lunes, 20 de mayo de 2019

Siempre Dispuestos

Si hoy tuviese que hacer algo por alguien prioritario en su vida, seguramente lo haría sin titubear, no habría nada, ni nadie más importante. Así somos los seres humanos con la gente que amamos, con la gente que nos interesa, con nuestra gente… siempre dispuesto a todo.

Elegir hacer algo en función de otros que nos son importantes y necesarios es una medida inteligente, nos hace sentir bien, nos permite participar  y nos permite crecer en todos los aspectos humanos, finalmente de eso se trata nuestra vida… de la gente que está en ella, de la gente que amamos, que nos es… prioritaria.

Y sucede con demasiada frecuencia que nos entregamos a esta noble causa y nos olvidamos de nosotros mismos, porque siempre sucede que se piensa mucho en los demás, en sus circunstancias y poco o nada en uno y las suyas,  pasamos horas resolviendo lo ajeno y minutos resolviendo lo propio… Y la bondad puede también resultar un fracaso una vez que se hace recuento.

Ayudar y ser bondadoso siempre será correcto, siempre será necesario y siempre sumará a nuestra vida… Y deberá valorarse la razón correcta por la que se entrega todo lo mejor de uno a otras personas. Se lo digo porque la ayuda, la bondad y el estar siempre dispuesto es también una elección que se toma, pero hay que hacerla en el sentido correcto… y el sentido correcto no es otro que el bienestar de la gente que amamos, que también será el nuestro.

Sin embargo, ocurre que en la entrega, se da hasta lo que no se tiene, o lo que se necesita, y no es que se deba dar lo que sobra sino que no se debe dar lo que va más allá de nosotros mismos. El dar nunca puede ir sujeto a nada que no sea el simple placer de compartir, lo demás es distorsionar la bondad, la ayuda y el motivo correcto de siempre estar dispuestos.

Porque nunca importa lo que demos, una vez que hemos elegido compartirlo será nuestro, pero también de otros, y quizá también deje de ser nuestro para siempre, porque de eso se trata cuando uno elige dar… darlo todo.

Y en ese darlo todo se nos olvida que también podemos irnos nosotros. Si aún no hemos aprendido a compartir…

No me dejará mentir… no existe una felicidad más grande que saber que todas las personas importantes para nosotros están bien, haciendo su vida, logrando y alcanzando su felicidad, evolucionando en sus implicaciones y cambiando conforme a sus necesidades… no existe nada más maravilloso que eso… saber que nadie nos necesita.

Eso hace que la vida fluya mejor, porque quien no nos necesita para amarnos sólo lo hace por eso… por amor, que cuando nos ayuda sólo lo hace por eso… por el placer que le causa, que cuando comparte algo con nosotros sólo lo hace por eso… porque considera que somos la gente correcta para compartir.

Por eso… hoy le invito a estar siempre dispuesto a todo por usted y para usted en primer lugar, porque no existe nadie más importante y prioritario en la vida que uno, y el que uno esté bien hace que los demás que nos son prioritarios también lo estén.

Debemos estar siempre dispuestos para uno mismo, para nuestras necesidades, no puede haber nadie en el mundo más importante que uno mismo porque estando uno bien es lo mejor que podemos darle a los demás, es la mejor manera de poder compartir y la única manera de poder ayudar a los demás.

Créame, no existe nada más grande que poder estar dispuesto para otros con la certeza absoluta de que uno está siempre dispuesto para sí mismo. Porque nadie puede dar algo a  otro si uno no está bien.

No se deje engañar, las dependencias no son sinónimo de amor, ni mucho menos de aprecio, son simplemente el absoluto vacío del otro o de usted y esos vacíos… son infinitos. Las dependencias carecen de la libertad para ser quien se es y lo mejor que se pueda llegar a ser. A la gente se le quiere y se le necesita, pero no para que llenen espacios y sensaciones sino para compartir con ellas lo que somos.

Por eso no son las mejores compañías las personas que le necesitan para ser lo que no pueden ser sin usted, y tampoco es usted una buena compañía si no puede ser quien es sin ellos. Uno debe ser quien es sin importar la gente o las circunstancias.

Por eso hay que estar bien con uno mismo y siempre dispuesto, para poder estar dispuesto para los demás con todo, no en mínimos, no porque se quiera o se necesite algo, sino simplemente porque compartir la vida con esa persona o esas personas hace de nuestra vida, una vida mejor.

Usted elige pero siempre será mejor saberse responsable y dueño de su propia vida, saber que uno puede y sabe cuidar de sí, protegerse, acompañarse, quererse, aprender de sí mismo, reconocer, rectificar y seguir… la valentía, la independencia y la autonomía siempre es más atractivo para el buen amor, para la buena ayuda y para el estar siempre dispuesto.


Piénselo, lo mejor que podemos dar es lo mejor de nosotros mismos, y para eso se necesita estar con uno mismo, compartir con uno, y pensar en uno, simplemente para ser mejor y ser la mejor persona con la que otros deseen compartir su vida. Haga también por usted lo que hace por aquellos que le son prioritarios y por aquellos a quienes ama, sólo hágalo y se dará cuenta de que puede dar más, compartir más y hacer que los otros y usted vivan mejor.

Narcisistas

El mito narrado por Ovidio es archiconocido: El hermoso Narciso rechaza a Eco, la ninfa que lo pretende y se enamora de su propia imagen reflejada en un estanque, de tal forma que, al no poder separarse de ella muere ahogado ahí. La historia se repite hoy en día: muchísimos jóvenes están mucho más pendientes de sí mismos que de los demás y acaban por ahogarse en un egoísmo superlativo que los aleja de una correcta autoestima y de descubrir el valor de los otros como forma de dar sentido a la vida.  Es una idea planteada por José Ignacio Munilla en una reciente ponencia en un congreso sobre la juventud, que comento con mis propias palabras.

El narcisismo se manifiesta en la excesiva consideración de sí mismo, en la idea de que la vida gira en torno a uno mismo, en que a la hora de la verdad lo que cuenta es estar bien, sentirse bien, pasarlo bien, y los demás verán qué hacen. Los jóvenes de “última generación” cuando están “in”, en los momentos de euforia, tienen la pretensión de ser “lo último”, pero cuando están “out”, en los momentos malos, se sienten víctimas que no reciben suficiente atención de los demás. Son “mendigos perpetuamente insatisfechos”. Van por la vida dando tumbos, huyendo hacia adelante, revelando una incapacidad de descubrir al otro y de comprender sus necesidades.

La contrapartida al narcisismo es la verdadera autoestima o correcta valoración de sí mismo, la “aceptación humilde de la realidad”, sin lamentaciones, ni quejas, ni querer cambiarlo todo sin empezar por cambiarse a sí mismo primero. Munilla dice: “No olvidemos que la autoestima no proviene de hacer muchas cosas, ni de lograr éxitos, ni de la apariencia física, sino de saberse amado… Tenemos el riesgo de valorarnos según el juicio ajeno, de hundirnos por un comentario o por un fracaso, etc. ¡Es un auténtico drama que nuestro estado de ánimo se parezca a los vaivenes de la bolsa o a la montaña rusa!”

No se trata de invitar al autodesprecio o a hundirse en el pesimismo, pero tampoco de dejase arrastrar por un optimismo ingenuo que desconoce lo que está pasando alrededor, como si se habitara en una burbuja aséptica, en la que uno no se entera del dolor, de la miseria, de la desesperación de la vida de muchos, que tienen que ver con nosotros más de los que creemos. Al contrario de lo pasa con el avance de la tecnología, muchos jóvenes van al paso de la tortuga de la aporía de Zenón que no avanza y parece que nunca llega a la meta.

