miércoles, 2 de mayo de 2018

El Ser Confiable


La confiabilidad es el principio que es la base del carácter, igualmente la base de las relaciones humanas y por ende del capital social.  Puede resumirse en ser previsible, como el sol que sale todos los días a la misma hora, ser confiable como un puente que sostiene una relación y permite la comunicación de las personas, ser constante como el tiempo.

La confianza es algo que se gana, que se demuestra con hechos, que hay que luchar todos los días, pero al mismo tiempo muy fácil de perder.

Las personas, las familias, los negocios la sociedad se construyen a partir de la confianza. Cada uno de nosotros

Las personas confiables se caracterizan por ser integras; es decir de una sola cara, honestas; es decir no mienten, cumplidas; es decir cumplen sus promesas, y leales es decir con constantes.

La confiabilidad nos permite construir en cada uno la valía en nosotros mismos, para llegar a ser personas de valor.

La confiabilidad es el comienzo de todo.

Conozco a una persona muy brillante, es muy bueno en lo que hace, pero tiene un gran problema, “no es confiable”, siempre que lo veo me dice; “Porque no me ayuda”, “Confíe en mi” y siempre me queda mal. Es muy complicado hacer algo con esta persona, debido a su falta de constancia, a que no cumple su palabra. No es una persona confiable.


Debemos aprender a ser confiables y ganarnos la confianza de los demás en cada momento de nuestras vidas.

Nuestros Pasos


Lentos, rápidos, pesados, suaves, torcidos, derechos… y algunos son tan marcados que la huella es profunda y aunque pasen lluvia o viento, de lugares lejanos no puede borrarse.

En ocasiones, cuando corremos, llevamos música y sólo escuchamos esa canción de fondo que suena, preparada de manera concienzuda para los momentos más difíciles. Música que a veces te aísla de todo lo que estás sintiendo, pero ¿qué ocurre cuando la música cesa? Cuando solo escuchas el sonido del aire, el palpitar del corazón y cómo tus pies avanzan. Buscan la posición perfecta o adecuada para pisar…

Empiezas a tomar conciencia del cuerpo, de tus músculos y si cierras los ojos por un segundo,  todo comienza a tener olores, que se impregnan en la ropa, en tu piel. Sientes la humedad de la naturaleza o la calidez del sol y el cuerpo deja paso a la mente, para que viaje a ese lugar al que sólo puedes ir tú.

Las fantasías más insólitas vives, los sueños más deseados vuelven y, de nuevo, recuperas a ese niño que a veces perdemos. Dejamos que la vida adulta que nos imponemos nos sature: evitamos los charcos y nos colocamos protección total para no quemarnos.

Planchamos nuestros pelos, usamos zapatillas ultra modernas, queremos las mejores tecnologías y aun así, la sonrisa no llega a nacer de dentro; sin embargo, en mitad de la naturaleza, donde no existe nada más que tú y ese paisaje hermoso que grita, te sorprendes a ti mismo sonriendo sin saber por qué, con la cara empapada de sudor, con la ropa llena de barro, con el alma mucho más limpia y una voz que te recuerda….“somos nuestros pasos”.

Tú decides como quieres pisar.


Dejar De Andar A Tientas


No siempre es fácil enfrentar los errores cometidos y buscar la manera de corregirlos, porque para poder hacerlo es necesario aceptarlos primero y eso a todos nos cuesta muchísimo.

Sin embargo, no hay nada peor en la vida que insistir en algo cuando a toda luz se puede ver que es inconveniente, absurdo, iluso, imposible o absolutamente errado.

Pero es mucho más grave aún querer convencerse y convencer a los demás de que todo está bien y marcha sobre ruedas, porque el poderoso ego que todos cargamos a cuestas, nos impide aceptar que nos equivocamos del medio a la mitad. 

Se diría que incluso nos lleva a perder la noción de lo que sucede, que una venda invisible cubre nuestros ojos, que escuchamos solo lo que suena conveniente y que la incapacidad de aceptar nuestros equívocos nos lleva a una especie de marasmo que nos inmoviliza física y moralmente.


¿Cómo corregirlo? Hay que asumir las equivocaciones, aceptar que no somos infalibles pero que sí estamos en capacidad de cambiar las cosas cuando así lo decidimos.

La Intrepidez

Ser intrépido es algo que los niños tienen en su espíritu curioso.
Si somos intrépidos, nos atrevemos a enfrentarnos a los riesgos y los peligros más fácilmente. En la sociedad de hoy, hay muy pocos peligros verdaderos para el ser humano, y dichos peligros verdaderos deberían ser evitados a toda costa (como el peligro de muerte).
Sin embargo, hay otro tipo de “peligros” o “riesgos” que podemos afrontar, y principalmente los encontramos en el ámbito laboral o empresarial.
Gestionar el dinero es riesgoso, pero también lo es conducir un automóvil. Las personas no actúan por temor al fracaso y porque se dejan influenciar por la magnitud percibida de los riesgos involucrados.

Si tienes el valor de la intrepidez, actuarás a pesar de dichos obstáculos, y lograrás el éxito más fácilmente en tu vida.

Sobrevivencia


La rutina diaria y las luchas que el ser humano lleva a cabo por sobrevivir en esta sociedad del siglo XXI constituyen sin duda el punto central de nuestra existencia, y a lo que dedicamos principalmente la mayor parte de nuestro tiempo y donde empleamos más energía personal.

del hombre moderno. Calibrar las mismas y poder disponer de tiempo, por un lado, para dedicarnos a otras cuestiones que nos importan, y emplear los recursos adecuados para cada cosa es una cuestión difícil de conseguir y en ello estriba una buena parte de la felicidad y satisfacción personal que deseamos, aspiramos o añoramos.

