lunes, 11 de marzo de 2019

Detrás De La Apariencia


Varias personas de la Columna Universitaria han escrito acerca de la importancia o irrelevancia de forjar y mantener una imagen personal dependiendo el puesto que se tiene o el puesto al que se aspira llegar.
Definitivamente yo considero que no hay nada mejor para conseguir lo que uno se propone que esfuerzo, dedicación y una buena imagen que lo acompañe. Desgraciadamente o afortunadamente el físico es, en la mayoría de las veces, lo que primero que se percibe de nosotros y lo que nos abrirá la puerta o dispondrá a la gente para escucharnos o invalidar todo lo que digamos.
Seamos sinceros, ¿cuántas veces no menospreciamos a un profesor el primer día por verlo gordito, calvo y todo sudado? ¿cuántas veces no tratamos de cerrar una venta primero con el hombre de traje y bien peinado que con el muchacho en jeans?
Si esta ha sido nuestra actitud en al menos una situación, ¿que nos hace pensar que el trato hacia nosotros y nuestra imagen será diferente?
No en vano cientos de personas cada día se profesionalizan en ramas como la imagen pública, el protocolo, colorimetría, guardarropa, fisionomía y otros aspectos que acompañan y completan una coherente y bien trabajada imagen personal.
Definitivamente en este post quiero dejar en claro mi postura hacia el buen uso de nuestra imagen personal y la necesidad de trabajar en ella, perfeccionarla y orientarla hacia los objetivos que pretendamos conseguir o proyectar.
Recalco que he hecho referencia a trabajar, pulir y perfeccionar la imagen personal, no cambiarla o crear una nueva, antes de que varios defensores de la autenticidad de la persona, su pura esencia y del valor por quien eres y no por quien pretendes o aparentas ser, se ponga a la defensiva y ataque.
Al contrario, lo ideal para la generación de una imagen personal optimizada y eficiente es no cambiar mucho desde el punto original de partida, ya que al fin y al cabo eso es lo que conforma a la persona en su más pura presentación.
Tomando la imagen personal mezclándola y potenciándola en conjunto con la naturaleza del individuo, obtendremos la marca personal, aquello que proyectas física e interiormente, aquello que es coherente con el decir y el hacer.
Desgraciadamente vivimos en un mundo de apariencias pero no por eso tiene que ser un mundo de falsedades. Se puede proyectar exactamente lo que buscamos y queremos sin sacrificar lo que somos, simplemente mostrar la mejor parte de uno mismo y que sea ésta la que nos represente de entrada y ante esas horrorosas y temibles primeras impresiones.
Cada uno debe concentrar parte de sus esfuerzos en cuidar de sí mismos y de lo que proyectan, no solamente por el qué dirá o lo que los demás puedan ver o decir, sino por la proyección externa que tarde o temprano se verá reflejada también hacia el interior. Una buena imagen personal, trabajada y bien aprovechada ayuda al final del día a que, dicho de manera coloquial, NOS LAS CREAMOS.



Nada Se Detiene



¿Te has dado cuenta de lo que dice esta frase? Pues habrá que tenerlo en cuenta, ¿no?

Si va y viene y no se detiene, tú tienes solamente dos opciones: pasar olímpicamente y seguir haciendo lo que has hecho hasta ahora, o subirte en marcha. Porque la vida no se va a detener, no te va a preguntar: «¿subes, guapo?». ¡No!, no lo va a hacer.

Serás tú el que tendrás que preguntarte qué quieres de la vida y, con arreglo a tu propia respuesta, si quieres llegar a algún sitio, conseguir tus objetivos o alcanzar tus sueños, deberás dar un salto importante para subirte al tren, ese tren que va y viene y no se detiene, ese tren que te va a llevar si te has decidido a subir.

Porque, ¿sabes lo que pasa?, que si no te agarras a la vida, si no la enganchas con fuerza, si no pegas ese salto y te subes a ella, te quedas fuera. Después no vale eso de «qué suerte tienen algunos, seguro que están enchufados» o «a mí no me dieron la oportunidad».

La vida pasa para todos, y el que quiere se engancha. La vida va y viene para todos y… ¡qué malo es cuando se detiene! Por eso unos se suben en marcha y otros no. ¿Tú qué prefieres?

Esa pregunta es la que debes hacerte cada día, porque debes vivir el presente y en este presente es cuando deberás tomar tus decisiones, decisiones de hoy que te llevarán al futuro, a ese futuro que deseas y que debes empezar a construirlo hoy, ahora, en este momento. 

Luego y mañana, será tarde. El tren se habrá marchado. ¿A qué esperas?

La vida va y viene y no se detiene, pero la vida quiere ir contigo porque necesita de ti y tú tienes que estar dentro y aportarle a ella tus propios dones, capacidades y valores. No tengas miedo. ¡Súbete a la vida!

¡Sé valiente, cierra el paraguas y mójate!

La Mente Colapsada


Estoy agotado’, ‘No doy más’, ‘tengo una tensión terrible’ ‘¡qué estrés!’, ‘me dará un colapso nervioso’, ‘no tengo ganas de nada’. ¿Le parecen familiares estas frases? O quizá los términos: tensión, estrés, cansancio mental, surmenaje, depresión y otros. Pues preste atención, todo puede estar relacionado. La psicóloga Caridad Ruesta Maticorena, de la Universidad de Piura, da algunas precisiones sobre estos temas.

Tensión nerviosa, cansancio mental, estrés
“El estrés es un estado de tensión mental y físico que altera el normal funcionamiento de una persona,  el cansancio mental está asociado a un estilo de vida con niveles de estrés demasiado elevados y/o a un exceso de trabajo”. La doctora Ruesta demuestra con esta definición que los términos ‘tensión nerviosa’ y ‘cansancio mental’ indican características del estrés. 

Los llamados ‘nervios’ son, en buena medida, producto de la secreción de adrenalina, sustancia que el organismo genera frente a situaciones de exigencia. Esta, dice, tiene ciertos efectos en el organismo que, mantenidos bajo cierto nivel, pueden ayudar a enfrentar exitosamente la exigencia.


Ruesta explica las diferencias entre el estrés positivo o estrés (cantidad necesaria que produce el estado de alerta para obtener un rendimiento físico y mental para ser productivos y creativos) y el negativo o distrés (producto del exceso de demandas que resultan difíciles de afrontar: demasiado trabajo y poco tiempo; enfermedades, deudas, problemas familiares, etc.)

domingo, 10 de marzo de 2019

Proyectos Inconclusos



¿Quién no sueña despierto? “Es cierto que es un logro cognitivo, pero tiene consecuencias emocionales”. ¿Cuáles? “Si el pensamiento vaga por el pasado, escudriña el futuro o imagina sucesos que nunca se van a materializar, no solo implica desconexión con lo que se está haciendo, es fuente de tristeza ¿La solución? "Vivir en un estado de plena consciencia".

Ya sea por exceso de trabajo, de celo o por falta de organización, lo cierto es que es que sumar asuntos colapsa. “Saltar de una tarea a otra no ayuda a ser más resolutivo y reduce el rendimiento. Si es tu caso, organízate. Establece prioridades y ve cerrando frentes, comenta Beatriz González, psicóloga de Somos Psicología y Formación”. Programa actividades a corto plazo. Así concentras esfuerzos y evitas sentirte 'empachado'.

Atender al Whatsapp, ver de reojo el correo, hablar con el jefe... ¿Eres de los que creen que pueden hacer varias cosas a la vez y, además, bien? "No es posible y ocurre porque no sabes centrar la atención. También puede encubrir una falta de motivación”. ¿La solución? “Entrena la atención con meditación o técnicas que potencien la concentración (mindfulness).