Lo que sale a relucir es una profunda “herida afectiva”: tener imagen, buscar aprecio y reconocimiento, afán de figurar, de ser admirado, de recibir elogios, de tener éxito es mucho más importante que buscar la plenitud interior, los ideales y metas que requieren un nivel espiritual para afrontarlos, echar mano del esfuerzo, del sacrificio, de cierta abnegación y olvido de sí. En lugar de una auténtica búsqueda de la felicidad o de la realización personal lo que predomina es una hipersensibilidad y un espíritu crítico ante todo. Para muchos de ellos la cultura es un cuento inútil, la filosofía no sirve para nada; no hay que pensar demasiado, ni hay que ponerse a salvar el mundo.


Una salida razonable: la generosidad, la sincera preocupación por los demás, la solidaridad que invita a ayudar, a servir, a dar lo mejor de sí en la tarea por vencer los males de la sociedad y del mundo, recordando con José Ignacio Munilla aquella frase del escritor español Unamumo: “El que quiere todo lo que sucede, consigue siempre que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por la aceptación”.  

El Placer De Caminar


“Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real…. Cada día caminas a alguna parte, de modo que añadir la meditación caminando a tu vida no te tomará un tiempo adicional ni requerirá que vayas a un lugar diferente.”

La mente puede ir en mil direcciones.
Pero sobre esta hermosa senda, camino en paz.
A cada paso, un suave viento sopla.
A cada paso, se abre una flor.

Constantemente caminamos, pero con frecuencia se trata más de un correr. Nuestros apresura­dos pasos imprimen sobre la tierra ansiedad y pesar. Si podemos dar un paso en paz, podemos dar dos, tres,  cuatro y después cinco pasos por la paz y la felicidad de la humanidad y de la Tierra.

En la meditación caminando,  caminamos tan sólo por disfrutar caminando. Caminar sin llegar, esta es la técnica. Hay una palabra en sánscrito, apranihita. Significa sin deseo, sin finalidad. 

La idea es que no ponemos nada frente a nosotros y corremos tras ello. Cuando practicamos la me­ditación caminando, lo hacemos con este espíritu. Disfrutamos del caminar, sin ninguna finali­dad o destino particular. Nuestro caminar no es un medio para conseguir un fin. Caminamos por el placer de caminar.

Nuestra mente tiende a lanzarse de una cosa a otra, como un mono que salta de una rama a otra sin detenerse a descansar. Los pensamientos tienen millones de caminos y nos arrastran al mundo del olvido. 

Si podemos transformar nuestra senda en un campo para la meditación, nuestros pies darán cada paso con plena consciencia. Nuestra respiración estará en armonía con nuestros pasos y nuestra mente se relajará fácilmente de forma natural. Cada paso que demos reforzará nuestra paz y alegría dando lugar a una tranquila corriente de energía que fluirá a través de nosotros. Así podremos decir, ‘a cada paso, un suave viento sopla’.

Se puede practicar la meditación caminando siempre que tengas que andar, aunque solo se trate desde el coche hasta el trabajo o desde la cocina al salón. Siempre que andes hacia algún sitio, deja un tiempo suficiente para practicar;  si tardas tres minutos, date ocho o diez. Yo siempre que voy al aeropuerto me doy una hora extra para poder practicar allí la meditación caminando. Los amigos intentan retenerme hasta el último minuto, pero yo resisto. Les digo que necesito el tiempo. 

La meditación caminando es como comer. Con cada paso alimentamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Cuando caminamos con pesar y ansiedad, es como una espe­cie de comida basura. El alimento de la meditación caminando debe ser de alta calidad. Se trata solo de caminar despacio y disfrutar de un banquete de paz.

A.J. Muste dijo, ‘No hay un camino hacia la paz, la paz es el camino’. Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real. ¿Por qué andar con prisas? Nuestro destino final no será otro que el cementerio. ¿Por qué no caminar en la dirección de la vida, disfrutando la paz en cada momento y a cada paso? No hay que esforzarse. Disfruta cada paso que das. 

Cada paso te trae al hogar del aquí y ahora. Este es tu verdadero hogar, porque únicamente en este momento, en este lugar, puede ser posible la vida. Ya hemos llegado.

La Tierra es nuestra madre. Cuando nos alejamos durante mucho tiempo de la madre natura­leza, 
enfermamos. Cada paso que damos en la meditación caminando nos permite entrar en contacto con nuestra madre, y así poder estar bien de nuevo. Mucho daño se ha hecho a la ma­dre tierra de modo que es tiempo de besar la Tierra con nuestros pies y sanar a nuestra madre.

Algunos de nosotros puede que no podamos caminar. Cuando practicamos la meditación cami­nando en nuestros retiros, cada persona que no puede andar elige alguien que está practi­cando la meditación caminando para mirarle y hacerse uno con él, siguiendo sus pasos con consciencia plena. De este modo, da  pasos serenos y pacíficos junto con su compañero, aun cuando él o ella misma no puedan caminar.


Los que tenemos dos piernas no debemos olvidar estar agradecidos. Caminamos por nosotros mismos y caminamos por aquellos que no pueden caminar. Caminamos por todos los seres vivos, pasados,  presentes y futuros.

Las Psicotrampas

Las psicotrampas son trampas psicológicas que los seres humanos nos tendemos a nosotros mismos, en forma de pensamientos o comportamientos que nos atrapan y nos causan un enorme sufrimiento.
En el post de hoy vamos a explicar una psicotrampa en la que los seres humanos caemos con suma facilidad: "Insistir en soluciones que no tienen éxito", o lo que es lo mismo, "cuando la solución se convierte en el problema".

Cuando los seres humanos nos enfrentamos a una dificultad, solemos poner en marcha una serie de conductas con la que intentamos darle una solución. En ocasiones, la estrategia que adoptamos resulta contraproducente, de manera que no sólo no resuelve nuestra dificultad sino que la mantiene o incluso la agrava.

Si a pesar de nuestro fracaso seguimos pensando que "nuestra solución intentada es la ideal" y que "si ésta no ha dado resultado es porque no hemos insistido lo suficiente", continuaremos aplicando con mayor intensidad la misma solución ineficaz, es decir, seguiremos haciendo "más de lo mismo", lo que acabará convirtiendo nuestra dificultad inicial en un auténtico problema. 

Aunque pueda parecernos absurdo que alguien pueda insistir en soluciones ineficaces que terminan convirtiéndose en problemas, existen numerosos ejemplos de nuestra vida cotidiana en los que se manifiesta esta psicotrampa.  

Por ejemplo, si sentimos que tenemos poca comunicación con nuestra pareja, podemos intentar ponerle remedio volviéndonos más locuaces y exigentes. Estos comportamientos suelen provocar que nuestra pareja se agobie y se vuelva más reservada, lo que nos confirma que en nuestra pareja hay poca comunicación y que debemos hablar más y exigir un mayor diálogo. Entramos entonces en un ciclo sin fin en el que exigimos diálogo porque nuestra pareja no habla, pero ésta no habla porque se siente presionada. 

Otro ejemplo lo podemos observar cuando intentamos corregir con mano dura el comportamiento rebelde de nuestros hijos o hijas adolescentes. Aunque este intento de solución es eficaz con algunos adolescentes rebeldes, en la mayoría de los casos no  sólo no da resultado sino que hace que éstos se vuelvan aún más indisciplinados, ya que se sienten excesivamente controlados, señalados y constreñidos por nosotros y nuestros castigos.

Un último ejemplo lo observamos cuando una persona intenta controlar a su pareja, vigilándole, poniéndole a prueba y sometiéndole a incómodos interrogatorios acerca de dónde va, qué piensa o qué hace en casa o fuera de ella. Si la pareja considera esta conducta demasiado entrometida, se negará a proporcionarle una información que, en sí, puede ser bastante inocente y carecer de importancia. Pero en lugar de conseguir que su pareja controladora renuncie a su actitud, tal intento de solución aumenta sus preocupaciones y su desconfianza. Cuanto más insiste el miembro controlador menos cede el otro; cuanto menos informa el otro, más insiste su pareja en enterarse.

Como vemos, si insistimos en aplicar soluciones ineficaces, éstas pueden acabar convirtiéndose en problemas. Por fortuna, los seres humanos tenemos la capacidad de observar nuestros comportamientos redundantes y evaluar correctamente los resultados que provocan, lo que nos permite interrumpir las soluciones ineficaces que hayamos puesto en marcha hasta entonces y sustituirlas por comportamientos alternativos y más funcionales.  Como dijo una vez Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".

Para concluir, te dejamos esta divertida historia, que ilustra a la perfección la psicotrampa de insistir en soluciones que no tienen éxito:

"Había una vez un hombre que se encontraba buscando algo a media noche, bajo la luz de una farola. Al pasar un policía se dio cuenta de su apuro y le preguntó qué es lo que había perdido. El hombre le respondió: “Estoy buscando las llaves de mi casa”. El policía, compadecido, se puso también a buscarlas.

Pasados unos minutos, el policía le preguntó al hombre: "¿Está seguro de haber perdido las llaves precisamente aquí?", a lo que el hombre le respondió: “No, aquí, no, sino detrás de esos arbustos, pero allí está demasiado oscuro y no podré encontrarlas”".

Las Ideas Ficticias

Filosofía
Las Ideas Ficticias
Consideradas las ideas ficticias Spinoza pasa a considerar las ideas falsas. Según la idea falsa se produce por un asentimiento, es decir, se toma la idea que no es verdadera por verdadera y se cree que es verdadera. Las ideas falsas, al igual que las ficticias, de las que provienen, se pueden referir a la existencia o a la esencia de las cosas.

Con respecto a las ideas falsas sobre la existencia Spinoza afirma lo mismo que de las ficticias, a saber, que si una cosa es necesaria no es posible tener una idea falsa sobre su existencia, lo cual implica una suerte de argumento ontológico, puesto que si Dios existe necesariamente no es posible tener una idea falsa sobre su existencia, es decir, no es posible pensar que no existe. Y tiene el mismo defecto que todo argumento ontológico, a saber, si afirmo que Dios existe necesariamente y por lo tanto no puedo pensar que no existe, tengo una idea sobre Dios, con lo cual se está cometiendo la petición de principio que se comete en todo argumento ontológico.

Las ideas falsas sobre la esencia procederían de "percepciones confusas" con lo cual nos encontraríamos en la misma situación anterior, es decir, si se tiene una idea clara y distinta sobre una cosa no se puede tener una idea falsa sobre ella.

El entendimiento no puede pensar mal sobre una cosa que conoce, con lo cual la idea falsa provendría de un error del entendimiento. Aquí introduce Spinoza el concepto de verdad o de "forma de la verdad" que en fondo se reduce a una adecuación del entendimiento con la cosa. 

En efecto, Spinoza habla de dos determinaciones de la verdad con respecto al entendimiento: una extrínseca, según la cual la verdad se da cuando el entendimiento se adecua a algo exterior y otra intrínseca, según la cual el entendimiento se adecua a un objeto que se da en el propio entendimiento. Según esta determinación el pensamiento nunca podría no ser verdadero, pues siempre se adecuará con el objeto que al mismo produce.

A esta determinación hay que añadirle lo dicho anteriormente, es decir, que el pensamiento no puede pensar mal si conoce lo que piensa, lo cual viene a querer decir que un pensamiento que conoce una esencia formará una idea verdadera de esa esencia y se adecuará el pensamiento, que por lo tanto será verdadero, con la esencia, que también es verdadera. Lo cual vendría a querer decir que, según esta determinación intrínseca, la verdad es la adecuación de la verdad del pensamiento con la verdad de la cosa.


La Luz Del Conocimiento

La razón de ser del accionar de la humanidad “es su forma de pensar y sentir egoísta” donde cada quien se concentra en resolver sus necesidades no nos importa la situación ajena,

Cuando tratamos de resolver todo solo, nos queda cuesta arriba, esa es la causa de que las cosas no se resuelven en esta sociedad ni en forma individual, el sistema que impera en esta sociedad se sostiene por el egoísmo, nadie comparte con nadie. Si queremos que cambie la acción de la humanidad tendremos que tener una forma nueva de pensar y sentir basada en la ley de la unidad  o integración.

Cada ser humano trata de resolver sus cosas en forma personal separado del resto de la humanidad, ese es el pensamiento y el sentimiento humano, mas creen que el dinero es la solución a todos los problemas aferrándose a él como la única tabla de salvación, los que controlan este sistema nos sembraron este paradigma para que olvidáramos quienes somos realmente y que poseemos el poder de crear, que unas de nuestras principales características  cuando estamos conscientes es la cooperación para resolver toda situación física, cuando nos unimos todo lo podemos lograr  el dinero queda en un papel secundario.

 A través del pensamiento y de la emoción creamos  más la acción precipita al físico lo que anhelemos si nos unimos para realizar creaciones a través de una acción conciente provocaremos un desencadenamiento de circunstancias acelerando que se haga tangible lo que queremos en el físico.

 Lo que tenemos que cambiar es la estructura de pensar y sentir egoísta que tenemos y que el dinero nos ayudara a resolver todo. Por la de unirnos para resolver lo que necesitamos más utilizar el poder de crear juntos para precipitar mas rápido al físico lo anhelado para el bien común.

 Estamos entrando a la luz y unas de las características es la cooperación para resolver todo físicamente, el egoísmo no tiene cabida ya que es una característica de la oscuridad, experimentarnos como Ser es la apertura a la luz en cada uno de nosotros en forma conciente, en los libros como sacar tu luz de tu oscuridad interior y reflexiones de la humanidad están las técnicas para experimentarnos como Ser.

Para dar comienzo a la entrada de la luz al planeta es necesario que conformemos focos de luz en diferentes partes del país y del mundo, los focos de luz están conformados por seres humanos que ya nos hemos experimentado como ser, uniéndonos para Conformar comunidades con una nueva forma de pensar y sentir como es la de unirnos para resolver todo lo que necesitamos aunados a la tecnología, en armonía con el ambiente, mas unir el poder de crear para cristalizar lo que anhelamos esa es la invitación que dejamos abierta para todo aquel que se quiera integrar y ayudar acelerar el pase a la luz.

En Barquisimeto se encuentra un foco de luz y en estos momentos está conformando y cristalizando una comunidad de la luz con esa forma de pensar y sentir que le caracteriza como es la cooperación para cubrir todas sus necesidades más uniendo su poder de crear para dar comienzo a una escalada de focos de luz en todo el país y el mundo entero.

Lo más trascendental es llegarnos a experimentarnos como Ser ya que es el inicio del auto despertar de quienes somos no por teoría alguna si no por la experiencia directa, esto nos dará el comienzo de la apertura hacia la luz, reconoceremos lo que somos, nos adueñaremos de nuestro vehículo, lo conduciremos a través de los cinco centros para luego aprender a crear a través de ellos llevándonos a ser independientes, liberándonos del sistema que impera y controla a la humanidad comprenderemos que nuestro origen proviene de las estrellas, que la existencia de otras humanidades es una verdad  ineludible que nuestros antepasados estaban conscientes de esta verdad.

Hacemos un llamado a todo ser humano que quiera integrarse para conformar focos de luz para iluminar el entorno donde nos encontremos para que el resto de la humanidad tenga la oportunidad de ver el camino a seguir para que pasemos a la luz dejando este sistema que impera en esta sociedad que pertenece a la oscuridad basado en el egoísmo, convirtiéndonos en seres dependientes, haciendo imposible que desarrollemos los mecanismos que tiene este organismo para movernos concientemente en la luz. 


