jueves, 19 de mayo de 2016

Tecnicismos


Al escribir no se trata simplemente de ir presionando el teclado para que se formen las palabras, aunque de hecho eso es lo que hay que realizar, la digitalización de lo que decimos requiere la técnica de digitar y las expresiones que formulamos requiere conocer el lenguaje con el cual nos expresamos para no incurrir en las consabidas faltas gramaticales.

Tampoco eso es todo lo que se requiere, entre tantas otras cosas que se deben tener en cuenta se requiere tener claros los conceptos de continente y contenido lo que equivale a decir que el concepto de “continente” requiere saber dónde ubicar el “contenido” de lo que decimos en los espacios permitidos por la hoja en blanco, es decir, el continente.

Cabe agregar, que debe existir cierta armonía entre el contenido y el continente para que aquello que intentamos expresar puedan estar al alcance de quién acuda a la lectura del mismo.

Todo esto lo decimos “como al pasar” sin detenernos a valorar la calidad de lo que expresamos, eso es algo que escapa a la intención de quien escribe y sólo puede ser opinable por quienes accedan a la lectura, es el lector, lejos de toda la pasividad que podamos atribuirle, quién se erige como “el juez” de la calidad expresiva de todo autor.

De manera que opinamos que existe un vínculo, un hilo conductor que une los extremos de toda pretendida comunicación y ese vínculo es lo que hace que existan “los elementos esenciales” entre ambos, quien escribe y quién realiza la lectura, es en esa simbiosis donde fluyen los sentimientos motivadores de toda la emoción contenida en la trama del texto publicado.


Hugo W. Arostegui

No hay comentarios:

Publicar un comentario