"Si no acotas, no puedes centrarte", explica Beatriz González, psicóloga. "Identifica lo que te distrae: televisión, móvil, demandas de amigos. Cuando tu mente empiece a divagar, busca una frase que te sujete a la faena: "Regresa a la tarea", "vuelve a concentrarte"... pero no te juzgues porque tus pensamientos vayan de un sitio a otro; acéptalos y piensa que son nubes o globos. ¿Otras armas para desarrollar la atención? La respiración consciente y técnicas como la meditación o el mindfulness ayudan a concretar, a vivir el presente"

¿Buscas algo en el bolso mientras hablas por el móvil y repasas mentalmente la lista de la compra? ¿Estás convencida de que así llegas a todo? Pues te equivocas. “El cerebro solo está preparado para hacer una tarea. Esta es la única fórmula para ser eficiente y evitar la fatiga mental”, explica la psicóloga Beatriz González.

Una abundancia de pensamientos no es mala. El problema es cuando no mandamos en ellos. “Los dejamos deambular a sus anchas y nos invaden. Identificarlos y atenderlos es vital porque te están diciendo muchas cosas (miedos, inseguridades...). Concédete un tiempo de reflexión, para digerirlos, en vez de responder de forma automática”.

Embarcarte en proyectos y no resolverlos te hará sentir poco resolutivo. "Pasa cuando hay expectativas altas, imposibles de cumplir, que causan decepción. ¿Cómo evitarlo? Planifica y 'prémiate' con automensajes cuando hayas acabado. "También conviene analizar por qué no acabas una tarea. ¿No será que, quizás, no quieres hacerla?"

Buscando Soluciones

A lo largo de nuestra vida, desde que nacemos, no paramos ni un momento de buscar soluciones a problemas, incomodidades, retos… Este mecanismo de supervivencia nos permite salvar las trabas con las que nos vamos topando y seguir desarrollando habilidades de forma exponencial. La base de nuestro aprendizaje reside en su utilidad y nuestras mayores destrezas las conseguimos mediante el entrenamiento.

Estamos programados para salir adelante como sea. Un gran ejemplo visual de ello podría ser cualquiera de los numerosos vídeos que suelen viralizarse por la red en la que personas con alguna aparente discapacidad realizan tareas, a nuestro juicio imposibles, y nos demuestran que lo que realmente poseen son “otras capacidades distintas”.  Nuestro potencial de adaptación a las circunstancias nos convierte en únicos.

En el terreno laboral, una de las competencias que más se demandará en los próximos años será precisamente la desarrollada a partir de nuestra capacidad de aprendizaje y adaptación.

Saliendo de la zona de confort
Estar expuesto a riesgos y dificultades intensifica tus oportunidades de aprendizaje. Por tanto procura no quedarte dormido, debes estar preparado para todo cambio que pueda acontecer y la mejor manera es situarte siempre en el candelero. Estar alerta te mantendrá “vivo”.
El acomodamiento y la permanencia en la  zona de confort son los mayores enemigos de tu desarrollo profesional. Si queremos salir adelante y seguir avanzando, debemos enfrentarnos a nuevos retos constantemente.

Dicen que si en tu trabajo dejas de aprender, te llega la hora de dar el salto. Justo en este momento debes buscar nuevos retos y replantearte tu futuro profesional. Emprender o localizar nuevos proyectos son tu única salida para seguir avanzando.

Imagina una persona que sepa adaptarse fácilmente a los cambios, que nunca se atasque, capaz de salir adelante ante cualquier imprevisto, hábil en la búsqueda de soluciones y con mecanismos suficientes no solo para enfrentarse a situaciones adversas sino también para anticiparse a ellas. Esta persona será el profesional del futuro.

Desde hace un par de años se viene afirmando que el 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando. Ante tal panorama, más que titulados en carreras que posiblemente estén caducadas al finalizarlas, las organizaciones demandarán personas capaces de dar soluciones a los retos más impredecibles. ¿Y cómo se convierte uno en “buscador de soluciones”?

Aprendiendo

La manera en que nos enfrentamos a las dificultades de nuestro día a día cambia en función de muchas variables. Hay personas más previsibles que otras, algunas que destacan por su creatividad, otras por su practicidad, las hay muy ágiles, las hay más detallistas… Pero aun así podemos trazar algunos patrones comunes.

sábado, 9 de marzo de 2019

Detente A Pensar

Los años pasan, las experiencias vienen y van y con ello las responsabilidades, los hijos y la familia. Y en esos momentos el cansancio y desgano, la falta de entusiasmo y ganas de vivir, las ganas de soñar se ven envueltas en una nube de costumbre, cotidianidad y rutina. En ese momento es importante analizar tu vida.

Nadie te obliga a trabajar, nadie te obliga a despertar, recuerda que la vida es una sola y que la tienes que vivir con pasión.

Si sientes que has perdido la pasión de vivir, pues te invito a repensar tu existir, y a formularte preguntas claves como:

¿Me siento pleno como profesional? O trabajo para ganar dinero y mantener a mi familia.

¿Me siento pleno como padre o madre? O siento que con traer dinero a casa, lo demás que lo haga el nido, los abuelos, o la empleada.

¿Me siento realmente pleno en el papel que vivo, hija, hijo, padre, madre, esposo, esposa o simplemente estoy dejando pasar el tiempo?

Si las respuestas a estas preguntas te preocupan, pues es momento de tomar una decisión importante y crucial, es momento que te des cuenta que nunca es tarde para realizar tus sueños, si eres mayor, si tienes responsabilidades, si tienes una carga económica o social.

Sí, pero también tienes experiencias que nadie las tendrá
.
Piensa algo, la vida está llena de decisiones, algunas poderosas y otras cómodas. Siempre hemos escuchado de la zona de confort, pero en serio esa zona es la zona de la muerte. A veces por no salir de esa bendita comodidad y debido a ese miedo paralizante que nos inunda, evitamos exponernos y obligamos a nuestros seres queridos a vivir en una vida sin emoción, sin retos y sin sueños.

Como yo siempre digo, cuando alguien hace algo con pasión, porque ama lo que hace, porque realmente nació para ello, lo hará bien, desde hacer helados, hasta ser empresario y jamás olvides que tienes que luchar
.

Arriesga y triunfarás, pero jamás olvides que la perseverancia, la actitud positiva y el aprender de los errores y un Dios que te acompaña y te precede serán tus mejores aliados.

Encuentro En Soledad


La soledad no da miedo, trae beneficios y podemos aprovecharla  para clarificar nuestros sueños y alcanzar mejor nuestros objetivos, conocer gente nueva, vivir otras experiencias o aprender más sobre nosotros.

 La soledad bien gestionada te puede permitir los siguientes beneficios:
 1. Puedes conocer las ventajas de una vida sencilla
Debido al  ritmo del mundo actual tan rápido,  caótico y  ruidoso  hacemos cosas que  no nos gustan pero a los que no tenemos más remedio sin embargo podemos elegir. Aunque estar con amigos o pasar tiempo con la familia puede ser agradable, estar solos nos permite simplificar nuestros intereses.
Puedes clarificar tu mente

Muchas veces nuestra mente está saturada y estoy seguro de que no soy la única persona que está mentalmente saturada. Nuestras mentes tienen la capacidad de almacenar una gran cantidad de información que no siempre nos es útil. Por ello, tener tiempo a solas nos ayuda a poner en orden nuestras ideas, analizar los problemas que creemos tener y eliminar aquello que nos está causando caos mental.

