miércoles, 3 de octubre de 2018

El Valor Persona


Muchas veces en la vida nos encontraremos ante situaciones muy complicadas en donde se nos pasará por la mente el llegar a rebajarnos con tal de no perder lo que tenemos. Ya sea en el trabajo o en nuestra vida social, tendremos que enfrentarnos ante cualquier tipo de adversidad. Pero siempre debemos hacerlo pensando en lo mucho que valemos como personas, porque si nos ponen como requisito el dejarnos mandonear o pisotear, nos estaríamos humillando demasiado y puede que muchos de nosotros lo podamos permitir, pero siempre llega el momento en que reaccionamos de tal manera que nos podemos arrepentir de nuestros propios actos. Por ello, es mejor siempre hacernos respetar desde el principio para que nadie se crea superior.

Nunca debemos dejar que nadie nos pase por encima por más que tengan una mejor posición económica o un mejor rango en el trabajo. Siempre se da el mismo caso en todos sitios. Personas que han sido más exitosas en la vida se creen con derecho a todo y así piensan que tienen el poder de controlar a las personas a su antojo. Hay muchos que se dejan pisotear, pero la vida siempre da vueltas y al final eso les puede costar muy caro a aquellos que se creen dueños del universo. 

La humildad es lo que vale y eso se aprende desde el hogar. Si no nos enseñaron a ser humildes, nunca dejaremos de creernos lo máximo cuando obtenemos todo lo que nos proponemos, porque la verdadera persona exitosa es aquella que logra todos sus objetivos con creces y no anda comentándolo por todo sitio ya que se lo guarda para sí mismo y lo demuestra rompiéndose el lomo por seguir creciendo como profesional y como ser humano. 

Por ello, nunca debemos sentirnos más que los demás ya que no nos gustaría que nos hicieran lo mismo. Nosotros valemos muchísimo y siempre debemos demostrarlo en donde sea. Sobre todo, siempre debemos tener eso muy en claro, ya que aquella persona que no lo tenga, sufrirá mucho y las consecuencias pueden ser muy perjudiciales. 

Siempre demostremos lo que valemos sin importarnos lo que digan los demás, porque no podemos caerle bien a todo el mundo, y si sin motivo alguno no les caemos bien a las personas, pues qué pena. 


martes, 2 de octubre de 2018

la Física Cuántica


La historia de la humanidad es, en muchos sentidos, la historia de cómo el mundo se ha ido ampliando y desplegando delante de nuestros ojos. En las últimas décadas, el programa científico ha creído que ese proceso había acabado: que el mundo era los cuerpos y las ondas que teníamos frente a nosotros. Pero siempre hay alguien que quiere llevar la contraria.

Hoy son unos físicos cuánticos los que defienden que nuestra concepción de la realidad es demasiado estrecha y que, si aceptamos que el ámbito de "lo posible" también es real, todo adquiere sentido (mecánica cuántica, incluida). Y aunque solo sea por eso, merece la pena echarle un vistazo a esta loca teoría.

A veces, tengo la sensación de que la física es la filosofía por otros medios. Con números, mediciones y modelos complejos… pero filosofía al fin y al cabo. Y “la filosofía es, en realidad, una nostalgia”, como decía Novalis. Un impulso por volver al mundo ordenado de la física newtoniana. 

Eso se ve muy bien en la mecánica cuántica.
La cuántica es una de las ramas más complejas, elusivas y contra intuitivas de la física. Una rama llena de interpretaciones que cierran y dan sentido a los resultados teóricos y experimentales que surgen en esta línea de trabajo.

Necesitamos una interpretación porque las conclusiones del formalismo cuántico no casan con la idea intuitiva (y fenoménica) que tenemos del tiempo, del espacio y del universo en general. Las interpretaciones son, si me permiten el trazo grueso, una nostalgia, una forma de volver a la concepción determinista de la realidad desde los resultados experimentales disponibles.

Con esta idea como guía, Ruth Castren, Stuart Kaufman y Michael Epperson acaban de plantear una interpretación distinta. Distinta, sí; pero no radicalmente nueva porque se basa en ideas que ya había expuesto Werner Heisenberg en 1958.

En su libro ‘Física y filosofía’, Heisenberg (padre del principio de incertidumbre, de la mecánica cuántica y de la interpretación de Copenhague) desarrolló la idea de que, en realidad, el concepto de “onda de probabilidad” no deja de ser una versión cuantitativa de la idea de potencia de Aristóteles.

De hecho, el artículo en cuestión se llama “Tomando en serio la potencia” y sostiene que esas cosas potenciales que, usualmente, están fuera de los límites de nuestra concepción de ‘lo real’, deberían incluirse en ella. Las potencialidades que se dan paralelas al mundo, pero que no solemos considerar como reales en sentido estricto.

Según estos físicos, la teoría cuántica se comprende mucho mejor si admitimos que la realidad no está solo articulada por la res extensa (la ‘materia’ propiamente dicha en la terminología cartesiana), sino también por la res potencia (todas las potencialidades dadas en esa ‘materia’ y en los procesos en los que se encuentra inmersa).

Lejos de caer en un dualismo extemporáneo, los autores tratan de demostrar en el artículo que esas potencias dadas tienen una implicación significativa en la realidad. Es más, que ambas dimensiones (material y potencial) se implican mutuamente.

Para ello usan un argumento curioso. “Podríamos planear reunirnos mañana para tomar un café en el Downtown Coffee Shop. Pero supongamos que, sin que nosotros lo sepamos y mientras hacemos estos planes, la cafetería (real) cierra. Instantánea y acausalmente, ya no es posible para nosotros (ni para nadie, sin importar dónde vivan) tomar un café en Downtown Coffee Shop mañana. Lo que es posible ha sido alterado global y acausalmente por la realidad”. 

Es decir, “los eventos reales pueden instantáneamente y acausalmente afectar lo posible (dados ciertos presupuestos lógicos)” y , a su vez, “lo posible influye en lo que luego puede volverse real y así sucesivamente”.


Siguiendo la línea de razonamiento de los autores, lo potencial tiene un impacto tan fundamental en lo real que no tiene sentido descartarlo como irreal. Es más, ese descarte es lo que hace que no comprendamos correctamente la teoría cuántica.

Escandaliza El Escándalo


Claro que sí, me escandaliza el sistema, su legalidad, y no la corrupción que en él encuentro. Decir esto, en vistas a los casos de corrupción que acaban de salir a la luz parece escandaloso.

¿Cómo no se escandaliza usted por dichos casos? Pues no me escandalizo, porque desde que tengo uso de razón he visto casos como estos y más graves de corrupción a uno y otro .

Debo decir porque esa ha sido mi intención, que todo lo que he escrito, siempre me ha parecido respetuoso, nunca he insultado a nadie y lo único que he hecho ha sido exponer hechos y declaraciones y aclarar todo aquello que aunque lo diga quien lo diga no está bien. Y no solo no está bien sino que al venir de quien viene, el daño que puede causar es mayor. Intento aclarar el peligro que puede suponer para la fe, tragar con todo, sin el más mínimo espíritu crítico y sin pensar.

Entiendo que no todo el mundo debe compartir mi postura y también veo (aunque no lo entiendo) cómo hay personas que les puede escandalizar la información, pero no por el hecho de que sea verdad, que eso no les importa en absoluto, sino solo por el hecho de contarla. Máxime cuando dichos hechos y declaraciones vienen de personas que en lugar de dar luz arrojan oscuridad y confusión en las mentes de sus acólitos.

Me dicen que en estos casos hay que hacer como los hijos de Noé, tapar las vergüenzas de su padre, que eso es lo caritativo y yo me pregunto ¿ Cómo vas a tapar unas “vergüenzas”, que todos bendicen y nos las dan como normas de conducta y como la nueva dirección que debe tomar la Iglesia?

Solo cuando nos sintamos “orgullosos” y responsables de custodiar la Verdad seremos capaces de llevar la fe a los corazones de los hombres.

Solo entonces con nuestra veracidad seremos auténticos instrumentos de orientación a la que hemos sido llamados.

El Nihilismo De Nietzsche

Es la costumbre y el uso lo que refuerza el valor de estas metáforas, de manera que son aceptadas socialmente como verdaderas. Ésta es otra importante propuesta de Nietzsche, la verdad responde a un uso social, y es fundamentalmente lo que una sociedad o un grupo acepta: "Una suma de relaciones humanas que después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes".

Por esta razón concluye que "las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son". La lengua se transmite de padres a hijos, de generación en generación, y con la tradición y el uso, las personas olvidamos el auténtico origen metafórico de las cosas que designamos como verdades, por eso en realidad son meras "ilusiones", es decir, engaños, vanas supersticiones, que nos llenan de una falsa felicidad, semejante a la ilusión que nos producía en nuestra infancia el pensamiento de que los Reyes Magos nos traían juguetes en Navidad.

En este texto la palabra ilusión adquiere un sentido completamente nihilista, que va más allá de la valoración moral entre decir la verdad o engañar. En realidad la verdad tiene un sentido extramoral, afirma Nietzsche en el título de la obra a la que pertenece el presente texto. Si observamos su genealogía, es decir su origen, de dónde proviene, nos damos cuenta que aquello que la sociedad llama "verdad", no es más que una ilusión, un engaño.

Al final del texto, Nietzsche resume esta propuesta fundamental con una metáfora brillante y aclaratoria: "las verdades son metáforas que se han desgastado, monedas que al usarse han perdido su troquelado y ya no son monedas sino metal". El hecho de que lo que llamamos "verdad" sea una mera "ilusión", introduce el tema del nihilismo en el pensamiento de Nietzsche como transmutación de los valores aceptados por la sociedad.


Nuestros Senderos


Probablemente sientas un gran anhelo de crecer en tu vida cada día más y más y poder experimentar sentimientos de bienestar, plenitud y goce. Pero te sucede que sólo puedes experimentarlos de a momentos.

Los desafíos son parte de la vida y eso no quiere decir que no podamos transitar por ella con una conciencia de bienestar, plenitud y agradecimiento. Aprender a detectarlos desde un estado consciente, posteriormente aceptarlos y reconocerlos, y finalmente accionar para poder trascenderlos es algo así como la fórmula que te conduce a tu maestría interior.

En cada desafío que experimentamos existe un potencial de luz, depende de nosotros lograr esa iluminación o no.

Existen dos formas de transitar por la vida, y con todos sus condimentos, uno es en un estado de adormecimiento, que indefectiblemente nos llevará por un sendero sinuoso de angustias y tristezas, y otro es en un estado de despertar interior permanente, es en éste último donde tenemos la posibilidad de crecer, ganar en bienestar e ir logrando un estado de maestría interior utilizando tu vida como tu gran maestra.

Aprender a ver las dificultades internas como una oportunidad de trascendencia es una buena elección de vida que nos permite tener una perspectiva positiva de las cosas.

Cuando comprendemos esto nos sumergimos en un sendero de crecimiento que funciona como una espiral evolutiva, donde cada aprendizaje ganado nos ayuda ascender a un nuevo círculo concéntrico de conciencia, logrando mayor sabiduría y una visión más amplia de la realidad.

En definitiva la gran experiencia de la encarnación humana consiste en aprender a trascender los desafíos de nuestra vida cotidiana con éxito.

Te propongo el siguiente ejercicio cuando experimentes una crisis
Busca un lugar tranquilo y simplemente medita respirando suave y profundo hasta que encuentres calma interior.
Ahora en este estado de calma visualiza tu situación simplemente eso sin juzgarla.
Luego conecta con la sabiduría de tu corazón y expresa tu voluntad de deseo de trascendencia y aprendizaje.

Ten certeza que si sostienes la energía poco a poco encontrarás los caminos que te conduzcan a la trascendencia.

Finalmente nunca olvides que existen ayudas externas como las terapias o talleres que nos facilitan herramientas para hacer que éste camino sea más fácil, a veces solos no podemos


Cuando Saber No Se Sabe


¿Por qué todo el mundo sabe de todo? ¿no lo has notado? vayas por donde vayas, hables de lo que hables, todo el mundo sabe de todo.

