Hay gran variedad de prejuicios que existen en las
sociedades de todo el mundo, así como consecuencias y comportamientos
influenciados por esos prejuicios. Los prejuicios afectan a la vida cotidiana
de millones de personas en todo el mundo .Es importante destacar que los
prejuicios influyen en gran medida en lo que las personas esperan del futuro.
Algunas personas que actúan según sus prejuicios lo hacen con violencia, delincuencia,
generando gastos para lo sociedad, como el coste de juicios y servicios
sociales prestados a víctimas.
Cuando los prejuicios no se reconocen ni confrontan, pueden
afectar negativamente no sólo a la vida de las victimas sino también a la de
quienes tienen el prejuicio, y en definitiva a la sociedad.
Dado que los prejuicios están presentes en todas las
sociedades de una manera compleja, como mínimo, siempre tendrán una serie de
consecuencias, aunque sea de forma sutil. Por ejemplo, cuando las personas son
muy conscientes de los prejuicios que otros tienen hacia ellos, el prejuicio
tiene un efecto auto cumplido. Esto significa que las personas se comportan
cómo los otros esperan que se comporten. Del mismo modo, las personas que
tienen un prejuicio tratan a los demás de manera diferente en función de cómo
espera que los demás se comporten o cómo quiere que los demás se comporten.
Estas expectativas de comportamiento a
menudo se basan en estereotipos. Los estereotipos son prejuicios excesivamente
simplificados relacionados con características físicas o de comportamiento,
generalmente exageradas, que supuestamente se aplican a cada miembro de ese
grupo.
Además, las personas se comportan de forma diferente cuando
interactúan con unos u otros, en función de si esperan hostilidad o no de los
demás. Estudios han mostrado que una persona que es víctima de estereotipos
mantenidos por otros puede terminar comportándose como el estereotipo. En
términos más generales, es probable que una persona se comporte como la otra
persona espera que se comporte. Todos estos comportamientos significan que los
prejuicios afectan a las interacciones cotidianas que se producen en una
sociedad.
Esa exposición constante al ridículo y la discriminación
conduce a una baja
autoestima. Quienes son víctimas de los prejuicios se sienten
inseguros sobre su lugar en la sociedad. Desarrollan el odio y la ira dirigidos
tanto hacia los que tienen prejuicios en su contra como hacia adentro por tener
los supuestos rasgos que atraen tales perjuicios. Dichos prejuicios son
destructivos para los individuos y la sociedad. Además, también impiden que
esas personas puedan vivir a la altura de su verdadero potencial.
Las personas que están expuestas a estereotipos tienden a
guiar su conducta en base a ellos afectando a su rendimiento. Un concepto
llamado “amenaza estereotipada” explica este fenómeno.
Numerosos estudios han encontrado que, cuando a un miembro de un grupo
minoritario se le recuerda un estereotipo sobre su grupo, es más probable que
tenga un rendimiento inferior. Una mujer que lee un libro afirmando que las
mujeres son innatamente malas en matemáticas cuando tenga que realizar
problemas matemáticos probablemente empeorará su resultado más de lo que haría
de otra manera.
La amenaza estereotipada es tan fuerte que a veces las minorías
no necesitan que se les recuerde un estereotipo.