Puedes aprender cosas de ti que ni te imaginabas
Cuando pasamos tiempo a solas nos damos la oportunidad de conocer lo que realmente pensamos sobre lo que pasa a nuestro alrededor. Este proceso no lo podemos llevar a cabo cuando estamos rodeados de mucha gente, al estar solos tenemos la capacidad de diferenciar entre nuestras ideas y las del resto del grupo.

Te obliga a ser menos dependiente
Nuestro espacio de soledad debe ser vital para nosotros, soledad no significa estar solo o necesitar el contacto con los demás si no un  cierto grado de independencia en nuestra vida diaria para mantenernos mentalmente sano. De hecho, la cantidad de interacción social y de soledad que necesitamos en nuestra vida diaria es similar.

Te darás cuenta que no necesitas tanto para ser feliz
Cuando nos damos el tiempo para estar a solas aprendemos que muchas de esas necesidades que creemos tener están basadas en el deseo de mantenernos en grupo y que realmente no las necesitamos. En ocasiones confundimos la necesidad de poseer bienes materiales con la posibilidad de estar a gusto dentro de nuestro entorno.

Aprendes sobre tu lado negativo

Todos tenemos aspectos negativos que no nos gusta enfrentar y por ello evitamos la soledad. Pero si nos permitimos entrar en este estado, no solo aprenderemos de las cosas negativas que tenemos, también podremos tomar las acciones necesarias para combatirlas o cambiarlas. Aunque esto es complicado, también es liberador.

Los beneficios de la soledad

La soledad no es algo a lo que debamos temer ya que no es necesariamente negativa. De hecho pasar tiempo solos nos puede ayudar a mejorar la relación más importante de nuestra vida: la relación con nosotros mismos

Conformismo Y Mediocridad

Cuando no tienes consciencia de tus hábitos nocivos, es frecuente que tu accionar en la vida sea en automático. Tampoco tienes integridad ni consistencia en tu vida. Esto te trae todo tipo de consecuencias, sobre todo indeseadas, ya que al no estar tomando perspectiva de las situaciones, te embarcas en todo tipo de arrebatos, juicios hacia los demás, quejas y sobre todo, en el conformismo.
El conformismo es un hábito que has desarrollado en base a la repetición, tal como se reproducen otros hábitos de cualquier tipo. Empiezas dejándote llevar por la queja, el aislamiento, el juicio sobre todo hacia las demás personas, creyendo internamente que tienes la verdad absoluta de todas las cosas. Y llega un momento en que te sientes tan desgastado, desganado y sin entusiasmo por la vida, que no sabes a qué atribuirlo.
Es así que, tal vez lo intuyas o lo sospeches: eres un mediocre.
El diccionario dice: “Que tiene poca inteligencia y no destaca por ninguna cualidad”. Lo cierto es que el propio mediocre jamás asumirá esta afirmación; si ya es fuerte saberte con poca inteligencia -que no necesariamente está relacionada con el saber enciclopédico, sino, en este caso más bien con tu inteligencia emocional-, es más contundente eso de que eres bueno para nada.
10 rasgos de las personas mediocres
Quieren tener mucho (especialmente cosas económicas) y no hacen nada.
Se quejan y critican a todo el mundo.
Son cómodos.
Suelen ser unos sabelotodo enciclopédicos con información de poca utilidad: intentan aparentar algo que no son.
Desprecian profundamente al que se destaca, sobre todo a los de su círculo cercano.
Son crueles con aquellos que tienen éxito y consiguen sus metas.
El mediocre se abandona en su zona de confort, y ni pienses en sacarlo de allí.
Su análisis de las cosas es: o bien muy básico, elemental; o bien, sumamente enciclopédico pero sin experiencia alguna. Tan es así que en muchos casos se aprenden las cosas de memoria para ostentar una fingida sabiduría.
Son copiones: les encanta robar ideas, porque no tienen generación propia
Son letales con los chismes y las actitudes negativas.
Si te reconoces en 2 o más de estos síntomas, puedes empezar a pensar que tienes una cuota de mediocridad mayor que la media. Si lo deseas, sigue leyendo si te interesa atravesar y salir de esta condición tan pobre como ser humano.
Siguiendo estos pasos podrás ir abandonando el hábito de la mediocridad en tu vida. La sugerencia es que trabajes uno por vez, al menos durante 60 días corridos, antes de pasar al siguiente paso para remover tu consciencia de mediocridad.
Como en todo, si abandonas no obtendrás el resultado. Si avanzas, podrás hacerlo a tu ritmo. Y no te asustes ni extrañes: los mediocres aman las recaídas, porque les encanta quejarse y jugar a las víctimas.
Haz una lista de hábitos de mediocridad. En una libreta nueva, dedicada sólo a esto, necesitarás bucear profundo e identificar todos aquellos hábitos que te han venido sometiendo a tu estatus de mediocridad hasta ahora. Desde no hacer la cama cuando te levantas, hasta hacer zapping todo el día en la televisión; incluye todas tus quejas, las críticas despiadadas que haces en voz alta y para tus adentros -puedes incluir aquellas que van hacia ti mismo-, y todo lo que envidias de los demás. No te limites a tres o cuatro cosas: he entrenado personas que, muy comprometidas consigo mismas, han llegado a escribir más de mil comportamientos mediocres cotidianos.
Abandona de inmediato y para siempre cualquier adicción que tengas. Al tabaco, alcohol, drogas o estupefacientes de cualquier especie (excepto los recetados por el médico), a la comida y a los pensamientos negativos. Necesitas 33 días seguidos de entrenamiento para cambiar un hábito. Si recaes, empieza de nuevo. Date la oportunidad de un nuevo comienzo.
Cambia tu rutina que llevas desde hace años. Necesitas incorporar por semana, al menos dos actividades nuevas, que van desde cosas pequeñas como ir por un camino diferente al trabajo, hasta vestirte con nuevos colores. Sostén esto de aquí en más.
Haz una actividad que te resulte muy incómoda. Por ejemplo, si quieres bajar de peso y sistemáticamente te resistes, ya sabes por dónde empezar; o si no vas al gimnasio por más que es altamente recomendado para ti, ahí tienes otra. Sostenla en el tiempo.
Lee un libro mensual de temas que no sean profesionales. Busca inspiración en biografías, ficción de cualquier género, y, sobre todo, de contenido optimista. Esto te permitirá incorporar un vocabulario diferente para usar de aquí en más, mientras incorporas algo nuevo.
Haz tu cuaderno de excusas. Cada vez que aparezca una justificación o excusa de cualquier tipo, la anotarás con día, hora y situación que la desencadenó. Inmediatamente, buscarás hacer consciente ese impulso aprendido muy mediocre, no darle lugar y reemplazarla por un pensamiento constructivo.
Enviarás al menos 3 felicitaciones por día de aquí en más. Puede ser a personas conocidas, desconocidas, compañeros de trabajo, un medio de comunicación, o un mensaje por el móvil. Todo lo que se te ocurra para hacerlo más a menudo y consciente te vendrá de maravillas.
Suelta la ansiedad. Quizás sea este el punto más desafiante, porque como toda la vida has sido mediocre y te has abandonado, ahora que empezarás a sentir el sabor de la sal de la vida con pequeñas acciones diferentes querrás más y más. Hazlo paso a paso. La ansiedad está en el futuro, y siempre necesitarás mantenerte en el presente para sostener este cambio de paradigma interno.
Registra cómo te vas sintiendo. Si te cuesta escribir, puedes grabar tus notas de voz relatando con todo detalle las emociones que van apareciendo. Te aseguro que empezarás a ver una vida maravillosa que siempre estuvo; solo que tu no la aceptabas para ti.
Deja de frecuentar a personas mediocres. Como estás en rehabilitación, necesitarás soltar aquellos vínculos nocivos de todo tipo. Al principio te costará, aunque después entenderás el por qué y el beneficio de hacerlo a consciencia.
Para terminar, unos conceptos asociados al excelente libro “El hombre mediocre”, de José Ingenieros, que te aliento a leer y practicar a tu ritmo, como complemento de este programa para dejar tu mediocridad.
“Las personas proactivas, positivas y creativas son las que le despiertan este vil sentimiento. Un talento desarrollado y llevado a la perfección es el mejor espejo en donde los mediocres se ven reflejados. La envidia no es más que la respuesta de las propias insatisfacciones personales ante quien les está evidenciando sus propias deficiencias o mediocridades. Por esto mismo, en vez de “emularlos”, los hombres mediocres optan por destruirlos y denigrarlos.
Los hombres mediocres son astutos y hasta pueden ser más inteligentes que el hombre promedio. Es más, la “mediocridad” supone estas cualidades antecedentes. Por ejemplo: una persona puede creerse un gran artista o un gran genio sobre la base de ciertos talentos heredados, adquiridos o perfeccionados. Pero cuando esta aptitud es contradicha por quienes en verdad lo son, si son humildes, los imitarán, si son soberbios, los envidiarán. Y esta es la típica reacción de hombre mediocre.
Otro aspecto que también es alarmante es el de saber enfrentar el binomio entre “creerse” y “ser”. Una cosa es creerse un gran artista o un gran intelectual y otra cosa, muy distinta por cierto, es serlo. La aptitud del creído contradice la aptitud del hombre superior. Es una falsa percepción de uno mismo.”

