domingo, 7 de enero de 2018

El Lenguaje Efectivo De La Solidaridad


“Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.”

¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de ser solidarios? Nos referimos a esa actitud, a esa disposición del ánimo, de la mente y del cuerpo a estar presentes y comprometidos con el otro en todas nuestras acciones. Con mayor precisión, estar presentes y comprometidos con el otro significa acudir y tratar de solucionar las urgencias de nuestros semejantes, empoderándolos y capacitándolos para salir adelante frente a una situación desfavorable.

Nos encontramos frente a una situación desfavorable cuando un cercano padece condiciones que reducen, estrechan y degradan sus derechos a vivir una vida digna; cuando no es posible para el prójimo o se le hace cuesta arriba alimentarse, educarse, gozar de salud, de posibilidades de empleo, de seguridad social, de trato igualitario, respetuoso y justo de su entorno social, a fin de cuentas, cuando carece de oportunidades de crecimiento a corto, mediano y largo plazo porque en vez de oportunidades sociales lo que recibe de su sociedad son exclusiones y discriminaciones sociales.

El padecimiento de la exclusión y de la discriminación social se vive como un sentimiento de grandísima injusticia social por parte de aquellos que sufren la negación de la sociedad en sus múltiples formas. Por poner un ejemplo, una de las negaciones sociales más repetidas a diario en Latinoamérica, extensivo a otras regiones del planeta,  tiene que ver con el empleo. 

Esto es así porque se vive como una grandísima injusticia social que la remuneración que se obtiene del trabajo no permita alimentarse, educarse, tener salud y vivienda dignas, no obstante los esfuerzos y sacrificios realizados en capacitarse.

En esta dirección, imagínense, entonces, cuán grande se debe sentir la injusticia social cuando ni siquiera un empleo es posible porque toda la economía ha convertido en números la maquinaria social de oportunidades y se ha olvidado que son personas y familias enteras las que están detrás de las demandas laborales. Esto por poner un ejemplo en el campo de las oportunidades laborales y de las economías que no buscan el bienestar social y la inclusión social justa,
favoreciendo a unos y negando a otros.

Así que los caminos sociales para reparar tal injusticia se logran sólo si la sociedad entera se solidariza con aquellos que padecen dichas situaciones de exclusión y discriminación social y busca por todos los medios –educativos, políticos y económicos- solucionar dicho padecimiento al generar las posibilidades de inclusión social que restituyan la dignidad de aquellos que padecen diariamente la negación de un sistema.

Valga resaltar que el ser solidarios no se trata ni de una regalía que le hacemos al otro ni de un favor que lo endeuda de por vida por el hecho de haber sido auxiliado. Es, más bien, restituirnos como sociedad la decencia social perdida a causa de las discriminaciones y exclusiones sociales que nos envuelven. 

Esto es así porque con nuestra acción solidaria ayudamos a revertir las injusticias sociales y  liberamos al otro de una realidad injusta que nos repercute a todos los miembros de la sociedad por igual.

Mientras que la solidaridad promueve sentimientos de empatía y nos hace acercarnos al otro sin ánimos de juzgarle ni de disminuirle por encontrarse en situación de vulnerabilidad: se busca ayudar, sanar y hacer crecer gracias a una auténtica voluntad de escucha. Ser solidarios propicia el diálogo, el reconocimiento cercano y la confianza porque el otro es un igual que debe ser escuchado, atendido y promovido.

La solidaridad implica que nos ponemos en lugar del otro y que no tenemos miedo de él ni miedo a que sus circunstancias dolorosas nos salpiquen, más bien, nos fortalecemos junto con él en humanidad sembrando esperanza social porque en conjunto construimos una polis sana eliminando aquello que nos desiguala o que se empeña en distanciarnos como seres humanos.


Cultiva Tu Amor Propio


Es un hecho que las relaciones son cambiantes y que el amor se acaba. 

Sabiendo esto, es natural que aceptemos que en un momento u otro pasaremos de un primer plano a un segundo e incluso a un tercero. Sin embargo, no es tan lógico que estos cambios sean de la noche a la mañana, que dejes de importarle a alguien tan rápido, en una relación en la que supuestamente hay amor.

Cuando vivimos esto en nuestra piel y creemos que hemos dejado de importarle a una persona, comenzamos a estructurar una mapa mental con el fin de conocer cuáles han sido las causas de que el otro pase de nosotros. 

Obviamente, la consecuencia directa de comernos la cabeza con esta historia es muy simple: acabamos montándonos una película que ni nosotros mismos nos creemos.

Intentamos excusar a la persona que nos ignora, que actúa de manera indiferente y que, incluso, nos hace daño. Aguantamos noches en vela, despedazamos nuestra autoestima, le decimos adiós al orgullo y deshacemos en migajas nuestro amor propio.

Al final, el panorama que tenemos ante nosotros resulta desolador: nos hemos destrozado y quien tenemos o teníamos a nuestro lado lo han permitido e incluso potenciado.

Pero eso sí, puedes estar por el suelo, pero no hay nada como tocar fondo para poder salir a la superficie.

En el mismo instante en el que te das cuenta de que llevas tiempo sin importarle a esa persona, te percatas de que a quien te debes dedicar es a ti mismo. 

Si cultivas esa relación, conseguirás crear una red de intercambios saludables a partir de los cuales nunca más podrán destruirte.


Déjame Decirte



El tiempo discurre sin detenerse en los pequeños detalles que perfilan los instantes de los días.

El tiempo no atiende a la ausencia de recuerdos, el tiempo va pero no vuelve, se deshidrata entre los reflejos de las horas sin más.

Cuando los días se vuelven insensatos, cuando no dejan cicatrices en nuestra memoria, el devenir de las horas se convierte en un pasajero incómodo en la existencia.

