Comenzamos esta nota con el ánimo de comunicar “nuestras
sensaciones” las que provienen de la
captación que hemos tenido de los acontecimientos que han ocurrido y nos han
dejado sus impresiones las que hemos “degustado” en nuestros mates matinales y
todavía conservan ese sabroso sabor a yerba mate (amarga con un poco de ginko
biloba)
Y esto es lo que hacemos luego de someter estas impresiones
a un somero análisis durante el mate y decidirnos a compartir a través del
teclado los lineamientos que nuestro intelecto (que parece que todavía algo
funciona) nos mentalice sobre cuáles podrían ser las palabras más oportunas
para describirlas.
Como se puede fácilmente apreciar no es necesario que ocurra
algo extraordinario o fuera de lo que podríamos considerar “hechos normales de
cada día” lo que pasa es que cuando pensamos en éstos acontecimientos es
inevitable que los vinculemos con quienes han sido los gestores de todo lo
ocurrido y éstos, los gestores, son las personas que conocemos y estimamos,
entonces todo lo que ocurre con ellos tienen agregado “la dimensión” que los
sentimientos le aportan a todo lo ocurrido.
Ocurre lo mismo con nuestros hijos, dicen que no existen
madres que encuentren feos a sus hijos, siempre serán los más lindos del mundo,
pues bien, cada acontecimiento que analizamos en nuestro mate por las mañanas
adquiere la dimensión única que sólo pueden imprimirle aquellos que han sido o
son los que, por una razón u otra, sentimos como vinculados con este asunto.
Esto es lo que hoy sentimos y decimos.
Hugo W Arostegui
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