 La vorágine de la sociedad moderna, que todo lo envuelve con sus prisas y sus objetivos inmediatos, nos dificulta la reflexión oportuna y a veces nos impide sentarnos en el camino para dilucidar si nuestra vida discurre por los derroteros que íntimamente queremos de verdad.

 Por otro lado, la sociedad de consumo brutal en la que nos relacionamos, impone unas servidumbres y ataduras que pocos son capaces de detectar y evitar. El hombre se convierte así en un objeto de consumo, dejando de ser un ciudadano socialmente responsable y consecuente con sus principios.

Este sistema de egoísmo embrutecedor donde para obtener reconocimiento social es preciso “tener” en vez de “ser”, esclaviza al hombre a centrar su existencia en acaparar bienes y prebendas materiales que, lejos de otorgarle felicidad y paz interior, le convierte en un candidato a la infelicidad, proclive al desequilibrio emocional y racional cuando sus perspectivas no se alcanzan y degeneran en frustración personal.

 A veces, y en muchos casos, esta frustración deriva en enfermedades mentales que comienzan por estados depresivos, convirtiéndose en esquizofrenias y neurosis varias (ansiedad, estrés, etc.) de las que apenas nos percatamos hasta que ya están patológicamente instaladas en nuestro interior.

 La búsqueda de la felicidad en las cosas externas y no en la paz y el equilibrio interior está conformando una sociedad más egoísta y más enferma, con lo que ello comporta en cuanto a las actitudes de las propias personas, que no reparan en el daño que puedan infringir a otros con tal de alcanzar sus objetivos materiales inmediatos.

 “La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”.
Henry Van Dyke


El Trabajo Dignifica


La dignidad del trabajo humano radica en que éste es realizado por una persona, que está llamada a realizarse en él. Ya que además de ser el medio legítimo de su manutención y la de su familia, debe ser el medio de desarrollo integral de la persona. 

No se llega al recto concepto del trabajo si no se tiene un recto concepto del hombre. Las personas no son cosas que se pueden simplemente utilizar y tirar.
Los bienes del mundo pertenecen a toda la familia humana. Normalmente una persona necesita trabajar en orden a tener una necesaria participación de los bienes. De aquí que cada persona puede comprender el trabajo, su propio trabajo, como una aportación al bien común.

El trabajo es fuente de derechos y obligaciones. Los derechos deben ser respetados y promovidos. Las obligaciones deben ser cumplidas con espíritu de responsabilidad y autoexigencia. Trabajar responsablemente no es un castigo, es la oportunidad de mejorar, de contribuir a la comunidad a la que pertenecemos y de cumplir con nuestra vocación.

Los pobres son, en muchos casos, el resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano, ya sea por la falta o por el abuso en las condiciones del mismo. Las consecuencias económicas y sociales del desempleo son graves. 

Las repercusiones para la familia y la persona son incalculables. La tasa de desempleo en el sector juvenil es tres veces mayor a la de los adultos y cada vez más jóvenes se ocupan en la informalidad o se vinculan al crimen organizado, situación que no puede dejarse de lado si pretendemos ser un país más competitivo.

Más allá de análisis económicos y técnicos debemos reconocer en cada persona y familia que sufren por la falta de empleo digno a un prójimo que sufre una de las calamidades más grandes: no poder llevar a casa lo necesario para vivir dignamente.



Derecho Y Justicia


Siempre el Derecho tiene que ser un vehículo para que se puedan encauzar las aspiraciones sociales. De manera que si el Derecho, en este caso, se interpretara como un conjunto normativo que sirviera de muro de contención a la aspiración social a la paz, pues se volvería un obstáculo. 

En ese sentido, lo que hay es que interpretar las normas jurídicas de manera tal que se pueda asegurar el mandato constitucional conforme al cual la paz es un derecho y un deber de todos los colombianos. En ese contexto es que hay que entender las recomendaciones del doctor Bustos.

Igual hay que tener en cuenta que a la Constitución ya está incorporado el Marco Jurídico para la Paz, que no es solo norma legal, es constitucional y que tendrá que desarrollarse por ley estatutaria.

Dentro de estas conversaciones pueden pactarse mecanismos transitorios, como lo puede ser la misma justicia transicional, que no va a ser permanente. Y en ella el único mecanismo de pena para algunos delitos no es la privativa de la libertad, hay otras.


Finalmente, en esto también hay que tener en cuenta el carácter político de muchos delitos y su conexidad con delitos comunes. Estos últimos tienen diferente tratamiento según tengan relación o no con los delitos políticos.

Hagamos Nuestra Parte


Si nuestros sueños se hicieran realidad... ¿Cómo sería nuestra vida en la actualidad?

En el fondo del corazón, todos soñamos, todos creemos que tenemos un don, que podemos ofrecer algo especial, que podemos amar de una manera única, que podemos comunicarnos y entendernos con los demás de un modo muy singular, que podemos mejorar este mundo.

Entonces... Sigamos confiados y poniendo todo para lograr lo que queremos en la vida.

Mantengamos vivas las aspiraciones y no dejemos todo en manos del destino.

“Hagamos nuestra parte del trabajo construyendo sobre los sueños, avanzando sobre las aspiraciones, sabiendo que los logros necesitan de mucho esfuerzo, de coraje, de tiempo, de aciertos y errores, de tristezas, de alegrías y esencialmente de la fe, que es ese llamado interior que te sacude y te levanta cuando bajo cualquier excusa comienzas a renunciar”.

