Nadie puede determinar cuánto valen las cosas, los precios no indican el valor de los productos, las críticas no indican el valor de éxitos, las caídas tampoco indican el valor de los fracasos, el valor es personal, se encuentra en la experiencia de cada proceso y disfrute lo que determina el valor subjetivo para cada persona.
Los logros alcanzados por nosotros mismos valen mucho más de
lo que vale el logro para otra persona, es esa persona quien sufrió, disfrutó y
llegó hasta que lo alcanzó. Pero, sin embargo logro también es subjetivo, ya
que no es lo mismo un logro para una persona que para otra, por ejemplo aprobar
una asignatura puede ser un logro para un estudiante, pero para otro puede ser
estar galardonado por una entidad o institución.
El cierre de año es el mejor momento para determinar cuáles
fueron nuestros logros personales o cuales fueron nuestros fracasos personales,
cada año es un nuevo comienzo, es el punto de partida para empezar a medir (por
medio del tiempo) lo que queremos lograr en el transcurso del año.
Sin duda alguna, no hay mejor recompensa que obsequiarte por
el esfuerzo y trabajo arduo que mantuviste durante el año, justo igual que
tachar de tu lista esas tareas tan complejas que te habías propuestos a
principios de año u años atrás.
Posponer, es sinónimo de no hacer en estos tiempos y no es
más por otra razón, que porque tenemos tanto abanico de actividades por hacer
que es complicado en enfocarse en esas que pensábamos hacer, nuestro coste de oportunidad es
mucho mayor que nuestros antecedentes y el preferir hacer
actividad que recurren menos esfuerzo también son otro obstáculo dentro del
camino.
Piensa y determina el valor de los logros personales dentro
del año o de tu vida, la sensación de haber logrado lo que previamente te
habías planteado o ese escalón que superaste sin tener que utilizar esa ayuda o
empujón recurrente, es ese el valor de tus logros, tus sensaciones,
expectativas y percepciones de los hechos, son tus logros y
tus sabores de boca con el cual terminas las cosas.
Por último, la autosuficiencia y autonomía te da la
oportunidad de hacer sentir el logro de objetivos, por lo que te da más valor a
ti y a tú forma de hacer, el hacer te da el know how y
el know how en
cierta forma determina lo que vale lo que haces, sobre todo, para los demás.
Los nuevos comienzos, son los valores futuros del porvenir
de tus logros, intenta siempre hacerte sentir o intentar percibir por medio de
la autosuficiencia, sensación de superación y de mejora, al final cada persona
es quién capaz de analizar sus logros y de saber porque tipo de proceso vivió
(o sobrevivió).
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