 ¿Y tú? ¿Dónde estás con este tema?

El Impulso Interior

En psicología hay dos tipos de motivaciones, las intrínsecas y las extrínsecas. Motivación intrínseca es aquellas que vienen de nuestro interior, y que no persiguen una recompensa externa. Es la que nos motiva a tener deseos de autorrealizarnos y crecer como personas. La que nos motiva a realizar tareas que nos den placer. Este tipo de motivaciones están vinculadas a la buena productividad, ya que lo que hacemos no es para recibir una recompensa, sino porque nos gusta hacerlo.  La motivación extrínseca es aquella que viene de afuera de nosotros. Aquí los factores que nos impulsan son recompensas externas, ya sea económicas o de reconocimiento social.

En este caso la motivación no tiene que ver con el placer que nos provoca realizar una tarea. Sino que más bien está concentrada en lo que percibimos de ella.

También existen las motivaciones positivas y las negativas. Las positivas son las que nos mantienen motivados, ya sea por la obtención de una recompensa en dinero, o por el placer que nos da hacerlo. La negativa es la que realizamos para evitar una circunstancia desagradable externa o interna.

La motivación es directamente proporcional al pensamiento positivo, a esperar el futuro con esperanzas. A vivir con alegría y ganas de avanzar. Cuando estamos alegres y esperanzados, nuestra motivación surge para cuidar que ese momento no sea fugaz.

Cuando nos fijamos una meta, a veces pensamos si vale la pena el esfuerzo, pero solo lo sabremos si logramos esa meta. Si fuésemos alpinistas, solo nos conformaría llegar a la cima, solo así el esfuerzo habrá valido la pena. 

Cuando somos mayores, tenemos recuerdos de algún momento en que estuvimos desanimados, por alguna circunstancia. Sabemos muy bien que siempre que estuvimos desmotivados hemos salido gracias a nuestra fuerza de voluntad y el apoyo de nuestra familia o amigos. Hay que tener en cuenta que la fuerza que nos impele a estar motivados viene de nuestro interior, no importa la edad ni si hay recompensa o no. Solamente cuando estamos motivados somos capaces de lograr lo que nos propongamos.

 ¿Cómo hacer para motivarnos?
Siempre debemos pensar en positivo, nuestros pensamientos van a influir en cada paso que demos.
Escribir a modo de diario personal que progresos vamos logrando. Así tendremos registro de que es lo que vamos consiguiendo en el corto y mediano plazo.

Visualicemos mentalmente la meta que queremos alcanzar, algunos minutos por día nos darán la fuerza para enfrentar el camino a seguir.

Un día podemos tener una falla, pero dos, no. No todos nuestros días son iguales, algún día podemos tener pereza. Pero no nos podemos permitir en nuestra mente, dos días de retraso.

Preparémonos mentalmente para los momentos de bajón emocional. Y tengamos listas las ayudas que nos pueden servir para salir. Pero no nos permitamos nunca abandonar el barco.

Hagamos una lista con las razones para estar motivados. Conocer el “Por qué lo hacemos”.  Tenerlo por escrito es la “vacuna” contra la pereza, y sobre todo contra las excusas.

Descubramos nuestras verdaderas pasiones, aquellas que nos da placer realizar.


 Y recordemos siempre, que conocer nuestra motivación, es el camino hacia la autorrealización personal.

Luciérnagas En La Noche

Hay pocas cosas más encantadoras, en todo el sentido de la palabra, que las luciérnagas en la noche. El recuerdo de luciérnagas cuando éramos niños puede ser uno de los más fantásticos: pequeñísimos insectos emitiendo luces aquí y allá, alucinadamente. Pero además de su carismático show de luces, las luciérnagas son insectos maravillosos.

No es que trasmuten metales en oro, pero sí crean luz como por arte de magia. Cuando un químico llamado luciferina (nótese la misma raíz latina que Lucifer) dentro de su abdomen/cola se combina con el oxígeno, el calcio y el trifosfato de adenosina, ocurre una reacción química que genera una luz espectacular.

La luz producida por las luciérnagas es la luz más eficiente que jamás se ha hecho. Casi el 100 por ciento de la energía en la reacción química es emitida como luz; en comparación, un foco sólo emite el 10 por ciento de su energía como luz, el otro 90 por ciento se pierde como calor.

Cada especie tiene un patrón específico de flashes de luz, y los machos usan este patrón para avisar a las hembras de la misma especie que serían un buen partido para ellas. Cuando una hembra encuentra un partido prometedor, responde con su propio patrón de intermitencias.

La ciencia no está segura de por qué sucede esto, pero algunas especies se sincronizan en un hermoso juego de luminiscencias.

Ahora que se ha puesto de moda comer insectos, al menos las luciérnagas estarán a salvo porque, al parecer, saben horrible. Su sangre contiene una sustancia llamada lucibufagina que es un esteroide de defensa que tiene un sabor insoportable. Los predadores asocian el mal sabor con la luz de la luciérnaga y aprenden a no comer bichos que brillan.

Si cada verano ves menos luciérnagas, no estas solo. Las poblaciones están en declive debido a la combinación de contaminación de luz, uso de pesticidas y destrucción de hábitats. De acuerdo al Smithsonian, si pavimentas un campo donde viven las luciérnagas, estas no emigrarán a otro campo, simplemente desaparecerán para siempre. La extinción de su luz es la extinción de su especie.

Un mundo sin luciérnagas sería, sin duda, un mundo más triste.


Para ayudar a preservarlas puedes ahorrarte los químicos; dejar que los caracoles y gusanos vivan en tu jardín (algunas se alimentan de estos); proporcionar refugio en setos o plantas frondosas; plantar flores (algunas se alimentan de estas); reducir la luz de tu casa (se confunden con la luz artificial y mueren quemadas); no capturarlas.