Jhony Cachique Torres

Sociología Y Derecho


El Derecho ocupa un lugar de preeminencia en nuestras actuales sociedades industriales.

Cualquiera de las teorías sociológicas preocupadas por escudriñar en las entrañas de nuestros grupos, y en la evolución que han sufrido desde el alumbramiento de la modernidad tras las dos grandes revoluciones, industrial y francesa, reconoce el lugar de privilegio que el sistema jurídico ocupa como causa, si no suficiente, casi necesaria y, al menos, muy representativa, de lo acaecido hasta el momento.

No en vano, los padres fundadores de la sociología, en sus tres configuraciones más sobresalientes, DURKHEIM, WEBER y MARX se ocuparon con hondura y prolijidad de la materia jurídica como rasgo definitorio y caracterizador de la emergencia de las sociedades contemporáneas.


Ciertamente, tras esta admisión, las diferencias comienzan a enseñorearse del discurso científico, pero, hasta ese punto, la unanimidad, tan extraña en otros aspectos, es claramente constatable.

martes, 1 de mayo de 2018

Generadores De Cultura

El hombre es un "animal generador de cultura" con capacidad de pensar y estrategias para aprender ante situaciones nuevas que van más allá de su registro genético y el animal que ha recibido el "don de amar y ser amado".

Pero, sobre todo, el hombre es el "animal que se interroga", un interrogante que camina por la vida. El hombre es una pregunta que brota en cualquier momento existencial y surge el tan inquietante ¿por qué?: ¿por qué existe el mal? ¿Por qué estoy aquí en el mundo? ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Por qué existe el ser y no la nada? ¿Qué es el ser humano? ¿De dónde venimos? ¿A dónde voy? ¿Dónde alcanzar la auténtica felicidad...?

Lo importante debe ser suscitar preguntas últimas e interrogantes profundos, que ayuden a superar posturas superficiales, pragmáticas y evasivas. Séneca afirmaba que "no puedo decirte quiénes me irritan más, si los que quieren que no sepamos nada o los que ni siquiera nos dejan ignorar", y bien sabemos por experiencia propia que la vida posee ciertas incógnitas que ni el estudio ni el razonamiento, ni la experimentación ni las más grandes sabidurías humanas pueden desvelar. Y el ser humano tiene derecho a que nadie, en nombre de ningún poder ni autoridad científica, quiere desvelárselo.

Hoy, en nuestra sociedad, donde los valores de moda son el consumo, la insolidaridad, el hedonismo, la competencia más atroz, el materialismo, la adoración del cuerpo... parece que se arrinconan los grandes interrogantes vitales como absurdos y poco eficaces para la preparación técnico-profesional de los ciudadanos, pero ella misma abre la ventana para que busquen "sustitutos enfermos" que amenazan la misma estabilidad social y humana de la vida, porque los hombres que se niegan a ver más allá de las apariencias y se niegan a las creencias y a los mismos sueños atentan contra la misma dignidad del ser humano, que siempre ha soñado más allá de su propia pequeñez y ha mirado más allá de lo que simplemente palpa y toca. 

A fin de cuentas, solamente las preguntas existenciales, que enlazan con la búsqueda de sentido global último a la vida, son las que nos harán más humanos y más sedientos de perfección.


Vivir En Democracia


La libertad, la igualdad frente a la ley, la fraternidad y la búsqueda individual de la felicidad propia, la justicia y la solidaridad requirieron para alcanzarlas de luchas sangrientas, de confrontaciones armadas, de grandes construcciones políticas e ideológicas. Fue un paso extraordinario hacia la dignidad y el respeto del hombre.

El despotismo, el totalitarismo, el autoritarismo, los gobiernos de fuerza han dejado a lo largo de la historia de la humanidad un rastro de sangre y de injusticia. Muchas veces hemos escuchado que una dictadura buena es lo que necesita tal o cual país. Ese concepto está totalmente equivocado. Nadie necesita que lo manden de manera irracional para poder progresar. 

Los seres humanos racionales, conduciendo personas en un sistema de frenos y contrapesos con objetivos claros, son incalculablemente más positivos como gobernantes que los “comandantes” o los “generales” o los monarcas o los dictadores que ordenan exclusivamente sus voluntades.

El despotismo se transformó de monarquía en dictadura, de un régimen de persona en uno de partido único. Ambos renegaron de la democracia y de la soberanía del elector. En la monarquía el soberano era el rey, en el moderno despotismo el partido único, o un “comandante”, o “general” son los depositarios de toda soberanía y decisión. En la monarquía todo era del rey, en el despotismo moderno todo es del estado o sus instituciones. En el despotismo totalitario el individuo carece de soberanía y existe en función del estado.

El despotismo no es un asunto acabado y muchos lo exaltan como “la solución popular”. El despotismo es despotismo no importa el nombre que adopte, la bandera o los colores que luzca. El despotismo será siempre despotismo aunque lo niegue. El despotismo moderno lo es por sus objetivos, por sus propósitos, por las herramientas empleadas, por la supresión de toda libertad política, y de la propiedad de los medios de producción individuales así como de la libertad de pensar y de comunicar dicho pensamiento libremente.

El totalitarismo que ejerce una feroz dictadura de clase, que organiza un partido único para controlar la sociedad, que expropia o cierra los medios de comunicación colectiva incluyendo las redes sociales, la televisión y la radio internacionales es una nueva versión del despotismo, pero sigue siendo despotismo.