Los focos de luz estarán conformados por seres que ya han empezado a experimentarse como Ser el cual su naturaleza esta desprovista de egoísmo, está basada en la cooperación e integración para resolver toda situación humana, más en integrarnos en nuestra unidad para que la ley de la separatividad no siga controlando nuestras mentes ni siga reflejándose en el mundo exterior el cual ha hecho invivible este mundo. Estos focos serán la apertura de la humanidad para la luz.  

domingo, 19 de mayo de 2019

Predecibles


Las personas mantenemos una relación de amor-odio con lo predecible. Aunque nos encanta saber a qué atenernos con lo que tenemos delante (sea lo que sea), mejor si nos depara alguna sorpresa.
Si es del todo predecible, aburre. Ese es el inconveniente principal. Exploremos un poco el asunto.

En una comedia romántica es predecible que la pareja protagonista termine feliz. Clásico, predecible… Pero que la pareja termine separada, deja peor sabor.

Cuando se te acerca alguien con la intención de ligar, qué tostón es que sea tan predecible, que te diga lo mismo que todos, que actúe igual. Pero, ¿y si no llegara a acercarse?

Cuando te levantas, qué fastidio es saber todo lo que va a pasar, desde la mañana a la noche. Qué pesado. Pero, ¿qué pasaría si no supieras nada de lo que va a pasar en las próximas horas?

La gente prefiere lo que conoce
No les cambies su champú de toda la vida por otro que quién sabe cómo les dejará el pelo.
No anuncies que vas a cambiar. Tal vez eso les obligue a cambiar a ellos. Qué contrariedad.
Prohibido tocarles el café… O el más amado de sus vicios.

Los humanos se quedan contigo cuando están apegados, incluso si eres malote. Más vale lo malo conocido.

Pero, que no cambies y seas del todo predecible, también es un fastidio.
Te conviertes en una película vista mil veces, en el juego repetitivo que manejas con los ojos cerrados, en una noticia de ayer.

¿Quieres ligar? No hay nadie que tenga menos éxito que una persona muy predecible… o aburrida.
Cuando haces “arte”, lo mismo. Predecible y aburrido son la misma cosa.

Si estás siempre para tus amigos (o conocidos), dan por hecho que siempre vas a estar ahí, esperando en el mismo sitio.

Esto es positivo, sí. Salvo cuando dejan de ver que tú no tienes la obligación de estar ahí, que lo haces por aprecio a la relación, por aprecio a ellos… No solo no lo ven… ¡Es que se aburren!
Dar con una bandada de ciegos ingratos no es raro ni infrecuente. Tranquilo. En todas partes pasa lo mismo. (Es predecible.)
Sigo.
Cuando siempre estás ahí, haciendo más o menos lo mismo, se acostumbran. Ya saben de qué vas o qué te traes. Es fijo que te mueves de tal o cual manera… Mira sus bostezos. Se vuelven a aburrir.

Piensan poco en ti. Y, si llevan tiempo tratándote y eres así de predecible, a saber si piensan en ti alguna vez. No necesitan hacerlo. Ya saben dónde vas a estar, qué vas a decir… O qué teclas tienen que tocar para que hagas esto o aquello.

Cómo dejar de ser tan predecible
Con que dejes o dejemos de ser aburrimientos infernales, ya estamos en buen terreno. Aunque siempre hay que estudiar la situación para ver dónde pisamos. Ahí está el punto.

Despierta. Mira hacia fuera. Adáptate a lo que ocurra y a quien tienes delante.
Conste que te lo digo a ti… y a mí también, que seguramente soy más predecible que tú. Amo mis rutinas, mis esquemas y mi vida como está. Pero eso tiene un precio… y no es barato. ¡Aburres a la gente!

¡Oggg…! No hay felicidad completa.

Lo dicho…

La Constancia Y El Esfuerzo

El trabajo constante y el esfuerzo diario por conseguir nuestras metas y obtener lo que anhelamos quizás no nos garanticen exactamente lo que estamos buscando aunque, sí es probable que nos genere satisfacción. Una buena forma de encontrarnos con la felicidad es precisamente esforzarnos por lo que creemos, intentando dar lo mejor de nosotros mismos.

Las cosas no suelen salir cómo nos gustaría y forma parte de nuestra madurez tener que aceptar esto, que no siempre el esfuerzo genera las recompensas que ansiábamos. Pero aunque no obtengamos el éxito o los resultados que esperábamos, lo que sí consigue el esfuerzo es que podamos estar satisfechos con nosotros mismos. Esto es algo que incluso puede ser más importante que cualquier otra cosa. Por eso muchas veces se dice que la felicidad no es la meta, sino el camino.

El trabajo constante y el esfuerzo diario por conseguir nuestras metas y obtener lo que anhelamos quizás no nos garanticen exactamente lo que estamos buscando aunque, sí es probable que nos genere satisfacción. Una buena forma de encontrarnos con la felicidad es precisamente esforzarnos por lo que creemos, intentando dar lo mejor de nosotros mismos.


Mediante la motivación extrínseca hacemos un esfuerzo con la intención de conseguir algo importante para nosotros, ya sea prestigio, éxito, dinero, fama, etc. En este caso el esfuerzo está enfocado a los resultados. En función de los resultados que obtengamos la motivación irá en aumento o disminuirá.

En ambos tipos e motivación el esfuerzo diario es importante, aunque percibimos con un menor esfuerzo lo que hacemos a través de la motivación intrínseca, ya que tal y como se ha podido comprobar, a través de los estudios realizados en psicología positiva, este tipo de motivación está en relación con el estado de flow, o fluir. Esto representa un estado de plena satisfacción con lo que estamos haciendo.

A lo largo de nuestra vida podemos observar es que, la mayoría de las cosas que merecen la pena, necesitan de una dedicación y esfuerzo constante. Tras las satisfacciones que vamos generando hay detrás un camino que nos ha llevado hasta ellas, muchas veces lleno de dificultades, sudor y lágrimas.

El Bienestar De El Trabajo


Como dice el viejo adagio “el trabajo dignifica” . Esta aseveración es totalmente cierta ya que realizando una labor podemos desarrollar nuestro intelecto y nuestras habilidades tanto físicas como mentales. Al practicar una actividad que requiera nuestro esfuerzo, estamos ayudándonos a nosotros mismos para ser mejores y sentirnos bien y muy contentos por lo que se ha hecho.

Con el trabajo expresamos lo que sentimos, lo que anhelamos, podemos manifestar nuestras ideas, desarrollamos la creatividad y los conocimientos que tenemos y cada vez más nos convertimos en seres humanos importantes para nuestra familia así como para la sociedad en la que vivimos.

Descubrimos quiénes somos y qué podemos aportar para el bienestar de todo lo que nos rodea.
Para todos nosotros, es de suma importancia realizar un trabajo, saber que se está haciendo algo con lo cual se ayuda al desarrollo del sitio de labores donde nos encontremos y al desarrollo personal. Es así como la falta de empleo o la pérdida del mismo, significa una gran decepción y una gran frustración para la persona que se encuentre en cualquiera de estas situaciones.

Siempre hemos tenido derechos así como obligaciones. Tenemos derecho a votar, a expresarnos libremente (a veces esto no se cumple), a tener familia, etc. El trabajo al ser una necesidad básica del hombre, también se transforma en derecho y es por esto que todas las naciones del mundo (especialmente las latinoamericanas) luchan contra el desempleo creciente y los factores que lo producen.

Sin embargo, algunas veces (como lo tratamos en artículos anteriores) el tener un trabajo no significa una satisfacción sino todo lo contrario: una carga pesada la cual llevamos por necesidad de ganar un sueldo y donde no tenemos la posibilidad de desarrollar nuestro intelecto y conocimiento.

Por tal razón, debe propenderse por parte del Estado, las empresas y de nosotros mismos, porque la realización de una labor permita el desarrollo total de todas nuestras potencialidades, anhelos, sueños y características que nos definen como personas.

