“Como la
Alquimia y todas las disciplinas ocultas, La Cábala dice que el hombre contiene
en su humana dimensión todo el universo.
Es por eso que
se lo define como un microcosmo.
Notemos, de
paso, que cuando el esoterismo dice que el hombre es como el universo, que lo
que está encima es como lo que está debajo, no se está aludiendo a la igualdad
sino que esa expresión es una analogía.
El hombre y el
mundo no son semejantes y menos aún iguales:
El hombre y el
mundo son análogos.”
La
Kabbalah, Segunda Parte Hugo W
Arostegui
De acuerdo con
nuestras convicciones y los dictados de las grandes religiones que nos han legado
sus enseñanzas se nos dice, y la gran mayoría de nosotros crece con esta
sensación aunque no sepa o no pueda explicarlo con cierta claridad, “el ser
humano no pertenece a este mundo” lo que implica decir que venimos de otro lado
y una de las respuestas mayormente aceptada es la de que “venimos directamente
de la presencia de Dios, El Padre” .
Pues bien, es
muy probable que esta sea la causa fundamental por la cual la sociología nos
indica que si bien, el ser humano nace biológicamente, para considerarse un “Ser”
con el goce pleno de sus facultades, deberá superar las limitaciones inherentes
a este nacimiento.
Para nosotros,
los humanos. Existe una “barrera natural” que funge como si dependiera de una
imperceptible “ley de gravedad” que nos mantiene al igual que al resto de los
mortales “atrapados” contra la tierra sin mayores diferencias con lo que le ocurre
a un “vulgar gusano” que convive con nosotros.
Esta barrera que
nos mantiene atrapados sólo puede ser superada por “la energía” que acumulemos
por medio de nuestro esfuerzo individual, es intransferible y por ende no
existe, agregaría, “gracias a Dios” otro medio de comprarnos un pasaje que
permita viajar en uno de esos cohetes interplanetarios que logran incursionar
en la estratosfera, además nos serviría de muy poco, pues irremediablemente estaríamos
obligados a retornar.
El impulso al
que hacemos referencia al comienzo es imprescindible y sólo pueden obtenerlo
quienes lo obtengan mediante su perseverancia y dedicación, lamentablemente
hemos sido testigos de situaciones en las cuales el impulso acumulado ha sido insuficiente
y esas naves no han superado las limitaciones del medio cayendo
estrepitosamente al vacío.
La capacidad
creativa de cada ser humano es más que suficiente para superar todas las
limitaciones, eso sí, requiere que no escatimemos el esfuerzo que tal desafío
nos requiere.
Como bien dicen
los veteranos que juegan partidas de truco: “lo que cuesta vale”
Hugo W Arostegui
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