Porque el tiempo se evapora pero la memoria se hundió en un momento determinado y desoye la caducidad de los días.

Esa falta de recuerdos nos vuelve frágiles, inseguros, perdidos en unas rutinas desconocidas. 

Déjame decirte qué día es hoy es la valentía de una memoria que ha de aprender a sobrevivirle a los recuerdos diariamente, a enfrentarse con lo que olvida cada noche, a encontrarse con lo desconocido para aprehenderlo durante unas horas y abandonarlo al anochecer. 

Déjame decirte qué día es hoy es una muestra de amor incondicional, paciente, optimista y vital.



Es Hora De Meditar


Los humanos del siglo XXI nos encontramos inmersos en un mundo de cambios permanentes. El auge de las nuevas tecnologías y la inevitable globalización desafían nuestra salud mental constantemente. 

El estrés y los trastornos de ansiedad alcanzan niveles epidémicos. Vivimos más tiempo, pero a mucha más velocidad, y es fácil que con ese ritmo frenético nos quedemos sin aliento.


El impacto de la revolución digital está presente en casi todo lo que nos rodea. La evolución humana se ha acelerado de tal forma que los procesos que antes duraban siglos ahora se desarrollan en pocos años. La velocidad con la que las cosas cambian en la actualidad continuará a toda máquina, y es de esperar que sus efectos sean más sentidos y profundos.

Se puede decir que la revolución de la ciencia y la tecnología, y su influencia en nuestras vidas, está apenas comenzando. Los humanos del siglo XXI tendemos a quedarnos atrapados en la urgencia de todo lo que hemos de realizar, atrapados en nuestras cabezas, perdiendo de vista aquello que es ciertamente importante.

A los humanos del siglo XXI nos resulta muy fácil caer en un estado de tensión crónica, estrés y ansiedad, viviendo en “piloto automático”, sin estar presentes en el presente.

La capacidad de concentrarnos y sostener la atención es cada vez más difícil de conseguir. Distraídos con el correo electrónico, el mensaje que acaba de llegar al celular, las malas noticias en la televisión, las demandas del trabajo y la familia, es fácil sentirse abrumado, estresado y perderse del extraordinario “regalo” de estar vivo. 
 

No Esperes Nada A Cambio


Hay veces que tenemos la sensación de que estamos dando y dando pero, sin embargo, no estamos recibiendo. Esto nos suele ocurrir cuando estamos tristes, pues no obtenemos ningún tipo de recompensa tras el acto de dar y acabamos pensando que el mundo no es merecedor de nuestra dedicación.

Cuando te cansas de dar y dar sin recibir puede que, incluso, acabes evitando que alguien te ofrezca ayuda. Así, la falta de reciprocidad se acaba alimentando de una espiral de desencanto y de dolor.

Si te ocurre esto, lo mejor es abandonar tu puesto y relegar esas obligaciones que te has impuesto, pues es un intercambio que resulta tóxico para ti y que, por lo tanto, destruye tu salud.

Algo va mal si te estás cansando, si te invade la tristeza, la desilusión o el desencanto y si sientes que lo que haces por la otra persona es una carga cuando no debería serlo. Hay personas que pueden chuparnos, literalmente, la energía.

Es probable que ellos no se den cuenta, por eso siempre es recomendable y necesario armarse de valor y aclarar estas cuestiones. También puede que sí que se percate del tema pero que le interese mantener la situación.

Entonces, lo mejor es poner a prueba ese interés dejando de esforzarnos por satisfacer sus necesidades y ver lo que sucede después. Una actitud egoísta se ve a leguas, solo necesitamos mirar en la dirección adecuada.

No vale de nada luchar contra viento y marea por una persona que no mueve ni un dedo. No sirve ayudar constantemente a alguien con un trabajo que no está interesado en aprender a realizar. No nos hace bien dar sin recibir.
No podemos dedicarnos a los demás y olvidarnos de nosotros. La única gratitud sin la que no podemos vivir es la gratitud a uno mismo, pues es el pilar del amor propio y el cimiento de nuestro crecimiento personal.

Obviamente, no vamos a dar ni a agradecer nada a quien se está aprovechando de nosotros. Eso nos haría sentir necios, a la vez que resulta peligroso para nuestro autoestima y nuestro bienestar.

Por otra parte, dicen que nunca es suficiente el agradecimiento a aquel que no te abandonó en los malos momentos. Por eso, ofrecer buenas palabras, buenos sentimientos, buenos actos y buenos pensamientos para quien nos ayudó en algún momento es muy importante, ya que esto nos ayudará a recordar el valor de la bondad y del ofrecimiento a los demás.

sábado, 6 de enero de 2018

Tú Decides


A veces pasamos más tiempo de nuestra vida imaginando cómo sería hacer algo que realmente haciéndolo. Somos capaces de imaginarnos tomando ese tren un día detrás de otro, años si hace falta, con tal de volver a ver a aquella chica que nos sonrió un día. Pero a la hora de la verdad acabamos desistiendo al darnos cuenta del esfuerzo que supone. Claro, imaginar es muy sencillo y pelear por lo que quieres no lo es tanto. Te supone esfuerzo, frustración y cansancio. Pero está en tu mano el perseguir tus sueños, está en ti el poder de decidir qué hacer mañana, qué hacer pasado o qué hacer dentro de cinco minutos.

Tú, y solo tú eres quien toma las decisiones en tu vida, tu propia vida, la que no has de vivir igual que lo haga otro. No debes dejar que la marea de la gente sin opinión propia te arrastre lejos de tu cauce. Por muy seguro y cómodo que sea nadar en aguas tranquilas, déjate llevar libre por los rápidos que te permitan vivir una vida diferente al guión que se hayan marcado los demás. Salta del tren y vuela en busca de la sonrisa de aquella chica de la que te enamoraste un día, en un vagón medio vacío y aún a sabiendas de lo tonto que a sus ojos parecerías allí sentado, mirándola embobado y sin saber qué decir.

