domingo, 8 de mayo de 2016

Gre…Gre…Gregorio


Este comentario no debe ser considerado una crítica, quizás, hasta podría interpretarse como una autocrítica, en realidad esto que estoy tratando de decir es el resultado de haber prestado atención a las opiniones de quienes sin duda alguna tienen todo el derecho de formularlas y me refiero a todos los lectores y lectoras que se toman la tarea, cosa que no debe ser nada fácil, de leer los artículos que publicamos.

La cosa pasa por realizar una ligera evaluación de las mencionadas opiniones e intentar, a través de las mismas, esbozar un perfil acorde con lo que suelen ser nuestras características más sobresalientes.

En base a estas consideraciones de nuestros amigos lectores todo indicaría que quienes escribimos asiduamente y publicamos nuestros artículos habríamos contraído “el síndrome de la noria” lo que equivale a decir que solemos realizar un largo rodeo, dar vueltas y vueltas sobre el tema central, antes de enfocarnos directamente sobre el asunto.

De ahí lo del título, se menciona lo del gre… gre.. antes de decir directamente Gregorio.

Vale la pena tener en cuenta estas consideraciones y de ser necesario abstenernos de jugar tanto con la riqueza del vocabulario y sin “adornar tanto” nuestros dichos vayamos “directamente al meollo” de lo que queremos decir.

De estar comprendido en estas valiosas consideraciones, sin duda, las tendremos en cuenta.

Hugo W Arostegui



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