Las organizaciones están en la obligación de dar todo lo necesario para que sus trabajadores tengan la oportunidad de realizarse como personas, estableciendo estrategias en donde concuerden las capacidades propias de los individuos y la labor que estos van a realizar. Por ejemplo, no colocar a una persona con muchos estudios y dotes de liderazgo, de conductor, o a una persona que no esté preparada, como Gerente General.

Deben estudiarse las capacidades y conocimientos de cada persona dentro de la organización para que sea ubicada correctamente y tenga la posibilidad de seguir una carrera dentro de la empresa, que le permita crecer tanto como persona como profesional. Esto conllevará a que exista un equilibrio tanto de objetivos como de necesidades entre la organización y el individuo.

Recordemos que lograr que los objetivos de un empleado sean los mismos de la empresa, ocasionará un aumento en el compromiso tanto del trabajador como de la compañía y hará que las labores sean desarrolladas de forma correcta, con total agrado y buscando siempre incrementar el beneficio de la empresa que será también el del individuo.

Es indispensable que dentro de la empresa se hagan seguimientos y evaluaciones de los trabajos hechos ya que esto determinará la eficacia y eficiencia de los empleados y si estos están haciendo su labor motivados o simplemente como una obligación. La meta es lograr que los trabajadores siempre estén comprometidos y felices con lo que hacen.

Para finalizar:

Podemos decir que conocer bien la gente con la que se cuenta y ayudarla para su desarrollo en todo sentido, son funciones muy importantes que deben realizar todas las empresas del nuevo milenio, si quieren sobrevivir y tener completo éxito

El Valor De La Gentileza

La gentileza, es sinónimo de la cortesía.

Una persona gentil, es la que guarda dentro de sí principios de educación para tratar a los demás.

La gentileza, es la que nos permite impartir agrado a los demás con un buen trato, la que nos motiva a sonreír cuando damos un saludo, a saber que todas las personas merecen amabilidad de parte de nosotros.


La amabilidad, la cortesía y la gentileza, son valores que impregnan dentro de nosotros el amor por las personas que están a nuestro alrededor… No la lastima o la hipocresía, sino el deseo de que estén bien, el impulso de ayudarlos y brindarles lo agradable que nosotros llevamos dentro.

Esta Parte De La Vida


Todo es cuestión de decidir si quieres ver el frasco medio lleno o medio vacío. Los hechos de la vida, no son, por sí mismos, negativos o positivos. Su calidad, depende de la actitud que tengamos al momento de categorizarlos o etiquetarlos. Seguir adelante. Actitud positiva ante los fracasos.

En ocasiones pasadas, hemos hablado sobre la importancia de una actitud positiva ante la vida. Hoy nos enfocaremos en los llamados fracasos. Que comúnmente nos generar sentimientos de derrota y frustración y que a veces nos lastiman tanto que nos dificultan el seguir adelante.

La naturaleza humana, aunada a la fuerte carga social que impone convertirnos en triunfadores, representa la dificultad de poner buena cara ante los acontecimientos adversos. Sin embargo, es a base de una actitud positiva que podremos superar los malos momentos. Capitalizar la experiencia obtenida y utilizarla a nuestro favor en el futuro.

En concreto nos referimos a que conceptualmente, debemos de dejar de llamar fracasos a aquellas situaciones que no salieron como planeamos. Son simplemente el resultado de la experimentación. Conocido como prueba y error. Ninguno de nosotros en su sano juicio, reprocharía a un bebé por caer constantemente, mientras está aprendiendo a caminar. Por el contrario, con seguridad le alentaríamos a seguir adelante e intentarlo nuevamente.

Para la psicología moderna, entender que los mal llamados fracasos son parte de la vida de todo ser humano, y que superarlos es sencillo, es una prioridad. Mucho es el tiempo que las personas desperdician, invirtiéndolo en auto reproches y sentimientos de frustración.

Al final del día, todos tenemos la capacidad de retomar el rumbo y recuperar la seguridad en nosotros mismos.



sábado, 18 de mayo de 2019

Principios De Resiliencia

La resiliencia es un concepto nuevo, difundido en los últimos años, y muy útil para los que trabajamos con niños y jóvenes. Abre nuevas posibilidades, da una nueva mirada, más esperanzadora, para viejos problemas de nuestros educandos.

"Desde que nació el concepto de trauma psíquico, la concatenación de las ideas exige que tras la descripción clínica y la investigación de las causas, dediquemos nuestros esfuerzos a la prevención de los traumas y a su mejor reparación. Y para ello, necesitamos el concepto de resiliencia".

Hoy el mundo postmoderno nos plantea discursos contradictorios. Por un lado nos habla de la vigencia de los Derechos Humanos, y una cultura tecnológica nos muestra la posibilidad de la erradicación del sufrimiento; con una mejor organización social y buenos productos químicos capaces de solucionar todos los males sin mucho esfuerzo. Frente a este discurso, que es el de los medios masivos de comunicación, el del consumismo, la cultura de la belleza y la juventud, existe otro, más real pero menos visible, no lo muestran, debemos ir a verlo.

A este último es al que nos vamos a dedicar en este trabajo. Es el que nos dice que la vida nunca carece de problemas, siempre hay etapas de adversidad, nos habla de grandes sectores empobrecidos y excluidos, del aumento de la drogodependencia y del deterioro familiar.

En este punto se inserta, para nosotros, la necesidad de utilizar plenamente el concepto de resiliencia en las acciones sociales, educativas y de salud que abarquen a los sujetos individuales de todas las edades, también a las familias y a las comunidades asistidas por programas que promuevan y refuercen las características resilientes.

Los países en vías de desarrollo y especialmente los de América Latina, están sufriendo un proceso de empobrecimiento que genera frustración y resentimiento social. Estas situaciones producen estrés incluso a quienes no la padecen directamente.

Sin embargo los seres humanos tenemos la capacidad para devenir resilientes y enfrentar los eventos negativos. De allí que la mirada de la resiliencia, su concepción teórica y la aplicación en programas y proyectos fue creciendo notoriamente. El espectro de disciplinas interesadas en la resiliencia ha aumentado hasta el punto de hacer de ella una actividad transdisciplinaria por excelencia, que congrega saberes de distintas áreas: psicología, antropología, sociología, sector de salud, economía, trabajo social, derecho, ciencias de la educación.

El concepto de resiliencia nació y comenzó a desarrollarse en el hemisferio norte, Rutter, en Inglaterra, Werner, en Estados Unidos, luego se extendió a toda Europa, Francia, Paises Bajos, Alemania y España, más tarde llegó a América Latina, donde se han creado importantes grupos de investigación y realización de proyectos.

Desde el punto de vista teórico podríamos hablar de tres corrientes: la norteamericana, conductista, pragmática y centrada en lo individual; la europea, con enfoque psicoanalítico; y la latinoamericana comunitaria, enfocada a lo social como lógica respuesta a los problemas del contexto.


En América latina ha sido posible identificar numerosos proyectos aplicados y cuidadosamente evaluado, así como grupos de pensadores que han llegado a elaborar una teoría latinoamericana de la resiliencia, con enfoques adecuados a esta realidad social. 

Otro hecho significativo es que numerosas instituciones, como universidades, ministerios, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, han incorporado los principios de la resiliencia, ya sea de una manera tácita o explícita. Hoy día, en gran número de cursos y maestrías para personal de salud y educación incluyen el tema de resiliencia entre sus contenidos. 

Particularmente el enfoque colectivo y comunitario que ha sido un aporte latinoamericano.