Juventud Truncada

En Bangladesh, donde dos de cada tres niñas son obligadas a casarse antes de los 18 años, cada vez son más las adolescentes que deciden luchar para cambiar un destino que las condena a ser adultas antes de tiempo.

A pesar de que la ley prohíbe el matrimonio infantil, el gobierno bangladesí no controla su cumplimiento ni aborda los factores que lo posibilitan. En muchas comunidades, las niñas son consideradas una carga económica y las familias creen que entregando a sus hijas a un marido –a menudo mucho mayor que ellas–, les asegurarán su supervivencia y manutención, además de protegerlas ante agresiones sexuales. La práctica de la dote, muy extendida, tampoco ayuda: cuanto más joven sea la novia, menor será la cantidad a entregar.


La realidad, sin embargo, es amarga. Las niñas casadas dejan la escuela, tienen más posibilidades de sufrir malos tratos, engendrarán más hijos y tendrán menos posibilidades de contar con ingresos propios, lo que perpetuará su dependencia del marido. Además, las muertes relacionadas con embarazos precoces son la primera causa de mortalidad en adolescentes. 

En este contexto, la educación y la sensibilización son claves para luchar contra esta lacra.

viernes, 8 de marzo de 2019

Ocupando Nuestro Lugar

A veces para ocupar nuestro lugar hemos de romper con ataduras emocionales y energéticas, permitiéndonos observar para adentrarnos a ciertos miedos y creencias, apegos y necesidades, por doloroso que sea…

A veces quedamos enganchados a historias vividas, amigos encontrados, amores dejados…
A veces nos es más fácil no mirar atrás que ir a recuperar eso que dejamos allí, en una situación, en una persona, en un lugar, etc…

A veces nos es más fácil no mirar atrás que ir a devolver aquello que nos tomamos sin que nos perteneciera (energía) de una situación, de una persona, de un lugar…

A veces para ocupar nuestro lugar hemos de dejar espacio a lo nuevo y desconocido diciendo adiós a lo viejo y conocido por doloroso que sea…

A veces no nos queda otra que ocupar nuestro lugar para poder avanzar…

Si aprendemos a detenernos, de tanto en cuanto, y recapitular para aprender de lo vivido, de lo experimentado, de los “hola” y los “adiós”…por doloroso que sea….Si aprendemos porque conocimos eso o a esa persona…si aprendemos porque vivimos eso…si aprendemos porque experimentamos eso….aprenderemos por qué eso partió…eso terminó…aprenderemos a recuperar nuestra energía….aprenderemos a dejar de mirar atrás con dolor…para poder permitirnos mirar atrás con la más bella de nuestras sonrisas…para poder permitirnos mirar atrás sabiendo que todo está en orden…en paz…

Todo lo que vivimos es porque hemos de vivirlo…las casualidades no existen…y todo lo que vivimos…siempre lleva un aprendizaje para nosotros…siempre…aunque a veces no se lo veamos o pensemos que es para los demás…De cada experiencia…de cada vivencia…de cada palabra…de cada sentir, siempre hay algo para nosotros…siempre la magia de la vida nos regala la oportunidad de conocer algo más de nosotros mismos…

Si nos permitimos, con verdadera humildad, ver que es aquello que la vida nos está enseñando en cada momento, comprenderemos lo necesario que es pasar por cada situación…comprenderemos lo necesario que es haber vivido lo que hemos vivido….y si aprendemos eso….aprenderemos a agradecer por ello….transmutando el dolor por el amor…

Si nos permitimos, con verdadera humildad aprender del dolor, aprender a observarlo, escucharlo, aceptarlo, amarlo…..aprenderemos a agradecer por ello…transmutándose el dolor por el amor…

Si aprendemos a agradecer por ello…aprenderemos a soltar…
Si aprendemos a soltar…aprendemos a avanzar…
Si aprendemos a avanzar….aprendemos a ocupar nuestro lugar…
Si aprendemos a ocupar nuestro lugar…aprendemos a estar aquí y ahora…
Si aprendemos a estar a aquí y ahora…aprendemos a estar en conciencia de ser…


Si aprendemos a estar en conciencia de ser….SOMOS!

El Cinismo Vulgar

Filosofía
El Cinismo Vulgar
El cinismo vulgar moderno, el pragmatismo funciona como una garantía seudo-filosófica: lo verdadero se confunde con la mentira.

 "El fin justifica los medios”, es la base para entender el cinismo vulgar. Doble discurso permanente, que esconde, enmascara, falsea. La teoría es demagógica y la práctica insolente y descarada.

En este contexto, la acción política es, por definición, cínica vulgar. El poder corrompe y los cínicos vulgares lo disfrutan, lo usan y abusan para nunca perderlo. Son aquellos que siempre tienen respuestas que los dejan bien parados, avalando todos sus actos, aún aquellos que están por fuera de la ley

Como dice Giorgio Caprile (2014) cada vez molesta más el cinismo de la sociedad que reverencia a los que juzgan socialmente los hechos que ocurren en la vida cotidiana. Somos capaces de escuchar atentos a quien demuestra la infidelidad, sin pensar que quien nos habla con tanta vehemencia y pasión puede que nos esté moralizando, mientras sigue aún caliente la cama de su amante.

Los individuos que formamos parte de nuestra sociedad nos arrogamos el derecho de juzgar a los demás, y censuramos aquellos comportamientos sociales que creemos que nuestro amigo, nuestro vecino o nuestro pariente no aceptarían. 

El cinismo social también salpica a la actividad empresarial, laboral o sindical, como también pervierte el ejercicio de las diversas profesiones, banaliza expresiones mediáticas y culturales, permea la educación. Transforma el éxito superficial en un icono excluyente de otros valores casi irreconocibles y, a la par, alimenta un difundido malestar que comparten, aunque con grados y consecuencias diferentes, los premiados y castigados, por un modelo social que ha venido dilapidando día a día su precaria cohesión interna, producto de las extremas desigualdades existentes en nuestro país.

Desde hace más de una década estamos aplicando de manera constante la política del cambalache, de las relaciones serviles con el "mandamás” y de la algarabía. 

Siempre se opera por sistemas de favores y tráfico de influencias, contratos refugiados, negocios compartidos, ilícitos o no. Se evaporó una movilidad social que inducía a la motivación, la superación meritocracia. 

Además, se expande una enorme trama social y de poder que disimula mal su desprecio por una auténtica participación democrática. Es evidente su tendencia a reemplazarla por formas y diversas maneras de manipulación.

Cada cual y cada grupo se beneficia con la pertenencia; se promueve en su carrera política, se afianza en su espacio o sindicato, para facilitar sus negocios.

Es una logia sin estatuto público. Su moral es moral corporativa, no moral de ciudadanía.
El cínico vulgar genera desconfianza y desesperanza. Frente a él es necesario repetir una y otra vez que otro mundo es posible (y necesario). 


Friedrich Nietzsche lo dijo, pero no nos dio herramientas para liberarnos de él. Después del fracaso de las utopías, llegó el cinismo. Pero, después del cinismo ¿qué podemos esperar? Nadie lo sabe con certeza.