Búscala el tiempo que haga falta, pues la vida es eso que pasa a tu alrededor mientras tú te imaginas a ti mismo sentado en un vagón de tren esperando volver a verla un día detrás de otro, es eso que pasa a tu lado mientras te dices “ya mañana empezaré”.

¡No seas idiota! ¿Qué cambia de hoy para mañana? ¡Ja! Me río, pues no por empezar mañana te irá mejor, al contrario, te irá peor pues siempre habrá alguien que haya empezado el día antes y que te llevará horas de ventaja en cualquier cosa que hagas. 

A esa persona le das igual tú y le da igual la gente que se amontona en aguas tranquilas. Esa persona salta por la cascada de una vida que es demasiado corta para dejarse llevar tranquilamente por el camino que sigan todos los demás.

Deja de soñar la vida que te gustaría llevar y empieza a vivirla. Está ahí, al alcance de tu propio esfuerzo. Si te caes, te levantas, miras hacia delante y sigues caminando hasta caer de nuevo. Y sonríes mientras te vuelves a levantar, consciente de que nada puede pararte si de verdad luchas por ello.


Dar Lo Mejor De Si


Todos nos preguntamos alguna vez si estamos dando lo mejor de nosotros mismos, ya sea en el trabajo, en la carrera que elegimos estudiar u otros aspectos personales. Para que analices si efectivamente estás utilizando tu máximo potencial, te acercamos 12 pistas para saber si lo estás dando todo.

1. Perseguir tus pasiones
Haz lo que deseas incluso si te trae problemas. La clave del éxito es ir por lo que quieres sin importar qué encuentres en el camino. Las personas que se rehúsan a perseguir sus pasiones tienen miedo de fallar, pero nunca lo lograrás sin intentarlo.

2. Encontrar nuevas chances
Tener una actitud proactiva en la búsqueda de oportunidades en lugar de esperar que vengan a ti, es el paso más importante hacia el éxito. Toma cada chance que se presente y transfórmala en una acción que expanda tus posibilidades.

3. Continuar intentando
Ser perseverante con tus deseos incluso si fallas intentándolo, es primordial para mejorar tu desempeño probando alternativas que no se te habían ocurrido hasta ahora. Cuando dejas de intentarlo es porque pierdes el interés en lograr un objetivo que inicialmente era fundamental para ti.

4. Aprender de los errores
Los errores hacen que estemos más atentos y evitemos cometerlos nuevamente. De modo que, si logras convertir tus desafíos en lecciones valiosas, entonces tu desempeño es correcto. Los errores son los mejores maestros.

5. Afrontar desafíos
Encontrar nuevos retos e intentar superarlos es un signo inequívoco de que estás dando lo mejor de ti. Las cosas fáciles no te entusiasman tanto como cuando enfrentas un desafío. Cuanto más grande es el desafío más oportunidades de crecimiento ves
6. Enfrenta tus miedos
Cuando superas un miedo te vuelves más fuerte, porque el miedo es un obstáculo para el progreso. Intenta sobreponerte a tus temores para que dejen de serlo y no te impidan perseguir una pasión o desempeñarte en un área determinada.

7. Confiar en ti
Todos tenemos una voz interna que sabotea nuestra confianza con pensamientos negativos para preservarnos de hacer algo nuevo y fracasar. Demuéstrate a ti mismo que puedes lidiar con los problemas porque eres una persona que cree en sus capacidades para enfrentarlos.

8. Dominar tus pensamientos
Dirigir tus pensamientos hacia ideas positivas que concluyan en acciones beneficiosas, es la mejor forma de influir sobre tu destino. Las decisiones que tomamos se convierten en acciones que tendrán consecuencias, así que procura tomar las indicadas guiándote con pensamientos positivos.

9. Ser libre de hacer lo que quieres
La importancia que le des a lo que dicen o piensen los demás afectará tu disposición para lograr objetivos o desarrollar actividades. Ten en cuenta las opiniones de tus allegados y personas que consideres relevantes en tu vida, pero no dejes que condicionen las decisiones que tomes.

10. Ayudar a la gente
Interesarte por otras personas y contribuir con ellas te permite estar a gusto contigo mismo. Pocas cosas dan tanta satisfacción como ayudar a los demás. Además, sentirte bien contigo te dará mayor fuerza de voluntad.

11. Preocuparse por tu salud
Estar todo lo saludable que puedes es fundamental para lograr un objetivo. No darás lo mejor de ti si sufres un problema de salud y no lo tratas. Aprecia tu buena condición física, ya que en parte, gracias a ella es que podrás cumplir tus deseos.

12. Actualizarse
Aprende constantemente, continúa desarrollándote, agrega valor a tu persona todos los días. Los cambios positivos configuran nuevas formas de pensar y nuevas opciones para explorar.




Cuando Es Preciso Cesar De Gatear


Estos son algunos de los consejos que propone el escritor, filósofo y psicólogo Bernabé Tierno en su última obra: ‘Si puedes volar por qué gatear’. ¿Cómo piensa y obra la persona esforzada y eficaz? A continuación presentamos algunas claves: 

1. Transforma los fracasos en experiencias valiosas, en estímulos, en escalones que le lleven antes al éxito. Aprende de todo y de todos, y es humilde. 

2. Es capaz de dar siempre, por más que le cueste, un paso más que los demás; se emplea más a fondo, no escatima tiempo ni esfuerzo y no se permite desmayos ni vacilaciones. 


