domingo, 1 de julio de 2018

El Valor Del Entusiasmo


“Nuestra actitud es la que condiciona los resultados”. Estas palabras entrañan una gran verdad, la actitud (entusiasmo, pasión, motivación), si no es la adecuada, se puede convertir en una gran barrera a la hora de desempeñar un puesto de trabajo, relacionarse con el resto de compañeros, dar una imagen de uno mismo, entre otros aspectos. Por tanto, se trata de un aspecto fundamental para el empleado, pero también para la empresa y el resto de clientes (internos y externos) de la misma.

Tener entusiasmo implica predisposición, te facilita el trabajo y el de tus compañeros así como la consecución de objetivos, mejora el clima laboral, ofrece una mejor imagen de cara al cliente externo, aporta valor añadido, influye en promociones internas, mejoras en las condiciones laborales, etc. Como se puede apreciar la afirmación es más que correcta, para recoger primero hay que sembrar.

Por otro lado tenemos Iniciativa, la capacidad para idear, inventar o emprender acciones con el objetivo de mejorar la situación actual. Tener iniciativa no implica una alta capacidad de creatividad, pero sí inquietud, curiosidad, capacidad de mejora, motivación. Alguien con iniciativa está “maquinando” constantemente, buscando siempre la manera más eficiente de llevar a cabo el trabajo, reinventándose.

Compaginando ambas características puede decirse que, aun no siendo necesario, una persona entusiasta en su trabajo tiene más probabilidad de tener una mayor capacidad de iniciativa que una persona con actitud negativa. ¿Qué pensáis al respecto?


Ir feliz al trabajo, con ganas, influye directa y exponencialmente en los resultados obtenidos en el mismo. Las oportunidades a día de hoy son escasas y hay que aprovecharlas, dar lo mejor de uno mismo para sentir satisfacción personal ante todo. ¡No dejes que la actitud te amargue el día!

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