Cuando Mejor Es Ignorar

La ignorancia, el no saber, es la falta de conocimiento de la verdad, y para llegar a la verdad, el mejor camino es siempre la investigación propia y la experiencia.
La verdad absoluta no existe, existirá una única realidad y cada uno a través de su experiencia obtendrá su verdad.
Vamos a poner un ejemplo para que lo entendamos mejor: Si yo he estudiado psicología, y este campo del saber me ha abierto las puertas de un trabajo, y de una forma de enriquecer mi vida y de poder ayudar a la gente, podré decir que la psicología es una bonita profesión, que enriquece y te permite vivir dignamente. Si por el contrario, un compañero mío de estudios, que terminó también psicología, no encontró trabajo como psicólogo, y no le gustaron muchas asignaturas, ni le ha interesado estudiar más sobre estos temas, él dirá que la psicología es una tontería que no te enriquece ni te sirve para encontrar un trabajo. Los dos estamos diciendo la verdad, cada uno desde su propia experiencia y basándonos en la realidad. Es decir, la verdad es subjetiva y la realidad va a depender de cómo la afrontemos y de los recursos que tengamos para disfrutarla o sufrirla.
Démonos cuenta la importancia que tiene nuestra forma de percibir la realidad a través de nuestros sentidos, esa información tenemos que pasarla por el filtro de nuestro conocimiento y esto nos dará nuestra verdad con cada una de nuestras percepciones, si nuestro conocimiento es erróneo o está manipulado, todo lo nuevo que pasemos por ese filtro estará falseado sin que podamos hacer nada para darnos cuentas. Está claro que nuestro principal enemigo es la ignorancia y la manipulación por parte de otros, ya que la mayoría de las verdades no podemos experimentarlas, tan solo buscar información y contrastar datos de personas que lo vivieron o dicen haberlo vivido. En definitiva cuantas más personas nos den la información que no podemos vivir nosotros más probabilidad tendremos de llegar a la verdad, pero sólo probabilidad, nunca podremos defenderlo como verdad nuestra, esto nos ayuda a salir de la ignorancia teniendo ya conocimientos del hecho, poder darnos cuenta que los datos que ingerimos pasan por un filtro cada vez más fino de sabiduría y siempre con el prisma de que no existe la verdad única y que lo que yo no he vivido solo son datos probables de creer.
La búsqueda de la verdad, del conocimiento, es una actitud activa, es algo que debemos hacer para salir de la ignorancia que tenemos de nacimiento, cualidad con la que nacemos sin hacer nada. Debemos eliminarla para poder pensar, sentir y vivir una vida propia sin ser manipulados.
Hace 2500 años, Buda (Siddharta Gautama), se da cuenta de que la ignorancia nos lleva al sufrimiento, y que la verdad nos ayuda a llegar a la iluminación. describe tres tipos de impulsos destructivos que constituyen la causa fundamental de todo sufrimiento: la codicia, el odio y la ignorancia. Estos tres elementos son denominados los “tres venenos”. Los tres venenos son la esencia de todas las ilusiones y causas negativas que impiden la realización de nuestro potencial para lograr una vida feliz y creativa. La visión budista insta a la persona a luchar para salir adelante en la vida y en la sociedad con la luz de la sabiduría.
Según la tesis aristotélica, la teoría de la correspondencia, una creencia, enunciado o proposición es verdadera si existe un hecho que le corresponda. Pero no queda claro en qué tiene que corresponder la proposición con el hecho.
Una alternativa popular a la teoría de la correspondencia es la identificación de verdad y verificabilidad, supone que asumimos adicionalmente que la verificación es holista –es decir, que una creencia se verifica cuando forma parte de un sistema entero de creencias

Quien más se aproxima a la verdad sería el sabio, la persona que posee conocimientos amplios y profundos adquiridos mediante el estudio, mostrando buen juicio, prudencia y madurez en sus actos y decisiones. Ese buen juicio es lo que considero más importante para la vida en general junto con la prudencia, y sólo podemos llegar a tenerlo a través del conocimiento, para poder discernir entre todo lo que esta sociedad nos oferta y nos vende con el fin de que obtengamos lo que creemos querer.
En una sociedad de consumo, lo primero que hacen los vendedores es crearnos la necesidad, es decir, manipularnos para que creamos que nosotros necesitamos su producto y sintamos que lo queremos para mejorar nuestra vida, para ser felices, para gustar más a los demás… Estamos ante el primer momento donde el ignorante se lo cree por no tener filtros suficientemente fuertes para evitar esa “falsa” realidad y la persona que más filtros del saber tiene, podrá ver lo que están realmente intentando venderle y si lo necesita o si es una ilusión que crea el vendedor.
Nos damos cuenta que la manipulación nos llega por todas las direcciones y desde que tenemos uso de razón. A los niños se les hace creer que con las marcas van a ser más aceptados y queridos por los demás hasta el punto que se hace realidad y son las marcas las que se imponen en sus decisiones, a quien se acepta en el grupo y quien te gusta más por llevar su marca. Según vamos creciendo y buscando una identidad, las marcas ya han puesto las diferentes identidades que puedes elegir, es decir, tu no creas nada, solo eres una marioneta que puede elegir entre lo que ya está impuesto. Y vemos a los diferentes grupos o tribus sociales, con todos sus miembros perfectamente vestidos iguales, con los mismos peinados e iguales tendencias musicales defendiendo que esa identidad la han elegido ellos libremente. Que casualidad que ninguno libremente vista de romano o de vikingo y todos ellos vistan como se les vende que tienen que ir y tengan sus tiendas ya establecidas con sus identidades creadas antes que ellos lo eligieran. ¿Alguien duda que los jóvenes de ahora lleven barba, es por casualidad? O nos hemos dado cuenta como en cualquier anuncio o película ya nos dicen las características del joven con barba, un hombre moderno, interesante, que gusta a las mujeres y sabe lo que quiere. Es relativamente fácil crear un estereotipo y venderlo teniendo los medios adecuados.
Podemos pasar a la política donde dejaré que cada uno vea si ha elegido por sabiduría a su partido, tras pasarlo por el filtro del conocimiento, tras lo que hacen y predican, teniendo en cuenta que detrás hay un equipo de asesores de imagen que solo piensan en vendernos lo que ellos quieren en cada momento sin importar la verdad, es decir, tienen a expertos para engañar al pueblo a través de la comunicación, la imagen y los eslóganes que en cada momento interesen al partido.
Pensemos en lo que pensemos, el coche que tenemos, el teléfono, donde vivimos o que comemos, incluso donde vamos, hay expertos en ilusionismo y en dar más valor a sus productos.
Está claro que no podemos aislarnos de este mundo y tampoco creo haya que vivir con miedo y suspicacia, pero si intentar darnos cuenta que nuestra ignorancia es la culpable de lo que me pasa en casi todas las ocasiones y cuanto más sepa, mejores decisiones podré tomar sin influencias falsas. Tomemos medidas para evitar que nos sigan manipulando.
Recordemos las palabras del sabio que decía: Inteligente es quien cree la mitad de lo que escucha, brillante es quien sabe qué mitad creer.

Entre Todos

Si bien esperar que los hijos y los ciudadanos aprendan a valerse por sí mismos es una expectativa no sólo esperada sino válida, es importante recordar que todo eso que uno consigue hacer, siempre es producto de una relación con los otros.

Aquel que exalta sus logros como algo que se debe exclusivamente a sí mismo, no sólo está contándose una gran mentira, sino que está promoviendo el no reconocimiento de los otros, que es un camino que muchas veces conduce a la agresividad.  

Si no puedo reconocer la importancia de los demás en mi vida, si no soy consciente de que mi futuro y mi destino están entrelazados al de los demás, preparo el terreno para sentir, más bien, que los demás son mis rivales, los obstáculos que debo apartar.  

Al desvalorizar o excluir al resto de nuestra historia, estamos negando una parte de lo que somos, y en esa medida, perdemos referentes y lazos sociales que nos completan, que nos dignifican.

Y en este sentido, la tecnología moderna, si bien es un magnífico logro de la humanidad, cuando engendra la sensación de que ya uno puede hacer cualquier cosa sin necesidad de los otros, entonces está constituyendo el camino de la autodestrucción, individual y social.