Hablas de fútbol y la gente sabe todo del fútbol, hablas de política y la gente sabe todo de política, de tecnología, de ciencia, de niños, de deporte, de cultura, de viajes, de ocio, de restaurantes, de compras, todo el mundo sabe de todo

Pones la tele y siempre salen esos tertulianos que saben de todo, sea el tema que sea, se sientan en esa silla, en ese programa y los temas van pasando, los tertulianos saben de todos ellos, saben de leyes, de jueces, de actualidad, de política, de fútbol, ¡vamos! de todo. El tertuliano se tira en el programa 2, 3 ó 4 horas y pasa por todos los temas de actualidad. Si pones la radio pasa lo mismo, siempre están los “expertos en todo”.

Me sorprende esa gente que habla con total seguridad de todo, ¿Cómo lo hacen? saques el tema que saques, ellos saben de todo y si no lo saben se lo inventan, quizás digan gilipolleces pero las dirán con total seguridad, con confianza. Muchas veces tienen ideas sueltas de las cosas, oyen campanas sin saber por dónde vienen, pero da igual, ellos sueltan las campanas que han oído, todo menos no dar su opinión, todo menos parecer que no saben de algo, todo menos parecer ignorante o desinformado, todo menos desaprovechar tener su momento de protagonismo, todo menos perder la oportunidad de salir en las fotos…

Seguro que los conoces, son esas personas a las que consultas cuando te vas a comprar una tele, una lavadora, el mueble del salón, un coche, un sofá, una casa, reservar tus vacaciones o lo que sea, ya sabes, esas cosas que haces muy de vez en cuando y que de una vez a la siguiente ya no recuerdas cómo está ese “mercado“, pues aunque el otro haga 15 años que compró su última tele, seguro que te va a dar mil consejos de cuál es la mejor y el mejor sitio donde comprarla, aunque haga 20 años que compró su último sofá seguro que conoce las últimas tendencias, los mejores precios, las mejores marcas y fabricantes.

¿Cómo lo hacen?
Y mientras yo, cada vez más perdido, cada vez siento que sé de menos cosas, y de las que sé, cada vez me siento menos autorizado para hablar con una rotundidad absoluta.
Lo siento, pero sólo sé de lo que sé, incluso a veces, no sé ni de lo que sé.
Como diría Sócrates: – “sólo sé, que no sé nada”
Sí, reconozco mi ignorancia. Aunque creo que si lo piensas, realmente no creo que nadie pueda saber de todo ¿no? y ¿qué más da? qué pasa si dices:
-“…Pues yo de eso no sé…”-
No debería pasar nada ¿no?

De hecho en la actual sociedad en la que hay tanta, tanta, tanta información, tantos cambios, tanta variedad, tantos temas, las cosas cambian tan rápido, todo esta tan globalizado, creo que lo normal es que no sepamos la gran mayoría de las cosas… que la información nos desborde, ante lo cual creo que lo normal sería no saber de casi de nada…

Y sin embargo pasa todo lo contrario, todo el mundo sabe de todo.


Principios Fundamentales De Filosofía


Para la concepción metafísica de la realidad los contrarios son opuestos. Dos cosas contrarias no pueden existir a la vez.

Para la dialéctica, los contrarios no pueden existir uno sin el otro y forman una unidad. Cada cosa es una unidad de contrarios y es la contradicción o lucha interna entre esa cosa y su contrario lo que provoca el cambio o movimiento de la materia.

Este principio de unidad de contrarios o principio de contradicción es lo que da nombre a la dialéctica: Uno, se divide en dos y se transforma en su contrario, fruto de la lucha interna entra “lo que es” y “lo que va a ser.”

En cada cosa, en cada proceso existen siempre varias contradicciones. Una de estas contradicciones será la contradicción principal que determinará hacia donde se dirige el proceso en esas circunstancias. Si cambian circunstancias la contradicción principal de un proceso también puede cambiar.

En determinadas circunstancias se desarrollará la contradicción que convierte a un  huevo en pollito. En otras se desarrollará la contradicción que lo convierte en alimento, y en otras la que hace que el huevo se pudra.

Esto es porque dentro del huevo además de la contradicción entre el huevo y el germen del pollito, existen otras contradicciones, como la contradicción entre la materia orgánica y la inorgánica o entre la vida y la muerte.

Ley de la relatividad de los contrarios
Según la ley de unidad de contrarios una cosa nunca existe de forma absoluta sino de forma relativa a su contrario.
El huevo fecundado no es 100% huevo sino que cada vez en un % mayor irá convirtiéndose en pollo, al completar su proceso de desarrollo y llegar a ser gallina, está contendrá el germen de nuevos huevos, será en un % gallina y en un % huevo.

Dos contrarios no existen de forma absoluta, sino de forma relativa entre sí. Esta ley de relatividad de contrarios puede observarse en todos los objetos de la realidad material:
Ignorancia y conocimiento.                      Materia y energía.
Luz y oscuridad.                                         Espacio y tiempo.
Burguesía y proletariado.                        Vida y muerte.

Cada cosa es una unidad de contrarios.
Afirmar semejante cosa parece al principio un absurdo. “Una cosa y su contrario no tienen nada en común” -tal es lo que se piensa generalmente. Pero para la dialéctica toda cosa es, al mismo tiempo, ella misma y su contrario, toda cosa es una unidad de contrarios, y esto debemos explicarlo bien
.
Si tomamos el ejemplo de la ignorancia y de la ciencia, es decir, del saber, establecemos que desde el punto de vista metafísico estas son dos cosas totalmente opuestas y contrarias una a la otra. El que es ignorante no es un sabio y el que es un sabio no es un ignorante.

Sin embargo, observando los hechos, vemos que no dan lugar a una posición tan rígida. Sabemos que al principio reinó la ignorancia; luego llegó la ciencia; y aquí verificamos que una cosa se transforma en su contrario: la ignorancia se transforma en ciencia
.

No hay ignorancia sin ciencia, no hay ignorancia 100%. Por ignorante que sea, un individuo sabe reconocer al menos los objetos, su alimento; jamás hay ignorancia absoluta; siempre hay una parte de ciencia en la ignorancia. 

