Todos
queremos ser y sentirnos útiles, y cuando sentimos o vemos que no lo logramos (ya sea por
interpretaciones en nuestra comunicación con los otros o cuando dialogamos con
nosotros mismos -voz interna-), nos frustramos, enojamos, y ¡zas!… todo se vuelve un cúmulo de susceptibilidades por
la autoestima dañada que no nos ayuda, complica más las cosas llevando al temor
de…
No
estar haciendo las cosas bien, o
No
estar cumpliendo las expectativas, o
No
ser queridos, o…
Cualquiera
sea la expresión relacionada a esto del -no ser suficientes-.
Entonces…
digo, si ponemos foco en el AMOR (que no es “blandura“), podremos
aceptarnos aun con nuestras diferencias, aceptar y respetar los tiempos,
valorándonos y aceptándonos a nosotros mismos primero, para poder estar lo más
puros posibles para acompañar-nos en
nuestros proyectos, acompañar al otro, comprenderlo, aun cuando lo que diga y
lo que sea o como se demuestra no sea lo que nosotros esperamos.
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