El despotismo de nuevo nombre y cara busca acabar la propiedad de las personas y los valores de libertad, igualdad frente a la ley, de justicia y solidaridad, democracia efectiva y movilidad social anteponiendo al estado y al liderazgo de su partido único al ser humano. El despotismo moderno no busca equilibrio social sino imponer sus conceptos y es tan despotismo como el de los siglo XVIII y XIX.


El ser humano está en pos de la libertad y de la búsqueda de la felicidad a cómo entiende la felicidad cada uno. El ser humano busca su beneficio y su realización. El estado que forja una red de seguridad social, que es árbitro y dicta leyes que procuran el equilibrio de las fuerzas y de los hombres es el camino que sigue la mayor parte de la humanidad a pesar de todos los traspiés sufridos y las dificultades vividas.

Nuestro deber ciudadano como hombres y mujeres libres es rechazar el despotismo totalitario no importa su cara, nombre, bandera u origen.

La Cultura De La Paz

La evolución de la humanidad está llena de guerras y conflictos y realmente no se puede explicar sin ellos.

Muchísimas veces nuestra alternativa personal para resolver un conflicto es la violencia y la imposición. Durante el proceso de la historia y en la vida cotidiana vemos continuamente que cuando un poder o alguien se impone a otro mediante la fuerza, este poder está predispuesto a que se vuelva a perder por el mismo sistema, por la fuerza.

Se acepta que la fuerza es el recurso , último o habitual cuando está interiorizado como parte de la cultura propia y de nuestra forma de hacer para obtener la razón. De esta forma se continúa dando ejemplo para perpetuar el mismo mecanismo de resolución de conflictos, la fuerza, y se está construyendo una sociedad violenta y en permanente amenaza, siempre en nombre de la razón y la verdad. Y cada vez que hay una imposición por la fuerza se dan muchos pasos hacia atrás en el progreso social, si no es que se destruye totalmente lo conseguido hasta ese momento.

Pero a pesar de esta realidad la mayoría de las personas continúan pensando que la violencia y la imposición no es el mejor camino para resolver los problemas y que una sociedad en paz sería muy deseable para el bienestar propio y para el progreso de la humanidad.. 

Para ello, para conseguir una sociedad en paz, como rasgo distintivo de la especie humana, tenemos la inteligencia que nos permitiría comprender y reflexionar sobre la realidad que nos rodea desde una perspectiva global, además de comunicarnos, asociarnos y utilizar la libertad para crear y construir una sociedad mejor.


También es cierto que la inteligencia se puede utilizar para todo lo contrario pero seria una inteligencia mal entendida en cuanto estas actuaciones van en contra del progreso de la misma humanidad.

Percibir Nuestros Talentos


Percibir nuestro interior requiere esfuerzo y atención, y a veces, incluso con mucho esfuerzo, no es fácil identificar el talento que nos caracteriza.

El talento puede aparecer después de muchos años y suele estar en el lugar menos esperado,  por ejemplo, en nuestras sesiones, trabajamos con personas que tienen habilidades en las cosas que creían que se les daban mal.

La mayor parte de las personas desconocen cuál es su talento. Descubrir tus talentos y conocerlos bien te permite encontrar tu lugar en el mundo tanto a nivel social como profesional, así como en el resto de áreas vitales.

Picasso solía decir que “la inspiración le llega siempre trabajando”, ningún estudio ni ninguna ciencia han podido resolver el misterio de la inspiración, por ello es preciso visualizar nuevas realidades, permanecer en escucha activa y dejar que la diosa Fortuna te visite.

El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive
Fiódor Dostoievski

El proceso no es inmediato, necesitamos esfuerzo para lograr este objetivo, pero cada uno de nosotros tiene mil y más motivos para empezar el camino de descubrimiento de su proprio talento, por eso no existe el rendirse.

Novalis, poeta alemán del siglo XVIII, estaba enamorado de lo invisible, y llegó a considerar que había luz en la oscuridad. Según Bill Viola (2011), artista pionero en la utilización de nuevos medios de expresión:
“Lo conocido y lo desconocido están inmersos en un continuo baile dentro de nosotros y a nuestro alrededor… Lo que nos revelan nuestros sentidos sobre el mundo solo es la superficie de una realidad mucho más profunda y desconocida.

La ciencia nos ha enseñado que la mayor parte del cosmos resulta imperceptible para los reducidos anchos de banda de energía de los que disponen nuestros sentidos”.

“Conócete a ti mismo” es una expresión atribuido a Sócrates, quien recomienda prestar atención a la voz interior, la voz de la conciencia, del alma, conocerse uno mismo es muy complejo porque es algo que está cambiando todo el tiempo.

Para conocerse uno mismo tiene que haber libertad para mirar. La máxima socrática nos orienta a conocer nuestra verdadera esencia, más allá de la capa superficial de creencias con las que hemos construido el disfraz de nuestra personalidad.

No obstante, la palabra persona en griego significa máscara, así que necesitemos descubrir nuestro interior, donde reside la fuente de bienestar y dicha, es un proceso de autodescubrimiento y desarrollo personal.

En la mayoría de los casos, tener confianza en uno mismo, un estado de energía y alegría, claridad mental, felicidad interna, fe en ti mismo y en lo que tienes que hacer, es fundamental para que podamos desarrollar nuestros talentos.

Nunca es demasiado tarde para encontrar tu vocación, esto puede ocurrir a cualquier edad e implica un cambio total a favor de la motivación y el bienestar, un talento es lo que realmente te hace ser feliz, te hace un ser único.


La Mente Ociosa


¿Se han dado cuenta que los pensamientos que más le han hecho sufrir surgieron de un rato de ocio? Bien dicta el refrán de una tremenda sabiduría popular, que “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. 