Soportar La Presión


Todos tenemos días en los que la vida parece ir mal. Creemos que no lograremos nuestras metas, los plazos se nos echan encima y además, sentimos que no tenemos a nadie de nuestro lado. Es muy fácil caer en prácticas destructivas cuando estamos en esos estados negativos, lo cual nos mete en una espiral descendente sin fondo en la que vemos las cosas ponerse cada vez peor.
Aunque es verdad que es más fácil hacer cosas que nos lleven al pesimismo, también lo es que tenemos la posibilidad de revertir esa tendencia. Para ello, ten en cuenta estos consejos:
 
1) Tómate un respiro. No seas tan duro contigo mismo. Cuando cometemos un error o no podemos terminar un trabajo a tiempo, frecuentemente recordamos todas las ocasiones anteriores en que esto ha sucedido y como consecuencia lógica, nos desesperamos. Durante un mal día, si detectas que te estás juzgando demasiado duramente, detente ahí, tómate un descanso y continúa más adelante.

2) Haz ejercicio. Aunque a algunos les parezca extraño, una excelente solución en medio de un día catastrófico es levantarse y correr (o simplemente caminar, si es lo que tu estado físico te permite). Si no puedes salir, solamente levántate de la silla y haz algunos ejercicios de estiramiento al tiempo que respiras profundamente. Recuerda que tu cerebro requiere suficiente oxígeno para funcionar adecuadamente y realizar las conexiones necesarias. Proporciónaselo.

3) Recurre a tus seres queridos. Si te es difícil ir a visitarlos en el momento, toma el teléfono y comunícate. Nada mejor para alejar a los fantasmas que el calor humano. No desestimes el valor de las palabras cálidas de un familiar o un amigo cercano. Obran milagros.

4) Ríete con ganas. Cuando pasamos temporadas difíciles, reír se convierte en una tarea muy difícil, ¿verdad? Es por eso que tenemos que buscar alguna fuente de diversión que nos facilite la carcajada.

Si bien en esos momentos se nos suele antojar ver una película romántica o un drama que combine con nuestro estado de ánimo, lo más recomendable es ver una de esas comedias ligeras que nos haga reír por reflejo. Sigue esta línea y te sentirás más liviano después.

5) Come sano. Sí, claro, come alimentos saludables. La mayoría de las veces, al enfrentar una cantidad inusual de trabajo o tratar de finalizar un escrito particularmente difícil, nos armamos de comida chatarra para que nos acompañe. Esto nos lleva a sentirnos mal con nosotros mismos, resultado a todas vistas contraproducente. Sin embargo, si podemos preparar un plato de verduras crudas, o una colorida selección de semillas, nuestro cuerpo contará energía extra de la mejor calidad y nos resultará más fácil mantener un estado de calma.

6) Presta atención a tu respiración. ¿Sabías que con el miedo, la rabia, la desesperación o el agobio, dejamos de respirar por momentos? Esta es una respuesta fisiológica que podemos evitar si recordamos relajarnos y respirar en forma profunda y consciente, aun en la situación más estresante. Nuevamente, el cerebro necesita oxígeno para ordenar tu propio universo. No se lo niegues.

7) Logra alguna meta (por pequeña que sea). A veces lo único que necesitamos para volver a sentir nuestro valor real es tener un pequeño logro durante el día. Por ejemplo, en el caso de que, debido a lo abrumador de una tarea importante, hayas olvidado las pequeñas cosas, detente y arregla tu cuarto. Curiosamente, el simple hecho de tener un espacio ordenado y haberlo logrado a pesar de la presión te hará sentir que eres capaz de muchas otras cosas y retomarás lo demás con mayor entusiasmo.


Como ves, son varias las acciones que podemos emprender para mitigar las presiones que sentimos ante los compromisos de la vida diaria. Lo importante es no sentirse vencido, sino proponernos cumplir con estos detalles, que si bien pequeños, pueden animarnos enormemente.

La Literatura En La Genealogía



El estudio de los albores del género de la literatura de linajes pone de manifiesto la libertad con la que los autores escriben. A caballo entre la historiografía y la ficción literaria, entre el documento y la obra propagandística, los libros de linajes dicen mucho sobre las representaciones de la nobleza tardo medieval y su imaginaire. Pero ello explica también que algunos lectores coetáneos pudieran juzgarlos con severidad.

Creo que la existencia de un discurso propio de las casas nobles, producido y controlado por ellas, tanto oral como escrito, justifica una empresa intelectual como la de Fernán Pérez de Guzmán en sus Generaciones y semblanzas. Cuando leemos el prólogo de dicha obra, tenemos por de pronto la impresión de que el señor de Batres está prologando otro libro.

Lo esencial del prólogo gira en torno a la historia y cómo debe escribirse la historia y, a menudo, se ha dicho que es uno de los primeros textos sobre el carácter casi científico de la verdad histórica. 

¿Qué relación tienen estas ideas con las semblanzas que siguen? Cuando Fernán Pérez se refiere a grandes nobles, de linajes poderosos y principales, es decir aquellos de los que podemos suponer eran “productores” de un discurso sobre sí mismos, insiste muy a menudo en lo dudoso de muchas afirmaciones sobre tal o cual antepasado.

Entendemos entonces que la tarea del historiador Fernán Pérez de Guzmán consiste en poner en duda muchas de las leyendas que se contaban o leían sobre tal o cual linaje. Era pues ante todo el discurso de los linajes lo que justificaba todo lo dicho en el prólogo de las Generaciones. Esta obra guarda una estrecha relación con los primeros libros de linajes y no en vano encontramos casi todos los motivos característicos de dicha literatura (la mitología de los antepasados, los códigos caballerescos, la lucha contra el infiel…).

 Ahora bien, se opone a ellos en el sentido en que Fernán Pérez quiere “hacer historia” con los linajes y por lo tanto cultivar la árida y pedregosa tierra de la verdad. Se permite así salir de la lógica apologética que iba forzosamente contra la verdad de los hechos.


Ello explicaría también los “efectos” de una obra como las Generaciones. Si bien el autor considera la influencia del linaje y establece una diferencia entre aquellos que son de buen linaje y los que son de bajo linaje, la organización textual de las Generaciones obedece menos a la lógica del libro de linajes que al modelo antiguo de las vitae, es decir de los viri ilustres. Por encima del linaje está siempre la virtud y, por lo tanto, lo que cuenta es el individuo, más que el linaje: las “semblanzas” priman sobre las “generaciones”, como lo comprendió, por cierto, el principal seguidor de Fernán Pérez de Guzmán, Hernando del Pulgar, llamando a su obra Claros varones de España

Tal vez por ello, entre otras razones, se impusiera en la mente de un obsesionado del linaje como lo fue Ferrán Mexía la necesidad de componer una obra como su Nobiliario vero: “vero” para distinguirlo de aquellos tan fantasiosos de los reyes de armas, pero “vero” también con ánimo de fundar una nueva racionalidad de la nobleza de la que surgiría su modernidad.

Construyendo La Vida


La vida no es, no nacemos con ella escrita, la vida se construye cada día, paso a paso. Caminamos por ella, paramos, unas veces avanzamos y otras retrocedemos, pero siempre estamos dentro, construyéndola.

Nuestra vida se hace con cada paso. Podrí­amos asemejar nuestra vida a una escalera de caracol. Cuando miramos atrás, vemos todos aquellos peldaños sobre los que un dí­a depositamos nuestros pies, esos peldaños que quedaron en nuestro pasado. Unos firmes y otros inseguros, unos querríamos volver a pisarlos y otros intentaríamos no volver a pisarlos nunca. Por mucho que tratemos de retroceder a nuestro pasado, nunca llegaremos al punto inicial, no podemos volver sobre nuestros pasos, ni a lo bueno, ni a lo malo. Pero sí­ podemos permanecer anclados a él, unas veces como una frenética huida de un presente insatisfactorio, buscando atrás tiempos mejores y, otras tratando de buscar «por qué» a las situaciones negativas que han acontecido en nuestra vida, lo que terminará, con una gran probabilidad, generándonos tristeza, culpabilidad, rencor…

Cuando miramos ahora detenidamente nuestros pies, sólo podemos ver ese peldaño pequeño que queda bajo ellos, ese que acabamos de alcanzar y ese mismo que quedará atrás en un breve espacio de tiempo, ese peldaño que abraza nuestro presente. Pues bien, ese pequeño y breve peldaño es lo único que tenemos. Sólo en nuestro presente podemos sentir, amar, sonreír, enojarnos, llorar, sufrir, cantar, bailar… sólo vivimos en presente.