3. Camina seguro y firme hacia su meta y no admite otra alternativa que seguir en pie y adelante y no se deja engañas jamás por los cantos de sirena de lo fácil y cómodo.

4. Puede ser pobre en casi todo, pero sin duda es multimillonario en entusiasmo, esfuerzo, tesón e ilusiones, empatía, alegría de vivir, confianza en sí mismo y en las buenas formas. 

5. Es realista y reconoce sus limitaciones y carencias, pero tiene muy claro que no hay nada imposible para todo aquel que es la voluntad personificada y tiene el coraje de poner su vida al servicio de una noble y gran idea / pasión, que dé pleno sentido a su existencia.

6. Sabe templar bien su ánimo, su espíritu y mantener la calma, especialmente cuando la situación es extremadamente difícil y todo parece perdido: no hay prueba más evidente de sabiduría que el hábito de la serenidad y el sosiego interior. 

7. Hace cada día, sin excepción, su siembra de acción eficaz; se concede el tiempo necesario, mantiene su propio ritmo de trabajo y no desespera si el éxito tarda en llegar. Mantiene un reto constante consigo mismo y sabe que solo es posible un esfuerzo eficaz mientras siga viva la alegría y la ilusión por vivir y no se pierda ni el buen humor, ni la tenacidad entusiasta. 

8. Jamás olvida que el primero y el mayor de todos los éxitos es triunfar sobre sí mismo, y en esta línea orienta sus esfuerzos en el quehacer diario. 

9. Tiene gran fe y confianza en sí mismo y en sus capacidades y no cesa en su empeño de superación por grave que sea la situación a la que se enfrenta cada día. 

10. Piensa como T. A. Edison, que decía: “Todo llega a quien se afana mientras espera”. No hay excelencia sin el suficiente sudor y sin un esfuerzo mantenido por una voluntad indomable. 

El Arte De Dialogar


Vivir en sociedad sin más, unos junto a otros, nos aporta las ventajas del grupo, de la manada: mejor protección y seguridad, más capacidad de adquirir alimentos y de asegurar la reproducción de la especie; en síntesis: mayor capacidad de supervivencia. Pero para que haya verdaderos factores culturales que provoquen un cambio profundo basado en el mejor aprovechamiento de las capacidades y recursos del grupo, en lo individual y, a la vez, en lo colectivo, es necesaria la “organización”: una sociedad organizada, estructurada, donde hay un sistema de valores que establece una jerarquía que va de la mano de un reparto de funciones, lo cual permite establecer unos objetivos diferentes, pero complementarios, a alcanzar por parte de cada grupo que compone la sociedad organizada; surge así la especialización y el compartir, base del desarrollo y progreso de la humanidad.

El lenguaje hablado es el gran factor determinante de la existencia de la sociedad organizada. Porque una cosa es el lenguaje de gestos, que nos sirve para cosas básicas y materiales, y otra muy diferente el habla, que nos permite expresar ideas, compartir experiencias y transmitir más conocimientos de una persona a otra y de una generación a la siguiente.

Nada sabemos de cuándo comenzó la humanidad a hablar, a utilizar la palabra como expresión de sus ideas, sueños e inquietudes, pero cada vez las fechas se nos pierden más en el pasado. Tras los descubrimientos antropológicos de Atapuerca, en Burgos, dirigidos por D. Juan Luis Arsuaga, se han encontrado restos fósiles de homínidos de 300.000 años de antigüedad cuyo oído es muy similar al nuestro, por lo cual el Sr. Arsuaga plantea la teoría de que dichos restos, hallados todos juntos, fueron reunidos de forma ritual; y si hay ideas religiosas con sus ritos, hay un lenguaje capaz de expresar conceptos metafísicos, como la vida y la muerte y la idea de la inmortalidad.

El lenguaje, al identificar las cosas y reconocer sus características, nos permite desarrollar tres aspectos fundamentales del ser humano: 1) conocer y comunicarnos con los demás y con el mundo circundante; 2) acercarnos a lo transcendente, al sentido íntimo y oculto de la vida, ya le llamemos Dios, Espíritu, Mente Universal, Fuerza, etc.; y 3) conocernos a nosotros mismos, identificando lo que nos sucede e incorporando la experiencia que extraemos de nuestra relación con los demás, con la naturaleza y lo sagrado.


Dios, Universo-Naturaleza y Hombre han sido y serán siempre los elementos sobre los que trabaja la filosofía atemporal o metafísica. Y lo hace a través del lenguaje adecuado, aquel que nos posibilita encontrar las palabras que nos permitan “crear lazos sólidos” que nos unan a nuestro ser interior y al ser interior de la personas y de la Naturaleza, visible e invisible. 

Ese “lazo” es el amor; quizás por ello, ya nos decían nuestras abuelas que “la lengua es un caudal sabiéndola manejar”.

Necedad E Ignorancia


 EFECTIVAMENTE, LA IGNARANCIA ES NATURAL Y COMÚN EN LA ESPECIE HUMANA, Y FORMA PARTE DEL INICIO DE CUALQUIER APRENDIZAJE. DE HECHO, POR MAS QUE APRENDAMOS Y CONOZCAMOS, SIEMPRE SEREMOS IGNORANTES EN MUCHAS FACETAS.

LO IMPORTANTE ES LA DISPOSICIÓN DE ESCUCHAR, VER, INVESTIGAR, CURIOSEAR Y APRENDER. EL NECIO, EN CAMBIO, NECESITA IMPONERSE Y QUE SE LE DÉ SIEMPRE LA RAZÓN.
LA IGNORANCIA ES TOLERABLE, NATURAL, SI SE QUIERE,  PERO LA TERQUEDAD ES FUENTE DE AISLAMIENTO, DE ATASCAMIENTO EN EL PASADO, CAUSA INCOMODIDAD EN LAS PERSONAS PROXIMAS, Y A LA LARGA EL NECIO PIERDE CREDIBILIDAD Y ATRACTIVO EN SUS DIALOGOS.