Los humanos somos esencialmente seres creadores, y para serlo tenemos todas las inteligencias con las que fuimos dotados.

Todas las expresiones y creaciones: deportivas, artísticas, científicas, altruistas, lúdicas, son producto del uso de los talentos, del intelecto, de las emociones, de la fisicalidad, para esculpir una realidad más allá de los sueños de cada generación. Imagínese usted el poder de todo este torrente de potencial creativo, capaz de construir y destruir mundos. Así que los “ratos muertos”, que no son ni para Dios ni para el diablo, pueden ser puertas para experiencias muy desagradables.

La mente poco disciplinada normalmente correrá al pasado o al futuro, llena de angustia, preocupación y remordimientos; lo que genera atascamiento, sensación de invalidez, culpabilidad, inmovilidad, baja autoestima, identificación con una autoimagen pobre, dolor emocional, falta de proyección y poder personal, etc.

En consecuencia, tarde o temprano el cuerpo, que sigue a la mente, se enferma y se deteriora. Manténgase ocupado con cosas productivas, y más que eso, haga conscientes sus poderes creativos y creadores para generar lo bueno, para usted y para los demás. Si tiene tiempo libre, lea, cultívese, aprenda algo nuevo, entrene a la mente, haga ejercicio, aprenda a respirar, a meditar, a ordenar su mundo interior. Si siente que sólo puede ser movido por las actitudes y emociones negativas, sáquelas de su sistema, procéselas pero en su propio rincón seguro, en donde no salpique a nadie, ni se desquite, ni transgreda para aliviar un poco su resentimiento, ni haga porque a usted le hicieron, ni se haga la víctima; hágalo limpiamente, y vuélvase más puro, para que su mente y sus sentidos encuentren alegría en crear cosas felices.

La televisión, los centros comerciales, las reuniones para acompañarnos en la queja y los vicios, y otros medios de evasión, no representan el empleo creativo del tiempo libre; son simples salidas de escape para adormecerse en el paso del tiempo. 

Juegue más, salga al parque, visite museos, bibliotecas, centros culturales, conozca nuevos lugares, descubra, redescubra y use su inventiva, acuda a donde pueden necesitar de su ayuda desinteresada: orfanatos, hospitales, asilos, refugios, y brinde sus servicios.


Si pasa por un mal momento: sirva, porque el servicio es el antídoto contra la corrosiva acción de una mente ociosa. El ocio, en su connotación más negativa, es el instrumento de autoterrorismo por excelencia, y aunque parezca inofensivo, es el aliado silencioso de la destrucción si no se utiliza de una manera positiva y conectada con lo mejor de nuestro poder creativo.

Actividades De La Vida Diaria (AVD)


El ser humano es un ser activo por naturaleza que ocupa su tiempo en actividades encaminadas a responder sus necesidades y deseos.

Las personas se realizan a través de sus ocupaciones en interacción constante con el ambiente, de ahí la importancia de la realización de actividades que sean significativas y gratificantes para ellas.

La salud y la ocupación están vinculadas porque la pérdida de salud disminuye la capacidad para comprometerse en la actividad.

En este caso deberemos de adaptar la actividad teniendo en cuenta las características individuales de cada caso, sus motivaciones, gustos e intereses.
Las actividades de la vida diaria (AVD) son un conjunto de tareas o conductas que una persona realiza de forma diaria y que le permiten vivir de forma autónoma e integrada en su entorno y cumplir su rol o roles dentro de la sociedad.

Varían entre las actividades que son más fundamentales para la supervivencia como la alimentación, hasta algunas tareas más complejas del autocuidado personal e independencia vital, como hacer la compra, cocinar o usar el teléfono. 

Así mismo todas las actividades relacionadas con el ocio, el tiempo libre y el esparcimiento, y aquellas relacionadas con el ámbito laboral.

Todas las personas realizan las AVD en un grado, forma e importancia que varía de un individuo a otro, con una gran influencia de su cultura.


Vivir La Vida


La vida es tan corta que no podemos esperar a que lo que queremos venga hacia nosotros, debemos de volar hacia ello. Porque al final lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.

Esta es tu vida. Haz lo que amas, y hazlo a menudo. Si no te gusta algo, cámbialo. Si no te gusta tu trabajo, déjalo. Si no tienes tiempo suficiente, deja de ver la televisión. Si estás buscando el amor de tu vida, para; te estará esperando cuando estés haciendo cosas que realmente quieres.

Para de analizarlo todo, la vida es simple. Todas las emociones son fantásticas. Cuando estés comiendo, aprecia cada bocado. Abre tu mente, brazos y corazón a cosas y gente nueva, estamos unidos por nuestras diferencias. 

Pregunta a la próxima persona que veas cuál es su pasión y comparte un sueño inspirador con ella.

Viaja a menudo; perderte te ayudará. Algunas oportunidades sólo vienen una vez, aprovéchalas. La vida es la gente que conoces, y las cosas que creas con esas personas. Sal fuera y empieza a crear. La vida es corta. Vive tu sueño, lleva a cabo tu pasión.

Hay una enorme diferencia entre conocer el camino y andarlo. Muchos conocemos o creemos conocer el camino que hemos de recorrer pero pocos disfrutamos de la experiencia de recorrerlo.

Somos el ahora y el aquí, eso es lo importante. El tiempo es vida y tú no sabes cuánto te queda. Algunos de nosotros tratamos en un momento u otro encontrar el sentido a la vida. Lo que no pensamos es que VIVIR es el único sentido de esta.



El Soñar Despierto


Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Georgia sugiere que soñar despierto puede ser una señal de inteligencia y creatividad.

Ya en 2001, otra investigación realizada por investigadores de la Universidad de Washington reveló la existencia de un área cerebral llamada red neuronal por defecto, que estaba vinculada con la realización de tareas automáticas.

Pero, ahora, el nuevo estudio corrobora que dicha área también se activa cuando dejamos volar la imaginación, o recordamos eventos pasados. 

Para los autores del estudio este hallazgo sugiere que los cerebros demasiado eficientes son reacios a dejarse llevar por la pereza. Por eso, cuando realizan una tarea automática que exige poca concentración, se dedican a la imaginación o la ensoñación.

Los autores del estudio explican que una buena manera de saber si un cerebro es eficiente, es comprobar la capacidad del mismo para volver a concentrarse en una tarea determinada, después de un rato de ensoñación. 

Cuando menos tiempo lleve dicho proceso de readaptación, más eficiente es el cerebro de la persona.



Educar Nuestra Mente


Nuestros pensamientos: La calidad de nuestros pensamientos más recurrentes va determinando en gran medida la concepción que tengamos de nosotros mismos. 

Una buena forma de empezar es enfocarnos en este preciso instante e ir educando nuestra mente con apreciación y agradecimiento. Al encontrar nuestro valor propio, daremos un nuevo sentido a nuestro día a día y contaremos con un nivel de empoderamiento personal que quizás nunca hayamos sentido antes.

Nuestras palabras: Aprender a comunicarnos es comprender la importancia de mantener una sintonía entre lo que pasa en nuestro interior y nuestra manera de expresarnos, ya sea en forma verbal o escrita. Incluso nuestros silencios son una forma de comunicarnos. 

Detenernos un momento antes de comunicar, porque aquello que decimos repercute en nuestro entorno, y comenzar por nosotros mismos antes de hablar o analizar a otras personas, nos ayudan a ir volviendo gentilmente a nuestro centro y darnos cuenta que, antes que todo, debemos partir por casa.

Nuestras acciones: Nuestras acciones, al igual que las palabras, hablan por sí solas. Por ello, es recomendable hacer el ejercicio de mirar hacia nuestro entorno y ver si son el reflejo de lo que pasa en nuestro interior y si es lo que queremos para nosotros mismos. Acciones tan sencillas como mantener en orden nuestro entorno físico, cuidar de nuestro cuerpo y ser gentiles y responsables con los demás tal como quisiéramos que lo fueran con nosotros mismos nos brindan un mayor grado de reciprocidad con el resto del mundo como un todo unificado.

El valor de ser responsables es inconmensurable y permea todos los aspectos de nuestra vida. Trasciende nuestra edad, nuestras creencias y experiencias y es, por sobre todo, una decisión constante de amor y de respeto hacia nosotros mismos.

Su integración en cada aspecto de nuestras vidas es, sin lugar a dudas, sumamente necesario para llevar una vida más plena y con mayor sentido de madurez personal.

Actuar Con Responsabilidad


¿Qué entendemos por responsabilidad? Si te paras a pensar, este concepto, seguramente, lleva revoloteando encima de nuestras cabezas desde que somos pequeños. Casi desde el momento en el que empezamos a decidir si obedecer o no, y si queremos “desafiar a la autoridad” (papá y mamá). “Tienes que ser responsable”.

Si le preguntas a un niño, que significa ser responsable, dirá algo como “hacer las cosas bien”, “hacer lo que dice papá y mamá” “hacer los deberes”. Los adultos utilizan el término responsabilidad para que los niños entiendan y asuman que hay que portarse bien y cumplir con las tareas que dicen los adultos.

¿Crees que el termino responsabilidad engloba algo más que obligaciones?, ¿qué es lo que te viene a ti a la cabeza cuando hablamos de responsabilidad?
Si nos fijamos en el origen etimológico, el significado de responsabilidad no tiene tanto que ver con las tareas a realizar o las obligaciones. Sino con el compromiso.

Convertirse en una persona responsable significa ser capaz de tomar decisiones conscientemente, llevar a cabo conductas que persigan mejorarse a uno mismo y/o ayudar a los demás. Y lo más importante, una persona responsable acepta las consecuencias de sus propios actos y de sus propias decisiones.

La palabra responsabilidad, proviene del latín “responsum” (el obligado a responder de algo o de alguien). Los verbos linos “Respondere y Spondere” están estrechamente relacionados y se utilizaban mucho en el ámbito jurídico. 

El primero, significaba defender o justificar un hecho en un juicio y el segundo, jurar, prometer o asumir una obligación”.
 Hispanoteca – Lengua y cultura

Por tanto, podemos definir a una persona responsable como aquella que asume los resultados de las decisiones que acepte o tome. La RAE la define responsabilidad como: “Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.”

La definición de responsabilidad que realiza la RAE, hace especial hincapié en la necesidad de que la persona que asume la responsabilidad cumpla con las consecuencias negativas de sus actos.

Por lo que vemos, es un término que tiene distintas valoraciones y que puede resultar bastante abstracto, pero que todos damos por hecho y utilizamos de forma cotidiana.

Ser responsables nos aporta muchos beneficios. Te puede ayudar a conseguir tus objetivos y metas en cualquier ámbito de tu vida. La responsabilidad te permite crear valores y te ayuda a dirigir las riendas de tu vida.  Ser una persona responsable nos ayuda a:

Ser más honestos: Cuando tendemos a decir la verdad, y cumplir nuestras promesas, las personas que nos rodean nos van a creer y nos van a ver como una persona honesta.
Ser más autónomos: Asumir las consecuencias de nuestros actos, nos ayudará a decidir mejor.
Ser personas más confiables: Al ser responsables, nos ganamos la confianza de los otros. Pero lo que es más importante, también ganaremos en confianza en nosotros mismos. 

