martes, 16 de abril de 2019

Reducir La Zona Gris

Las implicaciones de estar en la zona gris, me parecen más importantes de lo que aparentan, porque es eso que no es tan claro definir… probablemente es algo que sabes que no es tan bueno, pero como no es tan malo, no te tomas la molestia de deshacerte de ello.

Lo increíble de esto, es que aplica para lo que sea, en tu vida profesional, personal y todo entre las dos.

Por ejemplo, hay un empleado, que en realidad no es el del mejor desempeño, pero tampoco es de los peores, entonces cuesta mucho trabajo el decidir cambiarlo, porque bien dice el dicho: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”… ¡está en la zona gris!

Piensa ahora cuando estás limpiando tu clóset, y llegas a esos jeans, que en realidad no son un claro “¡ya no los quiero!”, no están tan mal y a lo mejor un día te van a quedar… ¡zona gris!

En ambos casos ¿qué haces?, te quedas con el empleado mediocre y con los jeans que nunca vas a usar.

En primera instancia no hay ningún problema, en realidad él/ella no es tan malo(a) y los jeans posiblemente algún día te quedarán. Lo que es interesante es cuando piensas en el costo de oportunidad.

Imagínate que esa persona es tu único vendedor, ¿sería rentable tu negocio? si esos fueran los únicos jeans que tienes, ¿te los pondrías?  Lo más probable es que tus dos respuestas hayan sido negativas, por ahí un “no” y un “a lo mejor” (todas pensamos que algún día vamos a volver a entrar en esos jeans). 

Ahora, piensa qué pasaría, si estuviéramos hablando de tu mejor vendedor y tus jeans favoritos. Seguramente al hacerte la pregunta no lo dudarías ni tantito.

Desde mi perspectiva, si somos capaces de reducir nuestra zona gris tenemos más posibilidades de ser exitosos y felices. Tomemos decisiones, vayamos por el ¡obvio sí! o el ¡obvio no!, pintemos la raya, y pintémosla donde mejor nos parezca… no hay reglas. Lo que no se vale es ser tibio, estar en una zona gris donde ni fu ni fa, porque la indiferencia mata.


Hoy como siempre, ¡mucho éxito y a trabajar sonriendo!

Empatía La Forma De Percibir Al Otro


Algunas personas poseen una habilidad especial para construir relaciones y asociarse con otros con el objetivo de alcanzar metas comunes. ¿Qué logra que una persona escoja estar cerca de algunos seres específicos para relacionarse? ¿Por qué uno siente confianza para establecer negocios con algunos individuos más que con otros?

A esta habilidad para relacionarse se le llama empatía y se refiere al arte de percibir cómo se siente el otro. Cuando uno como ser humano percibe que el otro se ha tomado la molestia de ponerse en el lugar de uno, eso genera un sentimiento de amabilidad y confianza.

¿Sirve la empatía para establecer relaciones de negocios? SÍ. Definitivamente. ¿O usted no prefiere hacer negocios con personas que sean de su agrado? Obvio es así.

Recordemos que negociar no se remite únicamente al hecho de un trato comercial, es también gestionar un asunto para llegar a una solución. Por eso es muy importante al negociar reconocer los sentimientos como hechos concretos. Esto le ayudará a tratar a la otra persona como a ella le gustaría ser tratada. Si usted ha reconocido que al otro algo le duele, le afecta, le incomoda o así mismo lo motiva, lo alegra o lo entusiasma, entonces usted ha hecho empatía y esto le permitirá negociar de una mejor manera.

La empatía se define como “la capacidad cognitiva de percibir, en un contexto común, lo que otro individuo puede sentir”. Es un sentimiento de participación emocional de una persona en las circunstancias que afectan o mueven a la otra.

La empatía por tanto es una habilidad fundamental en la comunicación interpersonal, facilita el entendimiento entre dos personas, en consecuencia, la empatía es indispensable para percibir en profundidad el mensaje del otro y así poder llegar a establecer un diálogo eficaz. Realmente nos sentimos muy cómodos cuando vemos que el otro se esfuerza por entendernos con empatía. Implica de una u otra manera que nos han leído emocionalmente.

Ahora imagínese esta habilidad en el tema de los tratos comerciales. Realmente produce mucho agrado comprar a alguien que le vende a uno un producto con gusto y amabilidad, o a alguien que le ha puesto cuidado a sus necesidades para ofrecer lo que le está vendiendo.

La empatía no se hace presente tan solo a nivel del contenido verbal. Se puede ser empático y percibir si el otro está sintiendo empatía a través de muchos gestos pletóricos de significado, por ejemplo: la postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto y por supuesto el silencio mismo. Todos estos elementos brindan muchísima información, y depende de nuestra habilidad decodificarla e interpretarla de la manera más apropiada.

La persona empática puede describirse como un ser humano muy habilidoso para leer e interpretar las situaciones mientras estas ocurren, y además se ajusta a las mismas conforme éstas lo exigen. La persona empática tiene el don de saber que una situación no es estática, saca de esta misma el mejor provecho para dar una retroalimentación. Quien sabe tener empatía tiene claro que ignorar las distintas señales que se reciben en un proceso de comunicación puede ser perjudicial en la dinámica de una relación sea cual esta sea, personal o de negocios.

Cabe anotar que la persona empática cuenta con una excelente capacidad de escucha: Tiene además muchas destrezas para leer signos no verbales. Tiene muy claro cuándo debe hablar y cuando no.


Todo lo anterior facilita el proceso de empatía y permite regular de manera constructiva las emociones de los demás, lo cual trae enormes beneficios para las relaciones interpersonales.

Despertar Al Mundo Real

Es el mundo irreal aquel que experimentamos con los sentidos. Y estos, son a su vez irreales también. Sin embargo, es oportuno decir que el mundo que experimentamos con los sentidos, el mundo que vemos y creamos desde el condicionamiento, desde el miedo y desde el ego, es sin lugar a dudas, tan lógico como el 'mundo real'.

El mundo real y su lógica jamás podrán amalgamarse con la lógica del 'mundo irreal'. En el mundo irreal la muerte es una opción, no así en el mundo real en el cual la muerte no se conoce. Lo mismo sucede con el dolor, el sufrimiento, miedo, etc.

Es una posibilidad que en tu camino al Despertar, en el cual tu visión comenzara a pasar de los ojos del cuerpo a los ojos del ser, la idea de querer juntar estos mundos surja como una acción a llevar a cabo. Acción en vano puesto que la realidad no puede tocar la irrealidad, así como el fuego no toca el agua sin desaparecer y así como la obscuridad no tiene cabida ante la luz. Veamos al mundo real como aquel que se experimenta desde la gracia, y al mundo irreal como aquel que se experimenta al volver del estado de gracia para comunicar la visión y así extender este conocimiento.

Intentar cambiar el mundo y detener las guerras, acabar con el hambre y la miseria, terminar con la enfermedad y el sufrimiento universal y que la paz sea afuera, es también una trampa. Siempre el ego intentara poner la carreta delante de los bueyes sin tener en cuenta la sencillez que impregna esta consigna del retorno. Queremos traer la paz a este mundo sin conocernos a nosotros mismos. 

Queremos cambiar desde la misma estructura que nos ha llevado a este pensamiento disfuncional. La mente y los pensamientos están atrapados dentro de una estructura que funciona dentro de los parámetros del miedo, la ansiedad, el futuro y el pasado. Querer traer paz a este mundo ya es de por si un error, el mundo no necesita paz.

