Cuando de menciona a Dios se le relaciona con la
expresión de origen griego “Alfa y Omega” es decir, el principio y el fin, siguiendo con
esta línea de pensamiento podemos, por añadidura, decir que la criatura humana tiene
la facultad de pensar heredada de su creador y que este pensamiento también
contiene implícito la condición de “Alfa y Omega” nuestro pensamiento tiene la
facultad de albergar “el todo y la nada” la mente nos puede transportar a gran
velocidad de un extremo al otro superando todas las barreras y limitaciones.
Ahora bien, el hecho de que uno este facultado para
pensar lo que quiera no quiere decir que la expresión del pensamiento no
necesite ser cultivada, cuando hablamos de cultura nos referimos en que
necesariamente quien quiera expresar lo que piensa si esa expresión es verbal
deberá contar con el lenguaje adecuado, en caso contrario, abrirá su boca y emitirá
solamente sonidos, lo mismo ocurre si pretende expresar su pensamiento por
escrito de no contar con un alfabeto lo suficientemente cultivado ocurrirá como
cuando éramos niños y tomábamos una “sopa de letras” no habrá una forma correcta
de dotarle de un sentido entendible.
“Podemos definir el
pensamiento humano como las acciones que hace nuestra mente, por medio de crear
una imagen, expresándolo por el lenguaje y darle forma en nuestra mente.
Ya que todas las actividades racionales del entendimiento y las separaciones de la imaginación, que se encuentra en nuestra mente, sea abstracto, racional, creativo, artístico, etc., lo consideramos un pensamiento.
El pensamiento nos ayuda a resolver problemas, porque podemos planificar las acciones y poder superar los obstáculos entre lo que pensamos y lo que proyectamos.
Ya que una necesidad exige
satisfacción o una motivación, siguiendo una dirección, coherente y organizada.
Tenemos un equilibrio,
impulso a crecer, salud y ajuste, pero muchas veces esto se bloquea porque
tenemos un concepto de aprendizaje negativo de nosotros mismos.”
De manera que transmitir en una forma
entendible lo que tenemos en nuestra mente deberá contar con el cultivo
permanente de nuestras facultades, el uso de un lenguaje adecuado y la
capacidad expresiva adecuada requiere tener el gusto de la cultura en nuestros “hábitos
de vida” todos tenemos la capacidad de pensar pero es evidente que no todos
hacen el esfuerzo de cultivarse, esta deberá ser una “actitud constante” sobre
todo si consideramos la evolución de los medios de comunicación que nuestra
cultura pone a nuestro alcance.
Hugo W Arostegui
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