Hacer lo correcto, nos hará sentir bien. Y aunque nos equivoquemos, estaremos satisfechos porque sabemos que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.


Índice De Desarrollo Humano


 Cuando oímos este nombre podemos confundirlo con divisiones de continentes , razas..etc. • Hoy las divisiones son desigualdades económicas y sociales.

 El primer tercio está integrado por todas esas personas que forman la parte dirigente del país (tanto económico como político) Segundo tercio podemos incluir a los que tienen el ` lujo ´ de tener un trabajo , es decir están incluidos en la sociedad del consumo . Y el último tercio , no tienen ningún protagonismo, es como SI NO EXISTIESEN.

¿Por qué le ha pasado esto al Último tercio ? • Dependencia de grandes potencias. • Alta tasa de natalidad, que causa un gran aumento demográfico y media de vida baja. • Base económica agraria y exportadora de materias primas que venden a muy bajo precio. • Infraestructura insuficiente. • Alta tasa de analfabetismo. • Deficiente economía y política. Gobiernos totalitarios o populistas. • Agricultura manual como medio de subsistencia. Industrialización mínima. • Carencias de organismos que dirijan el país.

El primer Informe sobre Desarrollo Humano introdujo una nueva forma de medir el desarrollo mediante la combinación de indicadores de esperanza de vida, logros educacionales e ingresos en un Índice de Desarrollo Humano compuesto: el IDH . Lo innovador del IDH fue la creación de una estadística única que serviría como marco de referencia tanto para el desarrollo social como para el económico. El IDH define un valor mínimo y uno máximo para cada dimensión (denominados objetivos) y luego muestra la posición de cada país con relación a estos valores objetivos, expresados mediante un valor entre 0 y 1.



Expectativas De La Vida


Hablar de expectativa es referirse a sueños, ideales, proyectos, aspiraciones, posibilidades, propósitos los cuales están centrados en el futuro a corto, mediano y largo plazo para ser una mejor persona en el aspecto familiar, social, personal, educativo, económico, laboral etc. 

Sin embargo, cuando las personas tienen aspiraciones elevadas que no están acordes con su realidad y tiene pocas o escasas oportunidades para cumplir con sus expectativas de vida, esta situación desencadena en un estado de frustración que hace que las personas dejen de trabajar y persistir por sus metas y en general por su proyecto de vida.

Por ejemplo, cuando una persona valora muy alto un objetivo en un momento determinado y no lo cumple, se frustra, al igual que la persona que valora un determinado objetivo como llegar a ingresar a la universidad pero no tiene expectativas de alcanzarlo. Por lo tanto, los jóvenes deben establecer expectativas que se ajusten a su realidad personal y se esfuercen por cumplirlas. 

No es suficiente con “querer ser….”
Es necesario “hacer algo para llegar a ser….” En el trascurso de la vida habrán muchas expectativas que lleguen a ser realidad mientras que otras no por diversos motivos, sin embargo, lo ideal es trabajar por aquellas expectativas que son trascendentales para la vida de cada uno, de lo contrario, si no hay expectativas existirá un futuro incierto, desconocido y un proyecto de vida sin horizontes.



La Ternura Del Corazón

Si algún elemento da belleza y sentido a la vida, ése es, sin duda, la ternura. La ternura es la expresión más serena, bella y firme del amor. 

Es el respeto, el reconocimiento y el cariño expresado en la caricia, en el detalle sutil, en el regalo inesperado, en la mirada cómplice o en el abrazo entregado y sincero. Gracias a la ternura, las relaciones afectivas crean las raíces del vínculo, del respeto, de la consideración y del verdadero amor. Sin ternura es difícil que prospere la relación de pareja. Pero además es gracias a la ternura que nuestros hijos reciben también un sostén emocional fundamental para su desarrollo como futuras personas.

La doctora Elisabeth Kübler-Ross, que acompañó a miles de enfermos terminales en su camino hacia la muerte y dio testimonio de sus experiencias en una serie de libros, cuenta que los recuerdos que más nos acompañan en los últimos instantes de nuestra vida no tienen que ver con momentos de triunfo o de éxito, sino con experiencias donde lo que acontece es un encuentro profundo con un ser amado, un momento de intimidad cargado de significado: palabras de gratitud, caricias, miradas, un adiós, un reencuentro, un gracias, un perdón, un te quiero. Son esos instantes los que al parecer quedan grabados en la memoria gracias a la luz de la ternura que revela la excelencia del ser humano a través del cuidado y el afecto.

Decía Oscar Wilde que en el arte como en el amor es la ternura lo que da la fuerza. Mahatma Gandhi apuntaba en la misma dirección cuando decía que un cobarde es incapaz de mostrar amor. Y así es: paradójicamente, la ternura no es blanda, sino fuerte, firme y audaz, porque se muestra sin barreras, sin miedo. 

Es más, no sólo la ternura puede leerse como un acto de coraje, sino también de voluntad para mantener y reforzar el vínculo de una relación. La ternura hace fuerte el amor y enciende la chispa de la alegría en la adversidad. Gracias a ella, toda relación deviene más profunda y duradera porque su expresión no es más que un síntoma del deseo de que el otro esté bien.

La ternura implica, por tanto, confianza y seguridad en uno mismo. Sin ella no hay entrega. Y lo más paradójico es que su expresión no es ostentosa, ya que se manifiesta en pequeños detalles: la escucha atenta, el gesto amable, la demostración de interés por el otro, sin contrapartidas.