Estamos hablando de que somos nosotros y cada uno de los seres humanos los que necesitamos experimentar la paz en nuestras vidas, paz que no es necesario encontrar ni buscar porque nunca se fue a ningún lado... esta allí, dentro de cada uno de nosotros, no la busques, sería triste verte buscar algo que no has perdido. 

La paz en el mundo está bien, comencemos por crear un pequeño paraíso a nuestro alrededor. Crear el paraíso a nuestro alrededor es posible, siempre que estemos en contacto con nuestro corazón, con nuestro ser o como quieras llamarlo. Si partimos de esta experiencia veremos que en realidad no estamos creando nada porque ya esta todo creado, la paz no necesita ser creada.


La tarea es abocarnos al conocimiento de nosotros mismos disfrutando de cada paso, de cada aliento, viendo y viviendo en el día a día la maravillosa oportunidad de entrar cada vez más profundo en la experiencia del ser, en la experiencia de esta paz que nos es inherente.

Integridad Personal

Tu integridad personal La integridad personal es la cualidad de ser honesto contigo mismo y con los demás, además de vivir una vida que vaya de acuerdo a tus valores personales. No es solamente tener libertad. Para desarrollar tu integridad personal, necesitarás revisar tus creencias y tus valores. 

Deberás tomar las medidas necesarias para comportarte en una manera acorde a tus principios. Esta guía te mostrará algunas maneras de desarrollar tu integridad personal.

Pasos para tener una buena integridad personal u Identifica cosas que necesitas cambiar Reflexiona en la forma con la cual interactúas con las demás personas, en el hogar y en la escuela para determinar que tienes que mejorar. Ej: si llegas tarde a la escuela todos los días entonces es tiempo de mejorar tu integridad u Enfrenta obstáculos que te debiliten Trata de encontrar una mejor manera de usar tus talentos, enfrenta tus miedos sobre qué opinan los demás de ti y busca terapia para hablar sobre tus problemas personales y tus inseguridades.

Mejora las relaciones interpersonales con tus compañeros Evita lastimar a otras personas. Una parte muy importante de desarrollar la integridad personal es saber cuándo y cómo decir la verdad. Evita confundir la sinceridad con la confrontación agresiva y brutalmente honesta hacia otra persona y evita los chismes. Respeta las pertenencias de las demás personas respeta las pertenencias de tus compañeros, haz un poco de esfuerzo por hacerlo.

Respeta y escucha las opiniones de los demás Una parte de tener integridad personal es respetar los derechos de otros. Si respetas las decisiones y opiniones de otros, demostrarás que eres abierto e íntegro u Busca la ayuda de otras personas que sirvan de guía Busca ayuda de familiares, y amigos y ellos te darán críticas constructivas sobre los cambios que debes realizar a diario.

Se responsable. Aprende a admitir cuando has cometido una falta y discúlpate. Si tienes la culpa de que haya ocurrido un problema, debes admitir esa culpa en vez de echársela a otros. Es más fácil ser honesto y si admites que hiciste algo mal, te será más fácil evitar cometer los mismos errores en el futuro. u Se independiente y sal adelante No te dejes abatir por los problemas y no dependas de otras personas si no lo necesitas. Así te desesperarás más, terminarás perdiendo dinero y ayudarás a los dueños de asentamientos informales. Dejar de estudiar, de trabajar, de salir adelante en cualquier situación es dejar de ser independiente.


Clases de integridad física: es el derecho que tiene la persona a que nadie le cause ningún daño a su cuerpo. Integridad psíquica: es el derecho que tiene la persona a que no se dañe o destruya de manera directa o indirecta su mente y su personalidad. Integridad moral: una cualidad de la persona que la faculta para tomar decisiones sobre su comportamiento por sí misma.

Entusiasmo Y Confianza


Sea cual fuere la meta que quieres alcanzar, o el proyecto que anhelas realizar, hay un factor esencial para que éstos se concreticen: el entusiasmo.

Existen personas para las cuales no hay obstáculo suficiente que elimine el entusiasmo con que se dedican a sus objetivos. Otras, por el contrario, abandonan ante el menor desafío que encuentran por el camino.


Está claro que no siempre el entusiasmo es bastante para que algo se materialice, pero es un ingrediente fundamental sin el cual la perseverancia y la determinación no consiguen florecer.

El entusiasmo nace en la fuente de la pasión, o sea, alguien apasionado por la vida, que tiene como objetivo ser feliz, ciertamente tendrá más fácil cultivar ese sentimiento.

Lo cual es completamente diferente de la ansiedad por alcanzar algo. Ésta se origina en el deseo del ego de forzar las circunstancias a cualquier precio, y cuando su expectativa se ve frustrada, resulta en el pesimismo y en el desánimo.

Cuando, por el contrario, nos guiamos por la frecuencia energética positiva del entusiasmo, somos encaminados por la confianza en la existencia, y por la certidumbre de que ésta nos llevará de encuentro a nuestros anhelos más profundos.

El relajamiento que esta dinámica interior trae, permite que todo fluya de modo positivo y benéfico, ampliando así las posibilidades de que nuestro sueño suceda.
Sea cual fuere la acción que emprendamos movidos por esta energía, ella nos alineará con el poder creador del Universo y hará que éste trabaje a nuestro favor.

La palabra “entusiasmo” es muy bonita. Viene de dos raíces: 'em' y 'theos'. Theos viene del griego 'Dios'. Cuando alguien está lleno de Dios, está lleno de entusiasmo. Estar lleno de Dios significa estar lleno de esperanza de que hoy no es el fin del mundo, que lo que sucedió no es nada comparado con lo que está por suceder, que el pasado es muy limitado y el futuro es infinito, que el presente es tan sólo una parte muy pequeña de lo posible. Lo posible es vasto como el cielo…

La verdadera paciencia es un entusiasmo profundo… Tu espera no es monótona. Espera alerta, espera con confianza. Tú sabes, en el fondo, lo que va a suceder… Todavía no ocurrió, pero hay una enorme certeza en tu corazón, de que va a suceder. Esto es lo que significa entusiasmo. 

Osho

Ser Coherentes

“Me siento mal por lo que me ha dicho mi amigo, pero no le he dicho nada para que no se enfade”, “no le puedo decir a mi pareja que quiero romper para no hacerle daño” ¿Cuántas veces no te has animado a decir lo que sientes? Nos callamos por miedo a la reacción de los demás, por temor a mostrar lo que sentimos, pero al final los que nos sentimos mal somos nosotros.

Si no decimos lo que pensamos o lo que sentimos las otras personas no lo podrán adivinar y nos sentiremos cada vez peor. Decir lo que sientes, comentar tu opinión, dar ideas, decir que no, te hará sentirte liberado y dueño de tu vida. Ser asertivo es afirmarse uno mismo.

“Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.”
-Gabriel García Márquez

Decir lo que pensamos nos puede producir temor y ansiedad, pero no decir lo que pensamos o sentimos puede afectar a la relación con otras personas. Por eso, a continuación te proponemos 5 razones para decir lo que realmente sientes.

Te sentirás liberado

Cuando expresas tus opiniones o sentimientos con respeto, con amor y con cariño, y dejas salir fuera lo que te preocupa o lo que te molesta, vas a sentir una profunda liberación, porque no expresar nuestras emociones es un peso que llevamos día a día, que va perjudicando nuestras relaciones con los demás sin que nos demos cuenta.

Te sentirás más cercano respecto a la otra persona

Cuando ya no hay barreras porque dos personas han expresado todo lo que querían decir, se crea una cercanía, una intimidad en la que la confianza se refuerza y la relación mejora. Ya sabemos cómo se siente la otra persona y cómo nos sentimos nosotros y eso proporciona una gran paz.