LA TERQUEDAD ESTÁ ASOCIADA CON ESE INTENSO DESEO DE IMPONERSE,  DE TENER LA RAZÓN, DE SOBRESALIR A COMO DE LUGAR,ASÍ SEA  DESCALIFICANDO LAS OPINIONES AJENAS.  OYE, PERO NO ESCUCHA.  ES DECIR, APARENTA QUE PRESTA ATENCIÓN, PERO NO ESTÁ PONIENDOSE EN TU LUGAR, SINO DEFENDIENDO SU VERSIÓN.  EL NECIO PERCIBE LAS VERSIONES AJENAS COMO QUE LE ESTÁN LLEVANDO LA CONTRARIA, A PROPOSITO, EN VEZ  DE ENFOCARLAS SIMPLEMENTE COMO ARGUMENTOS DIFERENTES, QUE IGUALMENTE MERECEN RESPETO.  EL NECIO CREE QUE SOLO HAY DOS POSICIONES: LA DE ÉL, Y LA DEL ATREVIDO QUE SE LE ENFRENTE. LO CUAL ES FALSO. PARADOJICAMENTE, EL NECIO PERCIBE A LOS DEMASA COMO NECIOS, PERO EL NO RECONOCE SU INFLEXIBILIDAD.

EL IGNORANTE, POR SU PARTE, PUEDE APRENDER MUCHO, PORQUE ESTÁ DISPUESTO A ESCUCHAR, A INDAGAR, A ANALIZAR, A REFLEXIONAR SOBRE OTRAS PISIBILIDADES. DE HECHO, ASI NACEMOS TODOS., SIENDO INGENUOS EN TODOS LOS ASPECTOS, PERO NOS DESARROLLAMOS Y AVANZAMOS EN DIFERENTES ÁREAS, PRECISAMENTE PORQUQE NOS CONVERTIMOS EN "ANTENAS RECEPTORAS"  QUE ANALIZAN LA INFORMACIÓN Y MENSAJES  CIRCUNDANTES. PERO EL NECIO TIENE DESACTIVADA ESA ANTENA. LA UNICA ANTENA QUE CUENTA ES AQUELLA POR DONDE EL TRANSMITE, MAS NO RECIBE, ES DECIR, SIEMPRE ESTÁ DISPUESTO A DECIR COMO TIENEN QUE SER LAS COSAS; PERO NO A A ACEPTAR MENSAJES DISTINTOS.  ELLO IMPLICARÍA UNA FALTA DE AUTORIDAD, UNA HERIDA EN SU AUTOESTIMA, BAJA CREDIBILIDAD Y PERDIDA DE PODER. TODO ESTÓ ESTÁ EN SU MENTE AUNQUE SEA IRREAL!!!

EN TALES CONDICIONES, ES PREFERIBLE NO ENGANCHARSE EN DISCUSIONES ESTERILES, PORQUE A FIN DE CUENTAS, LO IMPORTANTE ES HACER DEL DIALOGO UNA CONVERSACIÓN AMENA Y AGRADABLE, Y NO UN PLEITO ESTRESANTE. 

BASTA CON REPETAR LA OPINIÓN DE CUALQUIERA, SEA NECIO  O NO, PARA QUE CESEN LAS DISCUSIONES.  ¿POR QUE NO RESPETAR INCLUSIVE UN ENFOQUE ERRADO  DE LOS DEMÀS, SOBRE DETERMINADO TEMA?  ¿ES NECESARIO ESTAR EN LO CIERTO O TENER RAZÓN PARA SER RESPETADO? ACUERDENSE QUE RESPETAR, SIGNIFICA NO DESCALIFICAR, NO JUZGAR, NO OFENDER, NO QUERER CAMBIAR A LOS DEMAS. 



La Percepción Del Otro


La visión romántica sobre nuestros propios atributos, conocimientos, cualidades, imperfecciones, rara vez suele coincidir con la que los demás tienen de nosotros.

El ego, la autocompasión, la falta de objetividad sobre nuestras acciones,

distorsiona la realidad en determinados grados, dependiendo de la autoestima de cada uno de nosotros. Por otro lado y dependiendo del nivel de atracción química o empatía que tengamos hacia los demás, nos condicionará también en cómo les veremos o sintamos. Ni los unos ni los otros (receptor y emisor), tendrá un acierto del 100%, siempre nos dejaremos condicionar por lo que vemos, oímos, o pensamos, aunque esa información no esté completa (nunca lo está), y por eso ni uno mismo sabe cómo es en realidad, ni los demás aciertan en cómo es uno a la hora de definirnos o juzgarnos.

Hablamos alegremente en voz alta, de los fallos de quien creemos conocer, de sus capacidades, de sus taras, de sus logros, y lo hacemos sin pensar que esas palabras están condicionando a que quien las escuche, tienda a prejuzgar sin conocimiento de causa. 

Encasillamos a las personas, por cómo nosotros percibimos una parte de la información sobre ellas, o por cómo nos caen, sin pensar en que nuestras frivolidad al encajarles en un prototipo, puede causarles problemas, o malas interpretaciones. 

Por eso casi siempre nos equivocamos, y esos errores son los que van circulando de boca en boca de los que nos rodean, haciendo que un rumor, una interpretación de la vida de los demás, les condicione para siempre.