Es importante recordar que la tecnología siempre es un medio, mas no un fin. Y que lo que nos hace humanos se despliega en la relación con las otras personas.

La Apertura Al Saber



Filosofía

La Apertura Al Saber

Si la Filosofía es Amor a la Sabiduría, en virtud de ese amor, debe provocar el movimiento. El amor no puede quedarse quieto porque busca lo que necesita, lo que ansía.

Lo que está escondido no intenta escapar de la búsqueda sincera del que participa de la naturaleza filosófica. Solamente pide una búsqueda más profunda, dirigida a las causas y no a los efectos evidentes…

La sabiduría no es llenarse la cabeza con ideas que nunca se aplicarán (por miedo, por cobardía, o por comodidad); sabiduría es aprender a vivir, a evolucionar, llegar a sentirse más firmes y seguros.

Es evidente que para llegar a la sabiduría hay que atravesar muchos caminos desconocidos, hay que abrirse paso por la intrincada selva de las experiencias; quedarse atrás por miedo, creer que evitaremos estos encuentros con lo desconocido, es apenas aplazar el sentido inexorable de la vida, y vivir lo que nos queda por delante con la sombra permanente del temor, de lo que se pudo hacer y no se hizo…

La vida es un tesoro de sabiduría cuando se aprende a vencer el miedo en cada paso. Se trata de tu vida, de tus pasos. No tengas miedo.

Huellas O Cicatrices


Hay una diferencia enorme entre dejar huella o dejar cicatrices. Las cicatrices son señales de daño, de dolor, de heridas abiertas, de emociones que necesitamos limpiar y tratar. Las cicatrices son marcas que no elegimos tener y que nos recuerdan un dolor que se podía haber evitado.

Sin embargo, las huellas son marcas imborrables en la piel y en la memoria que nos hacen rememorar momentos de amor, de aprendizaje y de crecimiento.

Por lo tanto, no importa tanto la cantidad como la calidad de la gente que nos rodea. Si alguien nos hiere de manera sistemática, deberíamos plantearnos limpiar nuestro entorno, enfocar mejor y dejar que permanezcan relaciones que resulten en aportes y crecimientos mutuos.

Son personas que te abrazan y reconstruyen tu interior

Los pequeños detalles otorgan significado al sentido de la vida, lo cambian todo, hacen de lo diario lo importante. Así, no se hace tan necesario lo que nos dan como la forma de darlo.

Digamos que, si te abrazan, logran recomponer tus partes rotas, te enseñan a vivir y a revivir tu interior. Las personas especiales no esperan a que las cosas sucedan, hacen lo que desean y persigue lo que quieren hasta que lo consiguen.

“La manera de dar vale más que lo que se da.”
-Pierre Corneille-

Hay personas que dejan una huella imborrable en tu corazón, porque ha habido un tiempo que has seguido un mismo camino con ellos. Y, aunque ya no estén contigo, nunca podrás olvidarlos.

No se esfuerzan por dejar esa marca, sino que aparece sin que te des cuenta. Son esas personas que te ofrecen otra visión de tu mundo, que te ayudan a cuestionarte tu pasado, tu presente y tu futuro.
“Cada persona que pasa por nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada
Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.”
-Jorge Luis Borges-

Por eso, un alma gemela es una especie de salvavidas. Llegan por casualidad, o tal vez de manera intencionada, y te cambian para siempre. Te abren los ojos, te hacen ver lo que duele, lo que puede llegar a doler y lo que tiene un significado maravilloso.

Sin embargo, con ellos al lado, nada duele tanto. Porque las personas que dejan huella no ocasionan daños permanentes, no se dedican a marcarte porque sí. Y, aunque pongan tu vida patas arriba y eso te incomode, si pones en tu diccionario la palabra Suerte, aparecerán ellos.

“La gente cree que un alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un portazo. Pero, ¿vivir con un alma gemela para siempre? Ni hablar. Se vive demasiado mal. Un alma gemela llega a tu vida para quitarte un velo de los ojos y se marcha.”

-Elizabeth Gilbert-

Aprender Siempre

Durante toda la vida siempre se aprende algo nuevo. De hecho los expertos en el comportamiento humano, educativo y médico a través de los años mediante sus investigaciones se han preocupado por entender los procesos fisiológicos, psicológicos y sociales que intervienen en el aprendizaje, así como demostrar los beneficios de mantenerse activos en continua preparación.

El que diga que no puede adquirir otros conocimientos o que está muy viejo para ello está equivocado. Todas las personas tienen la oportunidad de aprender a través de todo tipo de experiencias, sea porque han buscado conscientemente hacerlo o porque las circunstancias y oportunidades llegaron a sus vidas fácilmente.

Asimismo, a muchos individuos que no solo se cultivan de los aspectos positivos de la vida, también les ha tocado reconocer que de los errores se logran cambios favorables para el propio ser, e incluso para quienes les rodea.

Las personas que no se actualizan y que consideran que no es necesaria la capacitación están, metafóricamente, muertas”, Verónica Villacís Plúa

Por eso, dice la psicóloga educativa Jenny Alvarado Pozo, el hombre no solo aprende con la experiencia, la lectura o la observación, sino con la práctica. Más aún si tiene una actitud de apertura para adquirir nuevos conocimientos que serán útiles para su vida e interacción, social y laboral.

Para la psicóloga clínica Verónica Villacís Plúa, todas las facetas de la vida son giros y resoluciones que implican modos de aprendizajes. A nivel profesional, sobre todo, es absolutamente indispensable nunca dejar de aprender, por eso hay que cultivarse, capacitarse, actualizarse, pero no solamente en el conocimiento específico de la profesión, sino en relación a otros saberes que le van a permitir a ese profesional tener una perspectiva interdisciplinaria o multidisciplinaria en lo que se ha denominado la sociedad del conocimiento.

Según la psicóloga clínica Mónica Llanos, docente de la universidad Ecotec, es precisamente en este siglo en que se hace énfasis en los estudios formales. “El desarrollo de los países está vinculado estrechamente a los niveles de educación de sus ciudadanos y la educación constituye la puerta de ingreso a los avances científicos, tecnológicos y económicos de los mismos”.

Las naciones de varias regiones, agrega, se han preocupado en los últimos años en alcanzar calidad en los diferentes niveles de educación y en realizar acuerdos que los beneficie a todos. En este marco, agrega, surge el Proyecto Tunning de los países de la Unión Europea y posteriormente de América Latina y el Caribe, cuyo propósito es contribuir a la educación mediante acuerdos que propendan a mejorar la calidad de las titulaciones y de los programas educativos.

Un profesional de cualquier carrera, dice Villacís, es un ciudadano y no está fuera de un contexto social e histórico determinado. “A mi juicio debe aprender a desarrollar lo que Delors en 1996 especificó como los ejes fundamentales de la educación: aprender a hacer, aprender a aprender, aprender a convivir y aprender a ser”.

Precisamente este “aprender a aprender”, dice Llanos, implica que todas las personas independientemente de su edad, condición social, económica o formación académica pueden desarrollar la motivación, constancia y disciplina necesaria para estar en un continuo aprendizaje que les ayude a ser mejores.

Para el psicólogo clínico Octavio Huerta, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), una persona nunca debe dejar de aprender porque parte de la superación personal y profesional es la búsqueda de conocimientos que la ayuda a crecer y a adaptarse a nuevas situaciones, a tener una visión de la realidad y un criterio bien formado sobre el acontecer diario.