Serás tú

Si escondes lo que piensas, te estás escondiendo a ti mismo, creas un muro que no se ve alrededor tuyo y nadie puede ver cómo eres realmente. Sin embargo, al hacer salir todos tus sentimientos, con palabras, con miradas, con abrazos, con besos, te sientes más vivo, porque eres tú, ya no te ocultas detrás de lo que no dices y te permites disfrutar de tus sentimientos expresados en palabras y gestos.

Si no te muestras como eres, los demás tendrán una idea equivocada de ti, una imagen que es sólo eso: imagen; no te verán y no podrán apreciar por lo que realmente eres y las virtudes que tienes.


“La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa, hay que alcanzarla cueste lo que cueste.”
-Marie Curie-

Mejorarás tu comunicación

Cuando aprendes a decir no, a decir lo que sientes, la comunicación con otras personas pasa a otro plano donde todo es transparente y no hay nada que ocultar. Un plano en el que te sentirás mucho más cómodo puesto que ya no tendrás miedo de expresar lo que tu mente y tu cuerpo desean.

Alcanzarás la coherencia

Si no decimos lo que sentimos, se crea una incoherencia muy grande entre lo que somos y lo que estamos mostrando de nosotros mismos. Sin embargo, cuando aprendemos a hablar, a verbalizar lo que nos preocupa, alcanzamos la coherencia entre nuestro interior y nuestro exterior.

Inteligencias Múltiples

Las últimas teorías en psicología sobre la multiplicidad de las inteligencias, elaboradas por el profesor Gardner (1993) y sus colaboradores del proyecto Zero de la Escuela Superior de Educación de Harvard, dejan atrás la concepción casi única de la inteligencia. Hasta hoy sólo eran evaluadas y potenciadas la inteligencia lógico-matemática y la lingüística (test de Binet).

A diferencia de esta concepción, la teoría de las IM (inteligencias múltiples) entiende la competencia cognitiva como un conjunto de habilidades, talentos y capacidades mentales que llama «inteligencias». Todas las personas poseen estas habilidades, capacidades mentales y talentos en distintos niveles de desarrollo.

Gardner define la inteligencia como la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas“. Primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que se sabía intuitivamente: “que la brillantez académica no lo es todo”. A la hora de desenvolverse en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir ya bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal.

Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.

Segundo, y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil. Definir la inteligencia como una capacidad la convierte en una destreza que se puede desarrollar. 

Gardner no niega el componente genético, pero sostiene que esas potencialidades se van a desarrollar de una u otra manera dependiendo del medio ambiente, las experiencias vividas, la educación recibida, etc. Ningún deportista de élite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente. 

Debido a eso, según el modelo propuesto por Howard Gardner todos los seres humanos están capacitados para el amplio desarrollo de su inteligencia, apoyados en sus capacidades y su motivación.



Autoconfianza



¿Cómo desarrollar la autoconfianza y creer en uno mismo? Esta pregunta se ha popularizado a raíz de Psicología Positiva, términos como autoconfianza y autoestima se han puesto de moda pero en muchas ocasiones se repiten como un cliché sin comprender verdaderamente qué significan y cómo impactan en nuestro día a día. ¿Sabes cómo influye la autoconfianza en tus metas? 
¿Por qué la autoconfianza es tan importante?


- Nos ayuda a ver las oportunidades. Tener las metas claras nos permite percatarnos de las oportunidades que existen a nuestro alrededor, nos facilita captar al vuelo las ocasiones. De hecho, se ha demostrado que las personas que no confían en sus capacidades y que no tienen un proyecto de vida, no son capaces de apreciar las oportunidades que el medio les ofrece. La falta de confianza las ciega mientras que la autoconfianza nos hace más receptivos a las sutilezas y más proclives a aprovechar cualquier regalo que nos proporcione la vida para alcanzar nuestros objetivos. 

lunes, 15 de abril de 2019

La Valía Que Reside Dentro De Ti


No siempre damos lo mejor de nosotros mismos. En demasiadas ocasiones, tú y yo sabemos que no estamos al 100%, que nos dejamos energía en la recámara, y cuando eso ocurre, no aprovechamos todo nuestro potencial. Las razones para no hacerlo son muchas, y el hecho sólo de no estar dándolo todo ya es un indicador de nuestra falta de motivación en algún sentido. Lo que te falta para dar lo mejor de ti mismo es ese plus, esa milla extra que tienes que correr…

Si algo sale a medias, sino funciona como tú querías, no culpes a nadie, ni siquiera a ti mismo/a. En su lugar, responsabilízate, hazte cargo de que las cosas salgan bien. Si no están saliendo bien es porque estás a medio gas.

Merece la pena poner toda nuestra energía en lo que hacemos, ya que, desde ese lugar de entrega es más fácil que todo ocurra, que todo suceda.

Está más que demostrado que podemos conseguir resultados extraordinarios, está más que probado que nuestra mente no tiene los límites que creíamos hasta ahora. Y sin embargo, seguimos pensando que ya no podemos más, que ya ha llegado nuestro límite.

Uno tiene que caminar por la vida sabiendo tomar decisiones, las mejores decisiones. El inmovilismo y el exceso de análisis nos paralizan frente a la toma de decisiones. Si algo no funciona como hasta ahora esperabas, puedes hacer dos cosas: o te esfuerzas más porque funcione o cambias de tema.
Quedarte quieto sin hacer nada no es una solución

Conozco personas que han dejado pasar sus vidas esperando que algo se arreglara, que todo funcionara mejor. Las cosas no van a funcionar mejor, eres tú quien hará que funcionen mejor.
Date cuenta de cómo es tu energía cuando estás con alguien que no para de quejarse, de sentirse infeliz cuando habla contigo. La negatividad, el pesimismo y la queja no sirvieron para cambiar el mundo. El mundo evoluciona gracias al talento y al trabajo de las personas que se atreven a soñar. Gracias a personas como tú.

No te engañes a ti mismo/a, no digas aquello de “no puedo”, “hice todo lo que pude”, “yo no valgo para…”  y ese sin fin de excusas y fantasías que te cuentas a ti mismo/a para no mostrar tu mejor versión. A mí no me engañas.


Tengo una buena noticia: Puedes, eres capaz, eres valioso, lo mereces, perteneces, la felicidad está hecha para ti. Mejor dicho, tú estás hecho de felicidad.

Liberar Nuestra Mente


Así lo considera el psicólogo José Manuel Calvo, autor del libro “Mindfulness: el arte de controlar tu mente”, quien asegura:  “La vertiginosa rutina nos va envolviendo hasta que nos vemos sumidos en un estado casi hipnótico que nos lleva a actuar como autómatas, abstraídos. Nuestra consciencia paulatinamente se va sumergiendo en un estado somnoliento, que se asemeja a una especie de secuestro velado”.

“El tráfico, la televisión, los mensajes publicitarios, la hiperconectividad… Nadie puede escapar a todo este ruido externo, a este alboroto constante y a la interferencia que produce en la comunicación con los demás y nosotros mismos”, apunta.

El especialista considera que nuestra mente “también está secuestrada y desconectada de nuestra esencia por las prisas, nuestros pensamientos y distracciones, el estrés, los problemas del día a día y un largo etcétera”.

“Lo único -añade- que puede ayudarnos a liberarnos de este estado es la atención, ya que lo que capta nuestra atención es lo que controla nuestra vida”.