Cuando miramos ahora detenidamente nuestros pies, sólo podemos ver ese peldaño pequeño que queda bajo ellos, ese que acabamos de alcanzar y ese mismo que quedará atrás en un breve espacio de tiempo, ese peldaño que abraza nuestro presente. Pues bien, ese pequeño y breve peldaño es lo único que tenemos.

Sólo en nuestro presente podemos sentir, amar, sonreír, enojarnos, llorar, sufrir, cantar, bailar… sólo vivimos en presente.

La Persona De Calidad

“Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a un oponente, tolerancia; a un amigo, tu corazón; a un niño, buen ejemplo; a un padre, respeto; a tu madre, sentirse orgullosa; a ti mismo, quererte; a todo hombre, caridad.” Benjamín Franklin.

Todos queremos hacer todo bien en nuestra vida. Ser buenos padres, profesionales y trabajadores. También aspiramos a ser buenos ciudadanos, parejas y amigos. Tenemos la necesidad de destacarnos en lo que hacemos, eso que algunos llaman éxito. En sentido general, puede entenderse como tener bienestar propio y preocuparnos por el ajeno, tanto que nos dedicamos a ayudar a otros a tenerlo.

De hecho, queremos dejar un legado. Es lo normal. Hay una frase atribuida a Baden Powell, fundador del movimiento scout, que se refiere a “Dejemos el mundo en mejores condiciones que como lo encontramos”.

Nadie en “su sano juicio” quiere hacer el mal a propósito. Lo que pasa es que a veces no sabemos cómo empezar a ser mejores. Nos equivocamos, faltamos a nuestra palabra, reaccionamos según las circunstancias ambientales, nos hacemos víctimas de lo externo, mentimos, somos desleales.
Buena noticia: Siempre podemos decidir cambiar.

¿Eres luz o sombra?
Creemos en el potencial del ser humano. Sabemos que a pesar de que somos luz y sombra, poseemos fases como la luna y cada uno de nosotros puede elegir mostrar su lado luminoso. De eso se trata decidir ser una persona de calidad.

Hay tres preguntas que te invitamos a responder para continuar en este proceso de convertirte en alguien con calidad personal.

¿Qué quiero lograr en la vida?
¿Para qué estoy en este mundo?
¿Cómo me gustaría ser recordado?
Al elegir ser una persona de calidad, nos empeñamos y el proceso inicia con la disposición a aprender, a adquirir hábitos positivos como un ejercicio de la voluntad. Teniendo presente que la calidad personal es un proceso y no un estado al que llegamos.

Este proceso se expresa en la práctica de cinco elementos que debemos aprender: ser, hacer, aprender, emprender y convivir. Veamos cada uno de estos aspectos.
5 elementos para el cambio
1. En el aprender a ser
La persona de calidad se reafirma como ser humano, está consciente de sus fortalezas y las utiliza como su principal recurso para generar bienestar a su vida.
2. En el aprender a hacer
Su calidad se evidencia en sus actos. Se involucra con toda su potencialidad. Da lo mejor de sí, se esfuerza, persevera.
3. En el aprender a aprender
Estas personas están abiertas a transformarse, a evolucionar y crecer. Entienden que los obstáculos en la vida son oportunidades de aprendizajes.
4. En el aprender a emprender
Se está dispuesto a iniciar una obra y mantenerla según su objetivo y razón, a pesar de los obstáculos que puedan surgir
5. En el aprender a convivir
Es el hábito de las relaciones interpersonales saludables y del entendimiento. Es tan importante la empatía como la simpatía. Al relacionarse con el otro, se busca entender para después ser entendido. Es el hábito de la negociación, de la gana-gana.

Qué es ser una persona de calidad
Actúan guiados por el deseo de satisfacer al otro, sin descuidar su autoestima, porque su accionar también los satisface. De modo que se tiene una apreciación genuina de sí mismos y del otro, al que consideran un igual, en toda su dimensión.

Es importante saber lo que es más importante en nuestra vida, nuestros valores gobernantes y actuar guiados por ellos en todo momento, no importa las circunstancias en las que estemos. Si actuamos orientados por valores estaremos satisfechos y los demás apreciaran nuestra coherencia.

Por un lado, quien actúa de acuerdo a sus valores no se permite ser víctima de las circunstancias, no reacciona a la pérdida de control de los demás y no se toma las críticas de manera personal. Establece prioridades y actúa. 

La práctica de la moderación se les nota. Hay un balance en los distintos aspectos de su vida. Por ejemplo, guarda un equilibrio en su tiempo personal, para su familia y su trabajo.
Por otro lado, las personas de calidad son excelentes prestadores de servicio porque la satisfacción del otro para ellos es fundamental. Están prestos a servir, atendiendo las necesidades de los demás. Reconocen a una persona de calidad porque su espíritu de colaboración sobresale.


Otro aspecto importante que resalta en las personas de calidad es su deseo de mejoramiento continuo. Porque ese proceso de convertirse en persona autentica, de calidad, se mantiene a lo largo de su vida.

Calidad De Nuestro Pensamiento


¿No te sucede que ante determinadas circunstancias o personas eres como “secuestrado” de forma automática por pensamientos de juicio, lucha, crítica, desvalorización, desaliento etc.? ¿Estos pensamientos te atrapan impidiéndote darle una interpretación a lo que sucede que produzca un mayor bienestar para todos?

Date cuenta… La mayoría de las veces que estos pensamientos automáticos aparecen: ¡Es como si te convirtieras en ellos! Como si realmente te creyeras que eso que estás pensando… ¡Eres tú!

Cuando te identificas con estos pensamientos automáticos, en realidad vives tus experiencias preso de una interpretación recurrente de las circunstancias que no es más que: El “filtro” a través del cual tu programación mental particular filtra la realidad…

¿Qué tan frecuentemente te ves enganchado en emociones de rechazo, ansiedad, humillación, agobio, estrés, abandono… que aparecen inevitablemente, como si de fuerzas superiores a ti se trataran?

Lo mismo sucede con las emociones: muchas veces lo que sentimos “tiñe” por completo nuestra realidad. Entonces ocurre que la emoción toma el poder y corremos detrás de ella sin espacio para la libertad.

Seguro que puedes reconocer esas emociones que son recurrentes en tu vida, que aparecen una y otra vez en distintos escenarios y a través de diferentes rostros… Esas emociones de las que a veces haces responsables a los demás, y que a medida que te vas observando, te das cuenta que en realidad están contigo desde hace mucho tiempo… instaladas en ese “software” automático tan particular como íntimo.

¿Vives a merced de todos los pensamientos y emociones que surgen? ¿Eres libre viviendo de este modo?

Cuando tomas plena conciencia de esta condición “automática” en tu modo de vivir la vida, puede que te preguntes: “¿Es posible vivir en la libertad de elegir cómo me relaciono a través de mis pensamientos, emociones y mi cuerpo con las personas y circunstancias de mi vida?”

Sí, es posible, existen muchas técnicas para que podamos intervenir conscientemente en nuestro mundo interior y mejorar así nuestra calidad de vida de manera notable. Muchas de las nuevas Psicologías, tales como el enfoque de Jung, del Cuarto Camino, Krishnamurti y algunas ramas de las neurociencias apuntan en ese sentido.

Mejora la calidad de tus pensamientos

Pensemos en una semilla. Es como un punto –pequeña, diminuta y compacta- y sin embargo plena de potencial. Un pensamiento es una semilla, una semilla que puede ser positiva o negativa, según nuestro estado de ánimo, actitud y carácter.