Los beneficios que se obtienen por una educación continua, agrega, son el mantenerse al día con las nuevas tendencias e innovaciones, así como descubrimientos científicos que van revolucionando a diario el mundo laboral. Además, mantiene al profesional actualizado y en constante exposición con su área de especialidad.

Es una responsabilidad que tienen no solo los médicos, ingenieros, ambientalistas o educadores, sino todos los profesionales que trabajen al servicio de la sociedad.

Incluso, al dejar de aprender, agrega Huerta, corren el riesgo de quedarse atrás con las últimas investigaciones o descubrimientos que se realicen en el área en la que se ejerce. Además, muchos de los conceptos que se aprenden en la universidad cambian o se vuelven obsoletos.

Para Villacís, “las personas que no se actualizan y que consideran que no es necesaria la capacitación están, metafóricamente, muertas”.

El individuo que aprende cada día algo nuevo, dice Huerta, por lo general es muy curioso y no se contenta con los conocimientos que le dan en un tiempo determinado, sino que está constantemente queriendo aprender más y poniéndose al día con los adelantos en la ciencia y la tecnología. Es alguien a quien le apasiona el conocimiento y se siente a gusto en ambientes en los cuales se motiva y se comparten ideas, para construir continuamente el saber.

Según Alvarado, la imagen que transmite a los demás es de alguien inteligente o intelectual. Esto provoca que otras personas lo admiren por sus conocimientos e incluso en muchas oportunidades y dependiendo del liderazgo puede hacer que los demás imiten su ejemplo convirtiéndose en alguien valioso y positivo.

También, dice Huerta, transmite una imagen de profesionalismo e interés en lo que hace. Es decir, alguien preocupado por el desarrollo y mejoramiento de su profesión y de su práctica. “Es un sujeto que está constantemente retándose a ser mejor y aprender algo nuevo cada día. Por eso suele ser percibido como un profesional preparado y capaz de desenvolverse en su área con excelencia”, asegura.


Por último, dice Villacís, está demostrado que aprender es vivir, que es tener la posibilidad de variar, cambiar, transformar, gestionar o resolver. Y que la vida personal y profesional exige como condición cruzar las sombras de la ignorancia.

jueves, 7 de marzo de 2019

Concepto De Rispidez

Rispidez es aquello que tiene la cualidad de ríspido, del latín rhispidum” “re” que indica una reiteración o abundancia más “hispidum” que indica pelo duro y punzante.

La rispidez, en sentido amplio, se aplica a todo aquello que es contrario a lo suave, resultando áspero, molesto, tenso e hiriente, pudiendo aplicarse a las cosas, a los hechos, a las ideas, al carácter, a las palabras, a las relaciones entre individuos o a los sentimientos.

Ejemplos: “Estas sábanas son muy ríspidas, prueba agregarles suavizante en el enjuague”, “Las montañas ríspidas hacían el camino intransitable”, “La rispidez del camino rompía los neumáticos”, “Se vivió un momento ríspido cuando la mujer golpeó a su novio delante de todos”, “Sus ideas son tan ríspidas que resulta ofensivo”, “Su carácter ríspido lo vuelve solitario”, “Sus palabras ríspidas la hicieron llorar” o “Sus ríspidos sentimientos lo han llenado de odio”.

Es bastante frecuente que la rispidez acompañe cualquier tipo de debates, donde se enfrentan diferentes posiciones, y no se logra un diálogo constructivo, sino que cada uno intenta hacer prevalecer su opinión, por ejemplo: “Los diferentes candidatos políticos se enfrentaron en una ríspida discusión sobre los mejores modos de mejorar la economía del país” o “Fue muy ríspido el enfrentamiento entre los partidarios de legalizar el consumo de drogas y los que se oponen a ello”.


En materia de relaciones entre países, la rispidez suele surgir cuando existen conflictos de intereses, ya sea por soberanía, territorios, manejos económicos, etcétera: “En la Guerra Fría ambos bloques, capitalista y comunista, mantenían una ríspida relación” o “Al no permitir la importación de productos, el Estado generó rispidez con los países que le vendían los productos hasta entonces”

Cuando La Vida Nos Duele


Pocas experiencias humanas alcanzan tal grado de universalidad como el dolor. Su registro es tan común como inevitable. De una u otra forma, todos somos personas dolientes, desde el primer sollozo, desde esa primera bocanada de aire que nos entrega a la vida, a pesar de que el ser humano no nace configurado para herir ni para que le hieran. 

Pero antes de seguir, distinga primero el lector entre dolor y sufrimiento, pues ambas experiencias no son similares. No puede haber más alegría en una madre que pare a su hijo en medio de dolores de parto y no puede caber más sufrimiento en aquel o aquella que pierde a un ser querido, o recibe una ofensa, o ve sufrir a un inocente, o se sabe solo, o rechazado, o sin recursos... aunque en realidad, por todo ello, no le duela más que el alma.

El dolor es parte de nuestra vida cotidiana y tiene el poder de contribuir a hacernos caminar hacia la madurez o de derribarnos hundiendo nuestra existencia en la amargura. Nos duele nuestro dolor y nos duele el de los otros... El mundo está lleno de crucificados, está lleno de personas que sufren, crucificadas por la desgracia, la injusticia, el olvido: enfermos solos y sin cuidados, mujeres maltratadas, ancianos ignorados, niños y niñas violados, emigrantes sin futuro y mucha, mucha gente hundida en el hambre, la miseria o la guerra. Vivimos tiempos dolorosos configurados por la angustia, la incertidumbre, la precariedad económica, la violencia, la crisis de valores sociales, familiares, éticos y morales, el miedo, la indignación y la desconfianza.

Al ser humano le duele la vida y ese dolor desafía nuestro sentido de búsqueda de paz y de alegría. El filósofo alemán Robert Spaemann plantea esto mismo diciendo que Allí donde no se acierta a integrar una determinada situación dentro de un contexto de sentido, allí comienza el sufrimiento. 

El verdadero sufrimiento no es otra cosa que no saber darle sentido al dolor humano: ¿por qué sufrimos? Y, sobre todo, ¿para qué? Para muchos, las experiencias de aflicción son señales indicadoras de las que se vale la vida para irnos conduciendo hacia el sosiego, el abandono, la falta de codicia, de ansiedad, de egolatrías, de temor... y entienden que el dolor es el colirio que ayuda a ver aún mucho más lejos. 

Pero para muchos otros, el dolor humano es inadmisible. Estamos en una cultura para la cual el dolor es un contravalor. No tenemos motivos para soportarlo, no tiene sentido. Hemos caído en la trampa de pensar que somos capaces de combatirlo, ignorándolo, trivializándolo, volviéndole la espalda..., lo que nos empequeñece e infantiliza. Según Viktor Frankl no fueron los más fuertes quienes superaron la experiencia de Auschwitz, sino los que tenían un motivo para la esperanza: mujer, hijos, una tarea, ideales, Dios, etc., en una palabra, aquellos que no podían defraudar abandonándose a una muerte indigna y miserable. Los que sobrevivieron sabían que aquello no les aniquilaba, les fortalecía; que si no podían esperar nada de la vida, era cuestión de preguntarse por lo que la vida esperaba de ellos.

Tendemos siempre a erradicar a manotazos el propio sufrimiento. 

Es lógico porque de ninguna manera hemos de buscarlo. Pero llega una y otra vez. Y nos reconstruye o nos destruye. Nos obliga a mirarnos para sentir que somos vulnerables y, sobre todo, exactamente iguales a los otros. Hay que dejar que nos habite. No hay otro modo de conocer y conocernos, de que se ensanche lo que somos y de que, cuando venga la alegría, tenga más sitio donde enseñorearse.