Según este psicólogo, podemos entrenar nuestra mente para vivir la vida de forma más atenta y consciente y liberarnos de los agentes secuestradores con el “mindfulness”, una habilidad por medio de la cual observamos la experiencia que acontece en el momento presente, con una actitud serena y neutral.

“Al igual que ocurre cuando queremos poner en forma nuestro cuerpo, este entrenamiento de la atención y de la mente requiere una actitud adecuada, esfuerzo y constancia en la práctica, para poder activar y consolidar los circuitos cerebrales asociados al bienestar”, señala Calvo.

“Aun así, en determinadas situaciones de nuestra vida cotidiana que secuestran nuestra atención, podemos poner en juego algunas estrategias para responder conscientemente y de una forma más saludable, que la que supondría nuestra tendencia a reaccionar automáticamente”, argumenta.



Demostrar Afecto

No es lo mismo sentir afecto y cariño que demostrarlo o expresarlo. Se puede sentir afecto sin expresarlo, y expresar afecto sin sentirlo. La expresión del afecto que cada uno siente es vital para el desarrollo y mantenimiento de la relación, pero también tiene importantes ventajas para la salud mental y fí­sica. Recibir y también expresar afecto contribuye a fomentar la salud física, la salud mental y el bienestar general, mien­tras que su ausencia favorece la depresión y otros problemas de salud. El profesor Kory Floyd ha centrado su estudio en la asociación entre la comunicación del afecto y la salud . Según sus investigaciones, la comunicación de afecto puede alterar las hormonas del estrés, disminuir los niveles de glucosa en sangre, reducir los lípidos en sangre (colesterol) y, en general, mejorar el sistema inmune.

El afecto y cariño se puede expresar verbalmente («Te quie­ro», «Espero estar siempre contigo»), de forma no verbal (son­reír, contacto ocular, abrazar, besar, unir las manos, caricias, susurros, tono de voz cariñoso, etc.) y también por medio de conductas de apoyo (asistencia, satisfacción de necesidades, colaboración, apoyo instrumental, regalos, etc.). 

Un problema de las conductas de apoyo es que no siempre tienen una connotación afectiva para la otra persona, de modo que pueden no ser comprendidas como expresión de afecto. Para que sirvan como expresión de afecto suele ser necesario que vayan acom­pañadas de las otras formas de expresión del afecto, es decir, de conductas verbales o no verbales.

Richard Slatcher y James Pennebaker, en la misma línea que los anteriores estudios de Pennebaker para la salud en general, comprobaron la extensión de los beneficios de la escritura ex­presiva a la relación de pareja. Consiste en expresar por escrito las emociones que uno experimenta, en este caso respecto a la relación, durante unos veinte minutos, varios días a la semana. 

Se han comprobado sus ventajas para la relación de pareja en el caso personas que se recuperan de rupturas, infidelidad de la otra persona o con otros problemas. Pero también ha resul­tado positivo en parejas sin problemas especiales de relación, para potenciar una relación más firme y saludable todavía.


Dignidad Humana

Aunque el número de personas que viven en extrema pobreza se ha reducido a la mitad en veinte años, «si la desigualdad no hubiera aumentado en paralelo durante el mismo período, 200 millones más de personas podrían haber salido de la pobreza». El foro de Davos este año tuvo el tema de «crear un futuro común en un mundo fracturado». Pero los desniveles se han ampliado tanto que las acciones se limitan a las buenas palabras: «queremos acciones», palabras que la ugandesa Winnie Byanyima, directora de Oxfam, no dejó de decir. 

De hecho, desde la década de 1980, el «1% superior» de las personas más ricas del mundo ha captado el 27% del crecimiento de los ingresos, frente al 12% del 50% de los más pobres del mundo. Entre 1980 y 2016, las clases medias occidentales han experimentado esencialmente el crecimiento más débil, incluso el estancamiento de sus ingresos. Las desigualdades no se miden solo en términos de ingresos. También afectan al patrimonio en manos de los individuos. En este nivel, la curva también ha seguido la misma tendencia. En los Estados Unidos, el 1% de los más ricos posee el 39% de la riqueza familiar en 2014, en comparación con el 22% en 1980.

El fenómeno está menos marcado en Francia y el Reino Unido.

El cuadro de las desigualdades también es muy diferente entre las diferentes regiones del mundo, pero en todos los casos, están aumentando y de manera muy importante. En 2016, la evolución de la participación del 10% más rico de la riqueza nacional se ha elevado al 37% en Europa, el 41% en China, el 46% en Rusia, el 47% en los EE.UU. y Canadá, el 54 % en África subsahariana, el 55% en Brasil e India y el 61% en Medio Oriente. Los autores de todos los informes afirman que la capacidad de acción de los Estados se ve reducida por la «importante transferencia de propiedad pública a la esfera privada en casi todos los países. La riqueza de los Estados ahora es negativa o cercana a cero en los países ricos». Si se hace una proyección hacia el futuro y sobre la base de las tendencias actuales, los expertos anticipan un nuevo aumento de la desigualdad de aquí a 2050. La proporción de patrimonio mundial que está en manos del 1% de los más ricos aumentaría del 33% al 39%, mientras que el de la clase media se reduciría del 29% al 27%.

El informe publicado por las Naciones Unidas en 2017 nos recuerda otro flagelo que pensábamos que estaba en recesión, pero que, de acuerdo con las últimas estadísticas está resurgiendo: más de 815 millones de personas, el 11% de la población mundial padece desnutrición crónica. 

Este es el hallazgo más alarmante de las organizaciones internacionales: el hambre está progresando nuevamente. El objetivo de liberar el mundo de la hambruna para 2030 se está cuestionando. En 2018, según los informes de las Naciones Unidad, 135 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria. Los conflictos y desajustes climáticos, así como las comitivas de poblaciones desplazadas, parecen ser las principales causas del deterioro de la situación, especialmente en el África subsahariana, el sudeste asiático y el Occidente . Los informes enfatizan que, a falta de seguimiento y de remedio efectivo, la desigualdad podría conducir a todo tipo de desastres políticos, económicos y sociales.

La importancia de la educación y de un modelo social donde Estados puedan proteger a las minorías más pobres parece indispensable para salir del marasmo.

Estas cifras son terribles y nos afectan a todos. Pero, ¿cómo hemos llegado a esta realidad? ¿Desde cuándo nuestros modelos de sociedades occidentales han producido este camino hacia la desigualdad? El historiador e investigador español Gonzalo Pontón ha publicado un brillante libro que ha ganado el Premio Nacional de Ensayo en España, con el título: La lucha por la desigualdad, una historia del mundo occidental en el siglo XVIII.  Explica que, para enfrentar a un futuro amenazante y confuso, necesitamos una visión renovada del pasado, del que habríamos expulsado los mitos, lo cual habría contribuido a hacernos creer que vivíamos en el mejor de los mundos posibles y que era suficiente con hacernos llevar por la corriente imparable del progreso para seguir desarrollándonos. Gonzalo Pontón demuestra que la naturaleza de las desigualdades que nos aplastan se encuentra en los orígenes del capitalismo moderno, en el siglo de la Ilustración y su filosofía. 

Explica el ascenso de la burguesía en el siglo XVIII y su toma de control de la maquinaria del Estado con la creación de una nueva élite y el establecimiento de un sistema de desigualdades crecientes para mantener el poder. 


Por supuesto, nos sorprendería saber que hoy Gran Bretaña tiene casi el mismo coeficiente de desigualdad que en 1759 (Coeficiente de Gini Como explica Goran Therborn , las desigualdades constituyen una violación de las capacidades humanas, especialmente la desigualdad existencial, la que afecta a la dignidad de las personas, su grado de libertad y su derecho al respeto y al desarrollo personal. Es urgente recrear un nuevo humanismo que, por supuesto, no esté desconectado de las realidades sociales y materiales, sino que otorgue dignidad a los seres humanos.

