccionar en tu almacén privado de "lo no realizado" los momentos que te has perdido! ¡Qué fácil es convertir lo gris en algo multicolor, si tan solo te importa un pepino la opinión de todos aquellos que creen que estás loco solo porque quieres cambiar tu vida drásticamente! Al final de cuentas, si de tu idea no sale nada, siempre podrás empezar todo desde el principio. Estos intentos son ilimitados, no debe darte pena buscarte a ti mismo.

Desde que tenía cinco años quería escribir textos y siempre lo aplazaba. Cada día encontraba un asunto más importante. Dinero, dinero, leer un libro en el parque, pasar cinco horas de compras probándome pantalones de mezclilla, nuevos proyectos, viejos proyectos, no quiero quedar mal con la gente, no quiero defraudar a mi familia, hay que explicarles algo a los demás, trabajaré un poco más y ya le dedicaré tiempo a mi sueño.

Y un día la vida me sacudió tanto que por poco perdí esa vida. Entonces se me hizo evidente que si mi mañana jamás llega, me quedaré con lo que tengo. Y me sentí frustrado y avergonzada por mis miedos y pereza. Hoy escribo mucho. No importa que no les guste a todos y no siempre hago al 100% lo que quiero. Pero todo eso es "mi hoy". E incluso cuando nada me sale bien, veo por encima de mi laptop la ventana y me doy cuenta de que estoy justo en el punto donde quiero estar aquí y ahora.

Ahora cada vez que tengo que elegir entre un viaje de fin de semana a algún lugar donde me siento bien, y la compra de un nuevo abrigo costosísimo, me hago solo una pregunta: "¿Me acordaré de ese abrigo dentro de unas décadas?".

¿Pero si mañana no llega, entonces en mis recuerdos quedará el desgraciado abrigo? No, gracias. Prefiero echar un pantalón de mezclilla y una playera en una bolsa de viaje y escapar de abrigos, zapatos de marca, y cualquier necesidad de elegir entre lo dudoso y lo obvio. Prefiero salir un día de campo, oler el aroma de pasto recién cortado y notar una nueva peca en la nariz que me salió por el sol. Prefiero dejar de aplazar el encuentro con alguien importante solo porque no tengo nada qué ponerme o porque mi cabello en este momento no tiene un corte perfecto.

Seguramente, la mayoría de la gente mencionará "cuánto dinero habrá que tener para ir al mar solo porque sí, o dejarlo todo y viajar a 500 km". Es una mentira. Estos pretextos nos sirven para rechazar el derecho de vivir hoy aquí y ahora. Es más fácil aplazar que darse cuenta de lo fácil que es llegar a cualquier punto del mundo. Incluso con posibilidades limitadas.

Solo es suficiente dejar de gastar tiempo y esfuerzo en lo innecesario y destinar la energía a tus deseos. Entonces se harán realidad. El mar, manejar un avión, saltar de un trampolín, estudiar swahili, el encuentro esperado, publicar un libro, tener un hijo... cualquier cosa enterrada en las profundidades de tu corazón, se puede volver realidad.

Lo importante es empezar ahora. Aunque sea sin un plan. Torpemente. Sin importar que los demás te vean raro. Solo hay que sentir ese viento del día de hoy y dar un paso adelante. O, en situaciones extremas, al menos acostarte en la dirección correcta.


Vivir hoy no es una propuesta psicológica. Es algo que todos debemos aprender. Y hay que inscribirse en esa universidad "del hoy" ahora mismo. Alegrarse por cada paso realizado por más pequeño que sea. Porque mañana puede no llegar jamás. Punto.

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