Los
índices de lectura siguen siendo uno de los caballos de batalla de la sociedad.
Cada cierto tiempo los medios de comunicación nos recuerdan que los españoles
leemos poco, mucho menos de lo deseado.
La afirmación
está clara. Quizás lo que se echa en falta son medidas que ayuden a paliar esta
situación.
Los libreros
hacemos todos lo que está en nuestras manos. Los editores luchan día a día
contra miles de trabas. Por no hablar de los escritores, muchos de los cuales
acaban enterrando definitivamente páginas y páginas escritas a base de horas y
horas de trabajo.
Los
últimos datos apuntan que el 35% de los españoles no lee nunca o casi nunca.
Por contra sorprenden los habitantes de un pequeño país, Finlandia, que rompen
todos los moldes: la media de lectura por habitante al año es de 47 libros.
Claro, que si
pensamos en las ayudas a la Cultura, los apoyos por parte de los estamentos
encargados y la importancia que debería darse al fomento de la lectura desde
ciertos sectores, quizás nos salga la media.
En Cervantes
nos sentimos muy orgullosos de mimar a nuestros clientes, algunos de los cuales
son ya amigos. Y observando día tras día comprobamos que hay muchas personas
que leen mucho. Claro, para hacer la media, hay otras a las que nunca hemos
visto.
A veces,
percibimos un ansia de lectura, pero una desorientación clara. Ése es uno de
los aspectos que cultivamos, precisamente, para contribuir, aunque sea
modestamente, a que las cifras que nos ofrecen de vez en cuando, tengan un giro
favorable.
Busquen el
libro que les pueda gustar, entretener, llevarles a otro y otro,… Hay géneros
para todos los gustos. Autores de todo tipo. Libros más o menos voluminosos.
Elijan. Pregunten. Pidan consejo. Ayudemos entre todos a cambiar esas horribles
cifras que nos martillean.
Seamos,
aunque sea en un sólo aspecto, un poco finlandeses.
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