Prejuzgamos con tal alegría a los demás y a la vez estamos tan seguros de lo perfectos que somos nosotros mismos, que no nos damos cuenta de que la realidad es totalmente diferente. No solo eso sino que caemos en la trampa de pensar que los demás nos ven tan perfectos como nosotros mismos nos vemos, y cuando descubrimos que es todo lo contrario, nos extrañamos, y en bastantes ocasiones nos sentimos ofendidos e incomprendidos.

Saber y entender que ni somos los mejores ni los demás son los perdedores, es lo que más nos cuesta conseguir. Si conseguimos callar y pensar antes de hablar sobre los atributos o defectos de los demás, estaremos en el buen camino para aprender a respetar y conocer mejor a los que nos rodean.


viernes, 5 de enero de 2018

Inconformistas

Todas las personas, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado una sensación de insatisfacción por la cual hemos deseado que las cosas ocurrieran de otra manera. 

Esta sensación nos ha llevado a un estado pasajero de inconformismo, aún incluso cuando la forma en que se acabaron desarrollando los episodios no fue tan desafortunada. Sin embargo, en algunas personas, esta sensación es mantenida en el tiempo, llegando a un punto en que es generalizada a muchos ámbitos de su vida, generando una situación de inconformismo crónico. Y esto, ¿a qué se debe?

El inconformismo es una condición personal y subjetiva por la cual la persona siente que no se cumplen sus expectativas ante ciertos aspectos de su vida. 

En términos generales, podría decirse que es una situación que todas las personas hemos sufrido alguna vez y que, produciéndose en momentos puntuales, resulta beneficiosa y positiva, pues nos ayuda a superarnos, ser mejores cada vez y progresar en la búsqueda de nuestros valores y prioridades en la vida, en busca de la autorrealización y el crecimiento personal.

Sin embargo, en casos extremos, se puede experimentar la sensación de que la vida no es lo que uno esperaba, generándose un estado de insatisfacción crónica generalizada. Esta situación se acompaña de todo un conjunto de emociones displacenteras, fundamentalmente la tristeza, la ira o irritabilidad, la frustración e incluso el miedo. De ellas se derivan estados como desmotivación, apatía, desesperanza, ansiedad, etc. Todo esto genera fuertes sentimientos de malestar en el individuo.

Las personas inconformistas de manera constante suelen experimentar con frecuencia sentimientos de tristeza e indefensión que no son capaces de manejar. Además, todo esto suele ir acompañado de altos niveles de apatía y anhedonia (incapacidad para disfrutar de la vida o de aquellas actividades que para esa persona antes resultaban placenteras), todo lo cual, a su vez, lleva a la persona a realizar cada vez menos actividades y, por tanto, refuerza y aumenta sus niveles de insatisfacción con su vida.

Otra consecuencia derivada de la insatisfacción crónica tiene que ver con las relaciones sociales, y hace referencia a un nivel progresivo de aislamiento social por parte de la persona, por el cual ésta se va poco a poco distanciando de los demás o de las personas significativas de su entorno, quedando la persona sola y con la sensación de ser diferente de los demás.  


También los aspectos profesionales, académicos y laborales se ven afectados, ya que muchas de estas personas tienden a cambiar constantemente de trabajo, de estudios, etc., buscando a toda costa alguna opción que les satisfaga pero, desafortunadamente, obteniendo generalmente poco éxito en dicha búsqueda.

Miopía Intelectual


La miopía es una enfermedad moderna. Es un mal que se desarrolla por mirar de cerca; por no forzar la vista para observar más allá en el espacio y el paisaje, algo muy parecido a cómo se desarrolla la miopía intelectual.

Mencionamos como se recortan derechos en aras a la religión y como sin pudor alguno se justifican medidas y ordenanzas medievales. Pues aunque a muchos les parezca mentira por esa miopía intelectual a la que me refería, Israel en cuestiones de carácter social está retrocediendo en libertades y derechos.

Un retroceso, hablemos hoy de eso, que estoy seguro sorprendería a los fundadores del estado judío por la influencia de la religión en la política y por el uso y abuso que de la religión hacen los políticos cuando les viene en gana.

No entiendo la permisividad del estado y sus poderes con personajes como el judío ultra ortodoxo que lanzó gas lacrimógeno a una mujer que andaba por una acera, sólo para hombres, del barrio de Mea Shearim. Claro que también hay que hacer esfuerzos para tratar con normalidad el asunto de la separación de sexos en los autobuses públicos.

Algo más de un año y medio ha tardado el Ministerio de Transportes en disponer de un informe que afirma que cada uno puede sentarse en el asiento que le plazca en el transporte público. 

Los Haredíes -creyentes en dios- ven como una ofensa el que no estén separados hombres y mujeres en los autobuses o que al paso de uno de éstos por las zonas ultra ortodoxas ellas no se desplacen a la parte trasera del transporte.

Este tema, que como ya hemos contado ha supuesto agresiones y vejaciones a mujeres, no es más que otro episodio de la expansión fanático/religiosa que vive el país y que a pocos parece interesar el poner coto.

Con las Patrullas de la Moralidad ampliando su campo de acción desde Mea Shearim a otros barrios no religiosos de Jerusalén -esta semana atacaron a un joven del que decían tenía pornografía en su casa- al gobierno de Benjamín Netanyaju le ha salido un grano de desobediencia y ha sido, precisamente, por la influencia de la religión en la política. 

Grupos de soldados han protestado por ser enviados a desmantelar asentamientos ilegales.

Y es que, piano piano, se ganan metros y se conquista territorio. Un ejemplo más de la presión religiosa puede ser la campaña de la conocida cadena israelí de ropa joven FOX quién ha decidido retirar una campaña de publicidad por la amenaza ultra. La campaña en cuestión presenta a la modelo israelí, Bar Rafaelli, tumbada en una cama, vestida sólo con pantalones vaqueros y cubriéndose el pecho con un edredón.