La ternura encuentra también un espacio para desarrollar su extraordinario valor en los momentos difíciles. Expresar el afecto, saber escuchar, hacerse cargo de los problemas del otro, comprender, acariciar, cultivar el detalle, acompañar, estar física y anímicamente en el momento adecuado…, son actos de entrega cargados de significado. Y es que en el amor no hay nada pequeño. Esperar las grandes ocasiones para expresar la ternura nos lleva a perder las mejores oportunidades que nos brinda lo cotidiano para hacer saber al ser amado cuán importante es para nosotros su existencia, su presencia, su compañía. 

Ya lo dijo hace más de 2.000 años el poeta latino Publio Virgilio Marón: el amor todo lo vence. Y es verdad, a través de la ternura.


El cerebro del corazón. Día a día se realizan interesantes y sorprendentes avances científicos sobre el desarrollo del potencial humano. Hoy se sabe que la inteligencia está distribuida por todo el cuerpo y que hay maneras diferentes de pensar a las que hemos asumido como convencionales y basadas en el cerebro. 

El neurólogo Robert K. Cooper, en su libro El otro 90 por ciento, apunta que… ¡el corazón tiene cerebro! Constituido por más de 40.000 células nerviosas unidas a una compleja red de neurotransmisores. Según Cooper, el cerebro del corazón es tan grande como muchas áreas del cerebro craneal y su campo electromagnético es el más poderoso del cuerpo. 

Es, de hecho, unas 5.000 veces mayor que el campo que genera el cerebro, y es medible incluso a tres metros de distancia. 

Al parecer, actúa independientemente, aprende, recuerda y tiene pautas propias de respuesta a la vida. Lo interesante, además, es que dispone de habilidades hasta ahora intuidas, pero todavía no demostradas científicamente. Las corazonadas, las fuertes intuiciones que se revelan como realidades ciertas, se generan en el corazón. 

Diversos autores que han profundizado en el estudio de este tercer cerebro sostienen que el ingenio, la iniciativa y la intuición nacen de él: este cerebro está más abierto a la vida y busca activamente una comprensión nueva e intuitiva de lo que más le importa a la persona en la vida.

Las Razones De La Razón

Filosofía
Las Razones De La Razón
LOS RESTOS de René Descartes fueron enterrados en la iglesia parisina de Sainte Geneviève du Mont 16 años después de su muerte. La Revolución Francesa los trasladó al Panteón, pero su tumba se halla hoy en Saint Germain des Prés, junto a esta inscripción en una lápida de mármol: "Tratando en sus ocios invernales de armonizar los misterios de la Naturaleza con las leyes de la matemática, aventuró la esperanza de poder abrir los arcanos de ambas con una misma llave».

El pensador francés había fallecido a sus 53 años por una neumonía en 1650 en Estocolmo, a donde se había desplazado seis meses antes para dar clases de filosofía a la reina Cristina de Suecia. Dice la leyenda que no pudo resistir el esfuerzo de levantarse a las cinco de la mañana en invierno para acudir al Palacio Real a impartir sus lecciones.

Descartes no sólo era un filósofo. Fue un gran innovador en la física, las matemáticas y la geometría de su tiempo, en abierta rivalidad con el joven Pascal, con el que disputó la paternidad de un experimento sobre la presión atmosférica.

Hay dos libros de Descartes que recomiendo porque contienen las bases de la filosofía moderna: 'El discurso del método' y las 'Meditaciones metafísicas', donde se defiende la autonomía de la razón frente a la fe. Ambos textos fueron fundamentales en mi formación juvenil, aunque he tardado muchos años en comprender su dimensión.

La lectura de Descartes, diplomático, soldado y teólogo, resulta hoy más interesante que nunca porque en su obra encontramos la primera apuesta radical por la separación de la razón y de la fe.

Educado en el escolasticismo filosófico del colegio jesuita de La Flèche, Descartes sostiene que la religión no puede interferir en la ciencia, que se asienta sobre la deducción. A partir del 'res cogitans', el pienso luego existo, construye una explicación del mundo basada en la geometría y las leyes de la física. Es en este contexto en el que Cartesius -que solía escribir en latín- habla de las ideas "claras y distintas", que son el sustento de las verdades científicas.

Pero a la vez que rompe con la visión de Santo Tomás de Aquino y levanta un muro entre fe y ciencia, Descartes sostiene que los seres humanos tenemos grabada en el alma la idea de Dios, que es innata. Por tanto, el Ser Supremo coexiste con una actividad de la razón en la que no interfiere. Dicho con otras palabras, el hombre debe leer el libro abierto del mundo, guiándose por el intelecto.

Otros filósofos de su tiempo tuvieron muchos problemas con la autoridad eclesiástica, pero Descartes era sumamente hábil y estaba muy bien relacionado. Jamás fue molestado, aunque sus escritos llegaron a figurar posteriormente en el 'Índex' de libros prohibidos por su carácter librepensador.

Aunque reafirma la existencia de Dios como algo indiscutible, Descartes lo fía todo a la razón. Por eso, fue reivindicado por los ideólogos de la Revolución de 1789 y todavía hoy su nombre se asocia a la tolerancia y la libertad de pensamiento, que un siglo más tarde fueron bandera de la Ilustración.


Descartes me llevó al hábito de pensar entonces que todo lo que podemos observar tiene una explicación racional. Pero hoy ya no estoy tan seguro porque, como escribía Pascal, que llevó una vida marcada por el dolor físico y la adversidad, "el corazón tiene razones que la razón desconoce".