Resultados Del Esfuerzo


Nada regalan en la vida, la suerte no existe, solo el esfuerzo y el trabajo. Así es, o así debería ser siempre. Nuestra sociedad nos ha creado el falso sueño de que saliendo en los medios de comunicación, inventando un personaje o una estrategia, podemos ser ricos y famosos en un momento. Con todo eso, lamentablemente hemos perdido el valor del esfuerzo, ya no creemos en él.

Pensamos que ganarse la vida con esfuerzo día a día es una estupidez, y soñamos con una lotería basada en la mentira, en el engaño o en la falta de respeto hacia nosotros mismos o hacia los demás. Muchos quieren ese minuto de gloria que les haga conseguirlo todo en un momento, conseguir cosas materiales…

Queremos todo a corto plazo porque lo saboreamos más rápido, pero bien es cierto que los grandes éxitos se van cultivando con el paso del tiempo.

“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total, es una victoria completa”.
-Mahatma Gandhi-

El esfuerzo es dignidad

Los grandes hombres y las grandes mujeres son aquellos que se esfuerzan sin descanso. Son los que pasan su vida encerrados en un laboratorio buscando un descubrimiento que ayude a la humanidad. Esos panaderos que se levantan antes que el sol para ofrecernos “el pan nuestro de cada día”. O esos médicos que deciden cruzar fronteras para ayudar a los demás.

Esos reporteros que arriesgan su vida para ofrecer testimonio de lo que ocurre al otro lado del mundo; los profesores que dedican su vida al estudio y ofrecen sus conocimientos a los demás; esas mamás que cada día hacen de enfermera, de psicóloga o de amiga con sus hijos. Todas esas personas que se levantan cada día dando gracias por tener un trabajo y ganarse el pan “con el sudor de su frente”. Esos son los grandes hombres y mujeres.

No nos engañemos, el esfuerzo es dignidad, es intentar hacer las cosas mejor con una sonrisa, con ganas de seguir luchando día a día, hora a hora y minuto a minuto, por conseguir nuestros sueños; el ser consciente de los errores que cometemos y buscar alternativas, aunque ese día hayamos trabajado el doble, eso es dignidad y esfuerzo.

No queramos, no soñemos con imitar a esos personajillos; no le enseñemos a nuestros hijos que las cosas se consiguen fácilmente, porque todo tiene un precio, y aprender que todo se consigue con el esfuerzo es una de las grandes enseñanzas que podemos recibir cuando somos pequeños.

El esfuerzo es como el cultivo de una semilla, que con el paso del tiempo hay que regar y cuidar, para que en el momento adecuado nos de sus frutos. El esfuerzo es amigo de la motivación y la constancia, no de la pereza y el desinterés.

domingo, 14 de abril de 2019

Reclutamiento y Valores Personales


Una de las principales razones por las que los trabajadores abandonan sus puestos de trabajo, según la Sociedad Americana de Psicología, es porque sienten que los principios de la empresa no coinciden con sus propios valores personales.

Este mayor papel de los valores personales no es algo puntual, sino una tendencia en alta. De hecho, para los millenials, la ética y principios de la compañía son aún más importantes que para otros profesionales más veteranos, hasta el punto de que el 85% de los jóvenes trabajadores afirma que quiere trabajar para una empresa socialmente responsable y el 91% asegura tener en cuenta los esfuerzos en responsabilidad social de la organización cuando está considerando aceptar un trabajo, según un estudio de la Universidad de Bentley.

Como consecuencia, los departamentos de Recursos Humanos están amoldando sus procesos de selección de personal y reclutamiento a este nuevo escenario, implantando modelos en los que no solo se evalúen los conocimientos y habilidades de los candidatos, sino que también se tenga en cuenta la alineación de sus valores personales con el código ético de la empresa.

El modelo de reclutamiento basado en valores personales genera un impacto positivo en el posterior desempeño del trabajador, produciendo las siguientes ventajas para el profesional y la organización:
Reducción de la rotación de personal. Al identificar a los empleados que mejor se ajustan al puesto y la empresa, se aumenta la fidelidad de los mismos con la compañía, disminuyendo la rotación de personal.

Ahorro en gastos de contratación y formación. Como consecuencia, al registrar menos abandonos de los trabajadores, los procesos de selección de personal se reducirán, con el consiguiente ahorro en reclutamiento y formación de nuevos miembros del equipo.

Aumento de la motivación. Los trabajadores que comparten los valores de la compañía mostrarán mayores índices de implicación y satisfacción en el desempeño de sus funciones.

Mejora del clima laboral. Cuando los miembros de un equipo tienen un visión y misión común es más fácil que desarrollen un trabajo colaborativo, donde todos pongan lo mejor de sí mismos para alcanzar los objetivos marcados
.

Incremento de la productividad. El resultado de disfrutar de una plantilla motivada y cohesionada redundará en la productividad global de los equipos y la organización.

Construir El Futuro


Si todas las personas fuéramos capaces de vivir en el momento presente, realmente estaríamos a salvo de cualquier tipo de preocupación o sufrimiento. Esto de vivir en el día de hoy, que parece una obviedad, es básico para poder sentir y tener una vida plena.

A nivel físico, es obvio que vivas en el día de hoy. No es posible que una persona físicamente viva en el día de ayer o en el día de mañana, porque las leyes de la naturaleza lo impiden. Pero a nivel mental, a nivel emocional, a nivel sentimental es muy común que vivas arrastrándote y culpándote de errores que has cometido en el pasado, o bien temiendo el futuro.

El futuro no se piensa, se crea, y si lo creas basándote en el miedo, lo estás creando de forma negativa. Y esta creación te causa un efecto que se traduce en sentimientos de miedo o angustia en el presente.

Vivir el día de hoy significa disfrutar el momento presente, valorar todas las cosas positivas que tienes en el día de hoy.

Si lo miras con objetividad, siempre habrá miles de cosas por la que tienes que estar agradecido. Siempre habrá montones de situaciones que harán que otra persona desee estar en tu lugar, 
porque siempre habrá alguien que necesite las cosas que tú tienes.

Siempre tendrás miles de motivos para dar gracias por tu vida. Otra cosa diferente es que, si estás en el polo negativo, no seas capaz de ver las cosas maravillosas que tienes en tu vida hoy.

Para sentirte armonioso y con seguridad contigo mismo, es importante que no utilices tu memoria para recordar imágenes o sentimientos negativos que te provoquen sufrimiento, ya que si haces esto lo que realmente estarías haciendo sería traer ese sufrimiento al día de hoy.

Igualmente, es realmente importante no gastar el momento presente en construir tu futuro de la forma que no quieres, en pensar para mañana cosas negativas que te causan sufrimiento en el momento presente, como por ejemplo: "no me va a alcanzar el dinero el mes que viene", "nunca voy a aprobar el examen", "nunca voy a encontrar trabajo", "nunca voy a tener pareja", etc.

Esto es construir el futuro de forma negativa en el momento presente, y eso te hace sufrir. Por todo esto, es muy importante que estés alerta a lo que piensas y sientes en el momento presente, y esto lo haces a través de tu propia observación.

Con la observación vas a percatarte de tu realidad, de lo que eres y de lo que no eres, de lo que es pasado y de lo que es futuro. Con la observación vas a ser consciente del verdadero momento presente, del verdadero día de hoy.

Para ayudarte a vivir en el hoy le debes decir a todos tus errores del pasado que te estén provocando sentimientos de culpabilidad y sufrimiento en el día de hoy:
El pasado sólo existe en la mente de quien lo piensa
.
El pasado sólo existe cuando piensas en él, y si dejas de pensar en él se marchita y se olvida. Es como una planta que dejas de regar y se muere.

Pues eso mismo tienes el poder de hacer con los sentimientos del pasado que te están provocando sufrimiento en el futuro. A la decisión siempre la vas a tener tú libremente, ya que sólo tú, nadie más, tiene la capacidad de decidir qué pensar, qué sentir y en qué centrar tu atención. Y a eso no lo puede decidir ni tu madre, ni tu hijo, ni tu marido, ni tu gobierno: sólo lo puedes hacer tú como ser libre e individual.

¿Cuántas veces has escuchado esa frase que dice “todo tiempo pasado fue mejor”? ¿Puedes estar de acuerdo ante tamaña afirmación? De ninguna manera. ¿Para qué vives si lo haces pensando todo el tiempo que nada mejor te queda por delante? Encarar la vida con una actitud mental positiva, proyectando a futuro y esperando de este lo mejor, es el punto de partida para dejar atrás todos los malos presagios.

¿Qué sentido tiene pensar que el pasado siempre será mejor que lo que viene? Ninguno, claro está. Con esa mentalidad, difícil será tu progreso y sólo vivirás atado a recuerdos. Sí, es probable que de vez en cuando no venga nada mal recordar las cosas que has hecho bien y las que has hecho mal.

Pero sólo como una herramienta a futuro. Aprender de los aciertos y errores es la única forma de mirar el pasado con una actitud positiva, para plantear un futuro lleno de esperanzas y positividad.


El Juicio Justo

Lo cierto es que cada persona libra su propia batalla interna (algunos hasta la III Guerra Mundial). 

Una batalla de las que muchas veces desconocemos los detalles más importantes porque estos solo están registrados en la mente de la persona que la libra. Por otro lado, una persona con buena o mala intención rara vez es consciente de lo dañina que puede llegar a ser para los demás y para ella misma.

Esta inconsciencia se vuelve frecuente por una razón ajena a la intención: nuestra mente es como una locomotora que crea pensamientos sin pausa, de una forma frenética y vertiginosa. Da vueltas a todo, elabora hipótesis de lo que sucede a nuestro alrededor, hace suposiciones, crea nuevas ideas y conceptos, piensa y vuelve a pensar, anticipa lo peor y emite juicios sobre otros… Y también sobre nosotros mismos. Claro.

Ese incesante martilleo nos tortura, nos daña y como recuerdo nos deja “basura mental”. Los científicos afirman que tenemos más de 60000 pensamientos al día. Se estima que muchos de estos pensamientos (el 80% aproximadamente) en la mayoría de personas son negativos, tóxicos, disfuncionales…

Actuamos en automático la gran parte del tiempo. Así, estamos extremadamente influenciados por nuestras creencias; convicciones que se formaron en nuestra tierna infancia y se arraigan a través de nuestras experiencias. Algunas de estas creencias están en nuestro subconsciente, y de esas creencias nacen nuestros pensamientos y juicios más inmediatos.

Si algunas de tus creencias son erróneas o enfermizas, muchos de tus pensamientos y juicios también lo serán. Constantemente estamos juzgando, nos juzgamos a nosotros mismos y a los demás. Pero lo cierto es que la consecuencia más frecuente es el sufrimiento

Nuestra mente emite juicios para protegernos, por propia supervivencia, pero esto no quiere decir que en última instancia estos juicios secunden el propósito para el que fueron “convocados”.

Pensamos que el otro tiene el mismo punto de vista que nosotros y en parte por eso sufrimos tanto. Pero no, cada uno percibe la vida con unas gafas diferentes y para lo que a mí significa una cosa, para ti probablemente signifique otra. Y en esa mentira de creer que todos deberían de tener nuestro punto de vista (el nuestro por supuesto), nos atrevemos a juzgar al otro. Incluso a nosotros mismos, 
olvidando la falacia que encierra juzgar el pasado desde el futuro, conociendo las consecuencias de una acción que entonces no eran seguras, solo probables. Al igual que algunas otras.

En los dos casos no son los demás los que te hacen sufrir. En el primero son las propias expectativas que tienes sobre esas personas las que te hacen sufrir. Esperamos que los demás sean como nosotros deseamos y nos volvemos incapaces de aceptarlos como realmente son. Ese es el principio y el final de la batalla, al mismo tiempo.

Paradójicamente, cuando dejas de juzgar y machacar a los demás, también dejas de juzgarte y machacarte a ti mismo, porque la forma con la que juzgamos también suele ser el modo con en el que nos juzgamos.

Cuando aceptas tu esencia (incluidas todas tus sombras), comienzas a ver con ternura las sombras de los demás. Cuando creemos que alguien no ataca, en el fondo puede que ese alguien esté librando su propia batalla interna. Lo hacen desde la inconsciencia, desde sus heridas emocionales y sus estrategias de supervivencia aprendidas en la niñez, cuando se sentían profundamente heridas en su búsqueda de amor y aceptación. A veces, muchas veces, todo ello les lleva a actuar así.

Por eso, cuando creas que alguien te ataca, recuerda que es probable que no sea un ataque consciente, sino una sombra que tú imaginas o que el otro proyecta sin intención, al menos sin esa intención.
El amor aumenta a medida que el juicio decrece.

Hemos de aceptar cuando otras personas no se comportan como a nosotros nos gustaría, cuando nos nos cuidan de la manera que deseamos pero lo hacen de otra. Estamos aquí antes para querer que para juzgar, para sentir que para razonar. Así, si alguien dibuja un círculo para excluirte, dibuja tu uno más grande para incluirle.


Recuerda que el amor aumenta a medida que el juicio se hace flexible, compasivo y piadoso. El amor nos da felicidad, el juicio estricto nos aporta sufrimiento. No entiendas el amor como algo que se puede quitar como un refuerzo o un castigo: el amor incondicional está por encima de eso.

Falta De Escrúpulos


Si se efectúa un sondeo entre la gente, la definición más probable de escrúpulos sería: esas cosas que nos hacen sentir culpables y que se encuentran en la moral o en la conciencia de cada individuo. No está mal, pues el término se escucha y se pronuncia, exclusivamente, gracias a ésta frase que lo contiene.

¿Qué son los escrúpulos? Unas piedritas muy pequeñas, esas que suelen introducirse en los zapatos provocando notorias molestias y que obstaculizan la marcha u obligan a detenerse

Pasando en limpio y acercándonos al sentido popular: si tenés escrúpulos, no vas a seguir adelante tan tranquilo. La incomodidad física se trasladó a otras esferas para designar aquella situación en la que alguien, al momento de hacer algo que está mal a la vista de la mayoría, o luego de ejecutarlo, no presenta el menor trastorno o el mínimo sentimiento de culpa.


Obró sin escrúpulos, sin algo que lo frenara.

Cultivar La Esperanza


Hay días en que resulta difícil abrir los ojos y mirar de frente al mundo, ocasiones en las que la esperanza básica que sostiene el corazón en el día a día decae incluso en los más optimistas. A veces, simplemente tomar conciencia de las crisis globales que enfrentamos (desde el calentamiento global a las crisis migratorias, desde la emergencia de líderes con mentes psicopáticas hasta el hambre y explotación que acecha a millones de niños, desde la deforestación y desaparición de miles de especies animales al año a la desigualdad económica sin precedentes a nivel global) puede hacernos empatizar profundamente con Mafalda cuando pide que paren el mundo porque se quiere bajar.