Esto ha hecho que al rabino, Mordejai Bloi, líder del grupo ultra-ortodoxo Guardianes de la Santidad y la Educación, se le salten los colores y amenace con iniciar un boicot a los productos de la cadena. Para no calentar más la cosa, Fox, ha decidido retirar las fotos de una modelo que desata tantas críticas como alabanzas en Israel. 

Baste con recordar la negativa de Rafaelli a cumplir con el servicio militar en un país al que solo le falta la fiesta de Los Quintos para rendir más pleitesía a su ejército.

Que la población religiosa puede convertirse en un problema de gran calado en Israel es un hecho a medio y largo plazo. Su proyección aumenta y su influencia en lo político está en alza aun a pesar de que algunas encuestas aseguran todo lo contrario.

Separar poderes, como puede comprobarse por estos lares, no está de moda y si entre los judíos es un hecho manifiesto aún quedan aspectos que me demuestran que puedo estar equivocado o todo lo contrario. Los contrasentidos son los que a veces nos dan vida o los que nos enseñan que aún quedan esperanzas. 

Digo esto por una historia que he leído en un periódico israelí y que tiene que ver con un colono judío ultra ortodoxo en Cisjordania y un joven gay palestino.

El muchacho escapó de su pueblo en Cisjordania tras muchas amenazas de muerte por su homosexualidad y se estableció fuera de los territorios con su pareja israelí con la que vive hace diez años. Precisamente por esas amenazas, las visitas a su familia tienen que realizarse a varios kilómetros de su aldea. 

En una de estas para ver a su padre enfermo y al intentar regresar a territorio israelí le retienen la documentación en un control policial. Por seguridad de Israel le dicen que no puede volver a su casa. Reclama y le extravían sus papeles. El peligro para su vida aumenta y aquí se produce lo sorprendente. La ayuda viene de quien menos se espera. Un ultra ortodoxo judío que vive en un asentamiento en Cisjordania junto a su aldea le asila aun a pesar de que también se expone a un enfrentamiento muy grave con su comunidad por su condición de palestino y por la orientación sexual del joven.

Será verdad eso de que “quién salva una vida salva a la humanidad”.


Impresiones Intelectuales



La inteligencia se construye adquiriendo información y conocimiento a partir de fuentes externas como escuelas, profesores, libros de texto y Gurus. La inteligencia nos ayuda a adquirir conocimiento.

El intelecto se desarrolla a través del esfuerzo individual al ejercitar la facultad de preguntar, pensar y razonar – sin aceptar nada que no nos resulte lógico o razonable.

A través del descubrimiento espiritual desarrollamos el intelecto para atraer los poderes de discriminación lo que se traduce en una mayor funcionalidad.
Es decir, podemos adquirir conocimiento pero esto no significa que éste juegue a nuestro favor. El conocimiento adquirido no es útil sin el intelecto.

Necesitamos llevar al intelecto al siguiente nivel; y a través del descubrimiento, y de atraer esas energías sutiles tan poderosas que residen en nuestro interior, nuestras facultades de discriminación se vuelven intuitivas.

La verdadera intuición reside más allá del intelecto pero usa nuestras emociones  para volverse tangible.

Cuando el conocimiento adquirido es completamente asimilado, se convierte en sabiduría. Hay una gran distancia entre el entendimiento intelectual y la sabiduría. 

El conducto que conecta ambos es la meditación. ¡Así que medita!



Igualdad De Oportunidades



La igualdad de oportunidades es un principio basado en la idea de que una sociedad justa sólo puede lograrse si cualquier persona tienen las mismas posibilidades de acceder a unos mínimos niveles de bienestar social y sus derechos no son inferiores a los de otros grupos. Para ello, se establecen mecanismos que prohíben la discriminación por motivos de raza, sexo, etnia, edad, religión o identidad sexual.

Para medir hasta qué punto la igualdad de oportunidades es un valor presente en la sociedad, se estudian diferentes indicadores, que pueden ofrecer una visión aproximada de la cercanía de ésta a dicho principio. Entre estos indicadores se encuentran la permeabilidad social (hasta qué punto la procedencia social de los progenitores determina la pertenencia a un estrato) o la comparación de las retribuciones económicas entre ambos sexos para tareas similares.

Aunque la igualdad de oportunidades parece, en la teoría, un principio universalmente aceptado como justo, hay un intenso debate en torno a su aplicación práctica. La razón para este debate se centra en la realidad de que las personas nacen y crecen en entornos y grupos sociales distintos, algunos de los cuales gozan de mejor situación que otros.

Partiendo de esta situación, no existe una igualdad de oportunidades real entre los grupos más favorecidos y los menos, ya que los primeros, por su situación económica y social podrán acceder a oportunidades que a los otros permanecerán vedadas.

Sin embargo, el principal punto de debate surge del hecho de que, para que ambos tengan las mismas oportunidades, uno habría de renunciar a parte de sus privilegios para dárselos a otro, lo cual es intrínsecamente injusto, ya que la existencia de un grupo desfavorecido no es consecuencia directa de que exista otro con una situación previa más favorable.

Esto crearía una situación en la que se favorece a un grupo a costa de perjudicar a otro que no tiene responsabilidad alguna en la existencia de esa desventaja.

Así pues, vista la dificultad de una aplicación de la igualdad de oportunidades a nivel práctico en muchos campos, hay quien aboga por la maximización de oportunidades o la erradicación de la discriminación como fórmulas más cercanas a este concepto.

La primera se centra en impulsar y potenciar sistemas que permitan que incluso los grupos menos favorecidos dispongan de herramientas que les permitan igualar las oportunidades de los más favorecidos, mientras en el segundo caso, el foco se pone en anular todas aquellas desventajas existentes en la sociedad como consecuencia de creencias fuertemente implantadas.


