lunes, 11 de junio de 2018

Superficiales


El mundo está lleno de personas superficiales, son demasiadas y cada vez más. Este tipo de persona es poco seria, en lo que dice o lo que hace, es frívola y solo le interesan las apariencias. No analiza la esencia de las cosas o personas y sólo ve su aspecto exterior.

Es insustancial, trivial, caprichosa, inconstante, irresponsable, inestable emocionalmente, dependiente, impaciente, inmadura, tiene poca personalidad, no le sobra coherencia, equilibrio emocional, criterios éticos, valores o principios sólidos. No admite sus fallos y limitaciones.

Cambia frecuentemente en su estado de ánimo: pasa de la euforia a la depresión rápidamente.

No le interesa profundizar en el contenido, las emociones o los sentimientos. 

Escapa de la realidad con un mundo de fantasía, poco realista. No sabe afrontar las dificultades ni controlar su frustración.

Sus relaciones afectivas suelen ser frágiles, se prioriza a sí misma y le cuesta compartir. No cumple lo que promete y prima la apariencia física sobre cualquier otra cualidad.

Te puedes llevar bien con ella o divertirte una temporada pero, no esperes nada más. En verdad, no está bien terminada y tiene muchos flecos negativos, pero, si tienes un interés personal en ayudarla, puede cambiar y, tal vez, mejorar.

Puedes intentarlo potenciando el conocimiento de sí misma, su autoestima, que acepte su realidad liberándola de temores y dudas; que olvide el qué dirán, que aprenda a ver lo positivo y, sobre todo, el fondo de las cosas y las personas.

Si tú solo no puedes, quien de verdad puede ayudarla es un profesional, pero, sinceramente, es difícil.


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