En esta entrada quiero resonar, acompañar y abrir mi corazón a quienes, tal como yo, a veces sienten ese cansancio del espíritu que llamaré aquí desesperanza, y explorar a través de esta reflexión la posibilidad de conectar con una esperanza nacida desde la misma oscuridad a partir del coraje de observarla de frente y de trabajar con y a través de ella en vez de huir demasiado pronto de la incomodidad que nos provoca. 

También me gustaría apuntar al trabajo del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado y su mujer Lélia y hacer una lectura de su experiencia como un ejemplo encarnado de quien ha mirado el sufrimiento y la desesperanza de frente y se ha podido reconectar con un sentido de esperanza a través de algunas vías que podemos explorar también en nuestra propia vida. Estas vías son: 1. Atender nuestras propias necesidades fundamentales; 2. Conectar con la inspiración disponible en uno mismo  en los demás; 3. Nutrir nuestro sentido de comunidad y pertenencia; y 4. Conectar nuestras acciones cotidianas con nuestra visión para el mundo y con nuestros valores fundamentales. 

Como todo lo que escribo y lo que comparto en los grupos con los que trabajo, pongo estas ideas en palabras no porque sea experto en este tema (no lo soy), sino porque escribirlo me ayuda a comprender mejor y quizá aprender algo útil del proceso. Si a ti también te resulta de utilidad, la alegría es doble.

Nuestro Aporte A La Sociedad


En muchas ocasiones escuchamos exigir y reclamar en diferentes formas y por los distintos medios que el gobierno no ayuda, no apoya, debe irse, lo ideal sería no trabajar pero que me llegue un sueldo a casa.

Tener una casa muy bonita pero que esta no me cueste a por cierto incluya agua y luz gratis por supuesto, tener un vehículo para transportarme pero que la gasolina y los repuestos no me cuesten, en fin quiero que el gobierno me cubra todo, ese es el ideal, pero ¿Cómo ciudadano, cual es mi aporte para el progreso de mi PAÍS?

Una gran interrogante para cada uno de nosotros si damos cumplimiento  a nuestros deberes, cual es nuestro aporte real para el progreso del PAÍS, me permito citar algunos ejemplos vividos o conocidos muy de cerca; servidores públicos que hacen cola para picar 15 minutos antes de salir, taxistas que cobran demás las carreras, tenderos que no pesan la medida exacta, profesores que no se preparan para impartir conocimiento, enfermeras que les fastidia atender pacientes, ciudadanos que no respetan las paradas de bus, mecánicos que dañan vehículos para que los reparen y cobrar más, conductores que no cuidan los vehículos institucionales, servidores públicos que se creen propietarios de las instituciones, otros que son un vegetal en la institución etc. 

Ante esto, como ciudadanos debemos valorar cual es nuestro  aporte, debemos comprometernos como  ciudadanos de bien si tenemos que trabajar una o dos horas más cualquier día de la semana lo hagamos, si debemos enmendar de igual forma lo hagamos, actuemos con positivismo eso nos conlleva a poder confluir en ideas positivas, por ello dígame usted amigo lector cuál es su compromiso a partir de hoy, como va aportar en favor de nuestro PAÍS para que sigamos por el camino correcto, juntos podemos cambiar la historia rompamos que es un tema cultural idiosincrático, debemos cambiarlo YA empecemos por casa ahora.


Debemos estar convencidos que nuestras acciones se ven reflejadas en nuestras nuevas generaciones, dejémosles un buen legado para que ellos el día de mañana se vean involucrados en una sociedad más justa y más equitativa que logró cambiar gracias a una decisión de todos nosotros en el momento oportuno. 

Transparencia

Transparencia es una cualidad que tienen algunos objetos o materias a través de los cuales pasa la luz y se puede ver. Por ejemplo, la transparencia de una hoja blanca, del agua o de un vidrio.

También se denomina como transparencia a las láminas o diapositivas que se proyectan, bien sea en una exposición o conferencia, sobre una pantalla blanca y que contienen información e imágenes.

En el cine se denomina como transparencia la técnica de proyección de imágenes capturadas por medio de un dispositivo fotográfico.

También se entiende por transparencia la propiedad óptica que poseen algunas sustancias que pueden ser atravesados por los rayos de luz. Por ejemplo, los vidrios polarizados que forman parte de los vehículos.

Por otra parte, el término transparencia se acostumbra a emplear para indicar la conducta positiva de los individuos.

Se dice que una persona es transparente cuando es sincera, responsable, asume las consecuencias de sus actos, no miente ni tiene secretos. Es decir, las personas transparentes se muestran tal cual son.

Para muchas personas la transparencia es un valor social que genera confianza, seguridad y muestra el lado positivo de los individuos.

Entre las palabras que se pueden emplear como sinónimo de trasparencia están claridad, lucidez, luminosidad, nitidez o limpidez.


viernes, 12 de abril de 2019

Estabilidad Emocional

Las emociones son el fundamento de nuestra actividad mental. Sin ellos, no seríamos capaces de orientar nuestro comportamiento hacia ningún objetivo en concreto, ni sabríamos de una manera aproximada qué queremos y no queremos en nuestras vidas.

Sin embargo, el hecho de contar con un recurso como un amplio abanico de emociones tiene un lado no tan positivo: la posibilidad de experimentar inestabilidad emocional. Veamos en qué consiste y de qué maneras puede aparecer.

La inestabidad emocional es un rasgo de personalidad que pertenece al espectro del neuroticismo, y se expresa a través de la expresión de cambios relativamente bruscos en el estado emocional de una persona.

En algunos casos, la inestabilidad emocional puede ser prácticamente inocua, si el contexto es propicio; pero en otros casos extremos, puede llegar a ser un fenómeno psicológico vinculado al malestar tanto de quien lo experimenta en primera persona como de las personas cercanas a la anterior

Entre las características típicas de las personas con inestabilidad emocional, destacan las siguientes.
1. Sesgo hacia el malestar
Puede que en ciertos aspectos parezca que las personas emocionalmente inestables vivan la vida con intensidad, pero el hecho de ser tan sensibles a los cambios que se presentan con cada situación hace que con frecuencia focalicen su atención en esas experiencias que les hacen sentir mal, ya sea por enfado, tristeza o miedo.
Esto es debido a un sesgo dirigido a intentar alejarse del malestar, como objetivo prioritario, más importante que disfrutar de esos momentos de felicidad.

2. Cambios rápidos de humor
La inestabilidad emocional hace que los estímulos del presente se impongan con facilidad a los estados emocionales derivados de experiencias que han pasado hace poco, incluso aunque las nuevas situaciones que desencadenan esas emociones sean aparentemente menos importantes que lo que nos ha ocurrido antes y nos ha dejado ese buen o mal sabor de boca.
Por ejemplo, alguien con inestabilidad emocional que aprobó su examen de conducir hace pocas horas puede sentirse muy triste al ver un anuncio de televisión con un mensaje triste.

3. Baja tolerancia a la frustración
Las personas emocionalmente inestables no suelen asimilar bien los momentos en los que sus expectativas se frustran, ya que ven estas situaciones como problemas añadidos por el simple hecho de ser inesperadas.

4. Relaciones personales complejas
En general, las personas con una pronunciada inestabilidad emocional llegan a tener dificultades para tener una red social y de apoyo amplia, ya que sus habilidades sociales se resienten a causa del bajo control sobre las emociones.

