viernes, 8 de abril de 2016

Amistad: Ser o No Ser


Habría que preguntarse si no estaremos a las puertas de que se produzcan, aunque fuesen siquiera minúsculos indicios, fuertes contracciones similares a las de un parto,  donde podamos vislumbrar el nacimiento de una nueva generación de rebeldes  que se resistan a tener que soportar la vaguedad virtual que hoy nos obnubila y encorseta  y sean capaces de producir una revolución contrainformática que nos rescate y devuelva nuestra perdida identidad.

Vivimos contemplando el espejismo en medio de un desierto en el cual hemos extraviado a la persona que una vez creímos ser.
Resulta paradojal que cuánto más intervenimos en la maraña de las redes sociales mayor será la desintegración de todo lo que siempre  estimamos de nuestra pertenencia personal  aquello que constituía nuestra impronta indeleble,  nuestro ADN intelectual, que impregna  todo aquello que es la auténtica expresión de nuestra capacidad creativa.

El concepto de comunicación tal cual es concebido actualmente no pasa de una mera emisión de enunciados cuyos emisores se mimetizan entre el enmarañado follaje de la selva humana, voces sin una identidad confiable recubiertas de un condón social que les proteja del virus virtual que les acecha en cada puesta en escena de nuestra enmascarada representación.

"¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?"
Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual."
Gregg Levoy (1953-?) Escritor estadounidense.

La Amistad pues, no tiene edad, sexo o condición social. Por eso, como valor innato del ser humano de crecer y plenificarse en su relación y realización, la amistad proyecta desde lo más íntimo del corazón y revela lo que es el misterio de cada hombre y mujer, entre quienes se da espontáneamente una auténtica relación de amistad. La amistad entendida así es un DON y un MISTERIO, que no depende de un solo individuo, sino de ambos. La amistad pues, no se inventa, no se forza, ni mucho menos se anda de ofrecida banalmente. Desde este sentido la auténtica amistad que humaniza las relaciones interpersonales, es la que sólo es posible entre los Seres Humanos, independientemente de la edad, sexo o condición social.

Hugo W. Arostegui

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