Digamos
que estamos en el ámbito natural donde se desarrollan las actividades humanas, donde se consolidan
todas sus aspiraciones y, sobre todo,
donde se producen los mayores encuentros y desencuentros, en el acierto o error
de sus proyecciones y su relación con las expectativas planteadas ante un
determinado proyecto.
La
ausencia de certezas en cuánto a las posibilidades de un determinado proyecto
hace a la vida de los humanos el mayor de los incentivos para la “toma de
riesgos” en la persistente búsqueda de los mayores márgenes posibles que puedan ser extraíbles en el futuro.
“La incertidumbre puede ser derivada de la
ausencia de información, o bien por desacuerdo acerca de la información
con que se cuenta, implicando la incertidumbre cierto grado de desconocimiento.
Por ejemplo no se puede conocer de antemano el retorno que tendrá una
inversión.
Etimológicamente
está conformada por el prefijo in (negación) y certus (cierto),
por lo que se define como la carencia de un conocimiento certero,
la duda o falta de certeza sobre algo que nos inquieta.
Incertidumbre
es lo contrario de certidumbre, que significa certeza; por lo que incertidumbre
es la falta de seguridad,
la sensación que nos genera algo de lo que no se tiene respuesta exacta o
concreta.
La
incertidumbre puede ser causada por diversidad de
factores, como un error cuantificable en los datos,
definiciones ambiguas, y hasta previsiones imprecisas acerca del comportamiento
humano.
El
ser humano tiene que elegir constantemente una acción o tomar una decisión que
puede tener como consecuencia gran cantidad de resultados posibles.
En el
ámbito de la administración de empresas y
la economía,
la incertidumbre es un concepto clave ya que las organizaciones obtienen
ganancias cuando asumen el riesgo de la incertidumbre.
Es
decir que los beneficios son el resultado que se obtiene cuando un negocio es
exitoso a pesar de que los riesgos no pueden preverse a priori.
En el
mundo de los negocios, es imposible tener conocimiento de los riesgos que
están asociados con cualquier decisión.
Así
como el consumidor común no puede conocer las
fluctuaciones de los precios de los bienes de consumo disponibles en el
mercado, por lo que la incertidumbre plantea una dificultad irreductible.”
Existen
especialistas muy avezados que se mueven como “los peces en el agua” en cuánto
a las previsiones a futuro como así mismo, “calificadoras de riesgo” que
pronostican el grado de solvencia que una empresa determinada pueda tener a
futuro con respecto a las obligaciones que contraiga en el presente.
Cuanto
mayores sean las incertezas mayores serán los riesgos y eso determinará el
costo que tal exposición representara en el tiempo.
Hugo W Arostegui
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