La ciencia ya está en germen en la ignorancia; por lo tanto, es correcto afirmar que lo contrario de una cosa ya está en la cosa misma. 

Capacidad De Respuesta

Resulta que todo es medible, sí. Pero hay un factor primordial que además es característico en las relaciones humanas. Asociamos la capacidad de respuesta principalmente al tiempo que tardamos en dar una, pero no es tan sencillo como parece. La verdad es que la capacidad de respuesta tiene que ver con tres aspectos fundamentales: tiempo, calidad y tono comunicacional.

Partiendo del principio de que todos los seres humanos podemos ver estos aspectos como algo diferente, la primera misión es definir en conjunto con las partes cuál es el tiempo apropiado, qué busca a nivel profesional y cómo es el nivel de cercanía que maneja; que no tiene que ver con la diplomacia lo cual es evidente. No es algo que deba establecerse en el tiempo, pues las maneras son diversas y aunque no se crea, es primordial que se pueda determinar si la respuesta a ofrecer es oportuna o no.

Hay distintos tipos de respuestas:
La que va a tiempo, pero no en las condiciones.
Algo mal entregado no importa cuándo se entregue nunca cumple expectativas, ni en los casos de urgencia. Generan retraso y molestia. Habla de mediocridad y falta de atención.
La que va full calidad, pero a destiempo.
Aunque robe corazones, no genera una reacción positiva. Sólo de aceptación. Sencillamente, las expectativas suelen estar asociadas a llegar en el momento esperado; sólo será un recordatorio – sin justificación – de que estás sobrevalorado, que no tienes suficiente organización o simplemente pasó tu tiempo. ¡Triste pero cierto! Aplica para todo, incluso para reuniones.
La que va a tiempo y con calidad e igual es recibida con rechazo.
Los que no entienden que pasó aquí, es sencillo. Tu tono, tu empatía, tu relación con la parte en cuestión no es la adecuada. Es decir, necesitas manejar emociones. Ser real e interesarte realmente. 

Quizás es la parte más compleja, pero hay que conquistar a diario. Estar y seguir. Es cuestión de pensar como el que recibe el mensaje: ¿te gustó lo que viste? ¿Usaste las palabras correctas? ¿Te sentirías cómodo si fueses tú quién recibe el mensaje? ¿Cuál sería tu reacción? Si alguna es no o cero positivo lo que imaginas, por favor, empieza a trabajar ya.

La oportuna: a tiempo, con la calidad deseada y con la comunicación correcta.
No es sencillo llegar ahí, pero la comunicación efectiva con el cliente establecerá los parámetros. Puede generarse con la experiencia, es más sencillo cuando se crea confianza y entendimiento. Lo importante, esta es la apuesta. Si no tienes varios WIN, hay mucho por hacer.

Ahora bien, esta comunicación es en varias vías, por lo menos para una LOVER. Por ejemplo: Se debe tener la capacidad de respuesta con cliente, pero para lograrlo se debe tener con el equipo y a un profundo nivel interno de conocimiento, parámetros y cumplimiento. A su vez, se tiene que tener con los proveedores, para que los procesos no se vean afectados por terceros.


La clave para ello es simplemente saber, hacer y creer.

Integración Intergeneracional


El hecho de que miembros de diferentes generaciones convivan en un mismo espacio de trabajo no es exclusivo del siglo XXI; sin embargo, nos encontramos ante un hito histórico: ésta es la primera vez que hasta 4 generaciones conforman las plantillas laborales de las organizaciones y que, además, personas menores de 30 años lideran equipos conformados por miembros que hasta doblan su edad. La alta capacitación y temprana inserción en el mundo laboral por un lado, y la extensión de la vida profesional activa, por el otro, son algunos de los motivos que explican dicho fenómeno.
De acuerdo a un informe publicado por Deloitte, para el 2020 la fuerza laboral mundial estará compuesta por,

6% de Baby Boomers (personas nacidas entre 1945–1960), 35% de Generación X (personas nacidas entre 1961–1980), 35% de Millennials o Generación Y (personas nacidas entre 1980 y 1995), y 24% de Generación Z (personas nacidas entre 1996 y 2010).

Ante un contexto tan diverso, es inevitable preguntarnos cómo hacer para que personas de diferentes generaciones no solo convivan en una misma oficina, sino que se comuniquen efectivamente y logren sentirse parte del equipo de trabajo. 

Para generar una cultura de diálogo y comunicación fluida entre los miembros de diferentes generaciones, resulta pertinente generar marcos para reconocer el valor que cada generación aporta a la organización.



Consejos Que Perduran


El envejecimiento progresivo de la población es sin duda, y de todos conocidos, la principal característica demográfica del mundo.

Los efectos que conllevan están siendo asimilados por instituciones, gobiernos y sociedad que cada vez más se enfrentan a retos positivos y negativos con un objetivo común: que la longevidad de cada persona, con sus diferentes situaciones, sea vivida con la mayor calidad y bienestar posible.

Por ese motivo se están desarrollando iniciativas diversas en Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional, pero también se está actuando en la Prevención y en la Dependencia de las personas adultas mayores, no solo en el ámbito sanitario, que trabajan en tecnología y técnicas novedosas para mejorar la salud en personas de mayor edad; sino en el social, a través de la sensibilización de la sociedad hacia las necesidades y demandas de las personas adultas mayores, y su adaptación al inevitable cambio demográfico. Son los lazos de la vida...

En esta evolución de “esfuerzos”, sobresalen nuevas profesiones y oficios que en otros tiempos eran impensables, como lo es la figura del cuidador y cuidadora de personas adultas mayores. Actualmente ya se distinguen los cuidadores familiares –hasta hace muy poco los únicos- de los cuidadores profesionales, que han especializado sus conocimientos sanitarios hacia una necesidad realmente importante, y muy heterogénea, debido al distinto grado de dependencia de la persona cuidada. Lo que significa esta figura tan imprescindible en nuestro tiempo, es lo que este boletín ha abordado, y lo ha hecho desde distintas perspectivas, difundiendo buenas prácticas, iniciativas y consejos sobre y para estas personas que la sociedad necesita reconocer más por las valiosas tareas que realizan.

Tanto la formación de las personas cuidadoras profesionales, para que no vean este trabajo como ‘transitorio’, sino como profesión digna y creciente; la necesidad de enseñar a las personas cuidadoras familiares para que su labor sea mejor y no frustrante; la urgencia en que ambos aprendan a cuidarse y que otras personas se conviertan en el apoyo de las personas que cuidan; como dedicar especial atención si la persona que cuida a un adulto mayor es otra persona adulta mayor, es a lo que se ha dedicado este número para ayudar, contribuir y rendir homenaje a la labor de estas grandes personas.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: 
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/palabra/1/los-lazos-que-perduran-durante-toda-la-vida

lunes, 1 de octubre de 2018

Particularidades Humanas

El hombre, a diferencia de los animales, posee como característica exclusiva la racionalidad. Esta le permite pensar, evaluar y actuar de acuerdo a ciertos principios para satisfacer algún objetivo o finalidad, con los recursos que tiene a su alrededor. Este atributo humano hace que la conducta de nuestra especie sea consciente, en lugar de la instintiva animal, por lo que somos capaces de hacer frente de forma innovadora a problemas que no habíamos tenido anteriormente.

Somos animales simbólicos, ya que al adaptarse al medio crea la cultura, que se agrupa en universo simbólicos y abstractos, a los que dota de significados; además de transmitir relaciones abstractas como los ideas, los sentimientos, las concepciones del mundo y dan lugar a las religiones, la ciencia, el lenguaje,… Una de sus primeras manifestaciones en la Prehistoria, aparte del lenguaje, sería el enterramiento de los muertos, lo que implica unas creencias en el más allá.

El ser humano también ha sido definido como un animal social porque somos capaces de construir formas comunitarias de relación con los demás, por ejemplo la familia, una ciudad,… Pero los animales también forman grupos (manadas, bandadas….) o “sociedades” para ir a las charcas de agua o emprender migraciones a otros climas. Entonces ¿en qué se diferencia la sociedad humana de la animal? Se diferencian en que la sociedad humana consiste en un grupo de personas que cooperan y que dependen unos de otros con el fin de cumplir los objetivos de una vida. Para ello cada individuo desarrolla una actividad diferente, de modo que se cubran todas las necesidades de los miembros. Además nuestras sociedades evolucionan y se adaptan a los tiempos, por lo que también tienen una visión de futuro.

Hemos sido definidos como animales morales debido a que los Homo Sapiens calificamos a acciones y costumbres concretas como buenas o malas. Tenemos una conciencia moral en nuestro interior que origina sentimientos de culpa o de bienestar, en función de que uno sepa que haya actuado bien o mal. Esto se ha trasladado a nuestra sociedad en forma de leyes, normas de convivencia, los preceptos de las religiones,…

Si no atendemos a los experimentos realizados con los chimpancés y bonobos, los cuales han demostrado que tienen métodos y procedimientos que se transmiten de una generación a otra de forma no genética, sino mediante el aprendizaje; se puede decir que el ser humano es un animal cultural. Esto es debido a que es capaz de inventar, transmitir y aprender; es decir que una persona es capaz de adquirir e interiorizar hábitos y conductas no recibidas genéticamente.

Otro rasgo importante es el apareamiento humano, realizado por obtener placer y no con fines de reproducción como en el mundo animal.

La vergüenza de la desnudez, como han señalado algunos de mis compañeros en sus respuestas, no puede ser considerada como un rasgo inherente a nuestra condición de seres humanos, ya que es una característica cultural, relacionada al principio con la actividad sexual y como medio de marcar diferencias entre los distintos integrantes de una sociedad. Respecto al rasgo de que si los humanos intentamos adaptar nuestro entorno a nosotros, en vez de adaptarnos nosotros, no puede ser considerada una característica de nuestra especie ya que es el resultado del potencial desarrollado por el Homo Sapiens.


Como conclusión permítaseme decir que todas las características del ser humano anteriormente citadas están estrechamente interrelacionadas entre sí, y que su origen y desarrollo dependió de las otras. Como características “rectoras” yo señalaría a la racionalidad humana y la capacidad de convivir en sociedad.

Sin Tregua


Los ladrones no dan tregua; así oí decir a un hombre en la ciudad colonial de Santo Domingo. ¡Estos vendedores de los semáforos no dan tregua a los automovilistas! Eso dijo un policía de tránsito en la Avenida Abraham Lincoln. En el supermercado, una pareja de ancianos explicaba a dos voces: en esta época navideña los precios no nos dan tregua. 

Además, en una barra muy concurrida escuché a un abogado que afirmaba: en este país los políticos no dan tregua. El camarero comentó sonriente: aquí, en este negocio, los borrachos no dan tregua; y salió corriendo a atender otro parroquiano.

Dentro de pocos días alguna congregación religiosa recomendará la conveniencia de una tregua pascual. La “propuesta” será imitada por líderes políticos, por clubes de servicio, sindicalistas, jerarcas académicos. Habrá “tregüistas” de todas clases que dirán: señores hay que hacer una pausa; estamos viviendo “a la carrera”. ¡El tránsito de vehículos es una locura! No faltarán periodistas partidarios de hacer una tregua… para recomenzar en enero la hirviente actividad de siempre. Desde luego, lo que no debe parar es la producción de puercos asados, pasteles en hojas y teleras de navidad; ni tampoco el reparto de regalías pascuales en las empresas.

La vida humana tiene una sola tregua: las horas del sueño. Porque las vacaciones dan mucho trabajo; desde planearlas y financiarlas, hasta ejecutarlas y regresar a la rutina habitual que es nuestro trabajo. Gracias a Dios, el sueño no depende de la voluntad de nosotros. Es un hiato de la consciencia que nos permite seguir trabajando sin tregua un día y otro… hasta la hora de la cesación final que es la muerte. Y es que los párpados no dan tregua, ni la sangre deja de circular mientras se vive.


Con esta columna, no doy tregua a los lectores; tampoco me la doy yo mismo. Dejar de trabajar, de hacer, de preocuparse o de pensar, es una ilusión descabellada que nos asalta en estos días.

Queremos jugar a ser contemplativos; aspiramos a no ser interrumpidos en las grandes tareas de jugar con los perros, cargar a nuestros nietos; y contar historias a los amigos de toda la vida para que no tengan tregua.

La Vida Cotidiana


El sintagma “vida cotidiana” es un término que refiere a la vida de todos los días y se caracteriza por ser uno de los principales objetos y escenarios de estudio dentro de las disciplinas sociales. Más específicamente, esta palabra se utiliza para designar a todas las cosas que un individuo es capaz de percibir de manera empírica a lo largo de su jornada y sobre las cuales se puede ejecutar algún tipo de reflexión. No es otra cosa que una orientadora al momento de formular valoraciones personales y colectivas acerca de la existencia.

Si bien la vida cotidiana incluye una serie de eventos que se repiten con frecuencia en la vida de cada persona, es necesario realizar una distinción: la cotidianeidad consiste en una suerte de agenda establecida socialmente en base a la división del trabajo y a la estratificación ontogenética. De este modo, es posible construir diferentes conceptualizaciones de los que significa la vida cotidiana, 
teniendo en cuenta si un individuo es niño, infante, adolescente, adulto o anciano.

Más allá de que una buena parte de la cotidianeidad esté influenciada por el grupo de edad al que la persona pertenece (puesto que un individuo cumplirá con una rutina determinada durante todos los años que se encuentre inmerso dentro de una categoría), existen algunas conductas que resultan indistintas a esta variable. La ingesta de alimentos en horas determinadas y los menús posibles para cada comida forman parte de nuestra vida cotidiana, del mismo modo que lo hacen las salidas y las conversaciones con amigos y familiares

La importancia del estudio de la vida cotidiana nos resulta de gran utilidad para comprender a las sociedades pasadas y presentes. En el primer caso, se han logrado reconstruir numerosos escenarios cotidianos del pasado a través de la Historia, que nos permiten en tender las causas y motivaciones de muchos acontecimientos. En el segundo caso, existe una Sociología de la vida cotidiana que, apoyada en el método de observación participante, ha demostrado ser de gran ayuda al momento de estudiar las problemáticas de la sociedad contemporánea.

Servirse de la vida cotidiana como método historiográfico puede ser muy útil para obtener información acerca de un día común y corriente en la vida de un individuo de una sociedad pasada. Si bien este método resulta bastante arduo y laborioso, los resultados pueden proporcionar un conocimiento más cabal acerca del sujeto en cuestión y de su tiempo socio-político. A pesar de que sólo es recomendable que se lo aplique cuando existan pocas variables a tener en cuenta, sus aportes no dejan de ser fascinantes.


Numerosas obras literarias y productos culturales se han encargado de brindar una versión aproximada de qué representaba la vida cotidiana en su tiempo. Así por ejemplo, el autor Jeremy Rifkin ha logrado plasmar en su libro “El sueño europeo” (2004) las enormes variaciones que ha sufrido la cotidianeidad en América del Norte y Europa, realizando un ida y vuelta por el pasado y el presente a través de los usos y las costumbres, la tecnología y la cultura en general.

Orfandad


Los humanos necesitamos de nuestras raíces. Son necesarias para conocer nuestra propia identidad. Nadie es sin los otros. Somos un eslabón de una cadena que nos une indeleblemente a quienes comparten nuestra vida.

Ellos conforman esa circunstancia que Ortega constata cuando afirma: Yo soy yo y mi circunstancia. En esta relación interpersonal, sin duda, cobra una especial importancia la paterno-filial. Somos lo que somos, en nuestra condición de hijos de nuestros padres. 

Pronunciar el término «padres» es utilizar una voz sacrosanta.

Así, se habla de una piedad filial que conlleva profundas obligaciones morales. En la moral judeocristiana se expresa con la siguiente formula: «Honrarás a tu padre y a tu madre». A continuación de este enunciado, se añade una recompensa. En este sentido, se afirma: «Así tendrás larga y feliz vida sobre la tierra».

Es verdaderamente simbólico que sea sólo este mandamiento el que ofrece un premio en esta vida a quien lo cumple. Los demás serán tenidos en cuenta en la otra.

Estas consideraciones se agolpan en mi mente y en mi corazón en estos momentos. La misión de los padres es para siempre.

En todo caso, sentimos por vez primera la orfandad. Esa sensación de sentirse sin el techo que nos ha cobijado. 

Me siento próximo a todos los que no pueden ya acudir a sus padres, no pueden pedir su consejo, ni sentir su afecto tan humano y por ello tan cercano

Aprovéchalos antes de que sientas esa orfandad que hoy yo siento!

Singularidad


Un maestro sabio estaba hablándole a un grupo de estudiantes entusiastas. Les dio la tarea de salir y encontrar una flor pequeña e inadvertida. Les pidió que la estudiaran  por un tiempo prolongado.
-Consigan una lupa y estudien las delicadas venas de sus hojas y fíjense en los matices y tonos de color. Volteen las hojas lentamente y observen su simetría. Recuerden que esta flor pudo haber pasado inadvertida y no ser apreciada si ustedes no la hubieran encontrado y admirado.

Después que el grupo regresó, el maestro comentó:

-Las personas son así, cada una es diferente, cuidadosamente creadas y singularmente dotadas, pero hay que pasar tiempo con ellas para saberlo. Hay tantas personas que pasan inadvertidas y no son apreciadas porque nadie se ha tomado el tiempo para admirar su singularidad.


 Con estas palabras quiero dejar un claro mensaje: tomarnos un poco de tiempo para conocer a otros nos puede dejar sorprendidos y nos da la oportunidad de encontrar en ellas cosas que nos hacen falta o descubrir tesoros escondidos en nuestro interior. 

Recordemos siempre que los demás son nuestro complemento.

El Valor De La Solidaridad


Entre los llamados valores sociales encontramos a la solidaridad.

