Hemos
crecido con el sentido de que para alcanzar nuestras metas es necesario “pagar
el precio” es decir que para lograr el éxito en nuestros emprendimientos,
cualesquiera que estos fuesen, deberemos aplicar la cuota parte de esfuerzo
proporcional que tal proyecto o logro nos requiere.
Digo
esto por el hecho que últimamente “se han filtrado” ciertos comentarios
haciendo referencia “a una nueva, novedosísima, manera de “enfrentar los
obstáculos” según los defensores de tal teoría, que es bueno tener en cuenta
que cuenta con adeptos en el propio sistema educativo, no se deben limitar las
aspiraciones al simple hecho de considerar las dificultades que tal decisión
pudiese implicar, entienden que están dadas las condiciones que permitirían a
la sociedad moderna mitigar sustancialmente la idea de que todo logro alcanzado
puede ser “facilitado” para asegurar el alcance exitoso de tales fines.
Esta
nueva forma de encarar los proyectos, incluyendo aquellos de carácter académico,
se conoce con la denominación de “facilismo”
“Como esfuerzo denominamos
la fuerza que aplicamos contra algún
impulso o resistencia, para contrarrestarlo o revertirlo.
Asimismo, se llama esfuerzo a la energía
o el vigor que se pone en la realización de algo, venciendo obstáculos.
El esfuerzo también se considera una virtud del ánimo, relacionada con
la fuerza o el empeño con que afrontamos una dificultad o nos proponemos
alcanzar un objetivo.
En este sentido, el esfuerzo requiere de valores como la constancia,
la confianza y la esperanza en la empresa en que nos proponemos.
El esfuerzo es fundamental para lograr metas difíciles, que requieren
paciencia, valor y mucha energía de nuestra parte.
Sinónimos de esfuerzo,
como tal, serían: energía, brío, vigor, valor, voluntad, empeño, afán, ahínco,
etc.”
Demás estaría decir que quienes hemos aplicado el
concepto del esfuerzo, entiéndase como “sacrificio” en todas las ocasiones en
las cuales se nos ha requerido realizarlo, nos resulta muy difícil digerir éstos
llamados “nuevos conceptos” con relación al supuesto interés en cambiar la
mentalidad, pasando, según manifiestan ellos, del fatalismo al facilismo.
Así las cosas
Hugo W. Arostegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario