Muchos se han de
preguntar cómo habrá que comportarse o que actitud adoptar para poder sentirse
en consonancia con la realidad actual que nos circunda y poder responder sin
claudicar en todas las oportunidades en que sea necesario marcar nuestro
compromiso acorde y en consonancia con los postulados que nos motivan.
No es necesario
para asumir un compromiso con nuestra vida en sociedad la adopción de posturas
radicales o violentas pues lo que pudiésemos componer con nuestras exigencias
lo estaríamos destruyendo en un enfrentamiento que deberíamos evitar, pues lo que resulta muy claro es que la violencia
sólo puede engendrar más violencia, en este caso estaríamos hablando de
violencia multiplicada, la que pudiésemos ejercer nosotros y las que en
contrapartida ejercerán quienes deban reprimir tales acciones.
Lo que sí se
requiere de un ciudadano comprometido con la sociedad que integra es una firme
vocación de legalidad en todas nuestras acciones impidiendo que las suspicacias,
la informalidad y el comportamiento deshonesto tengan cabida en cada una de las
transacciones que se realicen.
En el marco de
una sociedad debidamente organizada como la que cada uno de nosotros integra lo
que debe imperar es la ley que nos representa y protege, eso sí, a la hora de
ejercer nuestro deber cívico, quienes sean electos por la mayoría de nuestros
votos deberán tener muy en cuenta el compromiso asumido ante los ciudadanos,
entonces todos sabremos que para ser dueños de nuestro destino lo que es
necesario es estar atentos al quehacer nacional, no bajar la guardia bajo
ningún concepto y rechazar la corrupción venga de quien venga.
Hugo W Arostegui
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