Insustituible:
“Irreemplazable,
necesario, fundamental, indispensable, imprescindible, esencial, obligatorio,
forzoso, vital, primordial”
Este segundo domingo de noviembre tengo en mente un tema que
seguramente debe ser muy recurrente en mis intervenciones anteriores.
El tema en cuestión está relacionado a una pregunta que me
formulara un jovencito muy inteligente e inquieto que en medio de una
multiplicidad de interrogantes sobre sus posibilidades futuras en su
orientación profesional, se refirió concretamente a la siguiente pregunta:
dígame una cosa, ¿dónde debo continuar mis estudios una vez que termine la
secundaria? Lo que ha motivado, no sin
cierto estupor de mi parte, de que me declarara absolutamente incompetente para
formular una respuesta, le explique, o intenté explicarle, que entre él y quien
suscribe, existía un enorme abismo generacional, que las circunstancias
obviamente no podrían ni deberían ser las mismas y que el mejor de los aportes
que podría otorgarle, es la certeza absoluta, que la decisión que adopte siempre
deberá estar ligada al grado de compromiso consigo mismo que esté dispuesto a
asumir.
Una interrogante extra, que seguramente dejó para el final,
no era precisamente lo que pueda considerarse una pregunta, digamos que se
parecía más a querer satisfacer una curiosidad sobre si pudiese haber, considerando los avances de la tecnología,
algún programa disponible por el cual uno pudiese seleccionar un tema y obtener
el desarrollo del mismo sin necesidad de tener que recurrir tanto al intelecto
humano.
La respuesta a esta interrogante o curiosidad, vaya uno a
saber, es la que intento esbozar en las próximas líneas, si algo merece una
respuesta contundente es todo lo relacionado con la capacidad creativa de la
inteligencia humana la cual es “insustituible” no existiendo elemento alguno
que pueda suplantarlo y menos sustituirlo, nada puede siquiera compararse con
lo que pueda surgir de nuestra mente.
Hugo W Arostegui
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