sábado, 30 de junio de 2018

Superar Los Reveses


Cuando sufres un revés imprevisto, grande o pequeño, pasas por un período inicial de negación y de buscar una explicación racional. Intentas justificar lo ocurrido como si eso pudiera cambiarlo, pero al final no te queda más remedio que procesar el hecho de que ha sucedido. Luego viene la parte, realmente difícil, en que lo aceptas. Sientes que nada volverá a ser como antes, así que te preparas para actuar conforme a tu nueva situación. Aceptarlo no quiere decir que has olvidado lo que era antes, sino que te preparas a vivir en el ahora en lugar de quedarte deseando que las cosas hubieran sido diferentes. Afrontar la realidad en vez de evadirte, ser actor en lugar de víctima.

Mientras que en el paso anterior aceptábamos emocionalmente el cambio, en este paso se trata de aceptarlo mentalmente.

Es como hacer un reset, como aplicar lo de “mañana será un nuevo día” a la propia vida. Para aceptar la nueva realidad, tienes que aceptar que la vieja realidad se ha ido, tienes que dejar de pensar en cómo eran las cosas antes para pensar en cómo son las cosas ahora, y poder actuar en consecuencia.

Ahora se trata de cambiar el marco mental, explorar los límites y condicionantes de tu nueva situación, y ver cómo puedes extraer lo máximo de ella.

Igual que un partido no se acaba hasta que el árbitro pita el final, la vida no se acaba hasta que se ha acabado, así que siempre tienes la oportunidad de hacer algo mientras sigas vivo.

Una vez pases por este proceso, veras que las cosas no suelen ser tan malas como te lo parecieron en un principio. Por extraño y duro que parezca, casi todo tiene un aspecto positivo, si lo buscas. 

La dificultad viene si comparas tu situación previa con la actual, por eso tienes que aceptar lo que ha pasado, hacer un reset en tu vida y cambiar tu perspectiva de acuerdo a tu situación actual.



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