Mediante ella nos sumamos en apoyo a causas grupales o de otros que nos necesitan, tal como se ve cuando existen situaciones difíciles, como un accidente vial, y vamos en ayuda de los heridos.
La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda y protección.

Somos solidarios con un conocido cuando, por ejemplo, prestamos cuadernos a nuestros compañeros del colegio para que se pongan al día porque faltaron debido a que estaban enfermos. En cambio, somos solidarios con desconocidos si cedemos el asiento en el ómnibus a alguien mayor o a una mujer embarazada o si colaboramos con una colecta pública destinada a instituciones de caridad.

PRINCIPIOS DE VIDA 

Nuestros antepasados, los incas, tenían a la solidaridad como uno de sus principios de vida. En la minka se trabajaba para construir una obra en beneficio comunal, como un puente. Con el ayni, una persona solicitaba que le ayuden en una obra (como construir su casa), porque ella haría lo mismo cuando otros la necesitaran.


Alguien que es solidario no duda en colaborar y apoyar a quienes se encuentran en situaciones desfavorecidas, lo que permite distinguirse de las personas indiferentes o egoístas que solo piensan en ellas mismas.

Educar Para La Paz

“El enfrentamiento violento puede eliminar el conflicto mediante la coerción y el dominio, pero puede destruirnos también física, espiritual y emocionalmente. De nosotros depende dar un giro en el camino y romper el círculo de la violencia”

“Para combatir la cultura de la violencia que se profundiza en nuestra sociedad, la generación futura necesita una educación radicalmente diferente; que no glorifique la guerra, sino que eduque para la paz, para la no-violencia y para la cooperación internacional”

Agenda de La Haya para la paz
La violencia es vista en nuestra cultura como una forma de solucionar conflictos. Se ha justificado que el hombre es violento por naturaleza y que lleva en su instinto la violencia como una necesidad genética. Sin embargo, aun cuando el hombre puede actuar violentamente, como respuesta a frustraciones y situaciones adversas; personales y sociales, el hombre tiene también la capacidad de ser constructivo, es decir, de servir, de ser solidario, de trabajar por la paz y la justicia; o sea, tiene la capacidad de amar.

La frase cliché: “la violencia engendra más violencia” tiene mucha fuerza, aún pues encierra una verdad no comprendida por todos, porque mientras no usemos la paz positiva y los medios alternativos de transformación de conflictos, éstos, por medio del enfrentamiento violento, se agudizarán, pagando después un alto costo. El enfrentamiento violento puede eliminar el conflicto, mediante la coerción y el dominio, pero puede destruirnos también física, espiritual y emocionalmente. De nosotros depende dar un giro en el camino y romper el círculo de la violencia.

Quizás esta sea una pregunta difícil de responder, sobre todo cuando la violencia se genera a partir de conflictos que buscan la solución por medios destructivos. Un primer camino es tomar conciencia (darnos cuenta) del grado de responsabilidad que nos corresponde a cada cual en un conflicto, y la actitud positiva y pacífica que adoptemos para una solución justa de las partes.

De acuerdo con algunas teorías de conflicto la violencia genera traumas y una manera de superar traumas, tanto en la víctima como en el autor, es mediante un proceso de reconstrucción de las relaciones que se puede obtener cuando las partes en conflicto deciden salir de los límites estrechos del conflicto y elevan sus  metas.

El teórico de la paz  de origen noruego J. Galtung (1930) desarrolló los conceptos de trascendencia y transformación de conflictos, que, en su carácter de finalidad, han de convertirse en lo esencial. Se vincularán a estos conceptos también los de Reconstrucción, Reconciliación y Resolución, siendo este último el que jugará un papel fundamental en el proceso, por cuanto no significará construir algo nuevo, sino la oportunidad de sacar las habilidades y capacidades potenciales de los actores del conflicto.

Pieza clave en estos procesos son las alternativas de transformación de conflictos que buscan de manera creativa y participativa la solución sin mediar la violencia. Esta opción alternativa exige hacer los esfuerzos necesarios para construir relaciones de paz, transformando situaciones violentas y destructivas en experiencias constructivas. Para conseguir avances sustantivos y aprendizajes colectivos en un proceso de paz, es importante tomar en cuenta los siguientes factores:

Desaprender las ideas, tradiciones y costumbres que han hecho de la violencia destructiva el único camino de solución.

Concienciarnos en la transformación de conflictos y en la pedagogía de la paz.
Hacer una opción por la no-violencia como filosofía de vida.
Eliminar las desigualdades artificiales que abren enormes distancias entre ricos y pobres.
Buscar maneras justas de compartir el poder y participar democráticamente en el desarrollo social, político y económico de la sociedad.

Buscar el bien común dejando a un lado la voluntad egoísta.
Una sociedad no puede construir una Cultura de paz, sin educación para la paz, por ello resulta necesario que la educación se convierta en un instrumento fundamental para la materialización de una cultura de paz que propicie el diálogo de toda la comunidad, como una expresión de la idea del Bien Común.

La educación para la paz, que busca el fruto de una Cultura de paz con la voluntad política de romper el círculo de la violencia, constituye un componente fundamental en la formación de los ciudadanos en una comunidad democrática y solidaria.


La Empatía Intensa



"El ser humano experimenta la empatía de forma muy intensa". Así lo aseguró en la Universidad de Navarra Suzanne Keen, doctora por la Universidad de Harvard y decana y profesora de Filología inglesa en la Universidad Washington and Lee (EE. UU.). La experta fue una de los principales ponentes del simposio ‘Life Writing as Empathy: A Symposium on Narrative Emotions', organizado por el proyecto ‘Cultura emocional e identidad' del Instituto Cultura y Sociedad (ICS), que financia Seguros Zurich. En total participó una treintena de expertos de diez países.

La profesora Keen se refirió en concreto a la respuesta empática de hombres y mujeres ante la lectura: "Es cierto que expresan de forma diferente las emociones que sienten cuando leen y que se involucran de manera distinta. Pero tiene más que ver con la cultura que con la biología".
"Aunque las preferencias de género literario –añadió- apuntan a direcciones diferentes, opino que el tipo de vínculo que un lector masculino puede tener con un thriller puede asemejarse al de una lectora femenina con una historia centrada en los personajes de una familia". 