Intermitencias De La Muerte


Muchas veces, cuando nos juntamos con amigos, solemos hablar sobre cuestiones banales con la misma seriedad y concentración con la que un cirujano utiliza el bisturí. Entonces nos preguntamos cosas como: ¿Qué pasaría si el hombre pudiera volar? ¿Y si hubiera vida en Marte? ¿Qué nació primero, el huevo  o la gallina? Luego nos levantamos, nos saludamos, y cada uno se va a dormir, sin considerar la posibilidad de escribir libros basándose en esas alocadas y trilladas preguntas.

A no ser que poseamos la capacidad narrativa, reflexiva e imaginativa de José Saramago, ese inolvidable Nobel que nos abandonó físicamente el año pasado y que en sus perfectas obras literarias suele desmenuzar temas contrarios a los acontecimientos cotidianos.

Es lo que ocurre con Las intermitencias de la muerte: la novela, ambientada en un país que no se menciona, desarrolla la historia de cómo a partir de la medianoche del uno de enero la muerte deja de matar.

La gran mayoría, entre los que se encontrarían esos amigos que se juntan a tomar cervezas y a pensar banalidades, festejarían ante un acontecimiento tan maravilloso. Es lo que hacen los habitantes de este libro. Aunque solo al comienzo…

Porque a las primeras reacciones de euforia ante “la huelga de la muerte” le siguen las inimaginables consecuencias de este inusual fenómeno; ya que si bien es verdad que la muerte dejó de matar, también es real que el tiempo continúa avanzando. El futuro se avizora entonces incontrolable, con una población en constante envejecimiento y crecimiento y una estructura incapaz de hacer frente a las consecuencias.

Es que ya lo decía alguien por ahí: todo extremo es malo, para bien o para mal. Y este “Las intermitencias de la muerte , que bien podría llamarse “Ensayo sobre la inmortalidad”, viene a confirmar esa afirmación.

A lo largo de quince capítulos, el escritor portugués nos regocija con el estilo particular de sus libros, ese que contiene ironía y reflexión constante como principales características. Los diálogos entre los personajes (incluidos dentro de la narración, evitando las tradicionales formas de escritura de diálogos) poseen una gran profundidad y dejan al descubierto la condición humana en todo su esplendor; altamente recomendable es la acalorada discusión entre el Primer Ministro y el Cardenal acerca de la ausencia de la muerte, que además de ser ácida, mordaz y divertida, nos presenta de forma clara y contundente la reconocida postura crítica del escritor acerca de la iglesia y la política.

Página tras página veremos (porque cuando uno lee los libros de Saramago no solo lee, sino que además ve) a la iglesia intentando evitar que su discurso sobre la resurrección quede obsoleto, a los encargados de los asilos y los hospitales desesperados ante el colapso de sus instalaciones, a los vendedores de seguros buscando qué asegurar, ahora que la vida no corre peligro de muerte, y a los políticos buscando explicar lo inexplicable, con sus gastadas técnicas dialécticas. 

Allí aparece la “imaginación” ante la crisis, con situaciones tragicómicas e inolvidables que dejan en clara evidencia los recursos (salvajes) de los diversos sectores para no perder el negocio; claro ejemplo es el fragmento en el que las empresas funerarias proponen al gobierno declarar obligatorio el entierro de los animales, especie que es ajena a esta “no muerte”.

Se crea, de este modo, un debate acerca de la pluralidad de la muerte: ¿Cuántos tipos hay? ¿Una para todo el mundo? ¿Varias? ¿O una muerte para los humanos, otra para los animales y otra Muerte (con mayúscula) que acabaría con todo lo que existe en la galaxia? Allí aparece Saramago, una vez más, con su amplio repertorio de conocimientos en búsqueda de respuestas satisfactorias.

Estructuralmente hablando, la novela se divide claramente en dos etapas; la primera, la ya mencionada descripción general de la ausencia de muerte, y la segunda, particular, con la aparición de un solitario violonchelista que le da un giro a la historia, agradable personaje que acapara la atención de la muerte debido a la imposibilidad de matarlo, ya que cuando le envía la carta violeta (desopilante recurso informativo que la muerte dispone emplear luego de tantos años de matar sin previo aviso) ésta siempre vuelve rechazada.

Y antes de que nos demos cuenta, así como quien no quiere la cosa, nos encontramos absolutamente rodeados por la pasión, ese sentimiento universal que aparece como un punto determinante de la historia, lo que sumado a los brillantes análisis, razonamientos y reflexiones de Saramago, nos hace pensar (y mucho) acerca de la delgada línea que separa lo finito de lo infinito y nos convence plenamente de que el amor es lo contrario de la muerte.

Les dejo a ustedes el placer de leer esta maravillosa novela de la que, para ser objetivo, marcaré un punto negativo: es demasiado corta y nos deja con ganas de más. Como la vida.


Luces Difusas


Soledad
Rosalí­a Estela Salas



                
Qué noche obscura
del ser que ya no vive.

Es un cuerpo que vegeta,
es un sol que no da luz.

Infeliz alma en un mero
cascarón en soledad.

Vivir de a ratos
con sonrisas sin memoria.

Tristeza infinita
de ánimo inmutable.

Tristeza profunda
de días sin fin.

Quietud permanente
de errantes vivencias.

Peregrino de los tiempos.
Memorias sin fundamento.

Difusas luces
que se mueven y confunden.

Desprecio a las miradas
que observa indiferente.

Desprecio a la ternura.

Desprecio a los dolores,
a los colores, al perfume,
al verde de los prados.

Luces sin luces,
de colores sin colores,
sin olfato, sin tiempo
transcurrido en penumbras
de inquietante cinéreo.