Cuando creas tus pensamientos generas sentimientos, actitudes, palabras y acciones configurando así el libro o cuadro de tu vida. Eres artista y creador.

Para mejorar la calidad de tus pensamientos debes ser consciente de cómo piensas, y reconocer que cada uno de nosotros creamos nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los inútiles o negativos. A partir de ahí puedes sentar la base para un verdadero cambio positivo en tu vida.

Un pensamiento positivo genera un beneficio. Cualquier efecto de un pensamiento positivo, ya sea sobre ti mismo, la sociedad o el mundo, siempre es beneficioso, no daña a nadie.

Un pensamiento positivo hace que salga lo mejor de ti mismo y te llena de entusiasmo. Un pensamiento positivo con respecto a ti, fortalece tu autoconfianza y te ayuda a reconocer y amar tus cualidades. Los pensamientos que surgen de tu ser más puro y auténtico son positivos.

Tenemos Derecho a No ser Negativos, solía decir G.I.Gurdjieff. Mediante la Auto-observación podemos descubrir y discernir qué emociones y pensamientos nos afectan y cuáles nos beneficiarán.

Sentimientos Y Emociones


Los sentimientos, desde la psicología, se consideran las experiencias subjetivas de las emociones. Se tratan de las experiencias mentales de los estados del cuerpo que surgen cuando el cerebro interpreta las emociones que aparecen con los estímulos externos.

Ejemplo: ves un tigre a lo lejos, experimentas la emoción del miedo y sientes horror.

Los sentimientos se originan en la región neo cortical del cerebro y son reacciones a las emociones. Además, son subjetivos, siendo influenciados por las experiencias personales, recuerdos y creencias.
La diferencia fundamental entre emoción y sentimiento, según el neurocientífico Antonio Damasio, 
es que las emociones son respuestas involuntarias, una versión más compleja de un reflejo. Por ejemplo, cuando estas en peligro y el pulso se acelera. El sentimiento es ser consciente de esa emoción.

Los sentimientos forman parte del ser humano desde que nacen. Somos seres sensoriales y podemos percibir el mundo a través de los diferentes órganos de los sentidos.

Muchos estímulos despiertan sentimientos en nosotros: sentimos con lo que pensamos, con lo que observamos, con lo que escuchamos, con lo que olemos, con lo que tocamos o con lo que comemos.
En primer lugar, tenemos que diferenciar los sentimientos de las emociones.

Aunque en muchas ocasiones se utilizan estos dos términos de forma indistinta vamos a ver la definición de cada uno de ellos:

Las emociones son impulsos que comportan reacciones automáticas y constituyen un conjunto innato de sistemas de adaptación al medio por parte del individuo.
Por lo general las emociones tienen una duración menor que los sentimientos, y son las que impulsan y motivan a las personas a actuar. Son más cortas pero también más intensas.
Los sentimientos son bloques de información integrada, síntesis de datos de experiencias anteriores que ha vivido la persona, de deseos, de proyectos y del propio sistema de valores.
Se pueden entender los sentimientos como un estado subjetivo de la persona que se produce como resultado de las emociones que le provocan algo o alguien.
Son un estado de ánimo afectivo y por lo general son de larga duración. Constituyen una guía interna de cómo la persona dirige su vida y se enfrenta al entorno.
Las funciones de los sentimientos: ¿para qué sirven?
Los estudios coinciden en señalar cuatro funciones principales de las emociones:
Son el punto de vista subjetivo y particular del sujeto
Sirven para establecer su vinculación con el mundo. Tanto las personas, como los conocimientos, como el entorno que percibe el individuo pasan por el filtro de los sentimientos previamente.
Estos son los que interpretan si algo es conocido, querido, deseado o por el contrario rechazado.
Sirven para indicar a la personas un estado físico o mental
De una forma subjetiva y diferente para cada individuo, nos indican el estado en el que nos encontramos a todos los niveles (biológico, mental, social, económico, etc.).
Indican los valores según los que actúa la persona.

A través de los sentimientos, la persona guía su conducta en una dirección u otra. Marcan las directrices, el camino a seguir. Facilitan una valoración de la realidad sobre la que actuamos de una forma determinada u otra.

Son la base de la conexión que nos une con el resto de las personas
Nos ayudan a expresarnos, comunicarnos y entendernos con los demás.

En primer lugar, los sentimientos modulan cómo nos encontramos y por tanto cómo actuamos.
Además, esta expresión la percibe la persona con la que estamos interactuando, indicándole en qué estado nos encontramos y actuando como la base de nuestra comunicación.


En segundo lugar, los sentimientos nos permiten desarrollar la empatía, nos ayudan a entender el estado en el que se encuentra el otro y facilita que nos pongamos en su lugar y así podamos comprenderle y ayudarle.

viernes, 17 de mayo de 2019

La Humildad Y La Audacia

Según el diccionario la definición de humildad es:
“La virtud que nos da un sentimiento de debilidad, que reprime en nosotros el orgullo”.

Pero yo pienso que hace falta mucho más valor y más fortaleza para ser humilde, porque se trata de tener una visión realista de nuestra propia persona.

Esto significa que nuestros actos son coherentes con nuestros valores, como por ejemplo, no tratar de monopolizar las conversaciones y no tratar de llamar la atención todo el tiempo.

También hace falta ser humilde para aprender de cada persona en cualquier situación. Esta me parece la cualidad más importante de todas.

A partir de aquí el elemento necesario para avanzar es la audacia que se podría definir como:
“La tendencia a osar actuar en situaciones difíciles”.  

Y es que para avanzar necesitas un  99 % de atrevimiento. Es tomar placer en efectuar aquello que nos asusta porque reconocemos en ello un valor importante.

Porque sin ambición no hay riqueza interior ni exterior. Y la ambición puede manifestarse queriendo mejorar la vida de los demás, acompañándoles. Se puede manifestar en nuestras ganas de crear, de ganar, de progresar, de aprender

¿Piensas que es algo difícil? Pero no imposible con un poco de audacia.


El Arte De Insultar


Hay quien dice que no se conoce bien un idioma hasta que no se aprenden los insultos y las palabrotas más comunes. Si pudiéramos viajar al pasado, nos encontraríamos con un catálogo de irreverencias y alfilerazos realmente singulares.

Para faltar a alguien en el Siglo de Oro se le llamaba, por ejemplo, bellaco, tiñoso, bufón, chocarrero –de chocarrería, ‘chiste grosero’–, cabestro, capón o chanflón, voz que dicha de una moneda significa falsa, y aplicada a una persona, despreciable.

 En todo caso, quienes alcanzaron el cénit en el arte del improperio fueron los escritores: las pullas que se dedicaban han pervivido en muchas de sus obras. Así, Quevedo, que tuvo encontronazos prácticamente con todos sus coetáneos, llamó a Ruiz de Alarcón corcovilla, aludiendo a su joroba o corcova. Este respondió con una alusión a la cojera del autor de El Buscón: “¿Quién contra todos escribe / escribiendo con los pies?”.

En el libro Inventario general de insultos, de Pancracio Celdrán, un nutrido diccionario de afrentas y palabrotas, aparece citado a menudo Quevedo, así como muchos de sus textos. Por ejemplo, baladrón, ‘quien siendo cobarde blasona de valiente’; echacantos, ‘hombre despreciable’; pellejo, ‘persona ebria’; o chirle, ‘de poco interés, sin gracia’.


 Hay tres de estas palabras gruesas que quizá deberíamos recuperar, siquiera por su gracia y sonoridad: penseque, ‘quien se equivoca por ligereza o descuido’; tagarote, ‘el que se arrima a comer sin ser invitado’, y una de las mejores, zampalimosnas, ‘persona estrafalaria que anda pidiendo limosna’. ¡Qué tío, Quevedo!