Empatía con los personajes de ficción
Con respecto a la diferencia entre cómo los lectores responden ante una obra de ficción y ante otra basada en hechos reales, subrayó que "la ficción libera a los lectores para sentir una gran empatía hacia los personajes, en parte porque saben que estos pertenecen a un mundo ficticio y que, por tanto, no les van a reclamar su ayuda, demandar apoyo económico o esperar acciones altruistas en su nombre".

Suzanne Keen es decana y profesora Thomas H. Broadus en la Universidad de Washington and Lee EE. UU. Sus investigaciones sobre afectividad y cognición combinan las aportaciones de la teoría narrativa con las neurociencias, la psicología del desarrollo y social, y la ciencia de la emoción.
La profesora Keen hizo estas declaraciones en el marco del simposio organizado por el ICS, que tuvo como objetivo analizar la empatía en obras de carácter biográfico, en el marco de las  emociones y las culturas emocionales, y se planteó como un diálogo interdisciplinar a partir de una serie de textos como las memorias, diarios, cartas, películas y documentales, y de los medios de comunicación online.

El encuentro abordó entre otros temas la enseñanza de la empatía a través de la literatura, la empatía y las identidades sociales (etnia, discapacidad, género, edad y clase social), las representaciones de las emociones relacionadas con la empatía, la aceptación y la empatía por parte del lector, la  memoria y la empatía, y la ética de la empatía.


Otros dos ponentes destacados fueron Irene Kacandes, doctora por la Universidad de Harvard y profesora de literatura comparada en Dartmouth College (EE. UU.); y Arthur Frank, doctor por la Universidad de Yale y profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Calgary (Canadá).

Conocer Más Y Mejor

Asegura el médico y profesor de la escuela de Medicina de la Universidad de Chile, Sergio Mora, que para aprender se requiere “poder aprender, saber aprender y querer aprender”. Se necesita además, tener un cerebro preparado en que todos sus dispositivos estén funcionando en forma correcta.

Asegura el médico y profesor de la escuela de Medicina de la Universidad  de Chile, Sergio Mora,  que para aprender se requiere “poder aprender, saber aprender y querer aprender”. Se necesita además, tener un cerebro preparado en que todos sus dispositivos estén funcionando en forma correcta.

Aprender exige un querer, un poder y un saber, dice el médico y profesor de la escuela de Medicina de la Universidad  de Chile, Sergio Mora.

En primer lugar, se tiene que querer aprender, es decir, tener la motivación adecuada. Por otro lado,  dice el experto, “se debe disponer de las capacidades y habilidades necesarias. Y, finalmente, saber cómo hacerlo, es decir, poseer las tácticas y estrategias intelectuales (memorización, reflexión, análisis y síntesis) que permitan aprender eficazmente, regulando el propio aprendizaje”.

Lo anterior supone conocer y utilizar nuestros propios recursos (capacidades, motivación y estrategias) en la medida en que los necesitemos y en virtud de la actividad que tengamos que realizar.

De hecho,  diferentes estudios científicos han demostrado que factores cómo la sorpresa, la motivación, la emoción, el deporte, la novedad, o el trabajo en equipo, son ingredientes indispensables para favorecer y fomentar el aprendizaje y conocimiento.


Incentivo Para Avanzar En La Vida


Desde pequeños recurrimos a las ilusiones para construir nuestro proyecto de vida, para diseñar nuestros sueños y fijar nuestras metas. Vivimos con ella porque es la fuerza que nos empuja a alcanzar nuestros objetivos. La ilusión es nuestra compañera de viaje. Con ella pensamos dónde nos gustaría ir, qué nos gustaría ser o a quien nos gustaría tener a nuestro lado. La ilusión nos ayuda a hacer realidad nuestros sueños.

“Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina.”
-Gilbert Keith Chesterton-

La ilusión sirve para no rendirnos, para llenarnos de aliento y empujarnos a conseguir nuestros objetivos a largo plazo. Sin embargo, con el paso de los años parece como si el depósito de nuestras ilusiones se fuera agotando.

Esta sensación está asociada a la experiencia. Las cosas no nos hacen la misma ilusión cuando las hacemos por primera vez, que cuando la repetimos muchas veces. Por eso no solo hay que tener ilusiones, sino que hay que renovarlas para que no se agoten.

El problema de las ilusiones llega cuando no sabemos conformarnos, es decir, cuando construimos nuestro objetivo sobre expectativas de las que dependen directamente nuestra felicidad o nuestra autoestima y que, si no las conseguimos, nos hacen sentir mal. Por eso debemos motivarnos, ilusionarnos sin despegar mucho los pies del suelo.

La ilusión conecta con los sentimientos más positivos del ser humano y es contagiosa. Recurrimos a ella para sentirnos mejor, para alcanzar algo que nos hace feliz
.
Eduardo Punset argumenta que “en el hipotálamo del cerebro está lo que los científicos llaman circuito de la búsqueda. Este circuito, que alerta los resortes de placer y de felicidad, solo se enciende durante la búsqueda y no durante el propio acto. En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad”.

Cómo cultivar la ilusión
Tener ilusión aviva nuestro sentimiento de felicidad, pero eso es algo que debemos cultivar. ¿Se puede? La respuesta es sí, se puede cultivar la ilusión. Pero, como todo, hay que trabajarlo. Es importante organizar nuestra vida y marcar algunas prioridades, tal vez al principio solo algunas metas para conseguir a corto plazo. Alcanzando pequeños logros se irán dando grandes pasos para recuperar la ilusión.
“Nada es más triste que la muerte de una ilusión.”
-Arthur Koestler-


Buscar actividades nuevas que gusten, emocionarse con todo lo bueno que da la vida, aprender de cada nueva experiencia y recordarse que cada día es un día menos para conseguir lo que se desea ayudará también a fortalecer esa ilusión. 

Lo importante es ir sumando momentos para volver a tener ilusión, esa ilusión que nos ayudará a seguir avanzando.