Nuevamente
comenzamos esta mañana con una previa visita a nuestro correo donde a través de
sus cuentas nos enteramos de lo que está pasando con todos aquellos que
utilizan este medio tan valioso para contarnos algo de lo que han sido las
horas previas y solicitarnos, de considerar necesario, nuestra opinión sobre algunos aspectos muy
puntuales.
Resulta
una muy agradable sensación de contacto la que experimentamos cada vez que esto
ocurre y lo que nos cuentan para nosotros son noticias que parten de varios puntos de nuestro
planeta con sus consecuentes husos horarios, de manera que la mayoría de las
situaciones comentadas corresponden a los días anteriores y en otras ocasiones
les imagino durmiendo en sus respectivas casas y les preparo las respuestas a
su correo para que las mismas estén prontas para ser leídas en su despertar.
Así estamos
en nuestros casi diarios contactos, vía e-mail, con nuestros lectores y amigos,
casi que me extiendo en estas consideraciones a los familiares pero a decir
verdad nuestras vías de contacto recorren otros caminos.
Está claro
de que nuestras comunicaciones son de “ida y vuelta” que no se trata de ningún “servicio
de consultoría” digamos que nos parecemos en mucho a los pugilistas, damos pero
también recibimos, en algunos casos muy concretos hemos estado al borde del nocáut
buscando ansiosamente “el toque de la campana”.
Como
buenos humanos medianamente socializados somos perfectos en nuestras
imperfecciones y estimo que es esta cualidad, la falibilidad, la que nos permite
poner en práctica nuestras potencialidades, los valores humanos que este
intercambio ayuda tanto a desarrollar, un muy sano ejercicio que al ser periódico
nos mantiene en forma.
Hugo W
Arostegui
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