El caso extremo: labilidad afectiva
Cuando la inestabilidad emocional llega a ser tan pronunciada que puede considerarse síntoma de un trastorno mental, es conocido como labilidad afectiva. Se trata de un fenómeno frecuente en trastornos de tipo psicótico como por ejemplo la esquizofrenia, la ciclotimia o el trastorno bipolar.

En estos casos, la situación es grave e incluso puede ir de la mano de otros síntomas que afectan fuertemente a los estados emocionales, como por ejemplo las alucinaciones.

En los casos no patológicos de inestabilidad emocional, suele ser posible entrenar la capacidad para regular las emociones de una manera útil y adaptativa. Sin embargo, para ello acostumbra a ser necesaria la intervención psicológica con la ayuda de profesionales de esta disciplina.

El ámbito de la Inteligencia Emocional, en concreto, es un área de intervención que apunta hacia descubrimientos prometedores. De esta aptitud mental se sabe que está relacionada con la inteligencia general (medida por el CI) sin ser exactamente lo mismo, y que tiene que ver con la facilidad con la que llegamos a ser felices.


Para gozar de un mejor equilibrio emocional, pues, resulta necesario pasar por una serie de situaciones prácticas que nos ayuden a trazar hábitos de vida que potencien una visión conjunta y coherente de nuestras experiencias, así como una modificación de nuestras creencias fundamentales mediante lo que se conoce como reestructuración cognitiva

De este modo, interpretaciones tremendistas de la realidad, que nos vuelven propensos a los cambios súbitos de humor, perderán fuerza a favor de una percepción más realista de las cosas.

La Conducta Disocial


El trastorno de conducta es una alteración del comportamiento, que a veces es diagnosticada en la infancia, caracterizada por un comportamiento antisocial que viola los derechos de otras personas, las normas y reglas adecuadas para la edad.

Entre los comportamientos antisociales podemos citar la irresponsabilidad, la trasgresión (como las ausencias escolares o el escaparse), la violación de los derechos ajenos (robo, por ejemplo) y/o la agresión física hacia otro (asalto u otra violación). Estos comportamientos a veces se presentan juntos, pero puede suceder que aparezca uno o varios de ellos sin estar acompañado por alguno de los demás.

Los factores que contribuyen al desarrollo del trastorno de conducta disocial son varios, los exámenes neuropsicológicos indican que los individuos que tienen este trastorno parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere con su capacidad de planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas.

Se considera que el temperamento de los sujetos tiene origen genético. Los niños o adolescentes que provienen de hogares en desventaja, disfuncionales o desorganizados tienen mayor probabilidad de desarrollar este tipo de trastornos. Se sabe que los problemas sociales y el rechazo por parte de sus compañeros contribuyen a la delincuencia. Existe también una relación entre el bajo nivel socioeconómico y los trastornos de conducta.

Este trastorno se presenta con una frecuencia mayor en los hombres que en las mujeres. Los individuos que padecen trastornos de la conducta, en ocasiones presentan también otros problemas psiquiátricos que pueden contribuir al desarrollo de este trastorno. En las últimas décadas, los trastornos de la conducta han aumentado considerablemente.

La conducta agresiva es la causa de entre un tercio y la mitad de las derivaciones a los servicios de salud mental.


Dejar Que Aflore Lo Humano

Nada puede destruirnos más que nosotros mismos. Sin duda, somos nuestro peor enemigo, máxime en un momento de tantos absurdos, de tantas violencias que nos dividen y separan, lo que ha de exigirnos a impulsar una respuesta ética y responsable de proximidad humana. 

En este sentido, nos llena de tristeza que el año pasado fuese particularmente difícil para los niños que viven en zonas de guerra. Ahí están los datos proporcionados por Naciones Unidas: El número de violaciones de los derechos de los niños aumentó de 15.500 en 2016 a más de 21.000, de las que 6.000 fueron cometidas por autoridades gubernamentales y 15.000 por otros grupos. Más de 10.000 niños y niñas murieron o fueron mutilados y al menos 900 fueron violados. Afganistán fue el país donde ocurrió la mayor cantidad de asesinatos, seguido por la República Democrática del Congo, Somalia y Sudán del Sur. A pesar de estas cifras, el Secretario General también dijo que en 2017 se vieron resultados positivos, con más de 10.000 niños liberados de las filas de grupos armados.

Indudablemente este desconsuelo de vidas en formación, inocentes, es una total irresponsabilidad de los países y de sus administraciones, y de cada cual en particular. Deberíamos dejarnos de azotar por estos huracanes de odio y modelos de desarrollo, donde nadie respeta a nadie, provocando una degradación de la especie humana, social y ambiental sin precedentes.

Ojalá aprendamos a pasar de las páginas crueles y a renacer, a renovarnos de modo creativo y eficaz, poniendo la autenticidad del ser humano como valor supremo, y la misión responsable de hacer espacio en común dotándonos. 

Quizás tengamos que conciliar antes otros lenguajes, otros sentimientos, para que la conciencia, el conocimiento y la valentía de la acción, vuelvan a ser parte de la vida de cada uno de nosotros. Lo importante es fijar nuestra mirada en los demás, y ver que nadie avanza por sí mismo, sino todos junto a todos, haciéndonos más humanos, estableciendo un final para las inútiles contiendas, antes de que estas inservibles disputas entre semejantes nos pongan fin a todos. La cita del poeta y dramaturgo alemán Friedrich Schiller (1759-1805), de que “haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza, esparcimos las semillas de lo divino”, puede ayudarnos a reconducirnos en nuestros pasos. 

Abramos, pues, camino a la novedad, tal vez nuestro propio trabajo personal no tuvo el espíritu humanitario que debía haber tenido. Es cuestión de repensarlo para poder rectificar, o de proseguir en el sueño del artista que todos llevamos dentro. Lo que no cabe en nosotros es resignarse. Somos vida, demos vida pues. Que el aliento es gratis para todos. Requerimos, sin más dilación, el descanso del dolor. ¡Vaya al destierro el sufrimiento injertado entre humanos! Es posible, sólo es asunto de planteárnoslo de corazón.


Aptitud Ante La Crítica

Hace muchos miles de años uno de los factores determinantes en nuestra supervivencia estaba directamente relacionado sobre la opinión que tenía la manada sobre nosotros y nuestra posibilidad de reproducirnos. De ahí que, como mejor nos vea el resto, mejor nos irá. Por lo que nuestros instintos más primitivos nos empujan ha darles demasiada importancia a lo que piensa el resto del mundo de nosotros.

Pero hoy en día, que la gente nos critique, no significa que realmente le importemos. En general, las personas que te critican simplemente hacen eso. Pero no les importa cómo te va y qué haces. Lo que significa que la mejor opción es ignorar estas críticas y seguir haciendo lo que haces. Piensa en esto cuando veas a alguien criticar a otra persona: ¿Crees que la persona que está criticando dejará de dormir por lo que está diciendo? ¿Tanto le preocupa? En pocas ocasiones la respuesta será afirmativa. 

La mayoría de las veces es chismorreo. Y la mayoría de las veces lo hacemos sin que realmente nos importe.


Hay muchas personas que tienen miedo escénico a hablar en público. Es algo habitual. Pero en general, cuando hablas en público, las personas que te escuchan están sentadas. Tranquilas. No tienen ningún tipo de tensión, ni están alertas para reírse y comentar todos y cada uno de los errores que cometes. 

Un buen consejo para relajarse antes de hablar en público es imaginar la sensación que tienen los que están en frente tuya. Si crees que están relajados, probablemente te ayudará a ti mismo a relajarte. Y te lo tomarás con más tranquilidad.