Si todas las personas fuéramos capaces de vivir en el
momento presente, realmente estaríamos a salvo de cualquier tipo de preocupación
o sufrimiento. Esto de vivir en el día de hoy, que parece una obviedad, es
básico para poder sentir y tener una vida plena.
A nivel físico, es obvio que vivas en el día de hoy. No
es posible que una persona físicamente viva en el día de ayer o en el día
de mañana, porque las leyes de la naturaleza lo impiden. Pero a nivel mental, a
nivel emocional, a nivel sentimental es muy común que vivas arrastrándote y
culpándote de errores que has cometido en el pasado, o bien temiendo el futuro.
El futuro no
se piensa, se crea, y si lo creas basándote en el miedo, lo estás
creando de forma negativa. Y esta creación te causa un efecto que se
traduce en sentimientos de miedo o angustia en el presente.
Vivir el día de hoy significa disfrutar el
momento presente, valorar todas las cosas positivas que tienes en el
día de hoy.
Si lo miras con objetividad, siempre habrá miles de
cosas por la que tienes que estar agradecido. Siempre habrá montones de
situaciones que harán que otra persona desee estar en tu lugar,
porque siempre
habrá alguien que necesite las cosas que tú tienes.
Siempre tendrás miles de motivos para dar gracias por
tu vida. Otra cosa diferente es que, si estás en el polo negativo,
no seas capaz de ver las cosas maravillosas que tienes en tu vida hoy.
Para sentirte armonioso y con seguridad contigo mismo, es
importante que no utilices tu memoria para recordar imágenes o sentimientos
negativos que te provoquen sufrimiento, ya que si haces esto lo que
realmente estarías haciendo sería traer ese sufrimiento al día de hoy.
Igualmente, es realmente importante no gastar el
momento presente en construir tu futuro de la forma que no quieres, en pensar
para mañana cosas negativas que te causan sufrimiento en el momento presente,
como por ejemplo: "no me va a alcanzar el dinero el mes que viene",
"nunca voy a aprobar el examen", "nunca voy a encontrar
trabajo", "nunca voy a tener pareja", etc.
Esto es construir el futuro de forma negativa en el momento
presente, y eso te hace sufrir. Por todo esto, es muy importante que estés
alerta a lo que piensas y sientes en el momento presente, y esto lo haces a
través de tu propia observación.
Con la observación vas a percatarte de tu realidad, de lo
que eres y de lo que no eres, de lo que es pasado y de lo que es futuro. Con
la observación vas a ser consciente del verdadero momento presente, del
verdadero día de hoy.
Para ayudarte a vivir en el hoy le debes decir a todos
tus errores del pasado que te estén provocando sentimientos de culpabilidad y
sufrimiento en el día de hoy:
El pasado sólo existe en la mente de quien lo piensa
.
El pasado
sólo existe cuando piensas en él, y si dejas de pensar en él se
marchita y se olvida. Es como una planta que dejas de regar y se muere.
Pues eso mismo tienes el poder de hacer con los sentimientos
del pasado que te están provocando sufrimiento en el futuro. A la decisión
siempre la vas a tener tú libremente, ya que sólo tú, nadie más, tiene la
capacidad de decidir qué pensar, qué sentir y en qué centrar tu atención. Y a
eso no lo puede decidir ni tu madre, ni tu hijo, ni tu marido, ni tu gobierno: sólo
lo puedes hacer tú como ser libre e individual.
¿Cuántas veces has escuchado esa frase que dice “todo tiempo
pasado fue mejor”? ¿Puedes estar de acuerdo ante tamaña afirmación? De ninguna
manera. ¿Para qué vives si lo haces pensando todo el tiempo que nada mejor te
queda por delante? Encarar la vida con una actitud mental positiva,
proyectando a futuro y esperando de este lo mejor, es el punto de partida para
dejar atrás todos los malos presagios.
¿Qué sentido tiene pensar que el pasado siempre será mejor
que lo que viene? Ninguno, claro está. Con esa mentalidad, difícil será tu
progreso y sólo vivirás atado a recuerdos. Sí, es probable que de vez en cuando
no venga nada mal recordar las cosas que has hecho bien y las que has hecho
mal.
Pero sólo como una herramienta a futuro. Aprender de los aciertos y
errores es la única forma de mirar el pasado con una actitud positiva, para
plantear un futuro lleno de esperanzas y positividad.