lunes, 7 de noviembre de 2016

Hablando De Uno


Sucede que uno lleva mucho tiempo en esta tarea de “continuar viviendo” y claro cuando no se tienen muchas certezas de cómo han sido nuestros orígenes resulta, para quienes sienten algo de curiosidad al respecto un verdadero problema el armado de este “rompecabezas” que más se asemeja a un puzle, donde no resulta tan sencillo el poder “encajar” correctamente las piezas.

Creo que todos saben que soy el mayor de muchos hermanos, y aunque a algunos les cueste creer tengo diez hermanas mujeres y ocho hermanos varones, como soy bastante ordenado en temas de genealogía guardo debidamente documentado todo lo relacionado con este tema.

Tanto por parte de mi padre como de mi madre el contacto que hemos mantenido con mis hermanos si bien han sido fraternos como no podría ser de otra manera, como digo, esos contactos han sido un tanto esporádicos, como envueltos en la bruma de un misterio, a tal punto de que ninguno de mis hermanos podría mencionar a ciencia cierta cómo ha sido la vida que he llevado desde que he venido a este mundo allá por los pagos de “paso Pereira” a orillas del Río Negro.

Así como menciono a mis hermanos, incluyendo tanto a los varones como a las mujeres, lo que asevero es extensivo a mis tíos, tías, primos, primas, etc. , lo que resulta incuestionable es que “estoy aquí” algunos intuyen de que tengo una sólida formación académica pero de ahí a saber cómo es que sucedió todo esto, bueno eso también se pierde en la nebulosa de un pasado que continúa presente, aclaro que esta falta de información también la padecen tanto mis hijos como aquellas damas, excelentes compañeras que la vida me ha deparado las cuales también ignoran estos sucesos.

Una vez, siempre hay una vez como en los cuentos de hadas, alguien me preguntó: tío dime realmente ¿quién eres? la pregunta me tomó un tanto de sorpresa y lo que atiné a responder fue lo siguiente: Creo que soy como esos cardos que crecen de puro testarudos que son, que ha encontrado una buena tierra donde afianzar sus raíces y que pudo recoger los mejores ejemplos para incorporar a su existencia la cual ha sido muy dura y fructífera en todos los sentidos como para que todos aquellos que de una forma u otra se hayan relacionado conmigo puedan sentir la integridad y honestidad  que es proveniente de nuestros ancestros.

Agregamos:

“Estamos comprometidos con nosotros a ser nosotros mismos, diferentes de los demás y otros distintos a lo que los demás quisieron hacer de nosotros.

La importancia de tal compromiso reside en el hecho de que sólo quien se asume un individuo, uno distinto a los otros, puede tomar el control de su vida y realizar lo que es propio de su identidad e interés. Quien no se obliga consigo mismo sigue estando a expensas de otros, siendo y actuando de acuerdo a lo que los demás han hecho de él: con unos sumiso, con otros valiente; con unos fuerte, con otros débil; con unos triunfador, con otros un mero perdedor. Dejan de ser ellos para ser con cada cual lo que éste espera que sean. Terminan viviendo vidas esquizoides, sin control ni satisfacción. Y, lo que es peor, sin sentido ni esperanza.”

Hugo W Arostegui



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