El vocabulario de una persona puede
ser definido como el conjunto de palabras que son comprendidas por esa persona,
o como el conjunto de palabras probablemente utilizadas por ésta.
Así es que por ejemplo «valiente»
forma parte del vocabulario normal de las personas hispanohablantes, mientras
que «bizarro» no lo es, ya que a pesar de éstos ser sinónimos,
«bizarro» es una palabra prácticamente en desuso (o erróneamente utilizada con
el significado del vocablo del idioma inglés bizarre, que
significa extraño, o extravagante).
La riqueza del vocabulario de una
persona es considerada popularmente como reflejo de la inteligencia o nivel de
educación de ésta.
El incremento del propio vocabulario
es una parte importante tanto en el aprendizaje de idiomas, como en la mejora
de las propias habilidades en idioma en el cual la persona ya es adepta.
La adquisición del vocabulario (tanto
en el primer idioma como en los segundos y/o extranjeros), es un proceso muy
complejo. La primera distinción que debemos hacer es entre vocabulario pasivo y vocabulario activo.
El primero es el vocabulario que el sujeto
entiende sin ayuda o con muy poca ayuda, pero que no es capaz de utilizar
autónomamente.
El segundo, es el vocabulario que el
sujeto comprende sin problemas, pero que además, es capaz de utilizar cuando lo
necesita y sin necesidad de ayuda.
Parece claro, por tanto, que el
vocabulario más amplio de una persona es el vocabulario pasivo, y parece claro
también, que si una persona no tiene una palabra «almacenada» en su vocabulario
pasivo, difícilmente esa palabra podrá llegar a formar parte de su vocabulario
activo.
Uno de los defensores de esta teoría
fue Tracey Terrell,
co-autor del Natural Approach, y que invirtió un gran esfuerzo en
intentar explicar este proceso de adquisición lingüística.
Terrell afirma que una forma primero
se «liga» (binding en inglés), es decir, se relaciona una forma con
su significado. Este proceso parece ser un proceso paulatino y relativamente
«lento», ya que no sería un aprendizaje sino una adquisición.
Una vez la forma ya está «ligada», el
sujeto debería ir intentando «acceder» (accessing en inglés) a esa
forma en repetidas ocasiones. Las primeras veces requerirá de mucho tiempo, y
posiblemente de cierta ayuda, pero ese tiempo o esa necesidad de ayuda se irá
reduciendo paulatinamente.
Cuantas más veces ese sujeto intente
acceder a esa forma, más «accesible» estará.
Hugo W Arostegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario